(Cuadro
criollo)
La calle está pringada de cera. Los chiquillos
trajilimpios otean de un lento pito al
son,
cuando asoma el sudario y entre hileras de brillo
cuando asoma el sudario y entre hileras de brillo
serpenteando en sombra viene la
procesión.
¡Oh
pito sugestivo de olor de cera negra,
de cautivos,
de luces y tocas de fuestán!
¡Oh pito melancólico que con tristeza alegra
las infantiles torres que repicando van!...
Y aroma el corozo;
y ríe de gozo
de estreno el rebozo.
Y pasa un olor
¡Oh pito melancólico que con tristeza alegra
las infantiles torres que repicando van!...
y ríe de gozo
de estreno el rebozo.
de geranio y de reseda
y de cofre de alcanfor:
Mientras gime el pito junto del tambor.
El tambor enano
de parche marcial
que toca la mano
del indio ritual.
Y el tambor enano
que toca la mano
del indio ritual.
va
junto al sudario con su pito hermano
como dos inválidos que se dan la mano.
Y pasan y pasan y pasan…
Miradas que rezan, miradas que abrasan…
La de ojos de feria que la calle adorna,
la que baja el párpado como la humildad,
y la que a los lados los ojos entornan
con un sesgo oblicuo de curiosidad.
Y pasan y pasan y pasan…
como dos inválidos que se dan la mano.
Miradas que rezan, miradas que abrasan…
la que baja el párpado como la humildad,
y la que a los lados los ojos entornan
con un sesgo oblicuo de curiosidad.
miradas
que rezan, miradas que abrasan…
mientras ritma el son
de la sacra marcha de la procesión.
Tras de cada santo, bien un remolino
mientras ritma el son
de la sacra marcha de la procesión.
de
atropellamientos y de ardor divino.
Unos que se empujan para ver mejor
Otros que no sienten sino su fervor.
El gemido, en tanto,
de
los serafines,
tras
de cada santo
fingen los violines.
Todos ven los santos con febril deseo,
fingen los violines.
los
santos que a trechos se miran pasar
con su andar de palo, con su cantoneo
todo de una pieza, sin articular.
Y atrás… la Madona, siguiendo sus
huellas…
con su andar de palo, con su cantoneo
todo de una pieza, sin articular.
Lustrosa
de lágrimas, húmedos los hilos
crespos, de pestañas, en su angustia bellas;
en panoplia el pecho, con sus siete filos;
crespos, de pestañas, en su angustia bellas;
en panoplia el pecho, con sus siete filos;
y
en abismo el manto, con su mar de estrellas.
Y detrás su pena,
sin
un alma, una música deshilachada suena.
Lejos, como onda que rueda,
Lejos, como onda que rueda,
se
oye la gente ruidosa;
mientras esta calle queda
mientras esta calle queda
silenciosa.
Que cual dos hermanos, el grito
y el dolor,
ya en otra parte asoma el pito
y el tambor.
Junto al sudario, llora el pito
y el dolor,
ya en otra parte asoma el pito
y el tambor.
y
tose a ratos el tambor.
Y el indio regordete y serio
con
ritual gesto de misterio
y en la cabeza un lienzo tostado de almidón,
dice en su pito lento, con gesto de misterio,
¡que viene ya la procesión!...
Publicado en: La Semana. Año I., Número 1.
y en la cabeza un lienzo tostado de almidón,
dice en su pito lento, con gesto de misterio,
¡que viene ya la procesión!...
Publicado en: La Semana. Año I., Número 1.
León, Nicaragua, C.A. 10 de Agosto de 1919.
“Revista
Literaria – Comercial y de Anuncio”.
Director: C. Arturo Aguilar
Gerente: H. Ramírez V.
Redactor: Federico Schneegans.
Editada en la Tipografía G. Alaniz.
Director: C. Arturo Aguilar
Gerente: H. Ramírez V.
Redactor: Federico Schneegans.
Editada en la Tipografía G. Alaniz.
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