domingo, 3 de mayo de 2020

EL ÚNICO RETRATO FOTOGRÁFICO DE LA POETA ROSA UMAÑA ESPINOSA. Por: Eduardo Pérez-Valle hijo.


──────  Ω Ω Ω Ω  ──────

 ROSA UMAÑA ESPINOSA

(Villanueva, Chinandega, 1872-León, 1924)

──────  Ω Ω Ω Ω  ──────

“Sentimiento y sencillez de cuatro poetas olvidadas de principios del siglo XX”, es el título de la investigación histórico-literaria acompañada de meritorios análisis sobre la obra y personalidad de la poeta nicaragüense ROSA UMAÑA ESPINOSA; tesis elaborada y presentada en 2013, por cuatro estudiantes de la Universidad de Alabama, para obtener el grado de Doctores en Filosofía en el Departamento de Lenguas Modernas y Clásicas. En ese colectivo de trabajo participó la nicaragüense Aida Elisa Martínez de Medina junto a William Worden, Alicia Cipria y Steven Bunker..

En lo que concierne a esta breve entrega sobre la poeta Umaña Espinosa, no la dedico a eslabonar lo ya explorado por una pequeña cantidad de autores, donde conjugan esbozos sobre su personalidad con la estremecedora creación poética. Este apartado lo hemos dedicado, simplemente, a la única fotografía de escaso encuadre fotográfico que fue hecha a Rosa


Los artistas de la fotografía coinciden que el Retrato requiere de una dimensión exacta o área captada para lograr introducirse en la personalidad del retratado. Sobre lo expresado, de esas inspiraciones poéticas de Rosa Umaña Espinosa, hubo varios libros, y artículos críticos en revistas literarias, pero, he aquí lo increíble, jamás hubo alguien que le hiciera dos encuadres fotográficos destinados a esas revistas. Ninguna de aquellas básculas del pensamiento poético, literario, dedicado al elogio estrujado o al denuesto, publicó esos puntos seguidos y puntos finales con una fotografía de Rosa.

  

Mientras a todos esos poetas de finales del s. XIX y  principios del s. XX., les disponían la prosa y el verso junto a varias fotografías, a la poeta Rosa Umaña Espinosa le restringieron.  

Sobre este particular, Aida Elisa Martínez de Medina anotó en su tesis doctoral: “En la Antología General de la Poesía Nicaragüense de Arellano (1984), aparece la única fotografía que se conserva de esta poeta.”

Por esas circunstancias, la semblanza literaria de Umaña Espinosa quedó desprovista del arte fotográfico, no hubo retratos con encuadres reducidos o amplios; un recurso que en estos tiempos está al servicio de la ciencia dedicada al estudio de la fisonomía del rostro.

Sin embargo, José María Gutiérrez, en la parte liminar del libro “Luz de Ocaso” (1916),  intitulada “Una alondra de estos bosques”, donde se localizan  breves evaluaciones conceptuales de aquella enigmática personalidad, la describe un tanto aproximado a la única fotografía, cito:

“La conocí en Managua por el año de 1901 en un cuarto decente de Bruno Niño, cuarto que era á modo de colmena de un grupo de empleados en los diversos ramos de la administración pública. Ahí la conocí. Representaba unos treinta años. De mediana estatura, cabeza pequeña y bien formada como de paloma torcaz, pelo negro y liso, frentecita cuadrada, nariz delgada, labios rosados, los ojos negros; por ellos se le asomaba su alma apasionada y varonil, mirada nerviosa y centellante, la voz un tanto delicada, pero si la sacudía un estremecimiento pasional se atropellaba en borbotones cáusticos y pesimistas. Pobre de carnes; rica de espíritu impulsivo. El color trigueño lavado le daba aspecto de una rajita de canela.”

Para finalizar, consignamos que el origen primigenio del “único retrato fotográfico” de Rosa Umaña Espinosa, dado a conocer en la portada del Boletín No. 180-181 de la Biblioteca “Rubén Darío”, enero-julio, 2019. Edición del Dr. Jorge Eduardo Arellano, fue la fotografía que ilustró un artículo dedicado a ella, publicado en la Revista Darío, del 1 de Mayo de 1922. No. 17-19. Director: J. Ramón Pineda. Redactores: Hernán Zelaya R. Henri y Roberto Debayle. Agente Mayor: Manuel Roldán. Tipografía G. Alaniz. León.

Tengo el agrado de compartir con los apreciados lectores del Blogspot, el artículo que fue ilustrado con el Retrato Fotográfico sobre la poeta Umaña Espinosa. En otras fechas haremos otras entregas inéditas.

──────  Ω  ──────



EL RETRATO FOTOGRÁFICO DE LA POETA 
QUE ILUSTRÓ EL ARTÍCULO DEDICADO A ELLA
PUBLICADO EN LA REVISTA DARÍO

──────  Ω Ω Ω Ω  ──────

ROSA UMAÑA ESPINOSA.  En: Revista Darío. León, 1 de Mayo de 1922.

“Recuerdos  y esperanzas”. “Ayes del alma” y “Luz de Ocaso” componen su labor de poetiza (sic) sentimental.

         Rosa Umaña, como Meliton Simois, no ha tenido preparación ninguna. No ha sido culpa de ella. Canta como los pájaros sin que nadie les enseñe y perfuma como las florecillas del campo. Escribe lo que siente. Su poesía es a la antigua. Muchos han querido dañarla gratuitamente tratándole de arrebatar lo único que posee: su lira: La Umaña es de aquellos seres desheredados de toda buenaventura. Sola, desamparada, va arrastrando su tristeza y dejando jirones de alma, que los vuelca en sus versos dolientes. Y mucho ha derramado la sangre de su herida perpetua en los vasos de los que no saben lo que vale un rayo de sol en las oscuridades absolutas.

         Poetiza de verdad, tiene un temperamento delicado, parece que todos le conservan rencor, pero esto no es su culpa; es pues que la burla de los humanos le ha llevado al convencimiento natural, que en ella aumenta de proporciones.

         Ahora está preparando su nuevo libro, en el que pondrá otros retazos de sus noches sin fronteras y que a más de uno de los que sienten comprenden, le harán brotar furtivas lágrimas


               LEJOS DEL NIDO*

   Mañana, cuando besen tu nítido plumaje,
Las auras de otros campos que alegre has de cruzar,
Recuerda de tu nido, recuerda del ramaje
¡Qué fue de tus amores el plácido solaz!

    Recuerda que hay un ave silente en selva oscura
Que un tiempo tuvo arrullos de dúlcida torcaz
Que tuvo los encantos del aura que murmura,
Y un sol esplendoroso que nunca volverá.

    No olvides que en tus alas que raudas se agitaron
Se fue la dicha toda de quien te supo amar,
Que el campo y la floresta por siempre se enlutaron
Y reina por doquiera silencio sepulcral.

    ¡Prosigue tu camino buscando otras colinas,
¡Buscando otras riberas para poder cantar…!
Cuando la suerte varia te brinde sus espinas
¡Un páramo te espera para dormir en paz!

    Así trajo un acento la noche silenciosa
Así dijo la brisa y el aura al susurrar;
Y mi alma como un eco, doliente y cariñosa,
Guardó del ave triste su queja y su pesar.

León, Noviembre de 1914.

                   ROSA UMAÑA ESPINOSA
                                                                                                         
En: Revista “Darío”. Año I. No. 7. Enero de 1917.  Director: J. Ramón Pineda. Redactores: Hernán Zelaya R. Henri y Roberto Debayle. Agente Mayor: Manuel Roldán. Tipografía G. Alaniz. León. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario