RECORDANDO LA CASA PRESIDENCIAL*
Por: Dr. Eduardo Pérez-Valle.
Construida
en cumbre de la loma de Tiscapa, siempre ha sido símbolo de controversia y
contraste.
**
Obras iniciaron el jueves 17 de octubre de 1929.
** La obra costó 171,013.50 dólares.
** Entre terremoto y terremoto, ofreció albergue
a 13 gobernantes.
Habiéndose
declarado recientemente Parque nacional la histórica Loma de Tiscapa, que
dominaba Managua desde el Sur, nos parece acertado hacer unas cuantas
remembranzas sor sobre la mansión o Casa Presidencial construida en su cumbre,
y que en sus 42 años de existencia,
entre terremoto y terremoto, ofreció albergue a 13 gobernantes.
El
4 de enero de 1931, en el tercer año de su gobierno, inauguraba el presidente
José María Moncada el Palacio Presidencial, más comúnmente llamado Casa
Presidencial. El acto inaugural llevóse a efecto durante una suntuosa
recepción. Suntuosa hasta donde lo permitía la crisis económica en que se
debatía el mundo desde 1929, y que al deteriorar sensiblemente los precios del
café en el mercado exterior, gravitaba pesadamente sobre la economía de
Nicaragua, país recién emergido de una cruenta y devastadora guerra civil.
LUGAR DEL ESPEJO
Este
sitio bucólico, que se hubiera dicho poblado de ninfas y donde podía esperarse
descubrir la huella de Pan bajo los “encendidos oro” del sol tropical, sufrió
durante el gobierno del presidente Zelaya (1893-1909) sustanciales
transformaciones. El bosque fue talado, la maleza destruida; en sus laderas se
cruzaron trincheras; en la cima se construyeron atalayas y casamatas. Y el
nombre fue desde entonces “Fortaleza de la Loma de Tiscapa”. Al pie se construyó un recinto
amurallado que fue denominado “Campo de Marte”. El ingeniero italiano don
Napoleón reconstruyó las murallas, trincheras, atalayas y casamatas.
TISCAPA, PRINCIPAL FUERTE
Siete
presidentes se sucedieron tras el
fundador de la fortaleza, hasta llegar a Moncada, constructor de la Casa Presidencial.
A través de ese período fue Tiscapa el principal pinto fuerte de Managua.
Durante el ejercicio presidencial del antecesor de Moncada, don Carlos José Solórzano,
la noche del 24 de octubre de 1925, el comandante de Tiscapa entregó la
fortaleza al General Emiliano Chamorro, quien depuso a Solórzano, asaltando el
poder, lo que dio origen a la desastrosa guerra civil de 1926-27. Es el famoso
golpe bautizado popularmente como “el lomazo”:
Elevado
a la presidencia el general Moncada, quien condujo las armas
constitucionalistas contra la usurpación, desmanteló las fortificaciones y
destinó la colina que señorea Managua para lugar de residencia oficial del
presidente de la República ,
quizá en una afán de alejar la posibilidad de que ocurriesen futuros “lomazos”.
ENCARGAN EN ESTADOS UNIDOS PLANO DE UN
GRAN PALACIO
Moncada
solicitó a una firma arquitectónica de los Estados Unidos las trazas de un gran
palacio que debía construirse frente a Managua, en el preciso punto en que la Avenida Central
cortaba la cumbre de Tiscapa. Una extensa explanada se fue acondicionando en
este lugar, el de suelo más firme que ofrece el borde del antiguo cráter
volcánico.
Entretanto
quiso el presidente ocuparse en la construcción de un puesto de guardia que
controlase la entrada al recinto presidencial. Se confió esta obra al
arquitecto pisano Mario Favilli, quien había ingresado a Nicaragua en 1908 y
trabajado al servicio de la firma Luisi & Ferracuti en Managua; luego
habíase radicado en Granada, donde se empleaba en obras de arquitectura y
marmolería y en la producción industrial de ciertos materiales de construcción.
