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LA "CALLE ATRAVESADA" |
Del Director y Editor del Blogspot:
La ciudad de Granada, en 2014, posee otra historia, mucho distante y profundamente distinta del pasado remoto; la de hoy es, ajena a la circunstancia urbanística, económica y social que conocieron los granadinos en los siglos XIX y XX. La ciudad "ha muerto", porque ha sido colapsada por un pseudo emprendimiento y desarrollo turístico donde ya no hay espacio, ni siquiera para encontrar el silencio y el misterio que atrapaban sus calles y avenidas. Junto al trágico vaivén urbanístico y económico, el granadino perdió ese tipo de identidad dotada por la comunicación permanente, lo que llamamos historia oral, narrada entre paisanos, entre amigos, de padres a hijos. A petición de amigos lectores, continuamos en el intento de recobrar la memoria escrita, y entre esas dendritas y axones de las fuentes documentales encontramos en nuestro Archivo Histórico, tres artículos sobre un mismo tema: La "Calle Atravesada", cuyos recordados exponentes lo hacen desde diversos ángulos, y no exceptúan la parte ideológica y política; ambos artículos, desde sus propias perspectivas, al final forman un cuerpo histórico, y sin duda sirven para reconstruir la vieja historia granadina, ahora traslapada con muchos "nuevos" habitantes y dueños de inmuebles.. Aunque un tanto extensos, por el contenido estamos seguro que los lectores lo harán de un sólo "tirón" y sin respiro. Inicia don Enrique Guzmán Bermúdez y al final reproducimos el interesante trabajo del Dr. Alejandro Barberena Pérez.
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Historia y Política
Granadina
LA CALLE ATRAVESADA.
Por: Enrique Guzmán. En: La Prensa,
Enero de 1960.
La Calle Atravesada, llamada también antiguamente calle de
Chamorro por tener en ella su casa don Fruto Chamorro (donde hoy está el teatro
González). Era costumbre muy generalizada designar una calle por el nombre del
personaje que vivía en ella. Así tuvimos calle de Sandoval, calle de Vega,
calle de Corral y calle de Guzmán.
No sabemos si fue anterior o posteriormente que se le llamó
calle Atravesada juntamente con el nombre de calle de Chamorro hasta que
desapareció el patronímico para prevalecer el de Atravesada seguramente por ser
la arteria principal que cruzaba todas las avenidas dividiendo la ciudad por su
mitad.
En el pasado esta calle levantó templos de Mercurio, usaba
la vara de medir y era calculadora mercantil y utilitaria. Sus bodegas repletas
de mercaderías abastecían el comercio de la parte oriental del país, y aun de
algunas regiones del septentrión del territorio
nacional como Matagalpa, compartiendo con León el proveer de mercaderías
al resto de las plazas comerciales de la República.
Su comercio llegó a ser el más pujante de Nicaragua. De
donde la calle Atravesada que era la arteria comercial de ese movimiento
mercantil y bursátil vino a ser con el tiempo el símbolo de la riqueza y
poderío del comercio granadino, y por ende a significar la influencia de los
políticos granadinos en los destinos públicos.
En realidad nada tenía que ver lo uno con lo otro, pero los
políticos que de todo se aprovechan encontraron en ese símbolo una arma
poderosa para valerse de ella como tabú contra Granada y sus hombres.
Vino a remachar el apotegma de don Diego Manuel Chamorro
quien recogiendo el guante lanzado contra Granada dijo en célebre brindis que
pronunció en Jalteva que “cuando la calle Atravesada deja de influir en los
destinos del país, ceden los cimientos de la vida nacional”, aceptando con ello
el sinónimo entre la mencionada calle y el partido político conservador.
Una vez establecida la sinonimia no hubo acontecimiento
desfavorable al país que no fuera achacado a la influencia de la calle Atravesada
en el Gobierno, aunque esta influencia no se hiciera sentir, porque no existía
en realidad, como las más de las veces ha sucedido.
Si los productos exportables bajaban en los mercados
extranjeros, la calle Atravesada tenía la culpa. Si el cambio subía con
relación a nuestra moneda la culpable era la calle Atravesada. El tratado
Chamorro-Bryan, la venida de los marinos, la ocupación americana, el incendio
de Chinandega, y hasta el terremoto de Managua fueron obra de la calle
Atravesada, la que vino a ser como el macho cabrío de los antiguos hebreos sobre
el que recaían todas las iniquidades de Israel.
