APROPIACIÓN, DESTRUCCIÓN Y, DISPERSIÓN, DEL ARCHIVO DEL GENERAL SANDINO
Por: Eduardo
Pérez-Valle h.
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Preliminar:
Durante la lucha contra la intervención norteamericana y, después del
asesinato del Gral. Sandino, hubo tres apropiaciones de abundante documentación
perteneciente al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, la primera ocurrió
durante uno de los combates más cruentos y traído a la memoria: el Combate en
las inmediaciones de la “Cueva de los Abismos del Horno”; después, sucedió la entrega del archivo personal del héroe, que
había trasladado y ocultado en Niquinohomo antes de las Conversaciones de Paz; y la tercera apropiación la efectuó
la marinería norteamericana que remitió documentos hacia los órganos de inteligencia, en Estados
Unidos. Al final de este trabado
histórico, conversamos con Wálter Castillo Sandino, con el objetivo de indagar sobre el propósito
o la voluntad de hacer algo que permita reunir documentos dispersos que
pertenecieron o tienen relación con la gesta del Ejército Defensor de la Soberanía
Nacional.
En el curso de la apropiación y la destrucción que impuso la
dictadura somocista sobre cualquier recuerdo, señal o noticia de la gesta nacionalista y antimperialista
emprendida por el general Sandino, muchos documentos personales del héroe y
gran parte del Archivo del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de
Nicaragua, fueron incautados y tomaron destino incierto. Lo más connotado
después de los aborrecidos crímenes que fueron perpetrados contra los miembros
del EDSNN, fue la compulsiva tarea de arrebatar el archivo y pertenencias del General Sandino.
Al antecedente, deben agregarse los cuantiosos documentos
incautados en combate al ejército sandinista que fueron enviados a las oficinas
de inteligencia del Ejército Imperial de los Estados Unidos de Norteamérica, y
décadas más tarde trasladados a diferentes archivos históricos. Otra parte
quedó a salvo en Nicaragua, celosamente guardada entre simpatizantes,
colaboradores, y militantes sandinistas. La tercera parte de esa profusa labor
de informes y ordenanzas militares, cartas, notas y artículos periodísticos del
general Sandino, permanece en otros archivos extranjeros, también los hay entre los ascendientes de
muchas personalidades que militaron a favor de la causa y la solidaridad internacional
contra la intervención yanqui en Nicaragua.
Entre esos notables de la época se inscriben: el vasco Ramón
de Belausteguigoitia, el argentino Manuel Ugarte; El general sandinista oriundo
de Guatemala, Isidro Ruano; el mexicano José Vasconcelos; los peruanos Esteban
Pavletich y Víctor Raúl Haya de la Torre;
Joaquín Trincado Mateo, nacido en Navarra, España y creador de la
Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, con la cual tuvo especial
adscripción teosófica el General Sandino.
La entrega artera del
archivo del General Sandino
El fraseo “quiero morir tranquilo” pertenece a José Bismarck
Alvarado, cuñado del General Sandino (1),
expresada en el intento de sostener exención de toda culpa frente a la única
vez que un periodista nicaragüense le preguntó sobre la pérdida del archivo del
EDSSN. Marcado por sus vecinos catarineños, le identificaban como un vecino de
“recursos de modesta economía, casi un hombre pobre y que de la noche a la
mañana se tornó en un potentado, sólo pudo haber tenido dos caminos para
obtener dinero: o robó o se sacó la lotería”. El 30 de agosto de 1970, con 72
años de edad, Alvarado negó rotundamente haber traficado con el archivo del
General Sandino y haber desvalijado a su suegro, don Gregorio Sandino.
Esta fotografía de Bismark Alvarado, cuñado del General Sandino, fue publicada en el Semanario "Extra", el 30 de Agosto de 1970. |
Marco Antonio Sánchez Conto, familiar en línea vertical del
General Sandino, recordaba: “Bismarck Alvarado fue diputado somocista y vivía
en Catarina. Desde pequeño sabíamos en Niquinohomo que después del asesinato
de Sandino, Somoza expulsó para El
Salvador a don Gregorio, su esposa y una nieta, y Bismarck Alvarado se quedó
con todos los bienes y los archivos de Sandino. Dicen los vecinos de Catarina
que Alvarado obtuvo su diputación al entregar los archivos de Sandino a los
Somoza.”
