domingo, 21 de diciembre de 2014

APROPIACIÓN, DESTRUCCIÓN Y, DISPERSIÓN, DEL ARCHIVO DEL GENERAL SANDINO. Por: Eduardo Pérez -Valle hijo.

APROPIACIÓN, DESTRUCCIÓN Y, DISPERSIÓN, DEL ARCHIVO DEL GENERAL SANDINO

Por: Eduardo Pérez-Valle h.


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Preliminar: 

Durante la lucha contra la intervención norteamericana y, después del asesinato del Gral. Sandino, hubo tres apropiaciones de abundante documentación perteneciente al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, la primera ocurrió durante uno de los combates más cruentos y traído a la memoria: el Combate en las inmediaciones de la “Cueva de los Abismos del Horno”; después, sucedió  la entrega del archivo personal del héroe, que había trasladado y ocultado en Niquinohomo antes de las Conversaciones de Paz; y la tercera apropiación la efectuó la marinería norteamericana que remitió documentos  hacia los órganos de inteligencia, en Estados Unidos.  Al final de este trabado histórico, conversamos con Wálter Castillo Sandino,  con el objetivo de indagar sobre el propósito o la voluntad de hacer algo que permita reunir documentos dispersos que pertenecieron o tienen relación con la gesta del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional.

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En el curso de la apropiación y la destrucción que impuso la dictadura somocista sobre cualquier recuerdo, señal o noticia  de la gesta nacionalista y antimperialista emprendida por el general Sandino, muchos documentos personales del héroe y gran parte del Archivo del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, fueron incautados y tomaron destino incierto. Lo más connotado después de los aborrecidos crímenes que fueron perpetrados contra los miembros del EDSNN, fue la compulsiva tarea de arrebatar el archivo y  pertenencias del General Sandino.

Al antecedente, deben agregarse los cuantiosos documentos incautados en combate al ejército sandinista que fueron enviados a las oficinas de inteligencia del Ejército Imperial de los Estados Unidos de Norteamérica, y décadas más tarde trasladados a diferentes archivos históricos. Otra parte quedó a salvo en Nicaragua, celosamente guardada entre simpatizantes, colaboradores, y militantes sandinistas. La tercera parte de esa profusa labor de informes y ordenanzas militares, cartas, notas y artículos periodísticos del general Sandino, permanece en otros archivos extranjeros,  también los hay entre los ascendientes de muchas personalidades que militaron a favor de la causa y la solidaridad internacional contra la intervención yanqui en Nicaragua.

Entre esos notables de la época se inscriben: el vasco Ramón de Belausteguigoitia, el argentino Manuel Ugarte; El general sandinista oriundo de Guatemala, Isidro Ruano; el mexicano José Vasconcelos; los peruanos Esteban Pavletich y Víctor Raúl Haya de la Torre;  Joaquín Trincado Mateo, nacido en Navarra, España y creador de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, con la cual tuvo especial adscripción teosófica el General Sandino. 

La entrega artera del archivo del General Sandino

El fraseo “quiero morir tranquilo” pertenece a José Bismarck Alvarado,  cuñado del General Sandino (1), expresada en el intento de sostener exención de toda culpa frente a la única vez que un periodista nicaragüense le preguntó sobre la pérdida del archivo del EDSSN. Marcado por sus vecinos catarineños, le identificaban como un vecino de “recursos de modesta economía, casi un hombre pobre y que de la noche a la mañana se tornó en un potentado, sólo pudo haber tenido dos caminos para obtener dinero: o robó o se sacó la lotería”. El 30 de agosto de 1970, con 72 años de edad, Alvarado negó rotundamente haber traficado con el archivo del General Sandino y haber desvalijado a su suegro, don Gregorio Sandino.

Esta fotografía de Bismark Alvarado, cuñado del General Sandino,  fue publicada en el Semanario "Extra", el 30 de Agosto de 1970. 

