domingo, 12 de octubre de 2014

ORIGEN Y, DESTRUCCIÓN, DEL HOTEL "CASA COLORADA"; FAMILIA URIARTE Y, EL TEATRO MARGOT.

AYER EL PATIO DE LAS URIARTE, HOY EL SUNTUOSO TEATRO MARGOT. Por: Juan García Castillo. En: El Centroamericano, 25 de Noviembre de 1967.

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"CASA COLORADA", POCOS DÍAS ANTES DE SER DESTRUIDA.
Foto: Reyes. La Prensa, 17 de Mayo de 1989.
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Si resucitaran don Antonio y don Rafael Uriarte, dos ciudadanos managüenses que vivieron en los últimos años del siglo pasado y a principios del presente, se quedarían asombrados de ver el magnífico edificio que se levanta en el predio que fue de su propiedad y que no es otro que el Teatro Margot. Porque en el Managua antiguo ese predio era de los mencionados señores Uriarte. La parte norte, pertenecía a don Antonio y la parte sur a don Rafael. Por ambos lados, había sendos zaguanes, cuya entrada estaba cubierta de piedra fina, como una calle de León.

El patio de los Uriarte era el lugar obligado en que se instalaban los maromeros y los toreros que llegaban a la capital. Amplio era el “patio” de los Uriarte.  Ya podrán calcular su extensión los que hoy son asiduos concurrentes al Margot.

Y en el Managua de los faroles, los capitalinos se entusiasmaban, pues esas honestas recreaciones llegaban allá por la muerte de un obispo. Allí como ya lo he dicho en crónica anterior, deslumbraban al público, las hermanas Faria, con sus cuerpos, en vueltos en las clásicas mallas de los saltimbanquis. También a veces el famoso patio se convertía en redondel de toros. Lidiadores extranjeros exhibían allí su arte.

Tipos extraños eran don Rafael y don Antonio, la propiedad era de los dos, pero no tenían diferencias por la posesión del predio.

Había sobre don Antonio una leyenda o historia cierta. La refería doña Rosario Murillo de Darío. Afirmaba la viuda del poeta, que el caballero managüense se había casado con una hermana de doña Rosa Sarmiento, madre de Rubén. Las Sarmiento dicen las que las conocieron, tenían una gran pulpería en León. Las consideraban con dinero y las gentes, amigas de la murmuración, decían que don Antonio se había casado “por la plata”.

Pero el matrimonio parece que no se consolidó, pues a poco don Antonio volvía a su Managua y se instalaba en el ala norte del famoso patio de su propiedad. Permaneció célibe. En cambio, Rafael era hombre enamorado. Le gustaban las mujeres. Tuvo muchos hijos. Uno de ellos era don Carlos Uriarte, el que fundó el primer hotel de montaña en Casa Colorada.

Los amigos de don Antonio inquirían con él sobre esa boda, pero esquivaba tratar del asunto.

Pero el emprendedor y recordado don Sebastián Alegrett, terminó con el famoso patio de los Uriarte. Allí se construyó el primer edificio para cine y le puso Margot, en honor de su hija, de ese nombre, hoy señora de Arévalo.

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FAMOSA RESIDENCIA DE LEYENDA, ARRUINÁNDOSE. Por: Róger Suárez Martínez. En: La Prensa, miércoles 17 de Mayo de 1989.

“En esa casa suceden cosas extrañas, los objetos se mueven solos y por sus habitaciones vagan muchas almas en pena, seguramente porque el dueño mató a su mujer y después de mató él”.

“Para nadie es un secreto que esa casa está embrujada y por las noches se en velas encendidas en las ventanas. Definitivamente es una casa maldita y nadie ha podido vivir allí”. Estos y otros comentarios se escuchan muy a menudo en torno a esa casa, ubicada en el kilómetro 16 y medio de la carretera sur.

Pero todo lo que se teje en torno a ella parece esfumarse y distanciarse cada vez más de la realidad si tomamos en cuenta las opiniones de personas que verdaderamente estuvieron ligada o vivieron durante más de 30 años en el “siniestro” lugar.

Hemos oído tanto sobre el supuesto terror que encierra sus paredes, que el miércoles de la semana pasada que llegamos a este lugar, sentimos la rara sensación de estar llegando a una casa siniestra. Entramos en su interior cuando el sol iba a esconderse detrás de los fríos parajes de El Crucero.

“Quinta Angélica”, prohibida la entrada, propiedad privada”, se lee en frías letras de hierro que penden de la pared principal  de la casa y en rótulos clavados en los troncos de los enormes pinos piramidales.