INFLUENCIA DE LA ARQUITECTURA ARÁBIGA
Favilli
trazó el edificio que se le encomendaba adoptando los ventanales ajimezados de
la arquitectura arábiga, así como el arco en herradura que caracterizaba a los
grandes monumentos concebidos en dicho estilo. Las formas arquitectónicas del
norte de África, exhibidas con insistencia en las publicaciones periódicas
italianas a partir de 1912, influyeron decisivamente en el ánimo del
arquitecto. Aquel año Italia había arrebatado un jirón al Imperio Otomano y
establecía su colonia Tripolitana en las antiguas tierras de Libia.
Los
ventanales de arcos túmidos imprimieron al edificio un marcado sello morisco.
Una amplia escalinata conducía al saliente del cuerpo central, una galería
exterior coronada en la fachada por tres arcos traspasados. Sobre el ático de
este cuerpo, dos leones echados, con la esfera del mundo entre sus garras,
custodiando las insignias patrias: escudo y bandera. El primero en relieve
sobre el arco central; la segunda en su asta, enclavada en el pináculo del
edificio. Los cubos laterales, con ventanales de ajimez, tenían adosados sendos
cuerpos de planta semicircular de muy gracioso aspecto.
Por
fin llegaron los planos solicitados a los Estados Unidos. El proyecto del
Palacio Presidencial era grandioso, de mucho lujo y elevado costo. Sólo los
planos estaban valorados en 5,000 dólares.
Terminado
el cuerpo de guardia, se dio fin a su escalinata de acceso, toda de mármol de
Carrara, y se colocaron los leones custodios. El hermoso conjunto de la obra
operó el cambio. A Moncada pareció aquel mucho edificio para un destacamento
militar, como también le habían parecido muchos dólares los 5,000 que pedían
los arquitectos por los planos del Palacio. La crisis económica, que persistía
y se agudizaba hizo lo que faltaba. Se devolvieron los planos a Estados Unidos y se destinó el puesto de guardia para Casa
Presidencial. Se ordenó a Favilli que ampliara el edificio agregando dos
extensas alas en la parte posterior, donde pudieran ubicarse cuantas
dependencias hacían falta en el trazado original.
Por
esa época proyectábase hacer algunas mejoras en el viejo Palacio Nacional. El
constructor del gobierno, don Abelino Serrano, había pedido a España, por medio
del agente comercial don Dionisio Martínez Sanz, un lote de azulejos de
excelente calidad para decorar los salones del Palacio. Pero en presencia de la
magnífica obra de artesanía, al presidente pareció un despropósito destinar tan
bellas y costosas piezas ornamentales a un edificio viejo y desmantelado.
Destináronse a la flamante Casa Presidencial; y al propio señor Martínez Sanz
correspondió, según las estipulaciones del contrato, dirigir la colocación de
los azulejos en su nuevo destino.
EL GRAN TERREMOTO DE 1931
Concluyóse
prontamente el ala occidental, acometiéndose de inmediato la construcción de la
oriental. Efectuábase esta parte de la obra cuando sobrevino el gran terremoto
del 31 de marzo de 1931. La onda sísmica pareció venir de occidente. Los
obreros que trabajaban en lo alto contaban que la tierra se agitaba como si
fuese fluida y una inmensa ola la recorriese desde occidente, la sacudida
ascendió por la ladera occidental de Tiscapa y al llegar a la cúspide causó una
falla enorme que partió en dos la Casa Presidencial.
El
ala oriental, que se construía, quedó completamente desprendida del resto del
edificio, como si una espada gigantesca la hubiese cercenado. Su nivel bajó
cuarenta centímetros. Hubo derrumbes considerables en esta sección, pues los
muros de contención que se construían sobre la laguna aún no habían sido
terminados.