Habiendo el sistema de carreteras cambiado la faz de
Nicaragua, más con el crecimiento de Managua como ciudad capital, Granada ha
dejado de ser plaza comercial de primer orden, cediendo su puesto a Managua y
aún a otras ciudades mejor situadas o que cuentan con mayor población rural y con mejores
tierras de cultivo, viniendo a menos su comercio y debilitándose su calle Atravesada
que no involucra en la actualidad lo que antaño representaba por lo que no cabe
tomarla como punto de comparación para designar con ella la influencia de un
partido político como no sea la de un partido zancudo o de bolsillo sin fuerza
ni arraigo en la opinión pública.
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La
ciudad de Granada en los primeros años de su fundación tenía un perímetro muy
reducido el que se ha ido extendiendo con mucha lentitud. La calle Atravesada
llegaba por el sur hasta donde está hoy el Mercado y por el norte estaba
limitada por el Arroyo, donde comenzaban los terrenos del Domingazo que eran
ejidales sobre los cuales disputaba su posesión don Roberto Lacayo, que sostuvo
un largo litigio con el Municipio habiéndose por fin arreglado las partes
conviniendo el lotear el terreno cediendo el señor Lacayo unos lotes al
municipio que son los que ocupa el parque Somoza y otros al oriente que fueron
adquiridos por particulares, como el que ocupa la gasolinera Esso Estándar Oil,
trazándose el trecho de calle que del Puente conduce a la Estación del Ferrocarril.
El
puente sobre el Arroyo lo construyó el maestro de albañilería don Carlos Ferrey
bajo la dirección del Ingeniero don Marco Antonio Lacayo. A ese respecto se
cuenta que como algunos dudaran de la solidez del mencionado puente, el señor Ferrey
con toda su familia se colocó bajo las arcadas en el plan del Arroyo mientras hacía pasar por encima de la maciza
construcción carretas que llevaban pesadas cargas.
La
continuación de la calle del puente conduce a la Estación le tocó hacerla al
Prefecto don José Miguel Gómez quien hubo de soportar acerbas críticas y de
sufrir no pocas contrariedades de parte de afectados en sus intereses por tener
que quedar sus casas a un nivel más alto que el de la calle, como si fueran de
dos pisos, tal era el desnivel del terreno.
Pero el
señor Gómez animado de una recta intención siguió adelante su obra de progreso,
seguro de que la posteridad le haría justicia, no tardando en extenderse la
ciudad por ese sector con la construcción de buenas casas a lo largo de cinco cuadras
en que se prolongó la calle Atravesada.
Por la
parte sur también ganó el ornato de la calle de que tratamos urbanizándose esa
zona que estaba poblada de barracas, extendiéndose hasta ella el radio del
comercio citadino, con la construcción del Mercado en el lugar que hoy ocupa,
edificio de sólida y severa arquitectura, que data del año 1890, distante de la
Estación del Ferrocarril del Pacífico un kilómetro aproximadamente.
Del
Mercado a la Estación, 12 cuadras más o menos, la calle es estrecha, pero de la
esquina del Banco Nacional se ensancha hasta llegar a tener un ancho que ha
permitido adornarla con bulevares hasta su terminación en el parque Somoza.
Tal es
la calle con que ha querido designarse la influencia de Granada como ciudad
rectora en los destinos del país.
(El
presente artículo forma parte del Opúsculo que sobre la devoción de la Purísima
en Granada saldrá a luz oportunamente).
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Contra el idiotismo y
el “lugar común” político.
QUE SE DEJE ENPAZ A
LA “CALLE ATRAVESADA”. Por:
Enrique Guzmán Bermúdez. En: La Prensa, 1º de mayo de 1960.
GRANADA.- El diario “Novedades” al dar cuenta de la llegada
a esa ciudad del señor Presidente Somoza D., dice a grandes titulares que “las
banderas del liberalismo triunfante recorrieron a lo largo de la Calle
Atravesada, antes baluarte del partido conservador”.
Y su corresponsal Barberena Pérez, en la crónica que del
ingreso del Presidente envió el mismo periódico, remacha el clavo diciendo:
“pabellones rojos del liberalismo se pasearon sobre la histórica Calle
Atravesada, otrora símbolo del predominio conservador”.
