sábado, 17 de agosto de 2019

MÉDICOS PRECURSORES DE LA ESCUELA NACIONAL DE ENFERMERÍA 1949-1951



 MÉDICOS 
 PRECURSORES DE LA ESCUELA NACIONAL DE ENFERMERÍA  

76 Años: 1943 - 2019

CURSO 51 "B"
 1949 - 1951

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Promoción Dr. Manuel Antonio Sánchez Vigil

Graduandas:

Dinarte Valle, María Catalina  -- San Jorge, Dpto. de Rivas

Hennessy Sinclair, Rosa María  -- Puerto Cabezas, Bluefields

Herrera González, María Teresa -- Chichigalpa, Chinandega.

Paguaga Barahona, Leda   -- Danlí, Honduras

Salmerón Palacios, Amalia   -- Granada, Dpto. Granada.

Artola Sandino, Sor María Celina --  Ciudad Darío, Matagalpa.

Fajardo Valdez, Sor Mercedes de Sn. José -- Cocalemacén, Estado de México

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Himno de la Escuela Nacional de Enfermeras

"Enfermeras"


Coro


    Enfermeras de amor fieles hijas
    de la tierra que ubérrima se dió
    la piedad que ese cielo cobija
 y el amor que Dios mismo sembró.

Estrofas

I


   Contra el recio huracán de la vida
     que es tristeza, pesar y dolor
     no pongamos la frente vencida
  antes bien nuestros pechos de amor

     Vengan pues con el gélido invierno
       de la muerte el afán de servir
      con el cálido ardor del averno
       nuestras fuerzas y nuestro sufrir

II


      Adelante avancemos en huestes
        con las armas de amor fraternal
      a los campos do bregan las pestes
     y  volvamos en marcha triunfal.

 Que el deber que se cumple con celo
     nos blasone, nos lleve a triunfar
   no envidiemos del sol de los cielos
             esa cándida luz al brillar.

III

Coro


    Enfermeras de amor fieles hijas
    de la tierra que ubérrima os dio
    la piedad que ese cielo cobija
  y el amor que Dios mismo sembró.

Música del Profesor Gilberto Vega Miranda.
Letra de: Sofonías Cisneros. 

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PROFESORES DE LA ESCUELA

Dr. Manuel Antonio Sánchez Vigil
Profesor de Microbiología, Parasitología, Inmunología
Epidemiología y Enfermedades Infecto-Contagiosas.
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Dr. Miguel A. Chavarría
Profesor de Medicina, Patología, Neurología y Psiquiatría
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Dr. Arturo Rodríguez
Profesor de Salubridad Pública

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Dr. Jacinto Alfaro
Profesor de Obstetricia

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ENFERMERAS DOCENTES


Sor María del Salvador Carrillo  R.N.
Directora de la Escuela Nacional de Enfermería
Profesora de Terapéutica Ocupacional


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Sor Adelina Guerra Chamorro E.G.
Subdirectora de la E.N.E.N.
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Sor María de Cristo Tigerino
Ex-Directora de la E. N. E. N.
Nos la dio Chinandega y con su dinamismo fue honra y prestigio de nuestra Escuela. El Curso "51 B." lleno de reconocimiento guarda para ella admiración  afecto imperecederos.
Sor María de la Paz Salmerón B. G.
Ex Subdirectora de la E. N. E. N.
Recta y firme en la disciplina y en la técnica, también fue alegre  y cariñosa.
Sus enseñanzas y afectos aún viven en nosotras.

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Fuente:
Biblioteca y Archivo Histórico "Dr. Eduardo Pérez-Valle".-
En:Memorias: Escuela Nacional de Enfermería de Nicaragua. Graduación de 1951. Promoción Sánchez Vigil. Ministerio de Salubridad Pública de Nicaragua, C. A. 1951. 87 páginas. 

martes, 13 de agosto de 2019

PINOCHOLANDIA: RETUERCES DE NUESTRA IDENTIDAD


Por: EPV h.  - Director / Editor del Blogspot:

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Dr. Adán Selva Ramírez

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Manolo Cuadra Vega y Manuel Díaz y Sotelo 

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Con el propósito de ilustrar sobre  la  irracionalidad, intolerancia y violencia cíclica entre paisanos de nuestra Nicaragua, algunos años atrás publiqué algunos pasajes históricos sobre esas primeras inquinas; episodios deplorables; hechos de sangre y muerte.


Don Jerónimo Pérez
De los continuos hechos sangrientos o de nuestra huella inconfundible de ADN., podríamos remontarnos bastante lejos en el tiempo, pero escogimos como punto de partida  las páginas de  Historia de Nicaragua escritas por Jerónimo Pérez, referidos a los asesinatos perpetrados en el año 1829 en la pequeña península de "La Pelona", localizada al otro lado de Granada en rumbo noreste. Un grupo de fanáticos confabulados, con la venia del caudillo, decidió asesinar a ocho personas del bando opuesto. 



El artículo despuntaba con la siguiente cita: “El 22 de abril de 1825  tomó posesión de la Jefatura del Estado, don Manuel Antonio de la Cerda. Se retiró más tarde, y entró en ejercicio el Vicejefe don Juan Argüello.” Al poco tiempo, ambos personajes estaban en guerra por el poder absoluto. El país dividido,  Argüello dominaba León, Granada y Chontales, y Cerda, Managua, Rivas y Jinotepe.”

Con ese crimen casi llegaba a su fin otra de las sangrientas guerras civiles acontecidas en Nicaragua.

Esos crímenes tienen la misma línea de horror de muchos otros acontecidos en el S. XIX, es el caso de lo ocurrido a don José Zepeda, Jefe de Estado de Nicaragua, asesinado en León el 25 de Enero de 1837 por Braulio Mendiola. 

El recuento es largo, penoso, vergonzoso y triste. Las inquinas y guerras intestinas sobresalían por la inobservancia de aquella máxima latina: Salus populi suprema lex est: La salvación del pueblo es ley suprema; sin embargo, en Nicaragua, tampoco  la Ley Constitucional ha servido en ese cometido.

Muchos personajes honestos han escrito en contra de esas absurdas e imparables inquinas. En esos recordatorios históricos el lector entenderá por qué, al andar del tiempo, puede confirmarse que el deseo por la bienandanza de la Patria confirma la paremia: “el amor es ciego pero no mudo”.

A riesgo de encontrar la muerte, hubo ciudadanos cargados de coraje para alzar voces desde la tribuna pública. Como podrán comprobar, en sus escritos hubo tenacidad, batalla continua contra esos inveterados males de nuestra sociedad. Entraron al ruedo de la política nacional plagadas de inagotables tragedias e infortunios, advenidos por lo general, por la actitud indiferente, complaciente, indolente e irracional de no pocos ciudadanos de este país. 

Esos prototipos de la política criolla  pertenecen al  comportamiento de la arbitrariedad partidista, al localismo y el caudillismo; defectos que don Francisco Buitrago Morales, recordado intelectual boaqueño, en uno de sus memorables cuentos entretejidos por tener los pelos de la mula en la mano, lo explica bajo el sugerente título: "Incoherencia de Pinolandia". 

En estos lares cualquiera puede advertir el prominente tamaño de esa “nariz", por tal razón, esta presentación lleva por título: Pinocholandia: retuerces de nuestra identidad.

"Lo que he visto al pasar" es, el libro de cuentos que escribió  don Francisco Buitrago Morales, en sus páginas puede leerse lo siguiente:

“Es indudable que Nicaragua es el país de los contrasentidos, de las incoherencias, descentraciones y despropósitos; duele profundamente confesarlo, pero hay que tener la entereza de decirlo, pues quizás hiriendo el mar a riata limpia desde ahora, en el devenir de los años, con la remoción indetenible de los hombres, se logre concluir con semejantes anormalidades. Lo lógico, lo corriente, lo natural, nunca dan resultado en Pinolandia, son las cosas que rayan en vesanía, las que suelen fructificar en la nación.”

Nuestro país es, como alguien dijo, un “extraño conjunto de vida y muerte”, frase de alcance meridiano, a la que no es difícil encontrarle la causa y, la concordancia con el mito de Sísifo.

A propósito del tema,  siempre hay que estar atentos a las advertencias sobre los giros de la vida. Desde niños, en la escuela de párvulos solíamos aprender pensamientos de trascendentes alcances, sometidos al discernimiento. Entre esas enseñanzas repetíamos aquel sentencioso pensamiento de la Grecia antigua: “La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”.

Algo más sobre nuestra nauseabunda política criolla, puede localizarse en el artículo: “Un Aniversario”, escrito por don Enrique Guzmán. En aquel primer párrafo de hace 141 años, el político e intelectual conservador exponía:

“En la víspera del gran día de la patria, cuando de un extremo a otro de la América Central se evocan los gloriosos e históricos recuerdos de 1821, apartándose involuntariamente la vista y el pensamiento de la estrecha y encendida arena donde los partidos nicaragüenses lucha hoy, como lucharon ayer, con encarnizamiento digno de mejor causa, por conquistar el cetro de caña de este pobre cacicazgo, por absurdas rivalidades lugareñas, por mezquinos intereses de círculo y de campanario, --que, en nuestra vanidad y en nuestro orgullo, elevamos al rango de altas cuestiones políticas y sociales.”

Sirvan estos pasajes de la historia para inteligir lo que en este país ha sucedido. En esas lecturas pueden encontrarse sobradas razones por las cuales de la voz del pueblo escuchamos decir:  “el que hace la ley hace la trampa.” 

Al buen entender de este tema, hoy agrego algunas tribunas periodísticas del doctor Adán Selva Ramírez (Masaya, 1906- 1969) y la del periodista mártir Manuel Díaz y Sotelo (Boaco, 1929 ─†7 de agosto de 1959). Ambos constituyen incomparables historias de valía, ciudadanos honrados que soñaron con la “Nicaragua intocada”.

Fueron periodistas de los que toman distancia de las mojiconerías y blasfemias. Enderezaban los párrafos contra lo malo y a cada cosa por su nombre.  Enfrentaron el porvenir incierto; bregaron entre arduas luchas contra los desaciertos de toda índole del poder gubernamental viciado, y después de dar muchas batallas contra el nauseabundo ambiente de la política criolla, el más joven de los dos, que había laborado en “Flecha”, fue contratado en “El Gran Diario”. Don Adán Selva sumó a Díaz y Sotelo.

Cuando el doctor Adán Selva era perseguido o encarcelado por la dictadura somocista, Manuel Díaz y Sotelo asumía el combate ideológico en las columnas de El Gran Diario.

