LEÓN VIEJO NUNCA
HA SIDO DESCUBIERTO
Por: Dr. Eduardo Pérez-Valle. En: Nuevo Amanecer Cultural, sábado 12 de abril de
1997.
Es una realidad indiscutible que a la ciudad de León
Viejo, primitiva capital de Nicaragua, nunca hubo necesidad de descubrirla,
puesto que nunca estuvo perdida. Lo único que se ha hecho es desenterrarla a
medias, más para mal que para bien, de donde siempre se supo que estaba.
La ubicación geográfica de León Viejo siempre fue
posible, con la mayor precisión, a través de los cronistas, de la cartografía
histórica, del testimonio de ilustres viajeros (siglo XIX) y del testimonio de
recientes visitantes, conocedores y habitantes de sus vecindades (siglo XX).
I. LA VOZ DE LOS CRONISTAS
Que la ciudad de León Viejo estuvo situada cerca del
Momotombo y a orillas del Lago de Managua, es cosa conocida y repetida desde
los más remotos tiempos coloniales. Dice Pedrarias:
“En esta provincia de Imabite e enmedio de ella se
pobló la nueva Ciudad de León…
Está ciudad ribera de la mar dulce, tiene muchas muy
grandes huertas y Arboles…
Cabe esta ciudad de León está otro cerro muy alto, y
por encima de la corona sale del fuego, que se vee a la clara del día y de
noche por cinco bocas a la redonda”… [1]
En relación con la cita anterior cabe explicar que
durante la conquista y principios de la colonia se creyó que ambos lagos
nicaragüenses formaban un solo y extenso “Mar Dulce”. De ahí la referencia de
que la antigua ciudad de León estaba, como Granada, en la ribera de dicho
“Mar”.
Por esta razón el cronista Fernández de Oviedo, cuyo
conocimiento de nuestro país data de su visita en 1529, dice:
“León de Nicaragua, la cual fundó y pobló Francisco
Hernández, teniente de Pedrarias, a par de la laguna grande que los indios
llaman Ayagualo” [2]
(Atl significa agua; y yagual círculo o corona).
Y en otro lugar dice el mismo cronista:
“La cibdad de Lion de Nagarando, ques la cabecera de
aquel reyno, e allí es la silla episcopal, Quando yo vi aquella cibdad, en
tiempo de los Gobernadores Diego López de Salcedo e de Pedrarias, avia en ella
mas de doscientos vecinos con buenas casas de madera, muchas dellas cubiertas
de paja; y en Granada avia hasta cient vecinos, poco mas o menos; e como tengo
dicho, ambas cibdades están en la costa de la laguna” [3]
En el siguiente párrafo se nota que el criterio de
Oviedo no era muy firme respecto de si el lago era uno solo o dos diferentes:
“Este puerto/ de
Sabemos además, por otro pasaje que no vamos a copia
aquí, que Oviedo llega incluso a mencionar una “tercera laguna” (el Mar
Caribe), avistada desde las serranías de Costa Rica por la expedición de Estete
y Gabriel de Rojas al Desaguadero, en la cual vertían sus aguas las dos
primeras lagunas de Nicaragua.
La relación Momotombo-León Viejo la establece
Fernández de Oviedo de la siguiente manera:
“Y en la mesma gobernación de Nicaragua, en la
provincia de Nagrando, a una legua o poco mas de la cibdad de León, esta un
altissimo monte, de las cumbres del qual, por diversos humeros siempre sale
humo”. [5]
“Comencemos del infierno, que llaman los indios,
mamea, que es cosa muy notable de ver e considerar. Y es de esta manera. Legua
y media de la cibdad de Leon esta un cerro muy alto de la otra parte de la
laguna”. Bien creo yo que hasta la cabeca e parte superior del monte, e desde
Leon hay mas de tres leguas, porque de mas de diez y ocho o veinte leguas se paresce
este humo”. [6]
Fray Antonio de Cibdad Real en la Relación de las cosas que subcedieron al Padre Fray
Alonso Ponce (1586) expone importantes datos relacionados con la situación
de León Viejo en la orilla del Lago de Managua:
“En la ciudad de León reside, como dicho es, el Obispo
de Nicaragua, y allí también suele estar el gobernador de aquella provincia.
Está fundada aquella cibdad junto a la laguna sobredicha”.
“Por aquell laguna se llevan en barcos las mercaderías
y otras cosas desde la cibdad de Leon hasta aquel pueblo de Matiara, y hasta
otro que está más adelante llamado Managua, junto a la mesma laguna, y desde
allí en carretas hasta Granada”. [7]
He aquí esbozada la comunicación que siglos más tarde
llegaría a establecerse por medio del Ferrocarril y la flotilla de vapores del
Lago de Managua.
