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HALLAZGOS
DE ARQUITECTURA PRECOLOMBINA EN NICARAGUA
En: Nuevo Amanecer Cultural, Año XVIII, No. 911, 7 de marzo de 1997.
Al eminente arqueólogo nicaragüense Dr. César
Sáenz, en reconocimiento a su extensa labor científica.
Los vacíos en la evidencia y los no siempre
identificables errores de las crónicas explican
por qué nadie que trate de describir los primeros años de la dominación
española en América puede librarse de la sensación “como un sordo pero
persistente dolor de muelas” de que algún día pueda surgir el descubrimiento de
una verdad desconocida o de un error o un descuido en su trabajo. También se
explica por ellos la pasión, casi viciosa, que estimula a los sabuesos de la
Historia; en último análisis, nunca existe una historia definitiva”
KATHLEE ROMOLI. “Vasco Núñez de Balboa”
EL ENGRANAJE HUMANO DE UNA VERDADERA
EXCAVACIÓN CIENTÍFICA
Eran las cinco de la madrugada cuando una voz me despertó, nos avisaba que en diez minutos nos pondríamos en marcha hacia el sitio arqueológico. Un viento helado había consumido los casi 35 grados de temperatura que el día anterior nos había mantenido empapados en sudor. Pronto, nuevamente, estuvimos en el camino hacia El Apante, marchábamos conversando. La composición profesional del grupo de arqueólogos y de in fieri, tres directores de la excavación y trece alumnos, incluyendo a dos estudiantes de arqueología de Barcelona, las jóvenes a quienes sólo recuerdo por Mónica y Sandra. Aquella jornada era otra perteneciente a la segunda temporada de campo, que se desarrolla por parte de la UNAN-Managua y la Universidad Autónoma de Barcelona en el municipio de Telica, departamento de León.
Tras caminar aproximadamente un kilómetro sobre un camino veranero, en donde las botas se hunden en un polvo muy fino, ya el sol, apenas asomándose, calienta el ambiente; a lo lejos, en un campo sembrado de sorgo, se divisa el techo que cubre el nada pequeño “cerrito”, que técnicamente la arqueología denomina “montículo”, creado intencionalmente por los primitivos habitantes de esa región del occidente nicaragüense. Muy pronto estuvimos en el sitio. La importancia de la preservación del lugar es indispensable. El solo hecho de encontrarse totalmente techado, nos sugiere que el resguardo del sitio se está dando con especial atención (sólo el sitio arqueológico El Bosque, en Estelí, ha sido techado). Aquí, en El Apante, el Instituto de Cultura ha aportado todos los materiales, y la alcaldía de Telica la mano de obra La comunidad aledaña es celosa en el cuido del montículo, según pude constatar, viven pendientes de toda la actividad arqueológica que allí se realiza. Al momento de arribar, nos encontramos con dos campesinos de la comunidad que habían alistado con palos rollizos una excelente escalera para la trinchera más profunda a cargo de la Dra. Asunción Toledo. El regalo se recibió con alegría.
EL ENGRANAJE HUMANO DE UNA VERDADERA EXCAVACIÓN CIENTÍFICA
Uno a uno, los directores y demás compañeros se sitúan en sus respectivas áreas de trabajo. Quien se imagine una piocha o una gran pala para extraer carretillas de tierra está totalmente equivocado. Pequeñísimas piquetas, espátulas, delicados pinceles y brochas, niveles de burbujas, metros, plomadas, miles de pequeñas bolsas plásticas codificadas, para distintos fines, componen una pequeña porción de todo el utillaje técnico de los arqueólogos. El silencio es total. Alguien sube al punto más alto del montículo y orienta el Teodolito a fin de indicarle a otro compañero la profundidad de un bifax (punta de flecha tallada en piedra) que ha quedado al descubierto luego de una minuciosa pincelada.
A la Dra.
Asunción Toledo, por estar cubierta por la altura de la trinchera, a cargo de
una de las secciones más delicadas de la excavación, casi no se le ve. Los
nicaragüenses dirían: una profesora de lujo. Esta mujer de estatura media, “se
tomó sus vacaciones en Nicaragua”. Realmente está apermisada por las
autoridades francesas. Con más de veinte años de excavaciones arqueológicas, y
con especialidad en “arqueología de rescate”, en importantes proyectos de
Europa, la Dra. Toledo fue invitada por la Universidad Autónoma de Barcelona
para participar en las excavaciones de El Apante. En Francia tiene la alta
distinción profesional de ser Ingeniur, Responsable de Operación en la
Association pour les Fosilles Archéologiques Natureles (AFAN).
