lunes, 11 de enero de 2016

DESVENTURADO PERCANCE. Por: Juan M. Mendoza.


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Fotografía publicada en el Diario Latino

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   Yendo Rubén Darío una tarde con el poeta Santiago Argüello de paseo por las calles de Madrid, en un coche de segunda clase, a lo mejor se encontraron, de manos a boca, con el gran político Sagasta. ¡Qué susto el de Darío! Revolviéndose de pena hizo lo posible por ocultarse, en el mismo coche, de las miradas de Sagasta. Pálido y demacrado del susto, Darío exclamaba: 

   ─ ¡Cómo es posible que Sagasta me haya visto en este destartalado vehículo!

    I no se cansaba de lamentar que, yendo en aquel pobre coche, hubiese cambiado un saludo con el director de la política española. Inútiles fueron las insinuaciones de Argüello por calmarlo. Darío temblaba, sudaba, renegaba de aquel inesperado percance.
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DESVENTURADO PERCANCE fue publicado en “ARIEL”. Quincenario antológico de Letras, Artes, Ciencias y Misceláneas. San José de Costa Rica, 1 de agosto de 1940. Serie XXIV. Número 71. Pág. 1787. Director: Froylán Turcios.




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