Marco Antonio Sánchez Conto, familiar en línea vertical del General Sandino, recordaba: “Bismarck Alvarado fue diputado somocista y vivía en Catarina. Desde pequeño sabíamos en Niquinohomo que después del asesinato de  Sandino, Somoza expulsó para El Salvador a don Gregorio, su esposa y una nieta, y Bismarck Alvarado se quedó con todos los bienes y los archivos de Sandino. Dicen los vecinos de Catarina que Alvarado obtuvo su diputación al entregar los archivos de Sandino a los Somoza.”

Es de suponer que el yerno de don Gregorio Sandino, para obtener aquella diputación somocista, contara con el apoyo y la ayuda del aparato político y represivo del régimen. Siempre aceptó haber trasladado, “a la luz del día”,  desde la casa de don Gregorio, varios fardos en carreta jalada por bueyes; pero al buscar razones originaba más sospechas: “Yo, sinceramente ignoraba si además de los granos (maíz) existían papeles y documentos dentro de los sacos”.(2)

En las reacciones inmoderadas,  y lejos de disipar sospechas, Bismarck aceptó que un pelotón de la Guardia Nacional comandado por el entonces teniente Federico Davidson Blanco llegó hasta la casa de su madre, doña Salvadora Alvarado, y fue directo a los sacos en la sala principal, los cargaron y se los llevaron. “Eso me hace suponer que hubo denuncia concreta de alguien que sospechaba que en el contenido existieran documentos”, dijo en aquella ocasión.

Tal conducta explica, en su mayor parte, la manera en que ocurrió la pérdida y la destrucción de importantes documentos pertenecientes a la valiente, decorosa, y digna conducta del General Sandino. Algunos de los documentos posteriormente fueron incluidos en el libro “El Verdadero Sandino o El Calvario de Las Segovias”, estructurado por los oficiales G.N. Guillermo E. Cuadra G., y Domingo Ibarra Grijalva, por encargo de Somoza García, y con la colaboración de Luis Rivas Novoa, implicado en el relato de  Alvarado Zúñiga.

El archivo sandinista en la “Cueva de los Abismos del Horno”

Sabemos que otra importante cantidad de documentos del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional cayó en poder de la Guardia Nacional, después del combate librado en Enero de 1933, en un sector montañoso de Somoto, en el sitio conocido como El Horno. Los detalles de ese combate están relatados en la “Revista Conservadora”,por el Teniente G.N. Guillermo E. Cuadra G., comandante de la patrulla de 45 soldados que combatieron en el sitio. De acuerdo con la descripción del sitio, el combate ocurrió entre El Espino y Somoto, en las cercanías de una estribación o acantilado profundo.

En estos tiempos de avanzadas tecnologías, disponemos de mejores estudios geomorfológicos de la zona norte de Nicaragua, al contrastarlos con la descripción del G.N. Cuadra G., es de suponer que la zona de operaciones militares corresponde al “Cañón de Somoto”, cuyas paredes, según el INETER, alcanzan 160 metros de altura máxima, y en su recorrido tiene dos pozas de agua. En los alrededores existen varias cuevas, una de ellas de grandes dimensiones, servía de cuartel a los guerrilleros sandinistas. Así lo confirma Cuadra:

“Este nuevo mirador estaba situado al centro de un óvalo formado por una serie de lomas, cuyas cimas aparecían exentas de vegetación. En su parte menos ancha, aquel óvalo, entre la casita y su confín, en línea recta, tenía una distancia aproximada de unos mil metros. Semejante a un lago seco de sinuoso fondo cuya profundidad no podía apreciarse por la existencia de una serie de pequeñas lomas que aumentaban de altura a medida de ir acercándose a su contorno o acantilado, aquel lugar, por poseer, además, una cueva de grandes dimensiones donde podían caber perfectamente acostados unos doscientos hombres, según nos lo explicaron los señores de la casa, se llamaba EL HORNO, los ABISMOS DEL HORNO.

