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DOS BOTICARIOS CURANDEROS, LOS MEDICAMENTOS DE ANTAÑO. Por Juan García Castillo. En: El Centroamericano. León, 9 de Agosto de 1967.
** Polvito de puerta, precursor de
** De boticario a curandero.-
** Rigoberto Cabezas, uno de los primeros dueños de Farmacia en Nicaragua.
En cada managüense de ayer, había un práctico en medicina. Nuestros abuelos preferían el remedio casero, a la farmacología del médico.
Hoy, todavía, en la propia capital, el curandero está sobre el médico en el concepto de las gentes ignorantes.
Por lo menos en mi barrio, antaño, valía más una
medicina recomendada por doña Chepita Aragón o por “
Los enfermos y sus familiares “creían” en las medicinas de patente, pero eran pocas: El Cholagogue de Osgood 1, las píldoras rosadas, la emulsión de Scott y otras que no recuerdo.
O los consejos de los curanderos de antes, que todavía algunas familias cumplen al pie de la letra.
En aquellos tiempos de la ciudad aldea, “salirse al aire agitado, segura calentura”, el día que una mujer aplanchaba ropa, no debía de lavarse las manos, ni bañarse al siguiente día, pues se le “pasmaba el cuerpo”; la salida de un barro en la nariz, era motivo para que se le aplicara en dicho barro, esperma en cruz, para que cuando le volviera a salir fuera en la espalda; con los catarros rebeldes había que cuidarse del “aire”; para extraer una “nigua”, o “reventar un divieso” , nada mejor que la espina de zorro, antiséptica y no produce infección. A las heridas para que cicatrizaran, el “polvito de puerta”.
Y en esto del “polvito de puerta”, como que fueron
precursores nuestros curanderos de antaño. Cómo reclamarían ahora para sí haber
descubierto la penicilina, antes que el médico inglés, hace algunos años y que
es uno de los poderosos antibióticos actuales. Y quién lo creyera, que los
curanderos más afamados de ayer y de hoy en Managua, se convirtieron en tales y
muy acertados en el concepto popular, después de haber sido boticarios de
médicos titulados.
RIGOBERTO
CABEZAS, PROPIETARIO DE UNA BOTICA Por Juan García Castillo. En: El Centroamericano.
León, 9 de Agosto de 1967.
En una publicación que periódicamente lanza a la
circulación el doctor Porfirio Pérez N., propietario de “
Con todo y ser León, ciudad universitaria casi desde
el principio de la dominación colonial, no poseyó, sino hasta 1890, establecimientos
dedicados al negocio exclusivo de venta de medicamentos. Tampoco se conocen
esfuerzos e iniciativas por establecer la escuela que enseñara la ciencia en
prepararlos en
1 Para curar el paludismo estaba el Cholagogue indio de OSGOOD
(Famoso antipalúdico de fama mundial), el distribuidor de todos estos menjurjes
era la droguería Guayaquil, no sé si aún existe.
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