A fin de ilustrar, cito la nota publicada en el periódico La Noticia del 22 de abril de 1956: “Dr. Adán Selva con auto de prisión. Su esposa Merceditas Elizondo de Selva queda al frente de El Gran Diario.”

La línea editorial de esos periódicos —independientes— propugnaba por la democracia participativa, contra la corrupción gubernamental, el nepotismo, la cleptocracia y el clientelismo político. En ese empeño cívico, siempre surgieron propuestas en el sentido amplio y recto; fueron frontales contra las dictaduras, de cualquier cuño.  

Antes de reproducir los escritos en referencia, es obligado, oportuno y, por cierto, incluir algunas  justipreciaciones mediante las voces de algunos de los muchos que  los conocieron y les dieron acogida en sus vidas intelectuales. En el libro “Vida y Obra del escritor y político Mario Monteforte Toledo” (Guatemala, Septiembre de 1911 †2003) se valora y contextualiza al mencionado autor bajo el alcance de la irradiación literaria de don Adán Selva Ramírez.

En aquellas rutas de la interconectividad intelectual, estimaban en Monteforte Toledo la contribución de Selva Ramírez, a saber:  “…Inmersión en la literatura francesa. Descubrimiento de dada y el surrealismo a través de Adán Selva, un incendiario de ideas y lecturas que tuvo gran influencia sobre los jóvenes escritores centroamericanos desde la Universidad de Guatemala. Adán Selva fue sin duda un dada centroamericano”.

Como político activo, progresista, el doctor Adán Selva no escapó al interrogatorio efectuado a Carlos Fonseca Amador, el 14 de octubre de 1958. La Oficina de Seguridad Nacional (O.S.N.), lo capturó cuando cifraba 22 años de edad, el oficial interrogador dijo: “Nombre usted a todas aquellas personas simpatizantes comunistas que usted conoce o bien por referencias sobre que son simpatizantes comunistas. El joven intelectual, revolucionario, respondió con una lista de nombres, entre los que mencionó a los dos periodistas de El Gran Diario. 

Esta fue la respuesta de Fonseca al Tnte. G.N. Carlos García Caracas: “— En realidad yo me he preocupado por conocer los nombres de aquellas personas que simpatizan con mis ideas en el sentido de lograr la independencia y la liberación económica y política de Nicaragua. Entre esas personas están el doctor Enrique Espinoza Sotomayor, el doctor Adán Selva, el doctor Buenaventura Selva, el obrero Domingo Sánchez, el comerciante Gabriel Lau, el escritor Manuel Díaz y Sotelo, el dirigente obrero Roberto González, el doctor Alejandro Dávila Bolaños, el doctor Mariano Fiallos Gil, el escritor Eduardo Pérez Valle, el estudiante Silvio Mayorga, la escritora María Teresa Sánchez, el obrero dirigente sindical Francisco Bravo Canales, el escritor Emilio Quintana, el doctor Julio Miranda Cortés. He tratado de recordar todos los nombres de personas que yo llamo democráticos nacionalistas, y con los cuales trato yo de vincularme tanto para realizar tareas patrióticas como también para conversar acerca de temas intelectuales.

Para finalizar, es urgente encontrar las causas y las respuestas entre los nicaragüenses del S. XXI. ¿Cuánto sabe nuestra población de los males endémicos vinculados a la gobernabilidad y a la gobernanza? ¿Cuántos actos de la política criolla han sido y siguen en condición de antipatrióticos? Justa razón tiene la célebre frase de Honorato de Balzac: “La ignorancia es la madre de todos los crímenes.”

Sobre actos opuestos a la razón y a la verdad, don Adán Selva Ramírez, con su máquina de escribir enristre, nunca dejó de exponerlos en público. Quizás esperaba que el propósito de  Diógenes se cumpliera en Nicaragua; aquel recorrido en una plaza, a plena luz del día,  mientras sostenía una lámpara de aceite, y expresaba: «Busco a un hombre honesto.»

Espero que estos artículos ingresen a los rescoldos de la mente; y quienes no sepan, aprendan. Porque el axioma determina que no hay presente sin pasado.

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 - I -

DE LAS OLIGARQUÍAS A LA SUCESIÓN DINÁSTICA PASANDO POR LA DICTADURA

Por: Dr. Adán Selva

El Gran Diario. Managua, D. N., 1 de septiembre de 1957. Año VI. No. 2273.

         Dice un sociólogo suramericano: “Impera el criterio falso y sumario de que la dictadura constituye como régimen político natural de las Repúblicas Latinoamericanas. Tal juicio refleja ignorancia de la verdad histórica, a la vez que mentalidad colonialista. Históricamente, no hay país latinoamericano, que no exhibe ciclos brillantes de vida auténticamente democrática y que no cuente con un plantel ejemplar de gobernantes fieles a la más austera práctica democrática. La tesis –que es la defendida por los dictadores—  de que la mayoría de las naciones latinoamericanas no están preparadas para ejercer la democracia, sólo refleja el desprecio que se tiene por sus pueblos:”

         “El Dictador representa siempre la regresión, la corrupción, la insolencia del nihilismo, la inflación y la crisis, engendro de las obras faraónicas de costo extraordinario, manantial de cuantiosas fortunas particulares, ya que no hay dictadura, cualquiera que sea su tipo, que no forme un clan de nuevos ricos  y que no determine la desorganización política  y la baja perniciosa de los valores morales.

         Y dice el sociólogo suramericano. Aplicando esta realidad político-social al caso concreto de Nicaragua, podemos observar que hemos pasado de la Oligarquía de la Casa Chamorro-Cuadra-Zavala y Cía. Ltda., llamada en la historia política de Nicaragua, la Casa Gobernadora, donde las conquistas liberales de cementerios laicos, libertad de testamentificación, divorcio, supresión del mayorazgo, del privilegio familiar y de la encomienda como derechos aceptables y practicados con todo el candor de los patriarcas, hemos llegado, quizás debido a este estancamiento de los treinta años, a la exabrupta personalidad del Gral. José Santos Zelaya, que usó de bandera los principios llamados del 93; libertad de testar, creación de los cementerios laicos, una enseñanza primaria obligatoria y laica impartida por el Estado, supresión de las penas infamantes del garrote en la plaza pública al son del tambor de las soldadesca y otras reformas que llevaban a desatar la conciencia ciudadana del pasado.

Pero todas estas bellas cosas liberales y concebidas en las leyes, se cumplían, menos en lo tocante a la libertad individual, a las penas infamantes dentro de la prisión como el cepo, el tortol y las lavativas de agua helada y a veces de la sal y chile y la libertad electoral, que eran nada más que letra muerta en el articulado de nuestra Constitución Política.

         A consecuencia de romper la tradición de la alternabilidad en el poder, el Gral. Zelaya, en nombre de un liberalismo distinto al contenido en la Constitución del 93, apareció la revolución conservadora de 1909 apoyada por los Estados Unidos con todo descaro, que culminó en 1911 con el derrocamiento de José Madriz, que fue el depositario del poder de Zelaya, y advino un régimen conservador corrompido, que había hecho sus primera armas de corrupción en la política monopolística y de aprovechamiento personal del Gral. Zelaya, hasta el extremo que un Señor de apellido Pasos de la Calle Atravesada se casó con la hija mayor de Zelaya y de esta manera, el Partido Conservador comenzó a fortalecer una Dictadura y corromperse, con el aprovechamiento de los monopolios concedidos en contra de la Constitución, por aquel gobernante.

         Estos conservadores dieron las peores cosas que se han producido en las malas políticas de los países de América Latina: el Tratado Chamorro-Bryan, los Pactos Dawson, el Plan Lanssing, la intervención armada de marinos yanquis y Tratados onerosísimos de los banqueros de la Wall Stret, en que dejaban al país maniatado y sin sus principales fuentes estatales: el Banco Nacional, El Ferrocarril y las Aduanas.

EXAMINEMOS


         No podemos decir que las dictaduras que ha dado el Partido Liberal en lo que va de este siglo, no son una simple coincidencia, pues con el fruto natural, lógico y  preciso de la deformación, la mutilación y la corrupción de los llamados principios liberales, que son usados para servicios personales de una familia y del grupo que rodea al gobernante, en lugar de ser considerados principios sagrados y bandera de Derecho, de Libertad y de Justicia, por lo que tanta sangre derramó el Partido Liberal en las Revoluciones de 1893 y de 1926, cuyos valientes soldados muchos están muertos y el resto en la miseria y el olvido.

         Y ante esta verdad histórica, los liberales de hoy, esos que formamos ese pequeño Club de los Liberales Independientes, debemos recordar esta triste y larga historia para levantar la bandera de la superación y el abandono de esas prácticas nefastas y malévolas para el desarrollo de un liberalismo, que hunda sus raíces en un régimen republicano y democrático de verdad.

         Y por estas maldades que han ensombrecido y entristecido a la Patria, es que consideramos a José Coronel Urtecho, como uno de los hombres más perniciosos y desquisiadores para ciudadanía nicaragüense. Basta recordar esto:

         “Y digo, temo, dice Coronel U., --porque no siendo liberal sino conservador de ideas, pero enemigo del partidarismo e independiente de sus disciplinas, soy partidario de que el Gral. Somoza, SE PERPETÚE EN EL PODER Y BENDIGO LA OPORTUNIDAD DE UNA CONSTITUYENTE QUE PODRÍA PRESTARSE, SI SOMOS RAZONABLES Y VALIENTES, PARA DEJAR ESTABLECIDA, ESA PERPETUIDAD DE LA JEFATURA NACIONAL QUE DESEABA BOLÍVAR”.

         Y este enemigo de la Democracia y de la República, que al hablarnos de que el Gobierno de un nuevo gobernante es una novedad, por aquello del “florecimiento de la democracia y el apogeo de la libertad”, siendo él un nazi-fascista, que pudiendo no vivir bajo la antorcha protectora y benéfica de la estatua de la libertad de Nueva York, ha tenido que huir hacia el Madrid de Francisco Franco, para satisfacer su ansia de antidemocracia y de cierto cruel deseo de una insatisfecha venganza con su destino de haber nacido pobre y no tener dinero para dedicarse a la holganza y a la molicie.

         Pasamos de la Oligarquía de los 30 años a la Dictadura de Zelaya, de ésta a la corrupción conservadora y de ésta a la Dictadura de 25 años del Gral. Somoza, para rematar, auspiciadas por estos ideólogos que les gusta el gandulear en lugar de trabajar y satisfacer instintos atávicos inconfesados e inconfesable, en una Monarquía, destruyendo así la esperanza de un pueblo para elegir en comicios libres y efectivos a sus gobernantes.