Dentro de ésta se encontró mucha correspondencia sandinista; lista  completa de la columna de Díaz y Morales, comunicaciones dirigidas a Sandino por civiles de diferentes ciudades de la república, y en el potrero, sesenta y cinco bestias, entre mulares y caballares”. La Cueva de los Abismos de El Horno, uno de los refugios sandinistas más buscado por el ex-Comandante de Somoto, Capitán Williams, desde aquellos momentos dejaba de ser, para los nicaragüenses, sitio fantasma, recutidero secreto de elementos como los que la Guardia acababa de desbaratar.”

CONVERSACIÓN: EL PROPÓSITO DE WÁLTER CASTILLO SANDINO

Factores perturbadores en el rescate de las fuentes históricas

Durante los años de silencio impuesto con el cual intentaron cubrir el asesinato del General, aparecieron en el extranjero diferentes libros con relatos o testimonios sobre la gesta sandinista, sin embargo, desde el derrocamiento de la dictadura somocista no ha sido posible emprender desde nuestro país hacia el extranjero, un proyecto sistemático de investigación histórica para reintegrar la mayor cantidad de documentos que permanecen en distintas instituciones y en poder de particulares.

Es de suponer que tan meritorio propósito cuente con el apoyo y la ayuda de diferentes sectores, como ya lo hubo, pero conozcamos el testimonio de Wálter Castillo Sandino, ingeniero y excapitán retirado de la Fuerza Aérea Sandinista, los aspectos desavenidos en el presente:

n otros tiempos hubo financiamiento de investigadores en archivos extranjeros, ¿por qué ahora no lo hay en este asunto de tanta importancia nacional?

“En honor a la verdad, la persona que a mí, de una manera muy personal -----porque yo pensé que la pregunta iba dirigida a investigadores, y yo no soy historiador--- me ha brindado apoyo es, el comandante Ortega. Él me brindó ayuda, en mis viajes personales a los Estados Unidos, para buscar esos documentos, es algo que no puedo omitir, pero repito, en calidad sumamente personal, no ha sido ninguna disposición gubernamental de apoyar la búsqueda de estos documentos o de esta información que está desclasificada en los Estados Unidos. En esa labor es necesario contar con personas que estén bien dotadas de conocimientos, retentiva, mucha memoria, un documento que encuentras en una caja, lo anotas lo relacionas con otro…

¿Cuántos nicaragüenses en este momento están dedicados a rescatar en el extranjero la documentación relacionada con el General Sandino?

Que yo sepa, ya que la pregunta es relacionada con el extranjero, que yo sepa sólo hay uno, una sola persona que a mí me ha sorprendido muy positivamente, el señor Michael J. Schroeder, profesor de historia en una universidad de Pensilvania;  de manera voluntaria, espontánea lo ha hecho en los últimos veinte años, en todos los museos y todas las bibliotecas de los Estados Unidos, de la marina de los Estados Unidos, del Departamento de Estado, y ha esculcado cada uno de los documentos. Él estudia dos países en particular, México y Nicaragua. Hoy en día usted visita su página Web que se llama “Sandino Rebellion”, y puede encontrar mucha información, él está más abocado  a Nicaragua.

“Nos ha dado una enseñanza increíble, donó más de 1,700 documentos inéditos, que los tengo resguardados en dos maletines. La mayoría están en español, pero hay bastantes en inglés. Tenemos la versión de las cartas directas de Sandino y de todos sus generales que fueron arrebatadas,  de los  que fueron llevadas a los Estados Unidos, las versiones de los yanquis, de sus propias versiones.”  Y para probar lo afirmado, Wálter nos conduce hasta una pequeña oficina adjunta y nos muestra dos enormes maletines repletos de documentos.

¿El señor Schroeder tiene apoyo del Gobierno de Nicaragua?

