Juan Emilio Canales, uno de los que participaron en la
muerte de César Augusto Sandino, cayó en contradicciones ayer con la versión
dada el sábado pasado por el Cnel. Carlos Eddie Monterrey.
“No había ninguna soldadesca a la hora en que ejecutamos a
Sandino, dijo, sino que estábamos allí pocas personas”.
--¿Quiénes por ejemplo?
--Carlos Eddie Monterrey, Roberto Somarriba, yo, y un
guardia a quien conocíamos como “Cususa”… “También se encontraba allí, el Cnel.
Lizandro Delgadillo, pero estaba acobardado. Dio la orden de ejecución
disparando un tiro al aire, pero a una distancia de una cuadra del lugar de la
ejecución.
“Canales expresó que no pudo haber sido que los soldados
cayeron como zopilotes sobre Sandino, porque sólo esas personas que mencioné y
alguno que se me olvida estábamos allí”.
No quiso hablar más sobre el caso y alegó que “consultaré
con mis archivos, pues tengo mis propios apuntes sobre ese caso”.
Según algunos historiadores, Canales lastimó a Sandino con
una bayoneta antes de ejecutarlo y después que este murió le cortaron las
orejas y la lengua.
La versión no es clara y se espera que la aclare en
declaraciones públicas.
Por su parte el Cnel. Lizandro Delgadillo, quien ocupa un
puesto en la Dirección General de Ingresos, ha sido difícil de localizar desde
el sábado pasado.
Delgadillo, Monterrey y Canales, son aparentemente los
únicos co-partícipes de la muerte de Sandino que aún están vivos y conocen a
fondo todo el caso.
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