“La ciudad de León está doze leguas de esta villa de
Realejo la tierra adentro”.
“Está asentada esta ciudad en un llano, en un arenal a
la orilla de una laguna que tyene treyta leguas de largo y corre hazia la mar
del Norte”.
“Es tierra calyente y sana”[8]
Fray Juan de Torquemada, famoso autor de los Veintiún
Libros Rituales y Monarquía Indiana, quien usó para escribir lo que trata de
Nicaragua los memoriales del Padre Motolinia, tiene referencias importantes
sobre León y su situación respecto al Lago:
“Tiene esta ciudad la laguna delante de sí, hacia el
Oriente y el Mediodía”.
“Hacia la mano derecha de la ciudad (esto es, hacia el
Occidente de esta LagunaI hace un Ancón de mas de una legua, que todo fue muy
poblado de Indios Naturales, subitamente
en una Noche se anegó, donde perecieron muchas Animas, porque esto era de los
mas poblado de toda la tierra”.
Así nace la bahía o ensenada de Imabita, de León Viejo
o Puerto Momotombo.
“El Sitio, donde esta sentada esta ciudad de Leon, se
llama, en Lengua de los Naturales, Nagarando. Los Pueblos Principales que hubo
en esta Gobernacion fueron Manaban /Managua/, aquí hubo mucha Gente; Matiare,
Navatia /Mabitia/, Quezalutia /Quezalguaque/, que es una Provincia que los
Españoles llaman los Desalados /Desollados/, en Terminos con la Provincia de Masaya,
donde esta la Boca
del Infierno”. [9]
El incansable e ilustrado carmelita descalzo Fray
Antonio Vázquez de Espinosa, quien estuvo en Nicaragua en dos ocasiones, 1613
y 1621, se refiere en estos términos al
sitio y la ciudad de León Viejo:
“La ciudad de Leon Caueca de estas prouincias donde esta
Antonio de Herrera escribió sus Décadas tomando de
todos y de todas partes los elementos para construirlas. Por eso lo que
escribió sobre el Momotombo parece venir de Oviedo:
“Está a la
Vanda del Norte de la gran Laguna, i á tres leguas de la Ciudad de León, un Volcán
de suma altura, i puntiagudo, que tiene en la cumbre una boca que hecha á la
tarde, i á la mañana, humo espesísimo, i arroja gran cantidad de Piedra de
Acufre; juntando la Tierra
del Volcán con Agua de Nacolot /Nacascolo/, que es Fruta de un Arbol de aquella
Provincia, se hace finísima Tinta”.
Y en lo que Herrera escribe de León en su Descripción de las Indias, incluida en
el tomo I de la Historia General ,
está presente la Descripción de Guatemala por Juan de Pineda:
“León de Nicaragua 104 leguas de Santiago de
Guatemala, como al Sueste, i doce de la
Mar del Sur, junto a la Laguna grande de Nicaragua. [11]
Las citas presentadas son tan sólo una pequeña
fracción del gran acervo que puede encontrarse en las fuentes documentales.
Pero aunque sólo ponemos una cuantas muestras de lo que dicen los cronistas más
notables, es innegable que se establece con certeza absoluta la UBICACIÓN DE LEÓN VIEJO JUNTO
AL LAGO DE MANAGUA, FRENTE AL VOLCÁN MOMOTOMBO.
II. LA PRUEBA CARTOGRÁFICA
Existe una larga secuencia a través de la Cartografía Histórica
que nos señala el sitio de la primitiva capital de Nicaragua junto a la margen
noroccidental del Lago de Managua.
Pasando por el Mapa
de Ortellius (1570)llegamos al llamado Mapa
de Herrera, publicado para ilustrar el capítulo XII (Del Distrito de la Audiencia de Guatemala)
de la Descripción
de las Indias Occidentales, la que acompaña, como Introducción, a las
Décadas 1-4, editadas en 1601. Los conocimientos geográficos son escasos e
imprecisos, es cierto; y la cartografía muy imperfecta; pero se hace constar
que León está junto a la costa occidental del Lago de Managua, que a su vez
aparece como un golfo de la “Laguna grande de Nicaragua”
Luego caemos rápidamente en lo que podríamos llamar
cartas representativas ya no de la realidad, pero sí de la tradición
geográfica, tan valiosa para el caso como podría serlo aquella. Hay una extensa
lista de mapas posteriores a 1610 que aun continúan mostrando a León en su antiguo sitio. Esto sólo
quiere decir que los geógrafos y cartógrafos no supieron por muchos años del
traslado de León; PERO SÍ SABÍAN PUNTUALMENTE DONDE HABÍA SIDO FUNDADA.
