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* De
dónde nació el nombre Tiscapa, según un viejo historiador.-
* Frase célebre del
periodista Gustavo Alemán Bolaños.-
* Primer matrimonio civil se celebró con un
cañonazo.-
* Un barbero aristocrático que intimaba con banqueros.-
* La primera
empresa eléctrica con propaganda gratis.-
* El primer pitcher y el primer cátcher
en el béisbol nica.
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Existen muchas leyendas curiosas relacionadas con el viejo
Managua, como por ejemplo el cañonazo que se disparó cuando el primer
matrimonio civil; los primeros “orejas” que existieron; la primera tertulia de
intelectuales, la primera barbería, la primera funeraria y otras tantas cosas
novedosas, que vivieron nuestros antepasados
Gratus Halftermeyer guarda en sus archivos numerosas
historietas sobre el Managua de antaño. El culto escritor publicó un libro
sobre la historia de Managua. En ese libro hay una curiosa revelación sobre el
nombre de Tiscapa.
No sabemos qué piensan otros historiadores sobre la versión
de Gratus, pero la verdad es que tiene cierta atinencia con la realidad
presente.
Afirma Gratus que cuando Managua era un villorio, en la cima
que se conoce como Loma de Tiscapa vivían agricultores en sus huertas. Era
famoso uno de ellos llamado Timoteo a quien la gente llamaba sólo Tis por
apodo, el primer veterinario del pueblo, especialista en castrar puercos,
rejegos y garañones. De muchos lugares buscaban a Tis con semovientes. Cuando
un forastero preguntaba si alguien castraba animales los vecinos decían: Tis
capa y lo encaminaban hacia la loma. En realidad Tis era muy bueno para capar.
Animal que llegaba donde Tis salía capón.
De tanto decir Tis capa, se vinieron juntando el nombre con
el tiempo del verbo capar y se formó el nombre de Tiscapa, que inmortalizó a la
finca del primer indio cirujano y veterinario de Managua. Eso afirma Gratus
Halftermeyer, no lo decimos nosotros.
Sin embargo el nombre de capón se asocia a veces con la
historia del país. Tiscapa es ahora residencia de presidentes. Refiriéndose a
quienes vivían en la Loma decía el pintoresco escritor, tan de grata memoria,
Gustavo Alemán Bolaños: “Nicaragua está dividida en capones y al capones”.
Ahora hay algunos veterinarios todavía en Tiscapa, en las Oficinas de la
Seguridad.
Pero pasemos a otros episodios de aquella aldea feliz cuando
la gente iba en carreta a la Sierra y el mar.
La Constitución del 93 estableció el matrimonio civil en Nicaragua. Fue una de las reformas del nuevo gobierno del General José Santos
Zelaya. Para dar realce al acontecimiento Zelaya ordenó se celebrase con un
cañonazo el primer enlace civil.
Así un día cuando el Juez dijo a José María Saballos y a su
novia María de Jesús Campos: “Quedáis unidos en matrimonio” y los contrayentes
firmaron el acto, un clarín tocó atención, alertó a una pieza de artillería que
disparó un cañonazo en la Plaza Pública. El cañonazo alarmó a la gente pues creyó que había estallado
otra revolución. Antes la Plaza Pública era escenario de una ceremonia también
ruidosa. Allí apaleaban, al son de pitos y
tambores, a los delincuentes, principalmente ladrones. También tocaba el
clarín durante la ejecución de la pena, que variaba entre 20 y 40 azotes en las
posaderas. El tambor no dejaba de tocar nunca.
Si al presidente Roberto Sacasa le tocó establecer la
primera policía de Managua, fue en tiempos de Zelaya cuando aparecieron los
primeros “orejas”. Fueron famosos Justo Coto y Chico Pito. El primero era manco
y el segundo tocaba el pito por la menor sospecha. Hacía llegar la escolta de
ocho soldados con caites y cotonas de manta azul, que corrían siempre detrás de
la cola del caballo del jefe, un inspector.
Pasado el tiempo, cando mandaron los conservadores se
conoció a Camilo Palito, siempre con un palito en la mano para dejarlo caer
sobre una cabeza. Además de oreja, Camilo Palito tenía cantina donde se
popularizaron los tragos coaligados, mezcla de aguardiente y vino Vermut.
También Camilo Palito estableció lo que ahora se llama motel. Era muy
concurrido.
El primer barbero se instaló en el Callejón de la Aurora,
ahora llamado de Comunicaciones. Era Pilar Chicharrón. Otro barbero muy
conocido fue el Maestro Caparro. El primer barbero aristocrático, el maestro
Cástulo Hernández, tenía su lujosa barbería donde está el Almacén Riguero. El
maestro Cástulo se jactaba de intimar con la mejor sociedad capitalina. Cuando pasaba
el millonario Jacabo Tefel, en su visita diaria al Club Internacional, le decía
a grandes voces, para que oyera la gente: ¡Aló Jacobo! ¿Cómo estás? El banquero
entraba en el Club como que se lo llevaban los diablos.
