domingo, 24 de diciembre de 2023

AGONÍA Y RESURRECCIÓN DE UN CENTRO PENAL, EL HORMIGUERO. Por: Óscar Leonardo Montalbán. En: Extra. 12 de Abril de 1970



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CELDAS CON ALIENTOS DE CLOACAS

POCILGAS, DONDE CADA PRISIONERO TIENE SU DRAMA

FORTALEZA CON HISTORIAL POLÍTICO

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    La vetusta construcción del Cuartel Central de Policía de Managua cuyos plomizos muros se levantan casi al final de la Avenida Roosevelt en Managua, fue construido en tiempos del General José Santos Zelaya, progenitor de la Construcción Liberal de 1893 y puesta en vigor el 11 de Julio de ese mes, aniversario de la Revolución.

    La pequeña fortaleza cuyo diseño arquitectónico interior tiene gangrena, trashuma un ambiente penal nauseabundo, donde día a día el calendario deshoja el drama de cada prisionero.

    “El Hormiguero”, llamado así por la vox populi, fue un remoquete que circuló en tiempos que los Infantes de Marina Norteamericanos ocupaban el lar patrio. Las hormigas al parecer habían hecho de aquel penal una ciudad satélite para sus actividades y una despensa opípara de la epidermis de los reclusos.

    Cierta o no la versión, la tradición hizo ley de aquel bautismo y el Cuartel Central de la Policía de Managua conserva siempre su apelativo de “El Hormiguero”.

LA CIRUGÍA PLÁSTICA

    Pronto, sin embargo, el gris penal será sometido a una especie de cirugía plástica, con proyecciones a una nueva fachada, aún cuando de acuerdo con el criterio del actual Comandante de la Policía de Managua, lo más conveniente sería demolerlo y levantar un edificio de cuatro pisos para las exigencias de una ´sección militar de tal naturaleza.

    Una realización de ese proyecto, significaría, una inversión de 3 a 4 millones de córdobas y por el momento al parecer no hay dinero disponible en las arcas de la austeridad.

    La muerte y resurrección de “El Hormiguero” no es una ecuación indescifrable, su realización puede verificarse en cualquier momento. En el Departamento de Ingeniería del Campo de Marte, el Ingeniero y Teniente.

66 AÑOS DESPUÉS

La fortaleza de “El Hormiguero”, fue parte del Campo de Marte, cuyas murallas fueron construidas por el Ingeniero Napoleón Ré. Ocurrió esto allá por el año de 1904, cuando Managua había cambiado totalmente debido a las variantes políticas.

    El historiador Gratus Halftermeyer describe su transformación así:

    “Debido al cambio político, hubo un movimiento inusitado en todos los órdenes de la vida nicaragüense. Ya no es la misma ciudad monótona que se acostaba a las ocho de la noche y se levantaba al clarín sonoro del primer gallo, salvo en las noches de teatro, jueves y domingo, que actuaba alguna compañía”. Cada mañana a partir de esa fecha, era un paso hacia el progreso.

    “El Hormiguero” nació cuando al capital de Nicaragua, comenzaba a florecer, el alumbrado eléctrico se había instalado ya, y en el Teatro “Castaño” se exhibían los primeros films cinematográficos.

    Lejos estaba si, la T.V. el mundo sórdido a insolente de los hippies, las píldoras anticonceptivas, y la operación minifalda de la creadora Mary Quant, no proyectaba el escándalo del muslo femenino.


ASÍ, AL FIN DE LA CALLE

    “El Hormiguero” es una pocilga. Sus celdas sometidas diariamente a una burda limpieza, hacinan más reos por metro cuadrado de lo que en realidad corresponde a su cupo. Sobre los camarotes de madera, los prisioneros duermen, comen y a ratos juegan naipes. Sudor y fetidez impregnan el ambiente. En otras existe una constante penumbra, y por las noches un bombillo eléctrico, se balancea temblorosamente.

    La celda de las mujeres no se diferencia de las otras. Un solo inodoro, por regla general descompuesto, saturara el aire de inmundicia. Las reclusas son por regla general, hetairas, Evas de prostíbulos baratos, atrapadas en sus cubiles o bien “cocotes” que exprimen su bohemia en altas horas de la noche.

    La alimentación es una de las tantas otras que se sirven en cualquier penal. Para los nuevos, sobre todo, son una invitación al vómito.

    ¿Y las multas? Primero pasa un camello por el ojo de una aguja, ante que un reo salga libre sin pagar la multa.

TODAVÍA ALGO MÁS

    “El Hormiguero” tiene también un historial político. Frente al costado oriental, en el Campo de Marte, se alzaron en tiempos, residencias señoriales. El General Zelaya vivió en una de ellas, y en los primeros años de gobierno del viejo Somoza, cuando era Jefe Director de la Guardia Nacional, asentó allí su despacho.