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 - II -


SE DEBE PEDIR REVISIÓN DEL TRATADO CHAMORRO-BRYAN

El Gran Diario. Managua, D.N. Domingo, 1 de septiembre de 1957. Año VI. No. 2273.

Porque ataca la esencia de la solidaridad continental e impide el mantenimiento de la paz y de la unión de las repúblicas americanas en su inquebrantable decisión para mantener los altos destinos de la civilización y para prevenir toda divergencia que pudiera menguar esa solidaridad.

Con el anuncio que hizo antier en Washington el Presidente de la Comisión de Marina Mercante de la Cámara de Representantes, de que los peritos que forman el personal que dirige, harán una visita a Nicaragua y Panamá en el último trimestre del año, como parte de la continuación de los Estados Unidos sobre la posibilidad de rutas alternativas para un nuevo canal a través del Istmo de Panamá, es necesario y tienen ahora oportunidad los patriotas que rodean al Ing. Luis Somoza Debayle, para gestionar, como representantes del pueblo nicaragüense en el Gobierno, la revisión del Tratado Canalero Chamorro-Bryan, que es no sólo una monstruosidad del Partido Conservador y del Partido Republicano que actualmente está en el poder en los Estados  Unidos  del Norte, sino que una vergüenza de América.

Si realmente los Estados Unidos ven la necesidad de construir un nuevo Canal Interoceánico, ya sea en el mismo Istmo de Panamá o aprovechando el Río San Juan y los dos lagos de Nicaragua y puede que deseen mejor hacer el Canal por esta última tierra, porque ofrece la ventaja de estar separado por muchos miles de kilómetros del de Panamá y además porque la cuenca de sus dos lagos puede ofrecer refugio para todas las flotas del mundo, es ahora que urge un estudio sereno de este leonino, oneroso e insólito tratado Chamorro-Bryan, para logar su denuncia y revisión.

TEXTO DEL TRATADO CHAMORRO-BRYAN

Antes de transcribir el texto del Tratado Chamorro-Bryan es importante hacer notar que el Gral. Emiliano Chamorro, que como Ministro Plenipotenciario de Nicaragua en Washington intervino en ese tratado, intentó  la siguiente monstruosidad, que los propios políticos del Departamento de Estado norteamericano, que explicaban sin sonrojarse la política del “big-stick” del “dólar civilizador” y donde existan los intereses de los EE.UU., allí estarán sus marinos armados para defenderlos:

“El Gobierno de Nicaragua consciente que los Estados Unidos de América puedan ejercer el DERECHO DE INTERVENIR para la preservación de la independencia de Nicaragua y el sostenimiento de un Gobierno adecuado a la protección de la vida, la propiedad y la libertad individual, y para hacer CUMPLIR cualquier obligación que asuma o contraiga…”

Y al ser rechazado el Tratado Chamorro-Weitzel, que contenía la Enmienda Platt por el Senado yanqui en julio de 1913, hizo exclamar al honesto Senador Bristow, asqueado: “Los nicaragüenses vienen a Washington a pedir que le pongamos cadenas y nosotros estamos afanados en salvarlos de nosotros mismos”.

La insistencia de Emiliano Chamorro como representante del gobierno conservador de Adolfo Díaz en Washington, fue aún más tenaz, después de haber sido rechazado por el Senado norteamericano el Tratado Chamorro-Weitzel e insistió con tal ahínco de orfebre hasta que fue aprobado por el Departamento de Estado el siguiente vergonzoso Tratado Chamorro-Bryan:

“El Gobierno de Nicaragua y el Gobierno de los Estados Unidos, estando animados del deseo de fortalecer su antigua y cordial amistad por medio de las más sincera cooperación para todos los objetos de su mutua ventaja o interés; y de proveer para la posible y futura construcción de un canal interoceánico por la vía del Río San Juan y el Gran Lago de Nicaragua, o por cualquier ruta sobre el territorio de Nicaragua, cuando quiera que el Gobierno de los Estados Unidos juzgue la construcción de dicho canal conducente a los intereses de ambos países, y el gobierno de Nicaragua, deseando facilitar de todos los modos posibles el feliz manteenimeinto y operación del Canal de Panamá ; ambos gobiernos celebraron una convención para estos fines,  en consecuencia, ha nombrado como su respectivo plenipotenciario:

“El Presidente de Nicaragua, al General don Emiliano Chamorro, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Nicaragua en los Estados Unidos y “El Presidente de los Estados Unidos, el Honorable William Jennings Bryan, Secretario de Estado:

“Quienes habiendo exhibido sus respectivos plenos poderes encontrados en buena y debida forma, han convenido y celebrado los siguientes artículos:

“ARTÍCULO I. – El Gobierno de Nicaragua concede a perpetuidad al Gobierno de los Estados Unidos los derechos exclusivos y propietarios necesarios y convenientes para la construcción, operación y mantenimiento de un canal interoceánico por la vía del Río San Juan y del Gran Lago de Nicaragua, o por cualquier ruta sobre el territorio de Nicaragua, debiéndose convenir por ambos gobiernos los detalles de los términos en que dicho canal se construya, opere y mantenga, cuando el Gobierno de los Estados Unidos notifique al Gobierno de Nicaragua su deseo o intención de construirlo”.

“ARTÍCULO II. – Para facilitar la protección del Canal de Panamá y los derechos propietarios concedidos al Gobierno de los Estados Unidos en el Artículo anterior, y también para poner a los Estados Unidos en condiciones de tomar cualquier medida necesaria para los fines considerados aquí, el Gobierno de Nicaragua por la presente, arrienda por un término de noventa y nueve años (99) al Gobierno de los Estados Unidos las islas en el Mar Caribe conocidas con el nombre de Great Corn Island; y el Gobierno de Nicaragua concede además al Gobierno de los Estados Unidos por igual término de noventa y nueve años (99) el derecho de establecer, operar  y mantener una base naval en cualquier lugar del territorio de Nicaragua bañado por el Golfo de Fonseca que el Gobierno de los Estados Unidos elija. El Gobierno de los Estados Unidos tendrá la opción de renovar por otro término de noventa y nueve años (99) los anteriores arriendos y concesiones al expirar sus respectivos términos, expresamente queda convenido que el territorio arrendado y la base naval que se mantenga por la mencionada concesión estarán sujetos exclusivamente a las leyes y soberanía de los Estados Unidos durante el período de arriendo y de la concesión y del de su renovación o renovaciones”.

ARTÍCULO III. – En consideración de las anteriores estipulaciones y para los propósitos considerados en esta Convención, y  con el objeto de reducir la deuda actual de Nicaragua, el Gobierno de Estados Unidos, en la fecha del canje de rectificación de esta Convención, pagará a favor de la República de Nicaragua la suma de tres millones ($3.000.000.00.) de pesos oro acuñado de los Estados Unidos del actual peso y pureza, que se depositará a la orden del Gobierno de Nicaragua en el Banco o Bancos o Corporaciones bancarias que designe el Gobierno de los Estados Unidos, para ser aplicado por Nicaragua en el pago de su deuda”.

ARTÍCULO IV. – Esta Convención será ratificada por las Altas Partes contratantes de acuerdo con sus leyes respectivas, y las ratificaciones se canjearán en Washington, tan pronto como sea posible.

En fe de lo cual, nosotros los respectivos plenipotenciarios firmamos y sellamos.”

“Hecho en duplicado en los idiomas español e inglés, a los cinco días del mes de Agosto de mil novecientos catorce. (L. S.). EMILIANO CHAMORRO.- (L.S.) – WILLIAM JENNINGS BRYAN.

COMENTARIO

Llama poderosamente la atención las consideraciones iniciales de la mayoría de los Tratados Internacionales, pero el Chamorro-Bryan rompe el récord del cinismo de las ambas partes contratante, porque decir que “el gobierno de Nicaragua y el Gobierno de los Estados Unidos, estando animados del deseo de fortalecer su antigua y cordial amistad por medio de la más sincera cooperación para TODOS LOS OBJETOS DE SU MUTUA VENTAJA E INTERÉS.”
¿Dónde está ese mutuo interés? Si los EE.UU., se decidiera algún día a hacer un Canal Interoceánico por Nicaragua el interés total es para los EE.UU., que lo usarían para en tiempos de paz pasas sus barcos mercantes y en tiempos de guerra pasar su flota y para su defensa; mientras que para Nicaragua no le queda si no el peso de la dura servidumbre del predio sirviente, de haber permitido semejante monstruosidad de Tratado que lo encadena a perpetuidad para concederle ÚNICAMENTE a los Estados Unidos el derecho de construir un Canal Interoceánico por Nicaragua y es tan monstruosa esta concesión canalera, que ni al propio Gobierno de Nicaragua le queda el derechos de poderlo hacer, en uso de la soberanía nacional y como un atributo de país libre, soberano e independiente.

Y precisamente esta hipoteca a PERPETUIDAD en que un gobierno antipatriota concedió “derechos exclusivos y propietarios y convenientes, para la construcción, operación y mantenimiento de un canal interoceánico por el Río San Juan y el Gran Lago de Nicaragua  o SOBRE CUALQUIER RUTA SOBRE EL TERRITORIO DE NICARAGUA, es lo que pone ahora al Gobierno que preside el Ing. Luis A. Somoza D., en el deber de denunciar el Tratado Chamorro-Bryan, ya que es ley del Continente Americano: “Que se esforzarán con todos los medios espirituales y materiales adecuados, de que disponen por conservar y fortalecer la paz y la armonía entre la República de América como requisito indispensable para que puedan cumplir con eficacia el deber que les corresponde en el proceso histórico universal de la civilización y cultura”.

Y no se podría realizar esta magnífico y alto principio  en que descansa la solidaridad continental si un pequeño país americano como Nicaragua, que es tan soberano, libre e independiente como los Estados Unidos del Norte, no pudieran hablar con entera franqueza y libertad de la monstruosidad e injusticia que contiene el Tratado Chamorro-Bryan y que los Estados Unidos del Norte acepta a sabiendas de que ataca y anula la raíz de la independencia y soberanía de la pequeña y débil Nicaragua que, ya que ni el propio Gobierno nicaragüense puede construir un Canal por su propio territorio a PERPETUIDAD, y la monstruosidad de que hemos hablado consiste en que sin haber puesto un término prudencial para que los Estados Unidos pudieran haber gozado de este absurdo privilegio los EE.UU., se recetan la eternidad para establecer sobre el territorio nicaragüense esa terrible servidumbre.