Es de suponer que el yerno de don Gregorio Sandino, para
obtener aquella diputación somocista, contara con el apoyo y la ayuda del
aparato político y represivo del régimen. Siempre aceptó haber trasladado, “a
la luz del día”, desde la casa de don
Gregorio, varios fardos en carreta jalada por bueyes; pero al buscar razones originaba
más sospechas: “Yo, sinceramente ignoraba si además de los granos (maíz)
existían papeles y documentos dentro de los sacos”.(2)
En las reacciones inmoderadas, y lejos de disipar sospechas, Bismarck aceptó
que un pelotón de la Guardia Nacional comandado por el entonces teniente
Federico Davidson Blanco llegó hasta la casa de su madre, doña Salvadora
Alvarado, y fue directo a los sacos en la sala principal, los cargaron y se los
llevaron. “Eso me hace suponer que hubo denuncia concreta de alguien que sospechaba
que en el contenido existieran documentos”, dijo en aquella ocasión.
Tal conducta explica, en su mayor parte, la manera en que
ocurrió la pérdida y la destrucción de importantes documentos pertenecientes a
la valiente, decorosa, y digna conducta del General Sandino. Algunos de los
documentos posteriormente fueron incluidos en el libro “El Verdadero Sandino o
El Calvario de Las Segovias”, estructurado por los oficiales G.N. Guillermo E.
Cuadra G., y Domingo Ibarra Grijalva, por encargo de Somoza García, y con la
colaboración de Luis Rivas Novoa, implicado en el relato de Alvarado Zúñiga.
El archivo sandinista
en la “Cueva de los Abismos del Horno”
Sabemos que otra importante cantidad de documentos del
Ejército Defensor de la Soberanía Nacional cayó en poder de la Guardia
Nacional, después del combate librado en Enero de 1933, en un sector montañoso
de Somoto, en el sitio conocido como El Horno. Los detalles de ese combate
están relatados en la “Revista Conservadora”,por el Teniente
G.N. Guillermo E. Cuadra G., comandante de la patrulla de 45 soldados que combatieron en el sitio. De
acuerdo con la descripción del sitio, el combate ocurrió entre El Espino y
Somoto, en las cercanías de una estribación o acantilado profundo.
En estos tiempos de avanzadas tecnologías, disponemos de
mejores estudios geomorfológicos de la zona norte de Nicaragua, al
contrastarlos con la descripción del G.N. Cuadra G., es de suponer que la zona
de operaciones militares corresponde al “Cañón de Somoto”, cuyas paredes, según
el INETER, alcanzan 160 metros de altura máxima, y en su recorrido tiene dos
pozas de agua. En los alrededores existen varias cuevas, una de ellas de
grandes dimensiones, servía de cuartel a los guerrilleros sandinistas. Así lo
confirma Cuadra:
“Este nuevo mirador estaba situado al centro de un óvalo
formado por una serie de lomas, cuyas cimas aparecían exentas de vegetación. En
su parte menos ancha, aquel óvalo, entre la casita y su confín, en línea recta,
tenía una distancia aproximada de unos mil metros. Semejante a un lago seco de
sinuoso fondo cuya profundidad no podía apreciarse por la existencia de una
serie de pequeñas lomas que aumentaban de altura a medida de ir acercándose a
su contorno o acantilado, aquel lugar, por poseer, además, una cueva de grandes
dimensiones donde podían caber perfectamente acostados unos doscientos hombres,
según nos lo explicaron los señores de la casa, se llamaba EL HORNO, los
ABISMOS DEL HORNO.