De modo que tanto el uno como el otro dan por sentado que la
calle de la referencia ha sido conquistada por el liberalismo, por lo que es de
esperarse que en lo sucesivo no volverán los liberales en sus discursos y
periódicos a expresarse de dicha calle en los términos en que lo han hecho,
presentándola al pueblo como un tabú cuya maléfica influencia ha sido funesta
para Nicaragua, pues no se sabrá a qué Calle Atravesada se refieren, si a la
que servía de ciudadela a los conservadores, o a la que, ganada por los
gobiernos liberales, “que han desfilado por ella recibiendo las más cálidas manifestaciones
de popularidad y simpatía” –según Barberena Pérez— es el más fiel sustentáculo
de la política somociana.
¿QUÉ HEMOS GANADO?
Cuando la mencionada calle servía a los intereses de la
oligarquía granadina, era mercantilista, sostenía a la llamada Casa Gobernadora,
era el sostén de la plutocracia. Ella fue vende-patria, se opuso a que los
pobres recibieran instrucción, excepto a J. Trinidad Cajina, Leopoldo y
Porfirio Rocha, Candelario Martínez, y ciento más, de humilde extracción social
que se formaron en los centros de luz fundados por aquellos gobiernos, como
Francisco Alfaro, Doctor Luis Felipe Corea, educados como fámulos en los
centros de enseñanza oficiales. La Calle Atravesada del presente es la que
sostiene a la dinastía, la que hace que el pueblo sufra hambre y sed de
justicia, nunca antes experimentada, la que ha hecho desaparecer el concepto de
la verdadera República entre los jóvenes que no han visto más que un hombre en
el poder, para sustituir ese concepto con la idea de una monarquía hereditaria, por el gobierno de
unos pocos privilegiados.
Pareciera que la Calle Atravesada no tuviera otro aparente
ministerio que el de patrocinar todos los regímenes absolutos, todo régimen
nefando, asistiéndolos con su apoyo como siniestra deidad, para mal de los
nicaragüenses. Con razón es tan odiada Granada. Si ha sido la alcahueta de
todos los malos gobiernos que ha habido.
ERA EL MEJOR EL MODO
VIEJO
Pero dinastía por dinastía, nos quedamos con la antigua, que
era más disimulada, que no extorsionó al país, que no hizo cambiar su vida
republicana, que no mantuvo a la ciudadanía con el alma en un hilo y con el
Credo en la boca, que no hizo, en fin retroceder al país a la época más
tenebrosa de nuestra historia.
BARBERENA PÉREZ
DESMEMORIADO. UN EJEMPLO EN SU PROPIA CASA.
El señor Barberena Pérez ha de tener conocimiento de un
episodio que le toca muy de cerca. Su abuelo materno, el maestro Nicolás Pérez,
caudillo del barrio de Quiscoma, era el que presidía la oposición en una mesa
electoral del Cantón de la Parroquia en los tiempos de los 30 años.
La lucha se presentaba muy reñida entre los partidos de don
Pedro Joaquín Chamorro, que era el CACHO, y los que capitaneaba el maestro
Nicolás, llamados “progresistas”, cuando llegaron a avisarle a Don Pedro lo que
pasaba.
Este enderezó sus pasos al mencionado Cantón para ver si con
su presencia contenía a sus contrarios, infundiéndoles aliento a los suyos.
¿QUIÉN ES EL QUE AQUÍ ME ESTÁ HACIENDO OPOSICIÓN? Preguntó
airado don Pedro, dando al mismo tiempo una palmotada en la mesa.
SOY YO, DON PEDRO — le respondió el maestro Nicolás— dando
al mismo tiempo otra palmada sobre la mesa.
Y cuentan que el maestro Nicolás le ganó aquella elección a
don Pedro Joaquín. Así eran aquellos varones. Por eso cayeron del poder. No
estaba Nicaragua preparada para tener esa clase de gobierno.
OTRO EJEMPLO
REPUBLICANO
Lo siguiente aconteció durante la Administración del
Presidente Fernando Guzmán —lo refería don Esteban Escobar, testigo presencial
del suceso.
Se discutía en el Congreso la Memoria de Hacienda cuyo
titular era don Ramón Sáenz y algunos representantes se negaban a darle su
aprobación, debido a una erogación de nueve pesos sencillos sobre lo cual no
estaban de acuerdo.