OPORTUNIDAD DE LUCIRSE

El Gobierno del Ing. Luis Somoza D., tiene la oportunidad de lucirse y de demostrar que ha llegado al poder, no por obra de la herencia de su padre ni de una Reforma Constitucional hecha para monopolizar el poder en manos de la Familia Somoza-Debayle-García-Sevilla-Sacasa, ni por circunstancias especiales, sino porque es capaz de Gobernar Nicaragua y atender como es debido los más sagrados  y altos intereses de la Patria.

Ante el problema canalero planeado por Herbert C. Bonner en el Congreso Americano  y la posibilidad de que se haga el de Nicaragua, al Ing. Luis Somoza D., no le queda más alternativa que: o se queda callado y entonces obra como un antipatriota, al conocer la enorme injusticia que el Tratado Chamorro-Bryan contiene o se porta como un verdadero nicaragüense y con el derecho que le asiste como Jefe de Estado de una Nación libre acogerse al principio de que “para conservar y fortalecer la paz y la armonía entre las Repúblicas de América, es necesario que puedan cumplir con eficacia el deber que les corresponden en el proceso histórico universal de la civilización y la cultura” y este principio interamericano que fue aprobado el 3 de Octubre de 1939 en el seno de la OEA con el título de “Declaración Conjunta de Solidaridad Continental” y que desde esa fecha es Ley para los Estados Unidos y Nicaragua y todos los países de América, pero para que sea aplicada es necesario que cualquier país afectado tenga un Presidente de la República con el valor para reclamar un derecho fundado en este principio, que o es un simple punto demagógico de un programa político sino que una importante verdad ideal que hay que convertirla en realidad tangible practicándola, para que la armonía pueda servir para conservar y fortalecer la paz.

Un Tratado como el Chamorro-Bryan que establece además de la opción a perpetuidad el derecho por 99 años prorrogables únicamente a voluntad de una de las partes (los Estados Unidos) para establecer bases navales en las Islas Little y Great Corn Island, en el Atlántico y cualquier lugar de la costa nicaragüense en el Golfo de Fonseca, lesionando el derecho de Honduras  y de El Salvador, por no habérseles tomado en cuenta al comprometer el condominio de las aguas de ese golfo en las que tienen derecho, pues Nicaragua procedió al firmar el Tratado Chamorro-Bryan como si el Golfo de Fonseca fuera de su exclusivo dominio y propiedad; al conceder el dominio del Río San Juan que lesiona la soberanía de Costa Rica, por otra parte obliga en las circunstancias actuales al Gobierno de Nicaragua a pedir su revisión y tratar de conseguirla para reparar todas estas injusticias que lesiona y afecta la soberanía de cuatro Estados de Centro América.

 Si ahora hay posibilidad de que pronto los Estados Unidos se dispongan hacer un Canal por Nicaragua, porque el actual de Panamá es insuficiente al tráfico mundial, es necesario que cuando esto suceda nosotros estemos preparados en un terreno jurídico más justo y correcto, fundado en los tratados interamericanos y por ello debemos pedir que se reajuste el contenido del Tratado Chamorro-Bryan y para acomodarlo a una norma de justicia que pueda demostrar que no han pasado en balde tres cuartos de siglo de conferencias panamericanas.

Tiene el Presidente de Nicaragua un argumento fuerte para poder pedir la revisión y denunciar el Tratado Chamorro-Bryan en el Convenio del “Mantenimiento de la Paz y de la Unión de las Repúblicas Americanas, en que se declara: 

Primero: Que los gobiernos de las Repúblicas Americanas tienen la inquebrantable decisión de mantener  y vigorizar su unión para que América cumpla con sus altos destinos de la civilización y

Segundo: Que no omitan por tanto, esfuerzo alguno para prevenir cualquier divergencia que pudiera menoscabar y su solidaridad.”

Y no hay obstáculo más grande para es inquebrantable decisión para mantener y vigorizar la unión de las dos Américas, si la poderosa Nación del Norte no puede entrar en plática con un débil país del Sur para reparar un acto de enorme injusticia y que ha sido estrujada ya varias veces por la política intervencionista del Departamento de Estado Norteamericano y si los Estados Unidos no admitieran esa flagrante injusticia del Tratado Chamorro-Bryan y no tratarán de repararla para que esta América cumpla sus altos destinos de la civilización; porque tiene la obligación impostergable e imperativa de no omitir ningún esfuerzo para prevenir CUALQUIER DIVERGENCIA QUE PUDIERA MENOSCABAR LA SOLIDARIDAD CONTINENTAL.

Debe recordar nuestro Gobernante Luis A. Somoza D., que el Tribunal de la Corte Centroamericana de Cartago, que fue creada por tratado sugeridos y auspiciados por Washington, que a petición del Gobierno El Salvador declaró que había lugar a la demanda salvadoreña sobre los derechos de condominio de las aguas y sus usos del Golfo de Fonseca, y que el estatus jurídico anterior debía volver al estado en que se encontraba antes del Tratado Chamorro-Bryan.

(CONTINUARÁ).

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- III -

TRATADO BRYAN-CHAMORRO ES MALO Y AMERITA REVISIÓN PORQUE AFECTA A PERPETUIDAD LA SOBERANÍA NACIONAL

En: El Gran Diario, Managua, D.N., martes 10 de Septiembre de 1957. Año VI. No. 2279.

Diego Manuel Chamorro señala como un acto de puro comunismo el atacar la monstruosidad del Tratado en cuestión, por sólo defender la política entreguista de su padre y de sus parientes.—Y esto sólo es posible en un individuo que no ama a su Patria ni tiene sentido de lo que es la libertad.

         De padre traidor hijo traidor. No de otra manera podríamos calificar la actitud del Dr. Diego Manuel Chamorro al tratar de defender la actitud entreguista del Partido Conservador en su actuación desde 1909-1928; y muy especialmente la actitud de “vende-patria” con que se les llamó en América a Adolfo Díaz y su pandilla en la cual figuró el padre de este Diego Manuel Chamorro de hoy, como Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Nicaragua en Washington.

         El Dr. Diego Manuel Chamorro, colocándose en la posición delatora nos ha lanzado el cargo más grave que se le puede lanzar a un ciudadano en nuestros tiempos, para defender los errores de la política de su partido y la de sus parientes, al sostener en su editorial de “La Prensa” del domingo que nuestra posición frente al Tratado Bryan-Chamorro es lógica de un comunista.

         Acusar de comunista a determinada persona en estas latitudes es peor que achacarle el crimen más horrendo, porque equivale a colocarlo fuera de toda ley y del aprecio de los ciudadanos.

         Al llamarnos comunistas el Dr. Diego Manuel Chamorro se ha coloca a la altura de los directores de “Novedades” que usan la calumnia  y la amenaza como el mejor argumento, porque los ciudadanos nicaragüenses no podrán expresar libremente su opinión frente al Tratado Bryan-Chamorro por el temor de ser señalados con el calificativo más temido de nuestra época, que equivale a la muerte civil y que es de comunista.

         UN POCO DE HISTORIA

         El Dr. Diego Manuel Chamorro, entre las muchas incongruencias que dice se encuentra “…el canal por Nicaragua que durante mucho tiempo ha sido considerado por el desiderátum de nuestro DESTINO GEOGRÁFICO y de nuestro PROGRESO Y DESARROLLO… El Tratado Bryan-Chamorro no es más que la expresión de la POLÍTICA DE COOPERACIÓN con los Estados Unidos para la defensa de los intereses continentales, iniciada por el Partido Conservador, con admirable visión de porvenir y que se ha convertido en política nacional y política continental”.

         De manera que fuera de Panamá, sólo Nicaragua en América tiene destino geográfico, del cual dependen el progreso y el desarrollo del país.

         Este es uno de los disparates más grandes y es necesario no tener dos dedos de frente y sentirse como político impotente de un partido también impotente para poder llegar mediante comicios o cualquier medio que no sea la ayuda de un poderoso país extranjero para llegar al poder, para considerar el bienestar a base de progreso y desarrollo económico y cultural la hechura de un Canal Interoceánico, que al dividir nuestra República en dos parte, nos quitan una zona, donde Nicaragua no podrá ejerce su soberanía y además con las bombas hidrógenas enviada por cohetes dirigidos pueden achicharrar a toda Nicaragua en el caso de un Conflicto bélico mundial.

         ¿Cuál es ese progreso y desarrollo de qué habla míster Chamorro?

         En Panamá es cierto que ha habido algún progreso y desarrollo; pero a la par ha crecido el cabaretismo y la prostitución, al tal extremo que las mejores familias de Panamá son dueños de Cabaret y viven de sus ganancias.

         Y en cuanto a que el Tratado Bryan-Chamorro no es más que la expresión de la política de cooperación con los Estados Unidos para la defensa de los intereses continentales, le vamos a demostrar a míster Chamorro, que la verdadera cooperación a que están obligados todos los países de este Hemisferio Occidental es la COOPERACIÓN MULTILATERAL que es la única que existe, cuando un país débil trata con un país fuerte y en aplicación de una política como la del Big-stick, del dólar civilizador y la de Mr. Coolidge que afirmaba que la bandera de la barra de las estrellas y los fusiles de los marinos de los Estados Unidos flamearía y defendería donde quiera que estuvieran los intereses norteamericanos.

         El Tratado Bryan-Chamorro para Nicaragua en las desagradables circunstancias del país ocupado y con un Presidente como Adolfo Díaz impuesto por las fuerzas de la marina norteamericana, un tratado que fue aprobado por el Congreso nicaragüense a puerta cerrada y contra la voluntad del pueblo nicaragüense que vociferaba y se amotinaba alrededor del Palacio Nacional donde se realizaba la reunión de la Asamblea que estaba tratando de su aprobación y fue necesario detener este pueblo nicaragüense que sintiendo la vergüenza de ese tratado protestaba y quería linchar a los diputados, por medio de las fuerzas de ocupación yanqui, que los culatearon a diestra y siniestra.

         Y ese pueblo nicaragüense que protestó en 1914 por ese Tratado Bryan-Chamorro en toda Nicaragua y no era comunista sino patriota.

         Míster Chamorro no sabe por qué es monstruoso Bryan-Chamorro y por qué lo repudió el pueblo de toda Nicaragua y de América, inclusive el propio pueblo honesto norteamericano; pues se lo vamos a decir; es monstruoso míster Chamorro, porque por unos miserables tres millones de dólares un Gobierno que sólo pudo llegar al poder por apoyo decidido de la marina yanqui, concedió en pago de esta “protección” a PERPETUIDAD el derecho EXCLUSIVO a los Estados Unidos del Norte para construir un canal interoceánico por Nicaragua en lugar y extensión que quisiera, violando la Constitución de 1911 que sólo se podrían hacer concesiones por 99 años y nunca cediendo el derecho soberanía en ninguna pulgada de tierra nicaragüense.