Dentro de ésta se encontró mucha correspondencia sandinista;
lista completa de la columna de Díaz y
Morales, comunicaciones dirigidas a Sandino por civiles de diferentes ciudades
de la república, y en el potrero, sesenta y cinco bestias, entre mulares y
caballares”. La Cueva de los Abismos de El Horno, uno de los refugios
sandinistas más buscado por el ex-Comandante de Somoto, Capitán Williams, desde
aquellos momentos dejaba de ser, para los nicaragüenses, sitio fantasma,
recutidero secreto de elementos como los que la Guardia acababa de desbaratar.”
CONVERSACIÓN: EL PROPÓSITO
DE WÁLTER CASTILLO SANDINO
Factores
perturbadores en el rescate de las fuentes históricas
Durante los años de silencio impuesto con el cual intentaron
cubrir el asesinato del General, aparecieron en el extranjero diferentes libros
con relatos o testimonios sobre la gesta sandinista, sin embargo, desde el
derrocamiento de la dictadura somocista no ha sido posible emprender desde
nuestro país hacia el extranjero, un proyecto sistemático de investigación
histórica para reintegrar la mayor cantidad de documentos que permanecen en
distintas instituciones y en poder de particulares.
Es de suponer que tan meritorio propósito cuente con el
apoyo y la ayuda de diferentes sectores, como ya lo hubo, pero conozcamos el testimonio de Wálter Castillo Sandino, ingeniero y excapitán retirado de la Fuerza
Aérea Sandinista, los aspectos desavenidos en el presente:
n otros tiempos hubo
financiamiento de investigadores en archivos extranjeros, ¿por qué ahora no lo
hay en este asunto de tanta importancia nacional?
“En honor a la verdad, la persona que a mí, de una manera
muy personal -----porque yo pensé que la pregunta iba dirigida a
investigadores, y yo no soy historiador--- me ha brindado apoyo es, el
comandante Ortega. Él me brindó ayuda, en mis viajes personales a los
Estados Unidos, para buscar esos documentos, es algo que no puedo omitir, pero
repito, en calidad sumamente personal, no ha sido ninguna disposición
gubernamental de apoyar la búsqueda de estos documentos o de esta información
que está desclasificada en los Estados Unidos. En esa labor es necesario contar
con personas que estén bien dotadas de conocimientos, retentiva, mucha memoria,
un documento que encuentras en una caja, lo anotas lo relacionas con otro…
¿Cuántos
nicaragüenses en este momento están dedicados a rescatar en el extranjero la
documentación relacionada con el General Sandino?
Que yo sepa, ya que la pregunta es relacionada con el
extranjero, que yo sepa sólo hay uno, una sola persona que a mí me ha
sorprendido muy positivamente, el señor Michael J. Schroeder, profesor de
historia en una universidad de Pensilvania;
de manera voluntaria, espontánea lo ha hecho en los últimos veinte años,
en todos los museos y todas las bibliotecas de los Estados Unidos, de la marina
de los Estados Unidos, del Departamento de Estado, y ha esculcado cada uno de
los documentos. Él estudia dos países en particular, México y Nicaragua. Hoy en
día usted visita su página Web que se llama “Sandino Rebellion”, y puede
encontrar mucha información, él está más abocado a Nicaragua.
“Nos ha dado una enseñanza increíble, donó más de 1,700
documentos inéditos, que los tengo resguardados en dos maletines. La mayoría
están en español, pero hay bastantes en inglés. Tenemos la versión de las
cartas directas de Sandino y de todos sus generales que fueron
arrebatadas, de los que fueron llevadas a los Estados Unidos, las
versiones de los yanquis, de sus propias versiones.” Y para probar lo afirmado, Wálter nos conduce
hasta una pequeña oficina adjunta y nos muestra dos enormes maletines repletos
de documentos.
¿El señor Schroeder
tiene apoyo del Gobierno de Nicaragua?
A través mío hemos solicitado apoyo, porque él me dice,
“imagínese Wálter, si yo he hecho este trabajo, al mismo tiempo que doy clases
en esta universidad, cómo sería si me dedicara sólo a esto, si hemos obtenido
bastante en poco tiempo y con muy pocos recursos, cuánto haría disponiendo de
lo suficiente, yo no estoy pidiendo ganar
nada por esto, tan sólo poder comer, dormir, tener un lugar donde no
congelarme”, porque él vive donde hay temporadas de frío intenso, y hace un
trabajo que en definitiva será en beneficio de todos nosotros, los
nicaragüenses, él ha pedido apoyo, y hasta el momento no hemos tenido respuesta.