Notables representantes de tal tradición, tan inútil
en su persistencia, viene a ser: Mapa de
Laet (1625), el de Sanson d’
Abbeville (1656), el deBlaeu
(1664-65), el de Coroneli (1696), el de Gage (1699), el de Visscher (1700), el de L’Isle
(1720) el de D’Anville (1731), el de Regner y Ottens (1756), el de Baret-Elwe (1793), el de Arrowsmith (1816), el de Brué (1816), el de Thompson (1816), el de
Pinkerton-Herbert (1818), el de Stangeways
(1822).
Así llegamos al Mapa de Baily (1823), construido en
base a los que suministra Juarros en su Compendio.
En este mapa ya León aparece aproximadamente en el sitio actual. Pero el Mapa de Thompson, en Narrative o fan Oficial Visit to Guatemala
from México, 1829, pone “Sutiabo” en su sitio y regresa a León a su antiguo
asiento. Después hay varios mapas que copian una u otra versión, hasta llegar
al de Dietrich-Reimer (1850), que
pone “Mabita” junto al Lago, inmediatamente al sur del sitio de Puerto
Momotombo. El mismo año aparece un nuevo Mapa
de Baily, el traductor de Juarros, que, además, de situar dos islas frente
a la ensenada de Puerto Momotombo (“Santa Clara” y “La Grande ”), hace recorrer
hacia esa misma ensenada el pequeño “Río Frío”, que vendría a desembocar al sur
de Puerto Momotombo. (Nótese que Baily es plausiblemente exacto en el resto de
los datos que ofrece en su mapa).
El mapa que
incluye Squier en su obra Nicaragua (1852)
tiene una cruz bien marcada señalando el “Ancient Leon” en el punto mismo en
donde se efectuaron las excavaciones por la Comisión Nacional.
También va incluido en la misma obra (volumen II) un Mapa de la Llanura de León, que pone
Moabita en el sitio mismo de las ruinas. Sabemos que para Squier, Moabita y
León Viejo son una misma cosa. Squier también incluyó en su obra Notes on Central America (1858) un Map
of Honduras and San Salvador, que cubre parte de Nicaragua, hasta el volcán
Mombacho: en él están las “Ruins of A. Leon” en el ángulo noroccidental del
Lago, cerca del “V. Axosco” y al norte de un pequeño río sin nombre que corre
hacia el Lago, quizás el mismo “Río Frío” de Baily.
En 1862 fue publicada la Carta de los Estados de Centro América, con
todos los proyectos de las diversas vías de comunicación interoceánica, formada
por A. E. van de Gehutchhe, Ingeniero del Gobierno de Guatemala. En este mapa,
ejecutado en presencia de “todos los documentos más acreditados, tantos
marítimos como terrestres”, aparecen las “Ruinas León” en el mismo sitio en que
las pone Squier (1858), en la porción sur de la zona de Puerto Momotombo, donde
precisamente pasa el trazo de uno de los proyectos de canal presentados.
El Mapa de Justo
Juan Gavarrete (1878) fue formado con datos de notable exactitud compilados
personalmente por su autor. Este mapa marca el sitio del “Viejo León” frente a
la ensenada de Puerto Momotombo, inmediatamente al sur de este lugar.
En la segunda edición de la Geografía de Centro América por el Dr. Darío
González (1881), el texto escolar muy conocido en su tiempo, va incluido el Mapa de Centroamérica por Edwin Rockstroh,
que muestra el trazo del ferrocarril de occidente terminando en “Moábita”, en
el sitio del actual Puerto Momotombo. Ese era el nombre de tal lugar antes de
que el puertecito lacustre fuera trazado por el Ingeniero Cobos en 1882-83. Con
los nombres de Moabita, Moábita o León Viejo aparece mencionado indistintamente
en toda la documentación relativa a los contratos ferrocarrileros, a la
construcción y operación del ferrocarril y a la navegación de vapores en el
Lago de Managua.