         La cooperación es para la defensa continental y es de igual a igual, de Estado a Estado, con igualdad jurídica, no en la forma en que sólo los Estados Unidos tienen derecho a construir un canal interoceánico por Nicaragua, quitándole por este Tratado Bryan-Chamorro hasta al propio Gobierno de Nicaragua el derecho de poderlo hacer él.

         Si el conceder a PERPETUIDAD una opción para construir un canal, que equivale a que el canal no se haga si los Estados Unidos no quieren, aunque así convenga al Continente Americano, y Nicaragua lo quisieren hacer no es monstruosidad para Míster Diego Manuel Chamorro quien no convenga en que es monstruoso el que un nicaragüense, que no desciende ni de piratas, ni de filibusteros, sostenga que el Tratado Bryan-Chamorro es bueno porque le permita a una nación extraña, a los Estados Unidos, mantener en su territorio arrendado para el Canal y la base naval de la mencionada concesión SUJETOS EXCLUSIVAMENTE A LAS LEYES Y LA SOBERANÍA DE LOS ESTADOS UNIDOS DURANTE EL PERÍODO DE ARRIENDO Y DE LA CONCESIÓN Y DE SU RENOVACIÓN O RENOVACIONES”.

         La cooperación que es base de la solidaridad americana no es para hechos negativos sino para hechos positivos. Si la construcción de un canal fuera el hecho material que contribuyera a esta cooperación en que están interesados todos los países de Latinoamérica, no es el hecho negativo del Tratado Bryan-Chamorro que desde el 5 de Agosto de 1914 en que se firmó existe sobre Nicaragua y sobre el Continente Americano una negativa para no hacer el canal si a los Estados Unidos NO LE CONVIENE, aunque le conviniera al resto del Continente. El tratado Bryan-Chamorro está concebido más para que no se haga el Canal por Nicaragua, que le puede hacer competencia al de Panamá, que más bien para que se haga realmente. La intención jurídica del Tratado Bryan-Chamorro no es ni ha sido nunca un objetivo de cooperación interamericana y por este sentido negativo que ataca profundamente las raíces de la solidaridad del Hemisferio Occidental, es por lo que es adversado y debe revisarse y declararse inexistente.

         ¿Es acaso esta unilateralidad del Tratado Bryan-Chamorro cooperación interamericana, cuando los Estados Unidos obraron como país imperialista y Nicaragua fue tratada como país ocupado, servil y sirviente?

         El Tratado Bryan-Chamorro contiene tales monstruosidades que, cualquier nicaragüense que lo defiende es un traidor a la Patria; y sobre todo ahora, en que hasta Panamá pide la revisión de su tratado canalero y reclama como consecuencia del derecho de soberanía sobre la zona del canal el condominio junto con los Estados Unidos; y en el preciso instante en que no sólo Inglaterra y Francia sino que hasta el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reconocieron el derecho de la soberanía y como un acto real y correcto de esa soberanía el derecho que quiere Egipto reclamar sobre el Canal de Suez; y sólo han tenido diferencias en cuanto a la forma de su incautación, Manejo y Control del Tráfico por dicho canal.

         Mientras Panamá y Egipto están procurando recuperar su soberanía sobre las zonas de los canales construidos por naciones extrañas en el territorio donde ellos han ejercido soberanía, Diego Manuel Chamorro quiere retroceder a la edad de Piedra del Derecho Internacional, en que los Canales hechos por naciones fuertes y poderosas desposeían de su soberanía a los dueños del predio sirviente.

         Esa monstruosidad Señor Chamorro, solo se le puede ocurrir a un entreguista y un individuo que no tiene el menor concepto de lo que una Patria y la forma de ser un patriota y de respetar ese derecho inalienable e imprescindible de la soberanía de un Estado sobre su territorio jurisdiccional.

DE TAL ÁRBOL TAL ASTILLA

¿Pero es que se le puede pedir peras al olmo? El doctor Chamorro debe recordar que cuando un Señor Thos O’Connell, Gerente General del Ferrocarril de Nicaragua en una nota del 2 de Agosto de 1912 le dirigió a Diego Manuel, padre, que en ese entonces era Ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua que “un tal llamado General Luis Mena” y sus secuaces, detuvieron el tren de pasajeros de Granada, el lunes en la tarde, en Masaya y no se le permitió seguir a su destino, causando con ello gran molestia a los pasajeros, entre quienes, según me informan, HAY EXTRANJEROS”; aquel Diego Manuel Chamorro viejo, háyase adelantado a contestar lo INAUDITO en nota dirigida al ministros Norteamericano en Managua, Señor George T. Weitzell:

“En contestación, tengo la pena de manifestarle a V.E. que, a pesar de los buenos deseos de que mí Gobierno ha dado muestras en toda circunstancia para dar la debida protección a las propiedades americanas, DESGRACIADAMENTE NO ESTÁ EN LA POSIBILIDAD DE HACERLO por no estar empeñado en estos momentos en someter con todos los elementos a las fuerzas disponibles, las bandas armadas que se han levantado en algunos puntos de la  República, encabezados por el Gral. Luis Mena, con el apoyo del zelayismo y otros elementos turbulentos del país.”

“MI GOBIERNO DESEA, EN CONSECUENCIA QUE EL DE LOS ESTADOS UNIDOS GARANTICE CON LAS FUERZAS PROPIAS LA SEGURIDAD Y LAS PROPIEDADES DE LOS CIUDADANOS AMERICANOS EN NICARAGUA Y QUE EXTIENDA ESA PROTECCIÓN A TODOS LOS HABITANTES DE LA REPÚBLICA”.

De tal padre tal hijo, de tal árbol tal astilla. Si el padre del actual Diego Manuel Chamorro era un entreguista y como Ministro de un régimen declaraba su impotencia para mantener el orden y cuando el Ministro Weitzel le hace cargo por la detención de un convoy ferroviario en Masaya por el revolucionario Mena, que era nada menos que el Ministro de Guerra, Díaz que se había rebelado por las atrocidades y bochornosa política de los conservadores de aquel tiempo, en lugar de reiterarle al representante norteamericano que su Gobierno trataría de restablecer el orden y devolverle el tal ten que reclamaba Mr. O᾽Connell, y por el contario se declara que su Gobierno es incapaz para mantener el orden y sostenerse en el poder y salir al final pidiendo la intervención armada norteamericana para que protegieran no sólo a la vida y bienes de los “americanos” sino que extendiera esta protección también a los nicaragüenses; si el padre de Diego Manuel Chamorro, repetimos pidió la intervención yanqui en esta forma vergonzosa como Ministro de Relaciones Exteriores, por defender esta tesis, antipatriótica, no es necesario que el Diego Manuel de ahora hijo del Diego Manuel de ayer, nos venga por defender los errores de su engendrador, a calificar la actitud viril de EL GRAN DIARIO como comunista.

El Tratado Bryan-Chamorro es malo, también fue mala la nota en que se pidió la intervención armada  a los Estados Unidos, también fueron malos los Pactos Dawson, como la fue la nota Knox. ¿Entonces por qué vamos a defender esta bochornosa historia que es vergüenza para Nicaragua y el Continente de Bolívar y de Washington, defensores ambos de la libertad y de la autodeterminación de los pueblos?

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- IV -



MAR DE INMORALIDAD EN QUE SE INCUBÓ EL TRATADO BRYAN-CHAMORRO

El Gran Diario. Managua, D.N. Miércoles, 11 de septiembre de 1957. Año VI. No. 2280. Pág. 3.

         El Dr. Diego Manuel Chamorro en su afán de congraciarse con la Embajada norteamericana, al referirse a las exposiciones que EL GRAN DIARIO al enfocar el problema del Tratado Bryan-Chamorro, dice “hasta lo incalificable como es pedir que cedan los derechos territoriales de Nicaragua  en las aguas del Golfo de Fonseca y en el Río San Juan, a Honduras, El Salvador  y Costa Rica en virtud de un fallo de la Corte de Cartago protestado por Nicaragua en su mismo. La Corte ni siquiera existe…

         EL GRAN DIARIO no ha dicho eso que le atribuye de mala fe el señor Chamorro. Lo que si hemos sostenido es que ese fallo de la Corte de Cartago que estable que el Tratado Bryan-Chamorro por la concesión que contiene de una base naval en el Golfo de Fonseca, amenaza la seguridad nacional de El Salvador y viola sus derechos de condominio y por estas mismas razones viola los derechos de Honduras sobre el condominio de las aguas de ese mismo golfo y que Nicaragua por haber concedido derechos para usar el Río San Juan violaba los derechos de condominio en cierta parte del Río San Juan de Costa Rica;  y nadie está diciendo que debemos ceder derechos territoriales de Nicaragua en las aguas del Golfo de Fonseca ni en el Río San Juan, que es otra cosa.

         Pero lo que pasa es que el fallo de la Corte de Cartago, que fue dictado el nueve de marzo de 1917, donde estableció que el Gobierno de Nicaragua ESTÁ OBLIGADO valiéndose de los medios posibles aconsejados por el Derecho Internacional a RESTABLECER Y MANTENER EL ESTADO DE DERECHO QUE EXISTÍA ANTES DEL TRATADO BRYAN-CHAMORRO, le imponía a un Gobierno conservador, que era responsable de esa monstruosidad del Tratado Bryan-Chamorro, esa obligación, para la cual no tenía ni fuerza moral ni capacidad cívica para poder reconocer la sentencia de la Corte de Cartago alegando ser acatada cuando esto implicaba tocar el Tratado Bryan-Chamorro que los conservadores han considerado sagrado, porque le concedían derechos a los Estados Unidos, a quien hay que tener mucho cuidado en no desagradarlos.

         Y son tan inconsistentes los argumentos del Dr. Chamorro que para darle fuerza dice que la Corte ni siquiera existe ahora. También le podemos decir que ya no existe Mr. Bryan y que por eso el Tratado es inexistente.

         Y todo para defender a su papá que afirma que en Nueva York, en 1918, el referirse al Tratado Bryan-Chamorro dijo que “esa es la forma que habrá de regir a las naciones en un próximo futuro”.

         Para encubrir aquel vergonzoso pasado del Partido Conservador en que su papá le permitía a la Legación Norteamericana protestara al Ministro de Relaciones Exteriores porque el Ferrocarril en 1912 gozaba de la Ciudadanía de los Estados Unidos; y solo un gobierno entreguista permitía que las Leyes que rigieran sobre un bien como el Ferrocarril que participa en lo de la vía férrea de un bien raíz que estuviera incorporado al Estado de Maine y se rigiera por las leyes de aquel Estado y no por las leyes nicaragüenses como era natural.

