Y DESPUÉS DE CHARLES MEYER ¿QUÉ PASARÁ EN
NICARAGUA? En: Extra, No. 99.
Managua, 19 de Julio de 1970.
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Meyer, de gafas. Platicó con representativos de todos los sectores políticos de tradición. Con algunos en secreto. |
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Mr. Charles A. Meyer, Secretario de Estado Adjunto para
Asuntos Latinoamericanos cerró un capítulo de la Historia de Nicaragua al
anunciar conjuntamente con el Presidente de la República de nuestro país,
General Anastasio Somoza Debayle, la abrogación del Tratado suscrito en
Washington, Estados Unidos, el 5 de Agosto de 1914, por el Ministro
Plenipotenciario General Emiliano Chamorro y el Secretario de Estado de los
Estados Unidos de Norteamérica, William Jenning Bryan, y abrió una interrogante
geopolítica sobre el Río San Juan, la principal arteria pluvial de Nicaragua.
MR. CHARLES A. MEYER, Srio. de Estado Adjunto de EE.UU. |
Después del paso de Charles Meyer por nuestro país y la
actuación del Sr. Malcolm R. Barnebey, Encargado de Negocios a. i. de los
Estados Unidos de América en Nicaragua, año-70, ¿qué destino se le reserva a
aquél río, descubierto en 1523 por Ruy Díaz quien fue a la vez su primer explorador?
La opinión pública de Nicaragua, ha abierto al ojo de la
conjetura, lo que realmente puede suceder y soslaya que después de Meyer quedar
al arbitrio de la política del régimen del General Somoza Debayle, si las
fuerzas vivas de la Nación, no apuntalan su fuerza de vigilancia sobre el río,
pretensiones y negocios turbios, que bien pueden surgir dentro del criterio
doméstico o de las influencias de quienes pretenden sentar soberanía y ensuciar
sus aguas con mixturas extrañas.
LO QUE SE HA PENSADO
Aún antes de que el 14 de Julio de 1970 se firmara la
abrogación del oneroso tratado, en los círculos gubernamentales y en las
esferas diplomáticas, se estaban trazando planes, para buscarle un nuevo
matrimonio político al Río San Juan.
No hará dos años Costa Rica anunció que tenía derecho al
río, y manifestó que todo intento de canalización, sería seguido con interés
por ellos. Fue más largo aún, cuando oficialmente se anunció que existían
negociaciones entre Nicaragua y Costa Ricas para llevar a cabo la obra enfatizó
que no permitiría quedar de parte afuera.
Recientemente se formó una Comisión Bipartita integrada por
ambos países con el objeto de hacer un estudio sobre tal problemática. La
integración de dicha Comisión ha despertado suspicacia de los elementos
adversarios al régimen y aún de los que contemplan el caso desde un punto
meramente imparcial, basado en la temática jurídica, y han dado un voto
negativo al experimento.
Los círculos políticos estiman que nuevamente el trust
Somoza, lo único que pretende con canalizar conjuntamente con Costa Rica, el
Río San Juan usando como excusa viable el Laudo Cleveland, que permite a la vecina
nación del Sur, navegar en aguas del río 5 millas abajo del Castillo de la
Inmaculada Concepción, es permitir a la familia gobernante abrir mejores
caminos de explotación a las propiedades que posee en la costa sur del Gran
Lago y la ribera del río.
En tiempos de don Luis Somoza, el Gobierno de Costa Rica,
pretendió abrir un corredor geográfico hacia el Gran Lago, que permitiera a las
provincia del Note de aquel país, ganar las riberas del Cocibolca, y por medio
de un sistema de “Ferry Boats”, exportar sus productos hacia el resto de los
países centroamericanos, vía Granada-Carretera Panamericana.
La propuesta no fue del agrado del Ing. Somoza y la hoja de
las negociaciones se dobló.
OTROS PROYECTOS
No hace mucho, el Río San Juan volvió a ponerse de moda.
Aquella prenda fluvial estuvo en juego de intereses nuevamente. Hubo noticias
en el sentido de que el millonario Arias, de origen panameño y el Presidente
Somoza Debayle, habían discutido informalmente la canalización del San Juan.
Los órganos oficiales de divulgación se hicieron algún eco de ello pero después
callaron. Al parecer el proyecto falló en casi todos sus puntos.
Cuando el General Somoza Debale, visitó el Japón, durante
breves días se filtró la noticia sin confirmación de que él había hablado allá,
con Hirohito, de un plan similar al propuesto por Arias de Panamá.
La noticia no fue confirmada oficialmente, pero muchos
decían que cuando el río suena piedras lleva. No era injustificada la alarma,
porque si aquella vía fluvial había sido enajenada en cierta ocasión, aquellos
que mantenían ahora como emblema que no existían las soberanías absolutas, no
podrían realizar operaciones de tipo tal vez más legalista y menos atemperadas
con el utis poseditis juris.
La historia del cercenamiento de nuestro territorio podía
seguir, tal como ocurrió con la pérdida de la provincia de Guanacaste, en la
década de 1821 a 1830; Providencia en virtud del Tratado Meneses-Esguerra y el obsequio del Territorio en Litigio a
Honduras en virtud del Fallo de la Corte Internacional de La Haya.
PERO HAY ALGO MÁS
Priva dentro del criterio de la ciudadanía, que la
abrogación del Tratado Chamorro-Bryan, fue una concesión de los Estados Unidos.
El Tío Sam comprendió al cabo de 54 años, que dicho convenio no les importaba
mucho, y que era fácil hacerlo en entrega inmediata.
El acto de abrogación marca una fecha memorable, pero, fue según
elementos ajenos a la política, una zarzuela de propaganda, tal como se realizó
en el Salón de las Banderas de Casa Presidencial, donde la mística del
somocismo, hizo patrimonio de algo muy significativo para el pueblo de
Nicaragua.