En la excavación. En primer plano: A la izq. Eduardo Pérez-Valle h., Manuel Palma Córdoba; Bayardo Gámez Montenegro e Iván Briz Godino (sin camisa) |
En ella se
advierte una fuerte personalidad; dos bisoños arqueólogos in fieri le asisten
en la zona en donde, bajo su responsabilidad, se puede ver el sorprendente muro
puesto al descubierto, la primera muestra nicaragüense de la hasta ahora
desconocida arquitectura precolombina documentada. Sergio Curi y Leonardo
Lechado con una poca disimulada expresión de alegría celebran junto a la Dra.
los resultados en su área de trabajo que empezaron para todo el equipo el 17 de
enero de 1997. Cuando la presente campaña de 1988 finalice, la Dra. Toledo
regresa a Francia, en donde desde 1997 es la Asistente del Director de
Investigaciones del Centre Archéologique de Mont-Beuvray.
IMPORTANTES CIENTÍFICOS PARTICIPAN EN EL APANTE
Sin lugar a
dudas, nunca antes, alguna excavación
tuvo la asistencia de un numeroso y
prestigiado cuerpo arqueólogos en su mayoría doctores y profesores, como ha
sucedido en El Apante; este artículo no estaría completo si no los nombramos:
Dra. Raquel Piqué, investigadora del Servei d´Análisis Arqueológiques de la
UAB-Secció Restes Orgániques; Dr. Joan Antón Barceló Alvares, Director de
Informática en el Servicio de Análisis Arqueológicos de la UAB. Dra. María Saña
Seguí, División de Prehistoria y miembro
del Servicio de Análisis Arqueológicos de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Lic. Iván Briz Godino, investigador del Laboratorio de Arqueología del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas de España; Lic. Patricia Di Cossimo,
arqueóloga italiana de la Universistá Di Bologne. El arqueólogo M.S.C., Óscar
M. Fonseca Zamora, Director del
Instituto de Investigaciones Sociales de
la Universidad de Costa Rica. Dra. Asunción Toledo de quien hice referencia.
Lic. Ermengol Gassiot Balbé y Licda. Beatriz Palomar Puebla, arqueólogos Directores
de las excavaciones en El Apante y representantes
de la UAB ante la UNAN y el Instituto Nicaragüense de Cultura. Los eminentes
arqueólogos Jordi Estévez y Asunción Vilá, entre otros.
Los arqueólogos
in fieri de la UNAN-Managua que ayudan eficazmente en estas labores son:
Crisálida Cordero, María Lily Calero, Malibev Salazar, Carolina Acuña, Luvy
Pichardo, Sagrario Balladares, José C. Bonino, Manuel Palma C., Chéster E.
Flores, Ramiro García Vásquez, Bayardo Gámez, Sergio Curi, Leonardo Lechado, Jorge Zambrana y, Eduardo Pérez-Valle h., autor de las presentes
líneas.
En primer plano: Bayardo Gámez Montenegro, en labores dentro de la cuadrícula asignada. |
LA ARQUITECTURA PRECOLOMBINA DE "EL
APANTE" TRAZA UN NUEVO RUMBO
Con todas
las implicaciones que supone dar algún adelanto fehaciente, la Dirección
Técnica de la Campaña, ha proporcionado para esta entrega cultural de carácter científico,
primigenios adelantos que íntegros anexo a líneas.
“Las excavaciones
arqueológicas efectuadas en el montículo ubicado en la comunidad El Apante,
localizado en un campo totalmente plano, es un producto de las actividades
constructivas realizadas por los antiguos pobladores de la región hace más de
450 años. Durante los meses de febrero y marzo de 1997 se logró detectar la
causa de la formación de dicho montículo. Tras dos meses de excavaciones
arqueológicas detalladas se logró identificar una plataforma escalonada y el
piso embarrado de la edificación. Se halló también una estructura circular de basalto y barro de más de 60 c m. de
altura. Todo ello conformó la mayor
edificación precolombina documentada científicamente, en Nicaragua, con paredes
de piedra y barro y restos del fogón donde presumiblemente se cocinó. No muy
lejos del fogón se encontraron huesos quemados de venado, conejo y garrobo.