El primer faro lo puso desde luego el presidente Vicente
Cuadra. El mismo se encargaba de apagar los de la Plaza Pública, después de la
retreta, por economía. Fue un extraordinario salto hacia el progreso. Se
eliminaron los candiles, aunque quedó la candilería, donde ahora está la Inmobiliaria,
para vigilar los faroles. No existían cuentas dudosas en la luz de los faroles.
La Luz Eléctrica nació en la noche buena de 1902. Repicaron
las campanas. La crónica la dio gratis El Comercio. Sólo tenía un cronista y no
se conocían los venaderos, ni los jefes de Relaciones Públicas.
A don Marcial Solís Guerra mucho le debía el Managua
primitivo. Fue él quien estableció una funeraria. No había seguro de ataúdes,
lo único seguro era morirse. También don Marcial puso el primer carretón con
caballos. Don Federico Solórzano no se quedó atrás y echó a la calle el primer
coche. En eso del carretón hemos retrocedido. Ahora es la gente la que tira
carretones.
La primera maquinaria que hizo hielo la trajo don Francisco
Javier Medina. Antes los managuas se batían a puros tinajones y tinajas para
enfriar el agua y los refrescos.
El padre de don Gratus Halftermeyer fabricó el primer bollo
de pan francés. Desde entonces son os bollos que gustan más. Vino después un
llamado pan rumano pero no pegó. A los nicas les gusta más lo francés sobre
todo si son películas de alcoba.
El pionero de la colonia china fue Min Sun Lon y el primer
turco comerciante Noma Tala Chajín. No había turco circuitos. Tampoco existían
restaurantes con dragones pintados, ni crianzas de gatos y ratones, ni “chop
suey”. Fue muy popular Mundo Chino. Era muy enamorado y las muchachas se lo
tiraban como chino. Lo dejaron en la calle.
El primer jurado se verificó el 10 de agosto de 1871. Más
que el proceso la novedad fue que el juez y el redactor de La Gaceta se
sentaron en el suelo. Los jurados y los reos ocupaban taburetes. Dicen que era
un juez muy económico y daba el ejemplo.
En el año de 1814 se efectuó el primer Cabildo Abierto en
nuestra capital. Ahora los cabildos son cerrados como lo puede atestiguar el simpático y diligente Eugenio
Solórzano, convencional liberal, líder reconstituyente y jefe de los frentes
populares.
La primera tapia la construyó el General Tomás Martínez, en
su casa frente a Catedral, sobre la calle de Candelaria. Las tapias del Campo
de Marte las levantó el ingeniero Napoleón Re, primer presidente del Club
Rotario de Managua. Ahora hay muy pocas tapias. Abundan más bien los solares
sin cercas. Todavía hay algunas tapias que crecen solas y hasta caminan.
El primer sorteo de Lotería lo corrió la Junta de Caridad el
3 de Mayo de 1882. Solo había un premio mayor y no valían los billetes
falsificados.
La Cámara de Comercio es una vieja institución managüense.
La fundaron Joaquín Elizondo, Alberto Peters, Carlos Huete, Pablo Prehn, C. E.
Nicol. A. Sáenz, Guillermo Tünnermann, P. Bronmeyer. Germán Müller, Arturo
Wallace, Pedro Joaquín Chamorro, Salvador Chamorro, José A. Robleto, Guillermo
Pentzke, J. Mejía Bárcenas y Benjamín Elizondo. No existía el 5%. El comercio
era limpio, libre de impuestos.
T
ambién es antigua la Sociedad Filarmónica. Su directiva la
integraron Francisco Solórzano Lacayo, Francisco Reñazco, José J. Vélez;
Joaquín Solórzano; Pbro. Pedro Obregón; José Vicente Barberena y Ramón Morales
Z. La moda entonces eran los socios de tubas.
Don Chico Reñazco fue también el primer cátcher profesional
nicaragüense el primer pitcher que tuvo Nicaragua se llamó Constantino Lacayo.
También fue jonronero.
El 30 de Septiembre de 1883 se estableció la Asociación
Médica de Managua. La fundaron Pastor Guerrero, Rafael Cabrera, Federico Muñoz,
José del Carmen Bengochea, Gustavo Sebastián Escobar, A. Murillo y Jesús
García. No existían monopolios de medicinas ni Seguro Social.
El primer Alcalde de Managua fue español: José Rovira. Salía
a la calle con bastón, capa de terciopelo, hebillas plateadas, calzas de seda,
zapatillas de charol con relucientes espuelas y sombreros con plumas
multicolores. Ahora solo el Conde Escoto usa vestimenta igual cuando presenta
credenciales como embajador.
Esa era la época romántica y sosegada de aquellos tiempos
cuando la gente se acostaba temprano, pero no se dormía temprano, no había
píldoras anticonceptivas y todos se levantaban al canto del gallo, después de
cumplir como Dios manda con los deberes matrimoniales.
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