A través mío hemos solicitado apoyo, porque él me dice, “imagínese Wálter, si yo he hecho este trabajo, al mismo tiempo que doy clases en esta universidad, cómo sería si me dedicara sólo a esto, si hemos obtenido bastante en poco tiempo y con muy pocos recursos, cuánto haría disponiendo de lo suficiente,  yo no estoy pidiendo ganar nada por esto, tan sólo poder comer, dormir, tener un lugar donde no congelarme”, porque él vive donde hay temporadas de frío intenso, y hace un trabajo que en definitiva será en beneficio de todos nosotros, los nicaragüenses, él ha pedido apoyo, y hasta el momento no hemos tenido respuesta.

A propósito de lo que no está estudiado, ¿cuál es la preocupación de mayor actualidad relacionada a ese conocimiento disperso?

“La falta de interés, porque yo no puedo llamarla de otra forma. Hay una gran falta de interés en crear, digamos, estructuras que fortalezcan la ideología sandinista. El estudio de la ideología sandinista. El año pasado organizamos una cátedra, la cátedra Sandino, el 14 de julio del año pasado, y la anunciamos con bombos y platillos, con eminentes historiadores, escritores y  personalidades de la literatura de este país, en la UNAN.  Sin embargo, este proyecto no ha cuajado, no ha tenido ninguna repercusión, nadie se ha interesado en llevarlo adelante, a pesar de que fue un gran evento. El hecho de crear una cátedra  nos daría más posibilidad para que haya más aportes y de personas que tengan determinados tipos de conocimiento y dotes que puedan apoyar a ese proyecto, esa es una de las principales deficiencias que yo encuentro.”

¿El proyecto tiene plan de estudio?

Lo más importante era el inicio. Yo no voy como historiador, voy como familiar. Con los documentos y los aportes que yo tengo en lo personal como familia. El equipo interdisciplinario crearía el plan de estudio académico, enriquecido por cada una de las partes para llevarlo a la práctica en las universidades, ¿Y por qué no hacerlo también en las escuelas, barrios, en todas partes? Ahí estaba involucrado el departamento de historia de la UNAN.  El decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas, el doctor Alfredo Lobato Blanco, el Vicerrector de la UNAN, Aldo Díaz Lacayo, un historiador muy bueno, el profesor Moncada Fonseca, en realidad, era un inicio, esto no era más que el inicio de este proyecto, estaba el Presidente del CNU, Telémaco Talavera; el Vicesecretario General, Arturo Collado.

¿A qué se puede atribuir que el Proyecto esté en espera?

Yo pienso muy en lo personal, que esperan la señal de alguien.

¿En el caso del traslado de valores generacionales se puede concebir un sandinismo 2012 sin estar radicado en aquella gesta?

Es necesario profundizar más en el Pensamiento Vivo de Sandino y no sólo  llevarlo a la práctica, no podemos ser solamente teóricos, prácticos de este pensamiento, Yo tuve la gran oportunidad, la gran suerte, de haber podido conocer a hombres como Carlos Fonseca Amador, al coronel Santos López, que aunque no era un gran escritor, pensador, político, etcétera, es un hombre que vivió ese momento y nos lo transmitió tal como él lo vio, tanto el coronel Santos López, como Carlos, como el mismo Pedro Antonio Aráuz, cuñado del General Sandino, que fue el ayudante personal de él, cuando ellos vivieron con nosotros en Cuba, coincidían en una cosa, estaban empeñados en que nosotros aprendiéramos cada vez más sobre la gesta de Sandino, inclusive, yo recuerdo muy bien las frases de Carlos cuando llegaba a la casa, nos decía:  “Ustedes, dedíquense a estudiar, prepárense”, porque nosotros éramos jóvenes, impetuosos.

En pugna con la incomprensión

Después del asalto a la Casa de “Chema” Castillo,  llegó el Comando a la casa, y eso fue de alegría tremenda, nosotros les decíamos: “queremos irnos a combatir a Nicaragua,  sáquenos de aquí,  incorpórennos a la lucha. Y ellos repetían: “Ustedes tienen mucho que aporta aquí, estudien, prepárense, ustedes son los futuros cuadros de nuestra Revolución”. Esas palabras se las llevó el viento. Nos preparamos, pero yo no siento que todos nuestros conocimientos, nuestras experiencias,  nosotros  o los estudios que pudimos haber hecho, no solamente yo, que por cierto fui el más rezagado de todos mis hermanos, tengan espacio o puedan ponerse de forma efectiva al servicio del actual proceso.