         Solo un Tratado Bryan-Chamorro pudo dar este servilismo del Presidente Díaz frente a Philander C. Knox, a quien la Asamblea de Nicaragua por decreto del 22 de Febrero le mandó tributar honores de Presidente de la República.

         …y sigo creyendo hoy, no obstante mí transición de revolucionario a gobernantes, que tan feliz resultado no es posible obtenerlo SIN EL AUXILIO DE VUESTRO PAÍS. Somos débiles y necesitamos de vuestra fuerte ayuda para la regeneración de esta quebrantada Patria”.

         Todo este servilismo, todo este concepto de poner como una alfombra la soberanía nacional a disposición de una Nación Extranjera es producto de ese mismo Tratado Bryan-Chamorro, que el Dr. Chamorro defiende como un dechado de la política conservadora, cuando no es sino la negación del principio de la soberanía de la Nación.

         Con esas defensas del Tratado Bryan-Chamorro lo que hace el doctor Chamorro es exponer a Nicaragua como un país de irredentos y como incapaces para poder valorar las esencias de la libertad y el valor cualitativo de la independencia de un país.

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- V -

DOCUMENTO EN QUE SE DEMUESTRA QUE DENTRO DEL CONSERVATISMO HAY CAMARILLA DE VENDEPATRIA

El Gran Diario. Managua, D.N. Miércoles, 11 de septiembre de 1957. Año VI. No. 2280.

           Para que no se repita esa terrible historia es por lo que nos hemos impuesto la tarea de atacar el Tratado Bryan-Chamorro que afecta nuestra soberanía.

         Por las llamadas telefónicas, cartas y telegramas que EL GRAN DIARIO ha estado recibiendo se nota un creciente resentimiento de disgusto ciudadano en contra de la tesis del Dr.  Mr. Diego Manuel Chamorro que ha pretendido en artículo editorial de La Prensa, convertir el tratado Bryan-Chamorro en motivo de orgullo nacional. Es decir que pretenda convertir la más grande afrenta y humillación inferida al pueblo nicaragüense por un reducido número de vendepatrias en contubernio con el imperialismo yankee representado por su marinería que dos años antes, en 1912, había masacrado a los nicaragüenses en Coyotepe y en Masaya al aplastar al Gral. Zeledón y a su ejército defensor de la dignidad nacional, en satisfacción pública.

         Característico ha sido del grupo de vendepatrias granadino hacer pasar sus traiciones vergonzosas y nefastas en virtudes patrias, como si Nicaragua ha de ser siempre un puñado de colonos dispuestos a decir siempre: “Si señor amo Pedro, lo que Ud. diga está bien, lo que Ud. haga está bueno, mi amo. Pedro”.

         Pero no; los nicaragüenses hemos demostrado que por encima de este grupo de traidores a la patria, tiene personalidad propia, y lo ha demostrado en más de una ocasión vertiendo su sangre.

         Lo que pasa es que siempre estos señores vende patria han sabido escabullir el bulto, zafar el hombro y esconder la mano que ha tirado la piedra maldecida. Pero la actitud actual del señor M. Diego Manuel Chamorro, es perfectamente acorde y pareja con la actitud de todos sus antepasados vendepatrias.

         Y para que no se diga que calumniamos, para que se diga que es falso que desde hace un siglo este grupo de vendepatrias viene tratando de hacer lo mismo, tratando de entregar territorios nacionales al extranjero, para enriquecerse o para satisfacer sus ambiciones políticas y  sus odios partidistas, copiamos a continuación la carta que fechada en Rivas el 26 de mayo de 1857 dirigió el General José María Cañas (costarricense) a los señores Fernando Guzmán, Fulgencio Vega, J. Miguel Bolaños, Agustín Avilés, y otros, pertenecientes todos a la argolla de la Calle Atravesada y vinculados al grupo de los Chamorro pedros, documentos que aparece publicado en la Revista de los Archivos Nacionales de Costa Rica, año I, Nos. 11 y 12, correspondientes a septiembre  y octubre de 1937, página 533.

         Por esa carta se verá que los vendepatrias de hace un siglo querían desintegrar la nacionalidad nicaragüense, anexando a Costa Rica, los departamentos de entonces llamados del “Septentrión” y “Medio Día” y que corresponden a los departamentos de Río San Juan, Chontales, Boaco, Matagalpa, Masaya, Carazo, Granada y  Rivas, de ahora. Es decir, que por ese documentos perfectamente histórico e irrecusable, se verá que el pensamiento de vender la patria, de cederla a extranjeros, de desintegrar la geografía nacional para satisfacer apetitos inmundos, no es de ahora sino de hace más de un siglo y que cuando el Dr. Mr. Diego Manuel Chamorro proclama hoy la felicidad y dicha de que un Chamorro (su padre) en contubernio con el vende patria Adolfo Díaz haya vendido a perpetuidad la faja del canal en virtud del tratado Bryan-Chamorro, no hace sino ser consecuente con una larga cadena de tradiciones operadas por los vende patria a lo largo de la historia nacional.

         El documento histórico dice así: “Rivas, 26 de Mayo de 1857. Señores: Tengo el gusto de avisar a Uds. que he recibido la carta que con fecha 21 del corriente mes tuvieron la confianza de dirigirme, preguntándome si a nombre del Gobierno de Costa Rica puedo aceptar la anexión de los Departamentos de Septentrión y Mediodía de esta República, o si será necesario para efectuarlo dirigirse al Gobierno costarricense.

         “Me cabe el sentimiento, señores, de informar a Uds. que no siendo más que un Comisionado especial para tratar con el Gobierno de esta República un asunto que ninguna conexión tiene con el negocio que Uds. proponen, carezco de la facultad necesaria para complacer a Uds. y solamente puedo asegurarles que el Gobierno de Costa Rica abunda en deseos de contribuir al bien general de estos pueblos y no dudo que acogerá con la más sana intención y la mejor buena fe una anexión voluntaria propuesta por Uds., en caso de verse precisado a efectuarla. Si Uds. me lo permiten, ningún inconveniente tengo en comunicar este negocio y recabar oficialmente la voluntad de mi Gobierno a este respecto.

         “Confío señores en que no llegará el caso de que Uds. promueven la realización de su pensamiento, porque las cosas a mi entender, tomarán un giro justo y conveniente a ambos partidos; más si desgraciadamente no sucediere  así, pueden Uds. contar con mi cooperación e influjo y emplearlo de la manera más conforme en favor de los nominados Departamentos.

         Dentro de dos o tres días salgo para León. Allá, como en todas partes, pueden Uds. ordenar lo que gusten a su obediente servidor. José M. Cañas.

         Este documento es claro: los vende patria de entonces planteaban el negocio de anexar la mitad de Nicaragua a Costa Rica, porque los vende patrias no escogen potencias o pequeños pases para sus negocios, con tal que haya negocio.

         Y es de advertir que el Comisionado Costarricense, les dé un bofetón al decirles que “confía en que no llegará el caso que Uds. promuevan la realización de su pensamiento”, es decir, que el tico, confiaba en que esos señores no llevaran adelante su negocio. Se los dice claro aunque con suavidad.

         De ese modo se ve que el pensamiento del Dr. Míster Diego Manuel Chamorro, que ahora quiere convertir en cosa virtuosa el crimen de lesa Patria, no hace sino lo que ya han hecho sus congéneres de la Calle Atravesada, buscar por todas partes alguien con quien hacer el negocio de vender parte de la patria.

         Y ese hombre es dirigente de la oposición. Pero me equivoco, ese hombre podrá ser dirigente en su partido, pero nunca podrá ser dirigente del pueblo, porque el pueblo sabe distinguir quien lo vende y quien lo defiende.


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- VI -

A PROPÓSITO DEL DÍA DE NUESTRA INDEPENDENCIA

Por: Dr. Adán Selva

El Gran Diario. Managua, D.N. Sábado, 14 de septiembre de 1957.

Si en un país los gobernantes no pueden, como aquellos varones de 1897 poner, entres sus pasiones políticas  los altos intereses de la Patria, una pared de olvido al pasado, y no hay libertad para señalar los errores políticos sin que se ofendan los conglomerados de los partidos, quiere decir que Nicaragua no ha llegado a su madurez política. — Y esto sería una ofensa a la Nación. — Urge una amnistía general para todos los reos y emigrados políticos, siguiendo el ejemplo de aquellos próceres que firmaron el Convenio del 12 de Septiembre de 1857 para vencer a Walker.

Hace tres días cumplió un siglo y un día de haberse firmado el Convenio de Paz ente los dos Partidos, Democrático y Legitimista, entre Apolonio Orozco y Máximo Jerez, por una parte y Fernando Guzmán y Tomás Martínez, por otra.

El objeto del Convenio fue poner término a las diferencias interiores que por desgracia habían ensangrentado al país y unidos todos por los lazos de fraternidad corrían todos a salvar la independencia y la libertad de la Patria común, amenazada por los aventureros capitaneados por Walker.

La grandeza de aquellos patricios consiste en que comprendieron que sus errores habían conducido a ensangrentar a la Patria, pero que nunca es tarde para rectificar los errores,  y cuando ya todo lo creían perdido pactan, reconociendo  las deudas y compromisos vigentes de uno y otro partido y establecen el vínculo espiritual con que todo corazón noble sella el porvenir de paz de una Patria con “un olvido general de lo pasado y de cualquier acto de hostilidad que se hubieren  hecho los partidos. No habrá responsabilidad por los actos oficiales de funcionarios de una y otra parte hasta la fecha del convenio.”

Pero sin olvidar que “la malversación de los caudales públicos que hayan manejado los empleados de Hacienda de ambos partidos, será castigada con arreglo a las Leyes.”

Los actuales gobernantes deberían tomar ejemplo de esos hombres que no sólo reconocen el error de su política que ha llegado a ensangrentar el país y en su desmedida ambición de poder, han traído a los filibusteros  yanquis para que los auxilie y al ver que el mercenario se convierte en invasor y quiere apoderarse del poder para sojuzgar a los nicaragüenses  y ante el peligro extranjero se unen y al decretar la unión de los dos partidos opositores, especifican que habrá un olvido general de lo pasado; como aquellos varones eran honrados no incluyeron entre las cosas que podían olvidarse la malversación de los caudales públicos que hayan manejado empleados de Hacienda de ambos partidos, porque una cosa es el olvido para todas las acciones políticas y de cualquier acto de hostilidad entre los partidos y de los actos oficiales y otra el mal manejo y el peculado de los empleados deshonestos.

