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En esta fotografía histórica
aparece el doctor René Schick Gutiérrez (León, 23 de noviembre de 1909 – † Managua, 3 de agosto de 1966) cuando
recibió de manos del poeta Pablo Antonio Cuadra el pergamino que lo acreditaba
como miembro de número de la ANL.
Esa investidura académica no tuvo
condición política. Lo mismo puede decirse del ingreso académico de José María Moncada
Tapia. Los únicos expresidentes de la república de Nicaragua que han sido
propuestos y aceptados en la ANL. No deja de ser llamativo, que ambos, Tapia y
Schick, fueran recibidos con discursos respectivos, de Monseñor Lezcano y
Ortega, y del doctor Diego Manuel Chamorro, dos personalidades de reconocidas
raíces conservadoras o de bando político
opuesto.
El acto de incorporación fue
realizado en el Salón Rubén Darío del Palacio Nacional el 20 de abril de 1966,
y luego, los académicos fueron invitados por el presidente Schick a una
recepción en Casa Presidencial.
Además de compartir estas dos
interesantes fotografías, decidí hacer breves acotaciones: Si bien es cierto
que, el Dr. René Schick Gutiérrez fue un cercano colaborador de las
pretensiones políticas del general Anastasio Somoza García, no pocos hechos
concretos de su administración de gobierno, interpusieron
notable distancia con el entramado político y los hilos conductores del somocismo.
Somoza siempre tuvo vigías sobre Schick, de los atentos a conservar el estado
de las cosas y la magnificación del dictador.
Primero, que el 24 de enero de
1937, el Dr. René Schick estableció su oficina de abogado en la ciudad de Managua
junto a la oficina del Dr. Noel Ernesto Pallais, en la casa que ocupó la
propaganda presidencial del Gral. Somoza García.”
Al ocupar la casa en donde
funcionó la oficina de propaganda electoral de Somoza García, ganador de esos
comicios, también fue un hecho publicitario para los menesteres abogadiles y el
vínculo político del doctor Schick Gutiérrez.
Luego, mes y medio más tarde, el 10 de abril, Schick tomó posesión del cargo de Oficial Mayor de la Oficina de la Comisión Codificadora. En el mismo decreto fue nombrado el exmiembro fundador de la Guardia Nacional, Guillermo E. Cuadra como mecanografista de esa oficina
En interesantes detalles aprisionados en en documentos que no permiten alteraciones al recto entender de la Historia, Guillermo E. Cuadra G., es el mismo personaje que admitió haber participado junto al exTnte. G. N., Domingo A. Ibarra Grijalva, en la elaboración del libro El Verdadero Sandino o El Calvario de Las Segovias.
De ese hecho quedó constancia en el testimonio titulado: Memorias de un ExOficial de la Guardia Nacional publicado en tres partes, en Revista Conservadora Números. 16, 17 y 18, entre Enero-Marzo de 1962. Aunque 18 años más tarde, Guillermo E. Cuadra lo negó, entre los párrafos de una álgida controversia pública sostenida con Abelardo Cuadra Vega, aparecida en La Prensa del 9 de abril de 1980. Cuadra G., había trabajado en una oficina de Inteligencia militar que funcionaba en un pequeño local contiguo a la Casa Presidencial ubicada en la Loma de Tiscapa.
Es importante señalar que, don Guillermo E. Cuadra G., egresó de la "Primera Promoción Trumble". Estuvo bajo el mando de oficiales del ejército estadounidense. Participó en acciones militares en contra del Gral. Sandino. Décadas más tarde, su posición política fue de abierta oposición a la dictadura somocista. Tomó bando activo en la "Revolución del 48", en apoyo a Pepe Figueres que logró establecer "La Segunda República". Conoció muchas interioridades vinculadas al asesinato del Gral. Sandino y, en ese dominio, rebatió lo afirmado por el exteniente G.N. Abelardo Cuadra Vega.
Por último, el 17 de septiembre
de ese mismo año, el diario La Noticia divulgaba: “El joven y talentoso doctor
René Schick fue nombrado ayer abogado de la Empresa del Ferrocarril, en
sustitución del Dr. Noel Ernesto Pallais, designado recientemente Cónsul
General de Nicaragua en New York.”
Habrá que pormenorizar muchos
detalles sobre la ruta trazada para Schick Gutiérrez, y por otra parte, la que
él intentó elaborar; nunca tuvo dominio sobre el Partido Liberal Nacionalista y
mucho menos, de la Guardia Nacional. No había manera de ejercer la Presidencia
de la República sin el control férreo de los Somoza. Tres años de gobierno
pusieron algo de peso en el lado de esa balanza, pero no bastaban para dejar a
Schick en un ambiente de solvencia operativa, el de un político demócrata y
civilista. Por ahora, en esta entrega, estamos dedicados al asunto académico
del Dr. Schick Gutiérrez. Un demócrata de manos atadas, un civilista vigilado
por simpatizantes somocistas y por la misma Guardia Nacional, no obstante, los
intelectuales de diferente cuño político votaron por su ingreso a la ANL.
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