jueves, 26 de agosto de 2021

HIPÓTESIS DE E. PÉREZ-VALLE Su teoría sobre la cauda del Cometa Resurrección respaldada por “Science N. Letter” En: La Prensa, 27 de Octubre de 1957.

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En nuestra edición correspondiente al domingo 1 de mayo próximo pasado, publicamos bajo el título “El cometa de la Resurrección” un interesante artículo de E. Pérez-Valle en el que se hablaba en general sobre esos misteriosos pobladores del espacio y se trataba de explicar la doble cola del Arend-Roland, visible por aquel entonces.

Decía Pérez-Valle: “La cola supranumeraria en un caso como el presente, bien podría no ser exclusivamente gaseosa, sino formada por partículas sólidas sobre las cuales se ejercía la atracción solar y no la presión de radiación”.

Y al pie de un dibujo ilustrativo de esta hipótesis suya, decía: “La causa (de la por él llamada CAUSA HELIOTROPICA) podría ser un anillo o cúmulo de meteoritos, que habitualmente acompañan a los cometas, el cual sufriría la atracción del sol, mientras escapa a la presión de radiación. Estando el anillo de perfil, es decir, de canto, se vería como una línea muy fina, tal como aparece en la espléndida foto de LA PRENSA del 30 de Abril”.

Ahora bien, en un número de “Science News Latter”, posterior al artículo de Pérez-Valle, leemos lo siguiente:


“ASTRONOMÍA: SE EXPLICA LA COLA

 DEL COMETA


La extraña cola “heliotrópica” del más brillante cometa visible después del de Halley, el cometa Arend-Roland, consiste en pequeñas partículas vista de canto, dice un astrónomo americano.

El cometa Arend-Roland, señalado la primera vez en Noviembre último por dos astrónomos belgas, fue visto por millones hacia fines de Abril, cuando se mostró brillantemente al N.O. del firmamento. Asombró a muchos por tener dos colas: una convencional, generada a partir del núcleo por la luz solar; y otra, sorprendente, que consistía en un largo y angosto chorro apuntando directamente hacia el sol.

El doctor Fred L. Whipple, Director del Smithsonian Astrophysical Observatory, Cambridge, Mass., dice que no es necesario recurrir a teorías “extraordinarias” para explicar el desarrollo de la cola “heliotrópica” en cerca de 16.000.000 de kilómetros en pocos días y su rápido desvanecimiento. La cola se debió “casi ciertamente a una concentración de residuos separados del cometa por el calor solar y luego esparcidos en cierta área del plano orbital.

Cuando se ven bajo cierto ángulo, dice el doctor Whipple, estos materiales no pueden distinguirse fácilmente. Sin embargo, cuando se miran de canto, como ocurrió al atravesar la Tierra el plano de la órbita del cometa hacia el 21 de Abril, los residuos se ven claramente como una línea de considerable intensidad.

La cauda “heliotrópica” del cometa Arend-Roland evolucionó de una especie de abanico difuso (22 de Abril) a un largo y angosto espigón que alcanzaba varios millones de kilómetros el 21 de Abril. Hacia el 29 el chorro desapareció porque, además de habernos alejado mucho del cometa, lo veíamos desde fuera del plano de su órbita”.


            “Science News Letter”

                    June 29, 57

 

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Nos es grato publicar esta confirmación

 autorizada de una reconocida publicación

 científica a la teoría de nuestro colaborador

 Pérez-Valle, joven de profundos estudios a

 quien, junto con Incer, siempre consultamos los

 problemas de nuestras informaciones

 científicas y cuyos artículos dan a nuestro

 público datos bien fundados y de altísimo

 interés como en este caso que comentamos.

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