jueves, 12 de enero de 2017

Repaso de historia...PERFIL DEL DICTADOR LIBERAL: ZELAYA. Por: Teófilo Jiménez Viales*


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Caricatura de Róger Sánchez - La Prensa, 12 de Enero de 1979

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         Entre los puntos fuertemente antizelayistas que impuso el ultimátum presentado por el comisionado especial, Dawson, del presidente de EE.UU., Taft, al gobierno de facto de Juan José Estrada, (octubre de 1910), figuran: “a) exclusión del zelayismo en el gobierno de la República; b) abolición de todos los monopolios creados por el gobierno de Zelaya”.

         Reacción drástica y  radical del coloso del norte contra el hombre que en 17 años de poder unipersonal, invadió países vecinos, enfrentó mil y una revoluciones que le fraguaron sus sempiternos adversarios, los conservadores, contra su continuismo impenitente. Últimamente, para mayor pesar suyo, coligado con sus adversarios de sus correligionarios, el general Moncada. Hasta que EE. UU., se cansó de tolerarlo en sus andanzas revolucionarias. Aprovechó el fusilamiento de los yanquis Cannon y Groce para fulminarlo con la famosa nota Knox, ejemplo vivo del coloniaje más rampante, que lo tumbo definitivamente del poder.

         Juan J. Estrada, que había “traicionado al zelayismo para salvar al Partido Liberal, no tuvo más remedio que aceptar tales puntos, desglosando así al hombre del partido. Actitud ejemplarizante que hoy parece imposible a los llamados liberales, que confunden el viciado caudillismo personalista, con la organización política que le da origen, que es permanentemente histórica.

         Este perfil de Zelaya, surge a través de interesantes párrafos externados por el político conservador Cuadra Pasos, en un compendio vulgarizador que fueron publicados por la extinta revista “Semana”. Luego fueron impresos bajo el título “Historia de Medio Siglo” (Editorial Unión).

         Prosa suelta, concisa, penetrante, eminentemente moderna, periodística, sugestiva, la del político y escritor. Se afirma que la historia es el historiador por lo difícil que es ser objetivo en narrar hechos en que se toma parte personalmente (como el tribuno sultaneco). No obstante, se me antojan estos seleccionados trozos, aleccionadores, sugerentes, oportunos,  para la actual situación política que vive nuestra patria. Entresaco pasajes, acoto comentarios. Lo demás queda bajo la responsabilidad intelectual de Cuadra Pasos. En materia de juicios históricos, opiniones, conceptos filosóficos, etc. Aquí va el perfil político de Zelaya, con subtítulos colocados por el suscrito.

PARTIDO ANULADO

         “El rostro de Zelaya en la política nicaragüense era imborrable porque estaba confundido con la huella de uno de los partidos históricos. La sanción (exclusión) contra el zelayismo sin comprender ese vocablo al que se daba sentido peyorativo, comprendía en su significado a todo el Partido Liberal que era una entidad histórica imprescindible, para el equilibrio de la democracia nicaragüense y aún centroamericana”. (Los subrayados son míos).

         Comentario: El vicioso caudillismo, peste en nuestra historia, aboga y anula a los partidos que lo han sustentado en los orígenes de la toma del poder. Como mater nutricia al Partido el dictador lo sofoca en el curso de su ascenso al pináculo hasta mediatizarlo y anularlo bajo su omnímoda voluntad.

         Comentario: Mutatis mutandi la historia se repite. Como dijimos antes en otro perfil (el de Hitler), el poder absoluto acaba por corromper en absoluto al que lo ejerce. Al principio, los dictadores, como afirmó un lugarteniente de Hitler, “son humanos al final inhumanos”.

         Apogeo: El dictador de Nicaragua estaba en su época de mayor poderío, que es cuando se ciegan los poderosos.

         “Entretanto Zelaya, triunfador y engreído, caminaba sin embargo hacia su ocaso. Don Enrique Guzmán comentando la situación dice: “el molino de la Providencia muele despacio, pero muele siempre”. Mitad broma, mitad blasfemia, el pueblo conservador decía desconsolado: “Dios se ha vuelto zelayista”. (Pág. 30 ob. cit.)