Había en aquel entonces dos clases de pesos plata. El que
constaba de ochenta centavos se llamaba peso sencillo y peso fuerte el que se
componía de cien centavos. De modo que en realidad los nueve pesos sencillos
eran solamente siete pesos con veinte centavos.
El Presidente que habitaba en el mismo local del Palacio
Nacional donde se reunía el Congreso en uno de los salones, se impuso de la
alharaca provocada por aquella partida: hasta él llegaban las voces alteradas
de los senadores y diputados.
En vista de lo cual, Don Fernando mandó con uno de sus hijos
a depositar ese valor a la Tesorería General, para acallar aquella protesta, y
con el correspondiente recibo se presentó el propio Don Esteban ante la Mesa de
la Secretaría del Congreso como constancia de haber sido reintegrada esa suma,
con lo que se dieron por satisfechas ambas Cámaras y se aplacó la tempestad.-
¡Oh, témpora Oh mores!
Del pasado granadino
LA FAMOSA CALLE
ATRAVESADA. Por: Alejandro Barberena Pérez. Publicado en: Novedades, el
domingo 7 de Junio de 1964 y, 18 de Septiembre de 1964.
GRACIOSA INVENTIVA
I
Con el resabio de un pasado que no se acomoda a la realidad
actual, la gente fuera de Granada habla de la CALLE ATRAVESADA como una
sinonimia d predominio político, santuario de la oligarquía conservadora,
monopolio de la reacción aristocrática y cuna de engolillados capitalistas.
¿Mito, fantasía, realidad? Se ha inflado tanto ese globo que
se hace difícil hacer comprender a los que así piensan, que guasonamente es el
país el que ha caído en la red de la imaginación andaluza tejida por la misma
inventiva de los granadinos. Muy fecunda por cierto. Pintoresca si se quiere la
expresión.
Que por esta calle se quiere o se malquiere a Granada, es
parte de la misma historia que en este particular se rodea de cierto atractivo.
En estos sentimientos o pasiones, los críticos se han ido
tras una madeja que ilusamente lo arrolla todo: Política, negocios, industrias,
influencias mentidas o ciertas. Es un hilo de seda desprendido del capullo de
un pueblo ingenioso como es el granadino. Sereno en el consejo profundo de
pensamiento, con una positiva cultura, dueño y señor de la ironía, de la broma
ocurrente y puntillosa. En síntesis, poseído de una inteligencia y audacia en
la magnitud de su soberanía.
Lo que hay de cierto es que un lunes 20 de Agosto de 1923,
ciento diez personas representativas del conservatismo de Granada, dieron en
las fiestas agostinas un banquete en el Restaurante Versalles al Sr. Presidente
de la República don Diego Manuel Chamorro; y éste al contestar el discurso de
ofrecimiento del Dr. Alejandro César, en su parte final dijo con énfasis: “No
debemos olvidar las lecciones que nos da a cada paso nuestra historia y que nos hace observar que cada vez que se
mengua en el país la influencia del Partido Conservador o de lo que los
adversarios dan en llamar CALLE ATRAVESADA, ceden los cimientos de la vida
nacional”.
Por muy inocente que haya sido la expresión de don Diego,
indudablemente que tenía que crear un ambiente de celos pugilatos en el seno del mismo Partido
Conservador, porque los managua ya levantaban la cabeza, pretendiendo quitarle
a Granada la categoría de sede del Partido Conservador. Desde ese momento
Granda fue el blanco de lisonjas y de ataques, cargando con una leyenda negra
que ha llegado hasta los tiempos actuales. Cuando se quiere atacar a Granada
por tal o cual motivo, se le endilgan calificativos a la Calle Atravesada, de
ocurrencia como de “cuna de los chicos bien”, o “residencia de los príncipes
murrucos de Tepetate” y la pobre ya ni reza como arteria comercial de la
ciudad, pues ha decaído tanto, que donde antes había un gran almacén, lo que
existe por hoy, es una tienda tan chiquita que más bien parece una tajada de
queso.