Hemos dejado por último la cita y el comentario, que
lo merece más prolijo, del Plano de la Colonia Projectada
de Viejo León, de Sonnestern, Ingeniero Civil de la República , incluido en
un recuadro en su Mapa de la República de Nicaragua,
de 1859. En ese plano se sitúan las ruinas de León Viejo a unos 8 kilómetros al
sureste del volcán Asososca (“Axosco”) y a 6 de la laguna del mismo nombre
(“del Tigre”). Hay un camino que va a Pueblo Nuevo y otro a León. La posición de
las ruinas casi corresponde a la de Puerto Momotombo, más o menos en medio de
la penillanura que bordea la ensenada. En tiempos de Sonnestern debe haberse
observado en el sitio algunos vestigios, razón por la cual pudo anotar en el
plano referido, junto a unos cuadritos negros que quieren representar bloques
de casas, encerrados en un cuadro mayor, rayado: “Ruinas de Viejo LION”. Tales
ruinas están unos 300
metros al sur del “Proyecto de Camino para Ferro Carril”
entre Moabita y Corinto. Al extremo de esta vía se construyó más tarde el
pueblo de Momotombo.
Por otra parte, el mismo Mapa de la República
de Nicaragua de 1859 sitúa las ruinas en el lugar conocido. Aparece un
signo convencional al sur de la terminal ferroviaria, y al lado la leyenda:
“Ruinas del Viejo León”.
III. TESTIMONIO DEL PASADO
SIGLO
Entre las ilustres personalidades que han tenido
ocasión de visitar las ruinas de León Viejo y referirse a ellas se cuenta E. G.
Squier , Encargado de Negocios de los Estados Unidos ante las repúblicas de
Centroamérica, quien llegó a nuestro país en 1849. En su libro Nicaragua: hist people, scnery, monuments
and the proponed Interoceanic Canal hace la singular referencia:
“Primeramente estuvo situada /la capital/ en la bahía
del extremo occidental del Lago de Managua, cerca de la base del Momotombo, en
el lugar denominado Moabita o Imbita, como lo llamaban los cronistas de la Conquista , donde pueden
verse aún sus ruinas cubiertas de árboles que se han amalgamado con la selva
circundante. Este lugar fue abandonado en 1610. [12]
Además, ya lo hemos dicho, en la obra mencionada
Squier incluye dos mapas que ilustran en forma concluyente la situación
geográfica de las ruinas de León Viejo, por él visitadas.
Otro autor notable que hace importantes referencias a
las ruinas de León Viejo, después de haberlas visitado, es el geógrafo Pablo
Levy, quien se desempeñó en Nicaragua a finales del siglo pasado, como ayudante
de Maximiliano von Sonnestern, Ingeniero Civil de la República. En sus Notas Geográficas y Económicas sobre la República de Nicaragua
expresa que Hernández de Córdoba fundó la ciudad de León, “casi a orillas del
Lago Xolotlán, cerca de Imabita”.
Y en otro pasaje, refiriéndose a las costas del Lago
de Managua dice:
“Se encuentra en primer lugar la punta de Imbita o
Moabita, cerca de la cual se ven los restos de la antigua ciudad de León”.
“No debemos olvidar /entre las antigüedades notables
del departamento/ las ruinas de León Viejo, cerca de la punta de Moabita, y muy
poco visibles ahora /1873/.[13]
El notable historiador y jurisconsulto Dr. Nicolás
Buitrago Matus, en su importante obra León,
la sombra de Pedrarias, guarda la tradición legada por su señora madre, de
que en 1883 aun eran visibles las ruinas de León en los terrenos aledaños al
pueblecito de Momotombo.
“Guardo el trozo de una carta que mi madre envió a la
suya en el año de 1883, en la que al relatarse sus alegrías de joven en el
paseo que hacía hacia a la hacienda Paso-Hondo con su tía materna, dueña de esa
hacienda situada a la vera del viejo León; cómo se recreaba cortando magnolias,
jazmines del cabo y resedas en los solitarios patios de algunas casas todavía
existentes en aquellos campos de soledad”. [14]
En febrero de 1877 se había emitido el decreto inicial
para la construcción del Ferrocarril de Nicaragua. A partir de entonces, son
muchos los documentos oficiales registrados en el órgano publicitario oficial,
relativos a la construcción de la vía férrea, en que se mencionan Moabita y
León Viejo como nombres originales del actual sitio de Puerto Momotombo. Esta
población fue trazada por disposición del gobierno en los años 1882-83, por el
Ingeniero Salvador Cobos, “en el sitio de León Viejo”. De manera que resulta
cierto, de toda certeza, el decir del Dr. Buitrago Matus en su obra citada, haciendo
eco a un añejo artículo del Licenciado Medina:
“El actual puerto lacustre de Momotombo es parte de
León Viejo, como lo dice el Lic. F. J. Medina en su artículo sobre su ascensión
al Momotombo en 1887. En eso llegó el tren al puerto de León Viejo, hoy
designado con el nombre del volcán”. [15]
IV. EL DECIR DE MODERNOS
VISITANTES
Según el testimonio del Dr. Julio Daniel Ramírez
Brown, de conocida y respetable familia, y de insospechable veracidad, hacia
1918 las ruinas de León Viejo no estaban soterradas:
“Todos los años –explica- yo iba con mi familia a para
las vacaciones a la hacienda La
California , propiedad de Benjamín Lacayo Sacasa, cercana al
volcán Momotombo, y desde ese lugar hacíamos jiras a diferentes puntos de esa
región”.