         Comentario: El dicho del castizo escritor nica Enrique Guzmán revela una irónica filosofía acerca de la fugacidad del poder, como el dinero, es inestable. Se lucha, a veces brutalmente para atraparlo, cuando su inesperada pérdida es tan deleznable, como la fina arena que se escurre en los dedos de las manos”.

         Tensión con EE.UU.: “usando (Zelaya), una diplomacia agria contra la Legación Americana, residente en Managua. La cuerda de las relaciones entre los Estados Unidos  y Nicaragua se puso tensa”.

         Comentario: Cuando llegó Taft al poder, hubo alborozo entre los conservadores,  (iba a ser el que derribaría al dictador), creyendo, como ahora, que en Washington, se cambia el rumbo del poder en estas republiquetas de banano y café. Zelaya, envalentonado, desató la represión y se colocó frente a la representación diplomática, en algo parecido como el actual con la Embajada de EE.UU., de septiembre pasado para acá. El paralelismo entre ambos hombres es notable, porque el sistema “común” se inspira en su anterior antecesor, que comenzaba a “tocar a Dios con las manos sucias”.

         Reto: Zelaya se estaba enredando en los hilos de su política dictatorial. El gobierno de Washington lo miraba cada vez con mayor desconfianza y el hombre fuerte acostumbrado a que todo se le sometiera  y todos se humillaran, quiso contrarrestar la nueva política de los Estados Unidos”… etc. (Pág. 36).

         Comentario: Esta párrafo calza con los actuales momentos políticos. Cambiando el objetivo de Estados Unidos, que era el proyectado canal interoceánico, entonces por la política de respeto por los derechos humanos, ahora, preconizada por Jimmy Carter a su ascenso al poder. Aunque su vigencia en la realidad se convierte cada vez más en barullo propagandístico para consumo interno de cabilderos políticos electores, que en una base de apoyo efectiva para los sojuzgados pueblos latinoamericanos.

         Jaque Mate: Pero Zelaya estaba ciego por sus buenos éxitos anteriores. El gobierno americano que atisbaba la coyuntura propicia para terminar con el poder de Zelaya, estimó como una grave ofensa para los EE.UU., el fusilamiento de dos ciudadanos americanos (Pág. 38. ob. cit.)

         Comentario: Aunque en 1979 la política yanqui ha cambiado el brutal intervencionismo más descarado para defender sus intereses de vastos alcances imperialistas, todavía Centroamérica es para EE.UU., área sensitiva para que la historia vuelva a enredar el hilo de la madeja. Carter retira a funcionarios de su embajada, cancela préstamos considerados inminenets, si no se adopta un nuevo régimen gubernamental radicalmente distinto al que impera…

 Destierro: El gobierno americano no bajó el dedo conminador y el general José Santos Zelaya, después de haber hecho nombrar en el Congreso, como sucesor, al doctor José Madriz, tomó el camino del destierro en un barco de guerra que puso a su disposición otro dictador, general Porfirio Díaz, de México.” (Pág. 46. ob. cit.)

Comentario: Todavía el dictador, con un pie en el barco que lo alejaría (hasta su muerte) de su patria, actúa como autoritario exiliado, haciendo nombrar por un Congreso que le es servilmente sumiso al doctor José Madriz, para quien era mucho peso, cargar en sus débiles hombros, tan funesta sucesión.

Zelaya, ante la fuerza mayor de la potencia sojuzgante, que lo derrocó de un manotazo, termina como inexorablemente terminan los dictadores casi siempre: en el destierro, amargo y agobiante. Pero ninguno, en la ambrosía del poder, hasta ahora, ha aprendido la lección. Recordemos pues a don Enrique Guzmán: “el molino de la Providencia muele despacio, pero muele siempre”.

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* Publicado el 12 de Febrero de 1979,  cuando faltaban escasos 186 días para que el “molino de la providencia”, ─ advertido por don Enrique Guzmán (1843-1911) ─, le aplicara la primera “muela” al último dinasta de los Somoza, quien partió raudo al exilio un 17 de Julio de 1979; la “segunda muela” y molienda definitiva, lo alcanzó en Paraguay. 

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