SITUACIÓN GRANADINA
Granada tiene dos calles principales: LA REAL Y LA
ATRAVESADA. Forman ellas una cruz que divide a la población en cuatro
cuadrantes que debidamente orientan. Los Reyes de España repartían tierras a
los conquistadores como pago a sus gastos, premio a sus empresas sangrientas y
a los penínsulares o pobladores, lo mismo que a comunidades indígenas, pero la
propiedad superficial no incluía el subsuelo. De la misma forma en las ciudades
la Corona se reservaba una Calle a la que se le daba el nombre de Real, para
que con derecho propio pasaran por ella, soldados reales o el quinto real, que le pertenecía al Rey,
como dueño del subsuelo. En las ciudades principales de las Provincias
españolas, siempre hubo por esta razón una Calle Real.
SU REDUCIDO ESPACIO
Originalmente la Calle Atravesada comprendía el sector
urbano desde lo que hoy se llama Los Dardanelos por el Norte, hasta la esquina
Nor-oeste del Mercado por el Sur, siguiendo luego un monte con un caminito en
medio.
La parte norte estaba incomunicada con una colina
enmontañada, porque al arroyo que queda al pie de Los Dardanelos dificultaba la
comunicación. La Municipalidad de 1878
comenzó la construcción del puente llamado de “La Estación” y fue concluido
tres años más tarde, inaugurándose solemnemente el 3 de Mayo de 1881. En parte
de la colina enmontañada, Roberto Lacayo Sacasa reclamaba derechos, alegando
que hasta allí llegaba su finca “Peor es Nada”. Con la Municipalidad sostuvo un
litigio de varios años y finalmente se arregló, loteándose todo aquello que se
decía eran ejidos municipales. Quedó comprendido entre éstos el Parque General
Somoza y la Unidad Sanitaria. Cuando se extendió la línea férrea hasta Granada,
el tren llegaba hasta donde está la Ermita del Perpetuo Socorro. Le
correspondió al Prefecto Hilario Selva la urbanización de esta sección
enmontañada poblada de espinos, ceibos, pochotes y tigüilotes.
Para derribar esta arboleada se utilizó el servicio de los
presidiarios, teniendo que ahondar mucho para ponerse al nivel de la Sección de
Urbanizada. Unas que otras casas que habían sido construidas en la colonia
quedaron tan altas que parecían palomar. Con esos trabajos la Calle avanzó
bastante por el Norte, construyéndose la Estación del Ferrocarril y fue el
Prefecto Evaristo Carazo el primero que pudo llegar a este lugar.
EL VIEJO EDIFICIO
Recuerdan los viejos que este edificio de la Estación era
bastante elegante. Se decía que era la mejor que se había hecho en Nicaragua. Sobre
armazón de hierro montaban piezas de zinc en forma abovedada que le daba
singular aspecto, con ventanales de vidrio a los lados y pintada en rojo. En
1910 los rifleros de San Francisco afinaban la puntería sobre la bóveda de zinc
de la Estación destruyéndola considerablemente. Cuando el Ferrocarril pasó a
poder de los yankees, reconstruyendo ese edificio dándole la forma que tiene
ahora.
LA URBANIZACIÓN DEL
NORTE
Para dar una idea de lo pequeño que era Granada basta decir
que donde está ahora la Administración de Rentas, el Colegio Francés, la casa de
Palmira y Santa Rosa, estaban tan lejos de la población que daban aspecto de
Quintas. La mejor de éstas era la de don Zacarías Guerrero porque era grande,
de adobes y propia para habitación continua. Las otras del Dr. Juan Ignacio
Urtecho, el Dr. Gustavo Guzmán y don Luis Mejía eran sitios de recreo y
temporadas en determinadas épocas del año.
El Prefecto don Miguel Gómez, reparó convenientemente la
calle que partía del puente de la Estación hacia el Norte. La Firma Zavala y
Chamorro hizo la casas donde hoy está la familia de don Fernando Guzmán y la
Sucesión de don César Mejía, como antes del año 90. En la esquina donde vive
actualmente la familia Arévalo Barillas, vivió un tiempo el maestro Miguel
Ramírez Goyena y en el actual palacete de doña Amelia Benard de Lacayo lo que
había era un molino de viento y un pozo, que Pipo Costigliolo lo utilizaba para
su curtiembre. En el fondo una casita de campo de madera, de dos pisos. No
existía al frente ninguna edificación y en la esquina frente al actual Parque
General Somoza, fue hasta por el año de 1910 que don Luis Benard hizo esa
construcción.