    En la época de la administración Moncada, dio albergue a varios Ministerios de Estado.

    En las proximidades de dicho penal, un día trágico, fue detenido el carro en que viajaba el General César Augusto Sandino, después de haber conferenciado con el General Somoza García. La captura se realizó frente al portón principal de la actual Academia Militar.

    Lizandro Delgadillo y Carlos Eddy Monterrey, formaron parte de un suceso que la historia ha pregonado como un crimen político.

    Mientras Sandino enrumbaba su camino hacia la muerte, en “El Hormiguero”, Sofonías Salvatierra y otros, quedaron detenidos en el penal.

LAS VOCES CALLADAS

    Existe en “El Hormiguero” una celda especial dividida en dos. Le llaman “La Leona” o bien “La Equina”. Los reos temen ir allí. Los traficantes del crimen y los expoliadores del delito se sobrecogen cuando se les remite a dicho claustro.

    Pobre en ventilación, sin luz e infestada de insectos.

    Tiene aliento de cloaca.

    Las voces que vibran allí, no se oyen. No hay eco. Por la tarde encima de sus cabezas en el torreón, el clarín, anuncia que hay que arriar el pabellón nacional. Más allá de los muros los carros pasan raudos, y los peatones ignoran despreocupadamente, la tragedia de los huéspedes de “La Leona” o de “La Chiquita”, donde un día el poeta que fuera guardia raso, Manolo Cuadra, permaneciera durante un buen tiempo, por haber protestado por primera vez hasta entonces, contra el régimen del General Somoza García.

SERÁ UN REALIDAD

    “El Hormiguero” no tiene razón de vivir más, 66 años es suficiente. Como centro penal, no es algo digno de mostrarlo al público, ni al ojo del turista con reservado en el Intercontinental de Managua, o las zonas residenciales que se explayan más allá de Tiscapa.

    La fortaleza se resiste, pero su remodelación o demolición, depende de las monedas de la austeridad.

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“EL HORMIGUERO” Y LOS PRIMEROS TORREONES. En: Extra. 30 Noviembre de 1969

Señor Ignacio Briones Torres.
Coordinador de EXTRA.
Ciudad.

Estimado Señor Briones:

    En el número 67 Noviembre 16 de 1969 en la página No. 25 bajo el título “Policía” aparece un subtítulo de “LOS PRIMEROS TORREONES”. Lo informado a Ud., por la persona que da tal información está completamente equivocada por los motivos siguientes. ¿Cuándo llegaron a Nicaragua los últimos marinos norteamericanos? Fue en el año de 1927, ¿verdad? Bien. Esto quiere decir que cuando llegaron ya existía la pequeña fortaleza de El Hormiguero con sus respectivos Torreones. Esta misma fortaleza fue ocupada como depósito de materiales de guerra donde los marinos almacenaban parque y provisiones de boca, teniendo enfrente la casa del Cuartel General o seas el U.S.M. Headquarter de la Segunda Brigada del Quinto Regimiento destacado en Nicaragua. De El Hormiguero eran despachadas provisiones y materiales bélicos para los distintos puntos de la República donde se encontraban destacados los Marinos del U.S. Army, Aviación y resto del personal destacado, incluso lo hacían por medio0 del recordado Vapor Victoria en tiempos que era Contador el Sr. Alberto Arévalo.

    Donde queda ahora el plantel de las cárceles de La Aviación, eran depósitos de materiales para repuestos de aviación, camiones y todo material pesado llegado para mantenimiento de las fuerzas de ocupación acantonadas en el país.

    Es cierto que una vez idos los americanos, esta pequeña fortaleza fue ocupada por la 15va. Compañía de la Guardia Nacional bajo el mando del Teniente (no Coronel) José Jesús Alemán teniendo como segundo al Teniente Carlos Silva y como oficial de Compañía el Coronel Retirado Carlos E. Monterrey.

    Confirmo también que en el predio donde está cimentado El Hormiguero, existió una huesera motivada quizá a haber sido un matadero en tiempos anteriores, pero no es este el motivo por el cual se la haya llamado con este nombre. Cuando se organizó la actual Policía Urbana, al suscrito le tocó hacer tal organización, designando las varias Secciones; por primera vez la Policía dio comienzo al uso del uniforme que por ahora está en vigencia. Recuerdo que el Comandante de la Tercera Sección por aquel tiempo lo fue así designada la actual cárcel de La Aviación habiendo tomado el mando como Comandante el hoy Coronel Rodolfo Dorn G.N. Debe de recordarse la existencia de los llamados Puesto “A” y Puesto “B” y patrullas bajo el mando siempre de un oficial asignado a la Policía. Este servicio era efectivo y de grandes resultados.

Atentamente,

   CARLOS REYES RUIZ
Cnel. (R) G.N.

 

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