Ahora, que tenemos un siglo y un año de que aquellos preclaros varones hicieron este hermoso Pacto, olvidándose de que unos eran democráticos y otros legitimista es necesario que, sirviéndose de ese ejemplo los actuales gobernantes vayan pensando en imitarlos y ofrecer una Amnistía General y amplia para todos los presos y emigrados políticos, pero no sólo como paso políticos sino como con la sana y elevada intención de BORRAR EL PASADO, para que pueda venir ese olvido que tan necesario le es al país para no pensar más en derramar sangre hermana y para que aquellos emigrados que siempre viven soñando en una revolución para derrocar a los Somoza, no pueda tener bandera en la dureza de corazón y en el empecinamiento de las cabezas gobernantes de no querer cerrar el capítulo para los sucesos del 21 de Septiembre pasado.

Ayer no más el Señor Presidente Luis A. Somoza Debayle, en el Mensaje al Maestro, recomendaba a los forjadores de la juventud y directores de la niñez, que por los caminos de la armonía y del progreso, les enseñaran los sanos principios republicanos y al mismo tiempo el valor moral de nuestros héroes y próceres, para provocar por ejercicio del espíritu la unificación del pueblo entero de Nicaragua; y nada más fácil sería para el Presidente de la República, ser él, el primero que ofreciera el ejemplo, imitándolos, en glorificar  a aquellos próceres que sobreponiéndose a sus errores y dejando las conveniencias personales, trataron siempre de elevarse hacia el cielo puro de la Patria, y no obstante de que habían por su culpa derramándose mucha sangre de nuestros hermanos nicaragüenses, pusieron un cerco de olvido para los delitos políticos y sus comunes conexos, pero como eran  honrados no incluyeron aquellos que fueran cometidos en los bienes sagrados del Estado.

¿Los hermanos Somoza están en capacidad de poder dar esa amnistía que sea un OLVIDO GENERAL de los pasados y de cualquier acto de hostilidad que se hubieren inferido los partidos en sus luchas y  declarar que no habrá responsabilidad criminal por los actos oficiales y políticos de una y otra parte hasta la fecha, tal como lo estableció el convenio del 12 de Septiembre de 1857?

¿Estamos capacitados los nicaragüenses para reconocer que los errores de un Chamorro  no son los errores del Partido Conservador, y los errores de un Somoza los errores del Partido Liberal?

¿Podemos aspirar a celebrar con alegría  con espíritu de Patria, el día de nuestra independencia pensando en la felicidad de toda la Nación, si no podemos hablar con libertad que lo malo que hace un hombre o un grupo de hombre es malo y esa maldad no debe salpicar para perjudicar la supervivencia de un partido? Si esto no es posible, quiere decir que los dos partidos históricos deben desaparecer y ser sustituidos por otros.

Si un periodista no puede decir con libertad que el Tratado Bryan-Chamorro es lesivo para la soberanía nacional, sin que se ofenda todo un Partido Conservador; si un periodista no puede señalar con honestidad que la reelección y la sucesión dinástica está liquidando a la República para dar cabida a la Dinastía  y que eso es funesto para la Democracia, sin que se ofenda un Partido Liberal; si un hombre libre no puede señalar los errores y las atrocidades de un Partido Conservador y de un Partido Liberal hacen, sin que sientan ofendidos todos, sin que ser aludidos en general, cuando específicamente se señalan nombres propios, esto quiere decir que Nicaragua aún no es un país maduro para la democracia. Y eso es injusto porque le atribuiríamos a un pueblo entero la culpa y los pecados de unas camarillas que obran y hablan en nombre de los partidos y del pueblo nicaragüense.

La nota de Zelaya pidiendo una comisión norteamericana para que vinieran a juzgar sus actos de gobernante cuando los EE.UU., en aquella nota Knox declara al régimen de Zelaya “un borrón en la historia de Nicaragua” y que “bajo su régimen las instituciones republicanas han dejado de existir, excepto de nombre; que la opinión pública y la prensa han sido estranguladas y que las prisiones han sido el precio en toda demostración de patriotismo”, es antipatriótica.

El Tratado Bryan-Chamorro que da a los Estados Unidos a perpetuidad una acción exclusiva para la construcción de un Canal por Nicaragua, también es antipatriótico.

La traída del filibustero William Walker es antipatriótica.

El pedimento de los marinos yanquis para que sostengan a un gobierno contra la voluntad de un pueblo es antipatriótico.

Los Pactos Dawson son antipatrióticos.

El derrocamiento de don Carlos Solórzano es antipatriótico.

El Tratado Cañas-Jerez es antipatriótico.

La propuesta de unos nicaragüenses para la anexión de los Departamento del Septentrión y El Medio Día a Costa Rica es antipatriótica.

La capitulación del Espino Negro entre Moncada y Simpson es antipatriótica.

El derrocamiento del Dr. Juan Bautista Sacasa es antipatriótico.

El derrocamiento de Leonardo Argüello es antipatriótico.

Las Reformas Electorales para abrir el camino de la reelección y la sucesión dinástica son antipatrióticas.

Los Partidos zancudos que entran en componendas para ayudar al que está en el poder a mostrar una apariencia democrática de una oposición para prestarse a un fraude electoral son antipatrióticos.

El Pacto Somoza-Chamorro de 1950 es antipatriótico.

El Pacto del llamado Partido Conservador Nicaragüense con Luis A. Somoza Debayle es antipatriótico.

Las compras excesivas de armas, no propiamente para la defensa del territorio nacional, sino para mantener al pueblo a raya y perpetuarse en el poder una sola familia, es antipatriótico.

Es necesario que señalemos los defectos, los errores, los atropellos, las anomalías, las monstruosidades de nuestra política.

EL GRAN DIARIO siguiendo este sano criterio ha señalado y está dispuesto a seguir señalando todas las malas cosas del Partido Liberal Independiente, porque sólo siendo implacable para señalar lo malo y los errores de todos los malos nicaragüenses es que podemos preparar el camino para una Patria grande y próspera de verdad.

Porque los nicaragüenses deben darse cuenta que existen hombres malos, tanto en el Partido Conservador, como en el Partido Liberal y el Partido Liberal Independiente, y debemos señalarlos para que sean apartados y execrados, si no se apartan y se enmiendan.

Y la labor del periodista honrado es insistir en mostrar y atacar el error donde quiera que esté y sean quien el partido político responsable  el hombre o grupo de hombres que los hubieren cometido, para sanear el país de la mala gente.

Es necesario recalcar hoy, día de nuestra independencia y simbólico de nuestra libertad, que mientras existan hombres en Nicaragua que defiendan como magnífico el Tratado Bryan-Chamorro, la intervención yanqui, las Reformas Electorales que admiten la reelección y la sucesión dinástica, el servilismo filibustero para endiosar a una familia y  afirme que las instituciones republicanas y democráticas no merecen respeto ni son dignas de practicarse, porque existió un gobernante que supo arreglar las cosas para que el Poder Público le quedara a uno de sus hijos por herencia, es imprescindible y urgente que existan  hombres que puedan señalar estas realidades como una vergüenza, para que una Nación como Nicaragua sea considerada como Patria grande, noble y digna de ser amada por sus hijos, bajo un clima de verdadera paz y tranquilidad.

Para que exista el Partido Conservador Tradicionalista no es necesario que existan Chamorros que defiendan los errores de los Chamorros sino conservadores que consideren a Nicaragua como una Patria; así como para que exista el Partido Liberal Nacionalista no es necesario que existan los Zuritas ni los Juanes que defiendan la Nación para el uso exclusivo de los Somoza-Debayle a perpetuidad así como tampoco era necesario para probar de que el Partido Liberal Independiente es un Partido Político, descender desde la cumbre su fortaleza moral que lo habían colocado 25 años de austeridad y abstinencia, el acepar una Amnistía diminuta, condicionada y mezquina, sólo para los participantes de los sucesos de abril de 1954 y dejando en la cárcel  a los 16 presos por los sucesos de Septiembre, muchos de los cuales no tenían ni la más leve noticia de que alguien quería matar al Gral. Somoza García;  y así como no es necesario para que el Partido Liberal Nacionalista pueda estar en el poder, porque es el partido de la mayoría, existan malos nicaragüenses que se acojan a Reformas Electorales impopulares, alegando que son preceptos constitucionales, aun sabiendo cómo fueron impuestos y hagan uso de la fuerza armada para sostenerse en el poder; ni el Partido Liberal Independiente necesitaba haberse congraciado con la Dictadura allanándose a una Amnistía mezquina y diminuta para poder enarbolar la bandera de la dignidad nacional en Nicaragua. Es también importante y de suma urgencia que hoy día de nuestra independencia, recordemos a todos los nicaragüenses de buena voluntad, ahora que, como en aquel 12 de Septiembre de 1827 la libertad está en peligro de sucumbir bajo el carro de la sucesión Dinástica y del filibusterismo de los Juanes, es necesario colgar de un poste las ambiciones y los errores históricos, que son muchos, de ambos partidos, que han ejercido el monopolio del poder político en el país en 137 años de vida independiente y nos elevemos hacia el cielo de una idea clara y serena de Patria, que significa paz comprensiva sin Tratados Bryan-Chamorro ni reelección ni Sucesión Dinástica ni componendas de Pactos colaboracionistas y sin sumisión de andar firmando amnistías diminutas y mezquinas que sólo conducen a un partido al ridículo.


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- VII -


PABLO ANTONIO SE DESESPERA ANTE LA PRESENCIA DE LAS IDEAS

Por: Manuel Díaz y Sotelo

En: El Gran Diario. Año VI. Managua, D. N. Jueves 24 de Octubre de 1957.

Director y Fundador: Dr. Adán Selva.

   El actual Director de “La Prensa" en el editorial de ayer no despunta como un gladiador de las ideas sino como un maratonista de las palabras vacías. En su artículo aparece tan diluido como su misma presencia física en el espacio, y no encuentra donde esconder sus vergüenzas “ideológicas” cuando comparece ante sus ojos el poder de nuestra dialéctica que con hechos concretos, con fenómenos reales, le principia a establecer un régimen sobre los hechos y los fenómenos que condicionan los diferentes aspectos de la vida social política en sus manifestaciones concretas. Se ruboriza tanto cuando ve la razón  desnuda que parece que al escribir se estuviera dando con la piedra de su ignorancia en su pecho de beato.

   Dice que “tales ideas sabemos a qué ideología pertenecen”. ¡Pobre poeta” Anda tan desorientado que en el anterior editorial desconoció el valor de la civilización griega, siendo profesor de la Historia del Arte. Ahora que quiere estuprar el campo de las ciencias políticas y sociales, dice tantos desaguisados como que si cuando ellos se repartieron a él  le hubiera tocado la mayor parte. El atribuir esos principios al comunismo es de tontos. Lo lamentamos, porque son esencialmente liberales. Basados en la razón y o en la emoción o en el sentimiento, como él quiere. Talvez se atreva a decir que Heráclito se educó en los principios de Marx cuando afirmó que todo es materia y se transforma en energía, nada menos que quinientos años antes de Cristo.

   Pero cuál es el miedo de Pablo Antonio, cuando se asusta que le digan que los problemas de Nicaragua no son de religión, sino de bienestar social y  económico, cuando es elemental que sin tranquilidad económica no puede haber en ningún pueblo salud espiritual. Bien lo dice a León XIII, para citarle un personaje de los que a él le encantan, que toda prédica religiosa resulta ineficaz, cuando se le hace a estómagos vacíos. O para no repetirle más citas de Papas le recomendamos o le ponemos a sus órdenes un libro de Pío XII, que nos regaló Ernesto Cardenal, titulado ALOCUSIÓN SOBRE LA DEMOCRACIA. En él, se estudia la explotación del proletariado, los problemas de las masas y otros tantos problemas interesantes que son el plato apetecido de los políticos, los economistas y sociólogos. No crea que porque el Papa habla de proletariado y masas es comunista, o los antecesores del presente sabotearon al catolicismo  cuando abrieron  las puertas de los archivos de Vaticano para que dieran a conocer al mundo los horrores cometidos por esa iglesia.

   El poeta Cuadra dice que nosotros acusamos de asesino al cristianismo. No hemos hecho tal cosa, puesto que él mismo se acusa en la historia antigua. Que abra cualquier texto de historia y se dará cuenta, es la mala fe de escritor aspirante a político que añora la suplencia diputadil, y se dará cuenta que cuando el cristianismo, tuvo algún poder e influencia, se dio a la exterminación de todos los que se llamaban herejes. Tal vez será por esto que don Fruto Chamorro tenía como insignia la legitimidad o muerte, que les encanta a los conservadores. Acaso no es por mala fe que Pablo Antonio, y por el prurito de odiar al liberalismo que le nombra comunismo al libre examen de los hechos históricos, y el aplicamiento (sic) a ellos de principios filosóficos ajustados a la razón.

   Esa forma de negar rotundamente hechos comprobados en la historia demuestra que los reaccionarios nicaragüenses piensan que nuestro pueblo está tan atrasado como en la edad media, y que se pueden continuar haciendo las terribles correrías de aquel bochornoso entonces. Estamos seguros que Pablo Antonio es capaz de afirmar que el filósofo Giordano Bruno, que vivió varios siglos antes  que Marx y Engels, era comunista porque discutió los problemas religiosos e hizo un examen de Dios, por lo cual fue quemado en Roma en uno de los dolorosos siete siglos de la nombrada Santa Inquisición. También no ignoramos que diga que es comunismo decir que una de las Cruzadas para recuperar los “santos lugares” corrió tanta sangre en Jerusalén, que ellas mojaban las bridas del corcel de Godofredo, y los infieles fueron degollados en los mismos templos todo PORQUE DIOS ASÍ LO QUERÍA. ¿Será posible que estos cachurecos nicaragüenses tengan mentalidad tan poco evolucionada que crean que estos salvajismos complazcan al supremo hacedor?

   Olvidará el poeta editorialista de “La Prensa” que en la matanza de San Bartolomé en una sola noche asesinaron a más de veinte y cinco mil seres humanos. Es decir que eso no sucedió ni en la época del terror de la Revolución Francesa, y que la Revolución Francesa nos dejó la herencia de los principios LIBERALES que tanto odia Pablo Antonio, y que no los podrá destruir aunque diga que los que lo profesamos somos comunistas. También hay que recordar que la misma Juana de Arcos fue mandada a quemar de acuerdo con sentencia del obispo Bubduy, porque Juana era libertadora de Francia y el tal obispo era partidario de la intervención extranjera, como los altos dirigentes del conservatismo en Nicaragua, a cuya genealogía pertenece el editorialista de “La Prensa”.

   Si nosotros enmarcamos a Pablo Antonio en el lugar que le corresponde, no fue mediante el uso de los insultos como dice, sino citándole hechos. Pero como autócrata conservador ahora quiere aparecer como la víctima, cuando él fue el primero en endilgarnos todos los adjetivos que encontró alrededor de su incapacidad ideológica. Por lo tanto él se merecía, le remitiéramos sus mismos términos.

   Consideramos ineficaces las ideas de caridad, porque no se trata de distribuir limosnas sino de reconocer derechos para que los ciudadanos tengan acceso a la dignidad humana. Es una verdadera desgracia que todavía existan escritores reaccionarios que estén clamando por sistemas ya abolidos por el impulso de nuevas ideas, a la luz de nuevas corrientes de derechos sociales. La verdad es que como el director de “La Prensa” tiene aires de sangre azul le interesa más la existencia de la humillación, para así aparecer como un misericordioso, dándole cinco centavos a los vergonzantes. ¡Cómo le congestiona la mente la edad media al pobre poeta! Dichosamente la historia, el mundo o las ideas no caminan como los cangrejos, y todo sin detenerse va hacia adelante.

   Se desespera Pablo cuando no teniendo que decir agrega a su artículo que es evidente que nuestras ideas son del izquierdismo, sin lugar a dudas para atemorizarnos. Sin darse cuenta que el no liberalismo es una idea de izquierda, mientras el reaccionismo lo es de la extrema derecha. Mientras el reaccionismo no reconoce defectos, es dogmático, a todo lo malo le dice bueno y viceversa. El Liberalismo proclama la libertad de conciencia y  esto es lo que más le irrita al poeta estuprador de la política, porque él que no deseara que estuviéramos aun en los tiempos del buenos días amo Pedro.

   Dice el editorialista que en nuestro artículo no encuentra ideas  y que a lo único que recurrimos es a los insultos. Parece que Pablo tuviera una venda en el entendimiento. Será acaso pocas ideas la de los problemas económicos de Nicaragua, la libertad de expresar ideas sin ser perseguido y coaccionado por nadie, pedir garantías ciudadanas, abolición del estado policía, una democracia en función de los intereses económico-social del país, abrogación de tratados contrarios a la soberanía de Nicaragua, la amnistía para sacar a los presos políticos, etc.

   Pero por si acaso le quedan dudas y sigue afirmando que es comunismo pedir la libertad de conciencia, que él tanto odia, porque los liberales somos partidarios de la separación de la iglesia y del Estado, y ellos estarían encantados que un  cura oscurantista tuviera el mando supremo del país; él es enemigo de nosotros los liberales y  nos acusa de comunista, porque los liberales somos partidarios de la libertad de testar, y los conservadores todavía suspiran por el mayorazgo; Pablo se muerde la lengua de cólera, porque  los liberales propugnamos por una enseñanza laica y ellos quieren que todo esté sujeto a doctrinas unilaterales y les gusta impedir el raciocinio; para el poeta aspirante a político, el liberalismo es comunismo, porque nosotros estamos en contra de la pena de muerte, y él hasta hace campaña periodística para sacrificar a enfermos que comenten delitos, pero que él sentiría un placer especial de salvaje al ir a bailar en los alrededores de un sacrificio; para el editorialista de “La Prensa” es ser comunista defender el matrimonio civil, porque una mentalidad conservadora es incapaz de comprender los alcances de esta disposición social, como constitución de la familia, garantizada por la fuerza del Estado; sin lugar a dudas que dirá que también es ser comunista el reconocimiento de los derechos civiles de la mujer, porque para un reaccionario la mujer no deber circunscribirse más allá donde sea el lugar, de hacer, en forma esclavista, las obligaciones hogareñas; estamos seguros que Pablo Antonio afirma que es ser comunista la proclamación jurídica del amparo a los hijos naturales, porque él tiene el concepto de que son hijos del diablo y lo más correcto sería degollarlos.

    También Pablo debe decñir que es ser comunista interesarse en una reforma agraria que venga a aumentar la producción agrícola del país y sirva para ir a una futura industrialización; es partidario del monocultivo y de un mercado dependiente porque ellos tienen interés en pagar bajos salarios y en mantener todos los remanente s feudales, y lo desespera que los liberales no interesemos sumamente por los asuntos económicos sociales del país. Estoy seguro que sí lee la historia de Roma de Teodoro Mommsen al encontrar en sus páginas las reformas agrarias de los Gracos, de Julio César, de Sila, dirá que estos personajes que vivieron hace tantos siglos vinieron a aprender esas doctrinas peligrosas en los libros de Lenín, lo mismo que los terribles procedimientos del Papa Alejandro Sexto los aprendió, según su criterio, en Stalin. Es evidente que también para Pablo son comunistas los Incas porque tuvieron el sistema de producción agraria más perfecto de la antigüedad.

   Se desprende del artículo del poeta que la alta dirigencia conservadora está sumamente interesada en tildar de comunista a todo movimiento legítimamente interesado en resolver los problemas del pueblo, y  que quiera sacar a un régimen democrático de la voluntad popular. Es una lástima desperdiciar tanta energía, porque el pueblo no lo va a permitir, ni nosotros vamos a dejar que sorprendan a ese pueblo, porque sabemos los dolores y los sufrimientos de esas masas, sus esperanzas y sus angustias, además de haber nacido en su seno. Y  no podemos dejarlo traicionar, cuando somos uno de sus miembros. Nos interpondremos con todas nuestras fuerzas a las pretensiones de esos falsos sangre azul.

   El señor Pablo Antonio Cuadra, pretende ignorar en su pseudo “editorial” de ayer en “La Prensa” que su contendor  en esta polémica soy yo, Manuel Díaz y Sotelo. Esto se debe al afán, no muy cristiano que digamos, de calumniar a moros y cristianos con el sambenito de comunista. Sépalo señor Cuadra y compañía: En Nicaragua no existe problema comunista, y quien lo afirme lo hace de mala fe pretendiendo reprimir las ideas liberales. Yo soy hombre responsable de mis actos y mis ideas políticas, las expreso bajo mi firma. No siga el señor Cuadra combatiendo como nuevo Quijote contra molino de viento, aquí me tiene, en ausencia del paladín de la libertad de prensa Dr. Selva, en mi calidad de encargado de EL GRAN DIARIO, listo a defender mi credo liberal, con la pasión propia y legítima de quien mete toda su sangre en sus ideas.

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