A propósito de lo que
no está estudiado, ¿cuál es la preocupación de mayor actualidad relacionada a
ese conocimiento disperso?
“La falta de interés, porque yo no puedo llamarla de otra
forma. Hay una gran falta de interés en crear, digamos, estructuras que
fortalezcan la ideología sandinista. El estudio de la ideología sandinista. El
año pasado organizamos una cátedra, la cátedra Sandino, el 14 de julio del año
pasado, y la anunciamos con bombos y platillos, con eminentes historiadores,
escritores y personalidades de la
literatura de este país, en la UNAN. Sin
embargo, este proyecto no ha cuajado, no ha tenido ninguna repercusión, nadie
se ha interesado en llevarlo adelante, a pesar de que fue un gran evento. El hecho
de crear una cátedra nos daría más
posibilidad para que haya más aportes y de personas que tengan determinados
tipos de conocimiento y dotes que puedan apoyar a ese proyecto, esa es una de
las principales deficiencias que yo encuentro.”
¿El proyecto tiene
plan de estudio?
Lo más importante era el inicio. Yo no voy como historiador,
voy como familiar. Con los documentos y los aportes que yo tengo en lo personal
como familia. El equipo interdisciplinario crearía el plan de estudio
académico, enriquecido por cada una de las partes para llevarlo a la práctica
en las universidades, ¿Y por qué no hacerlo también en las escuelas, barrios,
en todas partes? Ahí estaba involucrado el departamento de historia de la
UNAN. El decano de la Facultad de
Humanidades y Ciencias Jurídicas, el doctor Alfredo Lobato Blanco, el
Vicerrector de la UNAN, Aldo Díaz Lacayo, un historiador muy bueno, el profesor
Moncada Fonseca, en realidad, era un inicio, esto no era más que el inicio de
este proyecto, estaba el Presidente del CNU, Telémaco Talavera; el Vicesecretario
General, Arturo Collado.
¿A qué se puede
atribuir que el Proyecto esté en espera?
Yo pienso muy en lo personal, que esperan la señal de
alguien.
¿En el caso del
traslado de valores generacionales se puede concebir un sandinismo 2012 sin
estar radicado en aquella gesta?
Es necesario profundizar más en el Pensamiento Vivo de
Sandino y no sólo llevarlo a la
práctica, no podemos ser solamente teóricos, prácticos de este pensamiento, Yo
tuve la gran oportunidad, la gran suerte, de haber podido conocer a hombres
como Carlos Fonseca Amador, al coronel Santos López, que aunque no era un gran
escritor, pensador, político, etcétera, es un hombre que vivió ese momento y
nos lo transmitió tal como él lo vio, tanto el coronel Santos López, como
Carlos, como el mismo Pedro Antonio Aráuz, cuñado del General Sandino, que fue
el ayudante personal de él, cuando ellos vivieron con nosotros en Cuba,
coincidían en una cosa, estaban empeñados en que nosotros aprendiéramos cada
vez más sobre la gesta de Sandino, inclusive, yo recuerdo muy bien las frases
de Carlos cuando llegaba a la casa, nos decía:
“Ustedes, dedíquense a estudiar, prepárense”, porque nosotros éramos
jóvenes, impetuosos.
En pugna con la
incomprensión
Después del asalto a la Casa de “Chema” Castillo, llegó el Comando a la casa, y eso fue de
alegría tremenda, nosotros les decíamos: “queremos irnos a combatir a
Nicaragua, sáquenos de aquí, incorpórennos a la lucha. Y ellos repetían:
“Ustedes tienen mucho que aporta aquí, estudien, prepárense, ustedes son los
futuros cuadros de nuestra Revolución”. Esas palabras se las llevó el viento.