Las
excavaciones del presente año están
confirmando los datos de 1997. Resultados preliminares apuntan que la
plataforma sobre la cual se construyó la casa, medía más de 1.5 metros de alto,
alcanzando probablemente los 250 cm. de altura. El perímetro interno del muro
de contención, que permitió sostener la plataforma elevada, es una destacada
obra de construcción que combina la piedra con el barro.
El alojamiento de la base de un horcón nos indica que el techo de la edificación, de palma o zacate, estaba sustentado por un gran poste de
madera. La forma de los círculos de piedras que ejercieron como cuñas de este
poste, ubicados de forma totalmente premeditada, sugiere también la
habilidad constructiva de los prehistóricos habitantes de la zona.
Hallazgos recientemente de muros de piedra en la parte suroeste del montículo y
de nuevas estructuras circulares de piedra hacen suponer que la edificación era
mucho más compleja de lo que inicialmente se creía. La construcción de este
edificio conllevó muchas horas y días de trabajo y, probablemente, la
participación de mucha gente. En muchos lugares este hecho se vincula a la
existencia de caciques con cierto poder que pudieron incitar a sus allegados a
realizar un trabajo para ellos o para cierta institución pública o religiosa
del grupo.
Los objetos
hallados se encuentran bastante fragmentados. La mayoría de ellos son de uso doméstico, tanto los
restos de cerámica como las herramientas líticas y los restos de comida. Ello
permite inferir que la construcción pudo funcionar como vivienda (aunque habría
que confirmar tal hipótesis). Entre los restos de comida se encuentran huesos
de un venado de corta edad, de conejo de monte y de garrobo. El estado
carbonizado de una gran parte de los huesos y su situación en un único rincón
indica una cuidadosa actividad de limpieza de basura. La limpieza del piso
sugiere frecuentes actividades para eliminar los desperdicios. Una parte de los
objetos encontrados (tiestos cerámicos y fragmentos de instrumentos de piedra) fueron
reaprovechados como elementos
constructivos, como parte del embarrado para armar las piedras de los muros.
Los datos
aportados por la cerámica polícroma encontrada en el sitio apuntan de forma preliminar
que la construcción tiene entre 750 y
450 años de antigüedad. Durante la actual campaña de excavaciones se espera
encontrar suficientes cantidades de carbón que permitan una datación más exacta
mediante el método del Carbono 14. No se han encontrado hasta la fecha objetos
de la época colonial. Se desconocen las
causas del abandono del lugar, pero por la limpieza del piso de habitación encontrado,
se supone que éste fue ordenado y planificado.
Los
montículos constituyen un fenómeno arqueológico difundido en gran parte de
América. Sus funciones fueron diversas, según el período en que fueron
construidos y el lugar. Algunos fueron templos, cementerios, fortificaciones y
viviendas. Aparentemente este último es el caso de El Apante. La importancia
del sitio El Apante, además de los datos científicos sobre la Prehistoria de
Nicaragua, radica también en su arquitectura. Es la primera evidencia firme de construcción
prehistórica no perecedera en Nicaragua”.
Hoy 6 de
febrero mis compañeros y otros arqueólogos que llegan desde Europa habrán
reanudado las jornadas. Hemos divulgado
preliminarmente los alcances de nuestra actividad y los logros obtenidos. Es
indudable que la Arqueología Científica necesita de todo el apoyo de la
sociedad nicaragüense. Invitamos a todos los interesados en mantener vínculos
con el Centro Arqueológico de Documentación e Investigación, CADI, a visitarnos en el campus universitario de la
UNAN-Managua.
6 de febrero de 1998.
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Otra perspectiva del área de excavaciones. En primer plano: Eduardo Pérez-Valle h. |
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Formación de
arqueólogos/as en la UNAN-Managua. DIVULGACIÓN UAB
En los primeros días del mes de mayo de 1996 iniciaron las
clases del primer curso de la Licenciatura de Arqueología de la Universidad
Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua). De esta forma, se ponía en
funcionamiento una iniciativa producto de varios años de contactos y
conversaciones entre la UAB y la UNAN-Managua y que, a partir de 1995,
incluyeron también al Instituto Nicaragüense de Cultura (INC). Esta iniciativa,
pionera en Nicaragua, tenía como objetivo la formación rápida de profesionales
en Arqueología, con un nivel académico y científico homologable al de la
mayoría de países europeos y norteamericanos. De esta forma, la universidad
pública nicaragüense asumía la necesidad de participar, a medio plazo, en la
investigación y gestión del Patrimonio Arqueológico del país.