Tuvimos que cruzar la alambrada de púas que resguarda la entrada y aquí nos encontramos con un hombre menudo. Esteban Lanuza, quien es guardián de la casa. “Estoy cuidándola desde hace unos dos meses y en este tiempo nunca he oído nada extraño. Todo lo que se dice de esta casa debe ser invención de la gente”, dijo.

Lanuza nos acompañó a un recorrido por los cuatro dormitorios, un zaguán, una sala comedor, una cocina y un balcón que forman la por muchos años conocida como la “Casa Embrujada”, una construcción que para la época en que fue hecha, hará unos 80 años, sólo puede catalogarse de excelente.

En el segundo piso, en donde están dos cuartos y un balcón, sus actuales y misteriosos dueños ordenaron que se rieguen ristras de ajo, “para ahuyentar a los espíritus y las culebras”, dice Lanuza, quien afirma que “sólo dos días antes que llegáramos nosotros, se apareció un hombre raro pidiéndonos que le acompañáramos al interior de la casa, porque iba a suceder algo extraño. “Pasamos varias horas esperando pero no sucedió nada”, dice Lanuza.

Más misterioso que los relatos de ultratumba que se hacen  de la casa es la forma en que ha ido cambiando de dueños.
Días después que los sandinistas tomaran el poder sus tropas se posesionaron de la casa, pero la abandonaron después que pasaron el gran susto de ver cómo muchos soldados amanecían tirados en los patios de la casa.

Doña María del Socorro Hernández, que vive en una casa vecina, dijo que no es verdad que detrás de este hecho estuvo “la mano pachona”: lo que pasa es que entre ellos mismos se daban bromas y cuando algunos se picaban, los otros soldados los sacaban al patio”.

El ejército no pudo mantener un cuartel permanente y la “Quinta Angélica” pasó a manos de TELCOR, que pensó en montar una estación telefónica pero el proyecto no se materializó. Posteriormente la casa pasó bajo la administración de INCINE y en ella se rodaron algunas escenas.

Finalmente la casa pasó a manos privadas que son los actuales patrones de Lanuza, quien dice no conocerlos porque cuando éstos llegan nunca le dan dirección ni sus nombres.

Cuando los sandinistas llegaron al poder la casa era propiedad del Dr. Julio Ricardo Aguilar, quien tuvo que abandonarla después de que lo amenazaron. “Sacó algunas cosas de la casa y se perdió desde entonces”, recuerda doña Paula Moreno, quien trabajó durante 30 años en la “Quinta Angélica”.

“Aquí crecieron mis cinco hijos y nunca vimos ningún espanto. Feliz vivía yo en esa casa. Don Julio era muy bueno y si yo me vine de allí fue porque llegaron las tropas de los sandinistas y se armaban algunos pereques y como yo tenía muchachas solteritas me dio miedo que se metieran con ellas”, dijo doña Paula, quien ahora vive en una humilde casa en el kilómetro 8 de la misma carretera.

“Ni de día ni de noche aparecían espantos”. Sí a mí me regalaran esa casa me iría de buenas ganas a vivir allí. Aunque ahora la han dejado en ruinas. Si ustedes hubieran vito cómo la manejaba don Julio Ricardo. Daba la impresión que era como estar en un palacio”, expresó.

Antes de que el Dr. Julio Ricardo fuera dueña de la casa, la propiedad era de un señor de quien los pobladores hacen comentarios similares, a los que hacen de esta propiedad. Seguramente “el color de satánica la casa la adquirió de la forma en que ese señor vivía”, dice Marcelino Campos, un campesino que conversó con nosotros en la Carretera Sur.

La verdad es que embrujada o no embrujada, la Quinta Angélica no resistió la administración del Estado y ahora como bien dice doña Paula de Moreno, la casa debería de llamarse la “Casa Desbaratada”.

Fotografía del periodista Pablo Emilio Barreto. Barricada, 30 de Mayo de 1989.
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DESTRUCCIÓN DEL HOTEL "CASA COLORADA"


La famosa Casa Colorada, de El Crucero, está siendo derrumbada por pobladores. Por qué motivo? La demolición se está efectuando con picos y poderosas cobas, con los cuales derrumban paredes de adobe y cemento. Separan la madera y se la llevan como leña. En los alrededores no había autoridad distrital alguna para explicar los motivos de la destrucción. Casa Colorada fue célebre en el país cuando era un hotelito y restaurante, donde muchas parejas, durante décadas, fueron ahí a pasar su luna de miel. (Fotos Pablo E. Barreto. En: Barricada, 30 de Mayo de 1989). Del Archivo Hemerográfico "Dr. Eduardo Pérez-Valle". 

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