Nos preparamos, pero yo no siento que todos nuestros conocimientos, nuestras
experiencias, nosotros o los estudios que pudimos haber hecho, no
solamente yo, que por cierto fui el más rezagado de todos mis hermanos, tengan
espacio o puedan ponerse de forma efectiva al servicio del actual proceso.
¿Hay algún documento
firmado?
Existe un documento oficial que fue firmado por todos, donde
se acordó la creación de la Cátedra. Cada vez que los encuentro les pregunto, y
siempre me dicen: “Tenemos que ponernos de acuerdo”. Pero otros me han dicho:
“Hasta que no tengamos aprobación, anuencia, no podemos hacerlo por nuestra
cuenta”. La universidad es capaz para llevar un proyecto, tiene personas
capacitadas, es autónoma, Eso por un
lado, y por otro lado, yo pienso, no
solamente de este grupo que tuvo la intencionalidad, la misma parte, digamos,
ideológica de nuestro Gobierno, de complementar las acciones con una ideología,
porque hoy en día nosotros hemos visto a muchas personas que hablan de Sandino,
pero muchas personas tiene diferentes ángulos de cómo ven a Sandino, es
unificar criterios a través de una ideología.
En el proceso que hoy vivimos, ¿qué tan importante sería la
inclusión en los planes de enseñanza del Ministerio de Educación?
“No debe incluirse como una enseñanza partidaria. Pero, para
mi es vergonzoso, te lo digo con toda sinceridad, que no se haya hecho un
esfuerzo por llevar esta historia, a los jóvenes, a los adultos, yo conozco
porque fui educado en otros países, que dentro de sus programas académicos
incluía la gesta del General Sandino y compañeros de armas.
Yo entiendo que nuestra principal atención estaba enfocada
en primer lugar a la toma del poder, a la consolidación del poder, ahora
estamos en una etapa de profundizar estos conocimientos que hemos heredado de
la historia de Nicaragua, y dar un paso más elevado, llevarlo a la enseñanza
pública. Incluido en los libros de historia, y poco a poco el estudiante adquiera esos conocimientos,
eso actualmente yo no lo veo. Lo veo en los discursos, en las proclamas, en las
pintas de las paredes, pero no lo veo en los libros de los estudiantes, nuestro
mayor esfuerzo ideológico es ahí donde irá pasando esa juventud, profesionales
y dirigentes de nuestro país. El principal bastión para enriquecer a la propia
juventud, de lo contrario si lo seguimos haciendo de la manera que lo estamos
haciendo, inclusive yo que participé en dos escuelas de cuadros, en el Ejército
y en la Policía, y me di cuenta que mi apreciación sobre Sandino difiere con
esa enseñanza, estas contradicciones más bien a lo que vienen es, a enredar,
hay que conformar una única escuela de cuadros, único pensum escolar, cuando yo
te hablo de único, hablo de conformar un equipo de estudiosos, no tiene que ser que prevalezca mi opinión,
mi versión, pero que lo consensuemos por mayoría y lo llevemos a la práctica
mediante un organismo que nos permita llevar adelante este proyecto.
¿Cuáles son las
tareas más importantes para retomar la Cátedra de Sandino, la creación del
Museo, y destinar investigadores en archivos extranjeros?
Hay otras que no deberíamos pasar por alto, que este partido
debe tener una ideología. Debe haber una enseñanza de un Sandino único, hegemónico,
de un Sandino que una a todas las fuerzas partidarias. Fortalecer la escuela de
cuadros, una pre-escuela para seleccionar. No hemos podido lograrlo.´
NOTAS:
1- Bismark Alvarado fue casado con Asunción Sandino Tiffer, hermana de padre del General A. C. Sandino.
2- Estas declaraciones fueron brindadas en 1970; publicadas 36 años después de la muerte del General A. C. Sandino. Semanario "Extra", bajo el título: "Lo Juro: Yo no vendí el Archivo de Sandino".
3- Consúltese: Cuadra G. Guillermo Enrique: Memorias de un exoficial de la Guardia Nacional. Revista Conservadora No. 16-18. Managua, Enero-Marzo de 1962
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