El Dr. Ramírez añade haber sido muy aficionado a la
arqueología y por eso siempre fueron para él motivo de atracción y conoció muy
las ruinas de León Viejo en el sitio conocido.[16]
El 23 de febrero de 1925 Don Dionisio Martínez Sanz,
en compañía del Cónsul inglés Mr. T. Ifor Rees, de Don Bibliano Medrano y otros
vecinos de Momotombo, visitó las ruinas de León Viejo, todavía visibles en el
sitio conocido. Don Dionisio llegó a Momotombo en compañía de Mr. Rees con
miras a escalar el volcán, en cuyo intento habían fracasado hacía algún tiempo.
El director de la escuela del pueblo, Don Bibliano Medrano, les facilitó los
medios para efectuar la ascensión “y recorrer el lugar donde estuvo la vieja
ciudad de León. De vuelta del volcán, el Sr. Martínez y Mr. Ress, con el Sr.
Medrano y otros habitantes del lugar recorrieron la zona que habían ocupado
Imabita y León.
“Aun hubo quien asegurara dónde fue la calle mayor y
dónde estuvo situada la casa de
Pedrarias”.
“En el veinticinco esto estaba más limpio, más
despejado el lugar; eran potreros. Ahora está muy enmontañado, han crecido
árboles y la maleza. Pero por la topografía del lugar, por la distancia a donde
fue la línea férrea al pueblo de Momotombo, lo mismo que a la costa del Lago,
el punto por donde se hicieron las excavaciones corresponde a lo entonces
señalado por Don Bibliano”.[17]
En resumen, es una realidad indiscutible que a la
ciudad de León Viejo nunca hubo necesidad de descubrirla, puesto que nunca estuvo perdida. Lo único que se ha
hecho es medio desenterrarla, más
para mal que para bien, de donde siempre se supo que estaba.
Eduardo PÉREZ-VALLE
Managua, abril de 1997.
[1] Carta de Pedrarias Dávila al Emperador. COLECCIÓN MUÑOZ. Real
Academia de la Historia. T.
LXXVII. 140-149.
[2] FERNÁNDEZ DE OVIEDO: Historia General y Natural de las Indias.
Madrid, 1851-1855. Lib. XXXI. Cap. I.
[3] Id., Lib. XLII. Cap. I.
[4] Id., Lib XXXIX. Cap. II.
[5] Id., Lib. XLI. Cap. III.
[6] Id., Lib. XLII. Cap. V.
7] CIBDAD REAL. Fray Antonio de: Relación de las cosas que
subcedieron al Padre Fray Alonso Ponce (1586). Revista Conservadora No. 58.
Managua. Julio de 1965.
[8] PINEDA, Juan de: “Descripción de la Provincia de Guatemala.
1595”: En Relaciones Históricas y Geográficas reunidas por Manuel Serrano Sanz.
Madrid. 1908.
[9] TORQUEMADA, Fray Juan de: Veintiún Libros Rituales y Monarquía
Indiana. México. 1943. Lib. III, Cap. XXXVIII.
[10] VASQUEZ DE ESPINOSA, Fray Antonio: Compendio y Descripción de las
Indias Occidentales. Washington, 1948.
[11] HERRERA, Antonio de: Historia General de los Hechos de los
Castellanos. Asunción, Paraguay, 1944-47. Déc. IV, Lib. VIII, Cap. VII.
[12] R.E.G.: Nicaragua: Its people,
scnery, monuments and the proposen Interoceanic Canal. New York, 1852. T. I.
Cap. IX.
[13] LEVY, Pablo: Notas Geográficas y Económicas sobre la República de Nicaragua.
Revista Conservadora NO. 59-63. Managua. 1965.
[14] BUITRAGO MATUS, Nicolás: León la sombra de Pedrarias. Revista
Conservadora Nos. 22-45. Managua, 1962-64.
[15] Ibid.
[16] Puede consultarse a este respecto una información aparecida en el
diario La Prensa
de Managua, el 28 de enero de 1968.
[17] MARTÍNEZ SANZ, Dionisio: “Eso es León Viejo”. Diario La Noticia , Managua, 7 de
julio de 1967.
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