La formación y capacitación de la primera promoción de
arqueólogos/as nicaragüenses se realizó mediante un plan de estudios de cinco
cursos, en los que se combinaban asignaturas específicas de la disciplina con
propias de las ciencias históricas y de carácter general comunes a las
diferentes licenciaturas de la UNAN-Managua. Entre 1996 y 2000 la docencia de
la mayoría de las asignaturas de la especialidad fue asumida por profesorado e
investigadores/as de la Universitat Autònoma de Barcelona. Se contó también con
la participación de un destacado grupo de profesionales de otras instituciones
científicas y académicas europeas y americanas.
Además de la U.A.B., del estado español colaboraron
profesores/as de las siguientes universidades y centros de investigación:
Universidad de Cantabria, Universidad de Granada, Universidad Complutense de
Madrid, Universitat de Girona, Museu Etnològic del Muntseny, de Arbúcies,
Eco-Museu d'Esterri d'Àneu, Museu del Suro, de Palafrugell, Museu del Montgrí i
del Baix Ter, de Torroella de Montgrí y Consejo Superior de Investigaciones
Científicas
Del resto de Europa, participaron miembros de las siguientes
instituciones: Association pour les Fouilles Archéologiques Nationales, de
Francia, Göteborgs Universitet, de Suecia, el Rinksantikvarieämbetet, de Suecia
y la Università degli studi di Bologna. Finalmente, han completado el esfuerzo
docente profesores de las siguientes instituciones y universidades
latinoamericanas: Instituto Nicaragüense de Cultura, Universidad Central de
Venezuela, Universidad Nacional Autónoma de México y Universidad de Costa Rica.
El financiamiento de esta docencia compartida ha sido
posible, en primer lugar, por recursos propios del Departament d'Antropologia
Social y i Prehistòria de la UAB y el Departamento de Historia de la
UNAN-Managua. Adicionalmente, se han contado con subvenciones concedidas por el
Fons Català de Cooperació al Desenvolupament, la ONG Sant Quirze Solidari, de
Sant Quirze del Vallès, y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de
España mediante la concesión de una Red Inter-Universitaria España -
Iberoamérica para los años 1998 a 2000.
Durante estos años, un total de 7 estudiantes de la
Licenciatura de Historia de la UNAN-Managua han realizado estadías de
capacitación y formación en diversas instituciones del Estado Español (UAB,
Universidad de Cantabria, Universidad Internacional de Andalucía y los museos
comarcales de Catalunya arriba mencionados). Estas estancias han facilitado el
intercambio con otros/as estudiantes de la misma disciplina, la capacitación en
temas que actualmente no son asumibles desde Nicaragua y un complemento a los
contenidos vistos durante los cursos ordinarios de la carrera.
En 2001 y en 2002 se defendieron un total de 10 monografías
de Licenciatura en el Departamento de Historia de la UNAN-Managua. Con ellas se
ha cerrado la primera promoción de arqueólogos y arqueólogas con titulación
universitaria en Nicaragua. En la actualidad, la mayoría de los egresados y
egresadas desempeñan actividades laborales directamente vinculadas con su
formación académica en instituciones nacionales, fundamentalmente la
UNAN-Managua y el Instituto Nicaragüense de Cultura.
En la actualidad, los estudios de Arqueología en la
UNAN-Managua han pasado a ser una especialidad de la Carrera de Historia. Su
docencia se realiza fundamentalmente con personal de la propia universidad,
formado en el marco de la Licenciatura desarrollada conjuntamente por la UAB y
la UNAN-Managua. En este proceso, la UAB sigue colaborando mediante seminarios,
asesorías y en los programas de investigación. Así mismo, ambas instituciones
están apoyando a estudiantes y profesores/as para que puedan viajar a fuera del
país en el marco de programas de capacitación, de postgrado en el caso de los
segundos/as.
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A la izq. Leonardo Lechado, Bayardo Gámez Montenegro (Artista plástico, antropólogo y, estudiante de arqueología), detrás: Manuel Palma Córdoba y Malibev Salas. Todos estudiantes de la Primera Licenciatura en Arqueología Social por la UNAN-Managua- Universidad Autónoma de Barcelona.
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