¿Hay algún documento firmado?

Existe un documento oficial que fue firmado por todos, donde se acordó la creación de la Cátedra. Cada vez que los encuentro les pregunto, y siempre me dicen: “Tenemos que ponernos de acuerdo”. Pero otros me han dicho: “Hasta que no tengamos aprobación, anuencia, no podemos hacerlo por nuestra cuenta”. La universidad es capaz para llevar un proyecto, tiene personas capacitadas, es autónoma,  Eso por un lado, y  por otro lado, yo pienso, no solamente de este grupo que tuvo la intencionalidad, la misma parte, digamos, ideológica de nuestro Gobierno, de complementar las acciones con una ideología, porque hoy en día nosotros hemos visto a muchas personas que hablan de Sandino, pero muchas personas tiene diferentes ángulos de cómo ven a Sandino, es unificar criterios a través de una ideología.

En el proceso que hoy vivimos, ¿qué tan importante sería la inclusión en los planes de enseñanza del Ministerio de Educación?

“No debe incluirse como una enseñanza partidaria. Pero, para mi es vergonzoso, te lo digo con toda sinceridad, que no se haya hecho un esfuerzo por llevar esta historia, a los jóvenes, a los adultos, yo conozco porque fui educado en otros países, que dentro de sus programas académicos incluía la gesta del General Sandino y compañeros de armas.

Yo entiendo que nuestra principal atención estaba enfocada en primer lugar a la toma del poder, a la consolidación del poder, ahora estamos en una etapa de profundizar estos conocimientos que hemos heredado de la historia de Nicaragua, y dar un paso más elevado, llevarlo a la enseñanza pública. Incluido en los libros de historia, y poco a poco  el estudiante adquiera esos conocimientos, eso actualmente yo no lo veo. Lo veo en los discursos, en las proclamas, en las pintas de las paredes, pero no lo veo en los libros de los estudiantes, nuestro mayor esfuerzo ideológico es ahí donde irá pasando esa juventud, profesionales y dirigentes de nuestro país. El principal bastión para enriquecer a la propia juventud, de lo contrario si lo seguimos haciendo de la manera que lo estamos haciendo, inclusive yo que participé en dos escuelas de cuadros, en el Ejército y en la Policía, y me di cuenta que mi apreciación sobre Sandino difiere con esa enseñanza, estas contradicciones más bien a lo que vienen es, a enredar, hay que conformar una única escuela de cuadros, único pensum escolar, cuando yo te hablo de único, hablo de conformar un equipo de estudiosos,  no tiene que ser que prevalezca mi opinión, mi versión, pero que lo consensuemos por mayoría y lo llevemos a la práctica mediante un organismo que nos permita llevar adelante este proyecto.

¿Cuáles son las tareas más importantes para retomar la Cátedra de Sandino, la creación del Museo, y destinar investigadores en archivos extranjeros?

Hay otras que no deberíamos pasar por alto, que este partido debe tener una ideología. Debe haber una enseñanza de un Sandino único, hegemónico, de un Sandino que una a todas las fuerzas partidarias. Fortalecer la escuela de cuadros, una pre-escuela para seleccionar. No hemos podido lograrlo.´

NOTAS:

1- Bismark Alvarado fue casado con  Asunción Sandino Tiffer, hermana de padre del General A. C. Sandino. 

2- Estas declaraciones fueron brindadas en 1970; publicadas 36 años después de la muerte del General A. C. Sandino. Semanario "Extra", bajo el título: "Lo Juro: Yo no vendí el Archivo de Sandino". 

3- Consúltese: Cuadra G. Guillermo Enrique: Memorias de un exoficial de la Guardia Nacional. Revista Conservadora No. 16-18. Managua, Enero-Marzo de 1962


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