El Maestro Carlos Ferrey fue el que hizo para le sirviera de
casa de habitación la amplia casa en donde vive don Arturo Blandino. La hizo
con mucho gusto recargándola en la fachada con capiteles y barroquismos. Don
Tomás Argüello casado con doña Isabel Guerrero, en 1885, hizo esa casa-esquina
de dos pisos, estilo siglo pasado.
LA CASA DE CORRAL Y
LA GRAN VÍA
Avanzando un poco hacia el sector urbanizado la casa más
importante era la esquina donde vive actualmente don Arturo Hurtado. Fue la
casa de habitación del General Ponciano Corral. Allí vivió con su familia y
pasó los grandes momentos de su vida política. La parte construida era la que
da a la calle que va para los Bomberos y
la pieza de la esquina, después seguía en la que hoy es Calle Atravesada
un predio abierto. Años después del incendio del 56, Luis Bichoti, italiano que
vino a Granada vendiendo unos Santos de estampa, puso un Hotel que le llamó La
Gran Vía. Aquí fue que se escenificaron los sangrientos acontecimientos de la
Administración del Presidente Roberto Sacasa. En la parte no edificada se
metían las bestias de los pasajeros que venían de distintas ciudades del país a
hacer compras a la ciudad de Granada y eso representaba una ventaja al Hotel.
Seguían unos cuartuchos hacia el Norte y luego la casa solariega del General
Agustín Avilés hasta donde actualmente vive la familia López Miranda.
OTROS ASPECTOS
Donde está la esquina de la familia de don Daniel Prego, don
Federico Marenco y su hermano Constantino después del incendio levantaron esas
hermosas edificaciones para vivir con sus familias. Eran ricos y manejaban
florecientes negocios, dueños de minas y haciendas. Don Federico se vestía
siempre de blanco y la gente con sorna le decía “el planchado”.
Al frente donde vive el Dr. Juan Francisco Lugo y su
familia, después del incendio era de un solo piso. Allí vivió don Toribio
Lacayo, siguiendo hacia el Norte los hermanos Guadalupe y José María Morales
pusieron una venta de medicina y la llamaron “Botica Americana”. Habían hecho
muy buenos estudios de farmacia en los Estados Unidos. De allá trajeron unos planos
para la construcción de una casa de taquezal que es donde vive la familia del
Dr. Ernesto Ramírez Valdez. Estaba tan bien hecha la construcción que en 1910
para contraatacar a los rifleros de San Francisco, se pensó por parte de los
granadinos utilizar la azotea de esta casa para colocar un cañón y
bombardearlos con ventaja.
La casa de habitación del Dr. Enrique Chamorro tenía una
acera alta, con gradas y barandas a la calle y Pipo Costigliolo puso allí una
bodega de cuero. Posteriormente, Antonio Salaverry, profesor de Gramática en el
Instituto Nacional de Oriente, estableció la primera librería y papelería que
hubo en Granada.
IMPORTANTE PUNTO DE
VISTA
En el desenvolvimiento familiar de las familias Granadinas y
Leonesas, hay que considerar como telón de fondo, una cuestión muy interesante.
Apellidos importantes de Granada pasaron a León. A la inversa, familias bien
vinculadas social y económicamente en León vinieron a Granada. El caso que
llama más la atención es el de la familia Sacasa que enraizándose en la propia
historia Granadina con episodio de vigoroso empuje, por las mismas alternativas
de la caldeada política, se fueron para León. El año de 1844 a ese flujo de
persecuciones políticas contra los Sacasas en Granada correspondió el reflujo,
y huyendo también de persecuciones políticas, la familia Lacayo se trasladó a
vivir a Granada. Aquí vinieron los 3 hermanos: Gabriel Lacayo y Agüero, Pánfilo
Lacayo y Agüero y Fernando Lacayo y Agüero. Gabriel Lacayo A., hizo su casa de
habitación contiguo a la del Dr. Enrique Chamorro Solórzano y formaba un solo
inmueble con la casa de habitación de Dn. Emilio Chamorro Benard, poniendo un
establecimiento de Ferretería, la primera en gran escala que se estableció en
Granada. Antes que se inaugurara el Mercado en lugar que está ahora, las casas
comerciales estaban diseminadas en distintas partes de la ciudad. Después que
abrió sus operaciones el Mercado, las tiendas se establecieron en la Calle
Atravesada, siendo, desde esa época el centro comercial de la ciudad.