En
la ruina completa que sufrió el Palacio Nacional aquel aciago día se perdieron
los primitivos planos de la casa Presidencial, archivados en el despacho del
Ministro de Fomento, Ingeniero Bernabé Portocarrero.
El
área de algunos de los principales ambientes era la siguiente: Antesala, 54
metros cuadrados; Salón principal, 100 metros; Salón de Las Banderas, 100;
Salón de los Diplomáticos, 90; Salón de Visitas, 90; Comedor, 75 metros
cuadrados.
SE ABANDONAN OBRAS
Después
del terremoto, por la penuria en que quedó el país, se abandonaron las obras.
La capital se estableció transitoriamente en la vecina ciudad de Masaya. Fue el
ingeniero Contesti, otro italiano, quien algún tiempo después se encargó de
reconstruir el ala oriental y hacer múltiples adiciones a la planta del
edificio, algunas de ellas ajenas al aire morisco adoptado originalmente.
Contiguo
al ala oriental se construyó un extenso edificio que ocuparon las oficinas de
las diversas secretarías: Privada y de la Presidencia , en la
parte alta; de Información y Prensa,
Militar, Oficina de Seguridad y Oficina de Correspondencia Telegráfica, en la
planta baja; aquí también se hallaban los archivos principales de todas las
dependencias. Se construyó asimismo, separado del conjunto principal, un
alojamiento con suficiente capacidad para la Guardia Presidencial
y las oficinas correspondientes.
EL TERREMOTO DE 1972
El
terremoto de 1972 partió con una enorme falla la Loma y la Laguna de Tiscapa, dejando
completamente inhabitable la Casa Presidencial. El 24 de marzo de 1974 se
comenzó su demolición, la que se dio por concluida a lo largo del año.
LOS HUÉSPEDES DE CASA PRESIDENCIAL
Por
Eduardo PÉREZ-VALLE
1. José María Moncada 1931-1932
(Su período presidencial comenzó en 1929)
2. Juan Bautista Sacasa 1933-1936
3. Carlos Brenes Jarquín 1936-1937
4. Anastasio Somoza García 1937-1939
5. Anastasio Somoza García 1939-1947
6. Leonardo Argüello 1947
7. Benjamín Lacayo Sacasa 1947-1948
8. Víctor M. Román y Reyes 1948-1950
9. Anastasio Somoza García 1951-1956
10.
Luis Somoza Debayle 1957-1963
11. René Schick Gutiérrez 1963-1966
12.
Lorenzo Guerrero 1966-1967
13.
Anastasio Somoza Debayle 1967-1972
* Fue publicado en: El Nuevo Diario, lunes 8 de Julio de 1986.
Sobre este mismo asunto histórico, durante el corto período presidencial del Dr. René Schick Gutiérrez, 1963-1966, el Presidente le solicitó al Dr. Eduardo Pérez-Valle, realizara la investigación sobre la historia de la Casa Presidencial en la Loma de Tiscapa. De esa labor resultó un Plegable ilustrado con fotografías y un plano en planta, de todas las secciones construidas en la Presidencial. Ese "plegable" fue impreso bajo el sello "Publi-Service" registro de su empresa publicitaria, fundada por Pérez-Valle. El texto del documento fue traducido e impreso en el idioma inglés. Todas las ilustraciones y dibujos fueron elaborados por él.
Sobre este mismo asunto histórico, durante el corto período presidencial del Dr. René Schick Gutiérrez, 1963-1966, el Presidente le solicitó al Dr. Eduardo Pérez-Valle, realizara la investigación sobre la historia de la Casa Presidencial en la Loma de Tiscapa. De esa labor resultó un Plegable ilustrado con fotografías y un plano en planta, de todas las secciones construidas en la Presidencial. Ese "plegable" fue impreso bajo el sello "Publi-Service" registro de su empresa publicitaria, fundada por Pérez-Valle. El texto del documento fue traducido e impreso en el idioma inglés. Todas las ilustraciones y dibujos fueron elaborados por él.
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