LA CASA MÁS GRANDE DE
LA CALLE
Ma-Chepa Orozco con fama de adinerada en la ciudad de
Granada, después del incendio de 56, adquirió la casa solariega donde
actualmente vive el Dr. Lorenzo Guerrero y familia. Era la madre de Dn. José
Ángel Mora, abuelo de la distinguida dama Doña Sarita Mora de Guerrero. Tenía
varias propiedades en Granada entre ellas la casa donde está actualmente
“París” en el barrio de Jalteva. Mucho le gusta a Ma-Chepa cuidar unos palos de
ciprés, y cuando se acercaba el primero de Noviembre vendía ciprés por ramitos
para las coronas que se llevaban al Cementerio. Hoy por hoy es la casa más
grande que tiene Granada. Con corredores, jardines, kioskos, patios,
traspatios. Un verdadero solar trasplantado de España a América.
Antes del incendio era la casa de los Padres Lugo, Juan de
la Mata Lugo, Saturnio Lugo y Pedro Lugo. Ana Norberta Lugo su hermana,
contrajo matrimonio con don Dionisio de la Quadra y tuvo entre sus varios hijos
a Dn. Vicente Quadra que fue Presidente de la República y a Dn. José Joaquín
Quadra Lugo que de su matrimonio con Virginia Pasos, procrearon entre sus
varios hijos al eminente hombre público Dr. Carlos Cuadra Pasos. De esta manera
la familia Cuadra Pasos está vinculada con el apellido Lugo, estrechándose más estos vínculos al considerar que Francisco
Ruiz Lugo, casado con Francisca Gertrudis Sandoval tuvieron entre sus hijos a
Juan José en 1775 y de este desciende el Dr. Juan Francisco Lugo, de notable
importancia en la historia de la abogacía de Nicaragua.
Y volviendo con la casa de habitación del Dr. Lorenzo
Guerrero y familia, los Padres Lugo hicieron una Capilla y fue allí donde
contrajo matrimonio en Octubre de… 1856, don José Joaquín Quadra Lugo con
Virginia Pasos Arellano. En la actualidad también habita con los esposos
Guerrero Mora un sacerdote, el virtuoso Monseñor Francisco Romero y Guerrero.
Cuando los temblores del año 90, José Ignacio Bermúdez,
padre de las Srtas. Bermúdez Lacayo hizo una gran enramada de paja que
albergaba a familias amigas.
Donde hoy es el Teatro Karawala hizo su casa de habitación
don Pánfilo Lacayo y Agüero. Como Leonés y simpatizante de los Granadinos, tuvo
gran acogida en la ciudad aumentando la fortuna que trajeron aquí los Lacayo
Agüero. En la esquina de esta casa había una tienda. La acera era alta con
ventanas a la calle y unos pollitos de piedra a los lados.
Merecidos o no los ataques y elogios para la Calle
Atravesada, lo único cierto es la beligerancia que ha tenido y sigue teniendo
en el país. No es posible resumirlos en un solo artículo y ofrecemos otro para
la próxima semana.
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LA FAMOSA CALLE
ATRAVESADA. En: Novedades, viernes
18 de septiembre de 1964.
II
El único Presidente de la República salido de la Calle
Atravesada, nacido y criado allí fue don
Vicente Quadra, porque don Frutos Chamorro vino de Guatemala, lugar de origen,
ya hecho un adolescente. Don Pedro Joaquín Chamorro, el General Joaquín Zavala
y don Fernando Guzmán eran de otros sitios de la ciudad de Granada.
Frutos Chamorro vivió en la Calle Atravesada, en donde hoy
es el Teatro González. Era un caserón que daba al lado de la Calle del
Consulado, con la casa de la viuda del Dr. Juan José Martínez, doña Sarita
Vivas de Martínez, y por la Atravesada con el establecimiento comercial de don
Ramón López C. Por su importancia política y económica, su apellido sirvió para
darle nombre a la calle en el pasado. Se le llamaba “Calle Chamorro”. Allí fue
recibido victorioso cuando los acontecimientos del derrocado Jefe de Estado,
don Laureano Pineda. Allí se hicieron los movimientos que lo llevaron a la
Primera Magistratura en 1853, y allí también llegó confundido y cabizbajo
cuando el desastre del Pozo, el 13 de Mayo de 1854. Después del incendio del
56, se reconstruyó. Era una “esquinota” ancha, con puertas gruesas y ventanas
al lado de la Calle del Consulado, de esas que se llamaban voladas. Un
semicírculo de hierro montado sobre una media naranja de cal y canto, tan altas
como una puerta y con pollitos de piedra a los lados. Allí vivieron doña Adela
viuda de Zavala, Carlotita viuda de Costigliolo, Chepita Chamorro de Ramírez.
Se cuenta que cuando el sitio de Jerez a Granada, en 1854,
se había instalado un cañón para bombardear la Torre de la Merced, y poco
desviada la mira para que las pesadas balas cayeran cerca de la casa de don
Frutos. Tan certeros eran los disparos que pasaban rozando los caballetes de
las casas vecinas y la tierra que caía fastidiaba, sobre todo que lo hacían en
las horas de comida. El artillero se llamaba Radicatti y don Frutos enfurecido
gritaba: “Ah, Radicatti, si llega a caer en mis manos, lo fusilo”.
BANCO DE AMÉRICA
Donde está hoy esta institución bancaria tenía su casa de
habitación don Roberto Lacayo Sacasa, casado con Rosa Delfina Lacayo Bermúdez.
Él le hizo un alto de madera con balcón corrido a la calles, estilo del Barrio
Latino del antiguo New Orleans. Asimismo es la construcción de la esquina del
frente donde está la Radio Granada. Cuando llegó a poder de don Fernando
Chamorro Quezada, le puso barandaje de metal.
BANCO NACIONAL
Después del incendio aquí se estableció el famoso Colegio de
Señoritas originalmente regentado por unas institutrices alemanas, y después
por unas norteamericanas. Lo mejor de la sociedad granadina de esa época se
educó en ese Colegio. Era quizás el mejor colegio de señoritas de la República
y enseñaban idiomas, música, etc. Las niñas salían tocando magníficamente el
piano. Pasaron las administraciones de Cárdenas y Carazo y salió la institutriz
Chepita Toledo, Francisco B. Rivas, María Medina viuda de Rodríguez. Este
colegio desapareció en 1895. Doña Virginia Pasos de Quadra, puso un
establecimiento comercial, que posteriormente fue dirigido por don Enrique
Castillo. Siempre hubo establecimiento comercial hasta que fue adquirido por el
Banco Nacional con elegante y moderna construcción. Casi 3 siglos que arrancan
del Conde Carlos Arellano, que vino en 1589. En la parte superior del zaguán de
Ramón López C., está el escudo y armas oficiales del Conde de Arellano.
LA CASA DREYFUS
Tiene su notable importancia a través de la historia esta
casa en donde vivieron los Quadra con “Q” y los Cuadra con “C”, por más de dos
siglos. Abarcaba tres calles, siendo la fachada principal la que daba a la
Calle Atravesada. Aquí nació y vivió el Presidente D. Vicente Quadra y también
nació y vivió por algún tiempo el Dr. Carlos Cuadra Pasos.
Cuando la guerra civil del 54 a esta casa fue llevado,
herido, el soldado José Dolores Estrada y posteriormente, al tomarse Walker la
Plaza de Granada, el 13 de Octubre de 1855, el Lic. Mateo Mayorga que vivía con
sus parientes los Quadras, le hizo un boquete a una de las tapias medianeras
del lado Norte y se pasó a la siguiente que hoy habita don Alejandro Chamorro y
familia. En esa época vivía el extranjero don Juan B. Lawles, que se portó a la
altura por sus actos humanitarios en favor de los perseguidos granadinos.
Lawles consiguió con el Ministro filibustero Mr. Wheeler que a Mayorga le diera
asilo en la Legación Americana, ubicada en la Plazuela de la Independencia.
CASA DEL DR. JUAN
JOSÉ LUGO MARENCO
Donde vive este mi buen amigo con su distinguida familia,
por el año de 1840 vivió don Federico Derbishire. Tiene la importancia que allí
se hospedó Mr. Efraím Jorge Squier, que tuvo por primera vez en Nicaragua la
representación Diplomática de los Estados Unidos con el rango de Encargado de
Negocios. En las páginas del libro de Squier se hace referencia a Granada en
una forma, tan viva, que es bueno refrescarla a nuestros lectores.
Cuenta que al llegar a la hoy Calle Atravesada, su
acompañante lo paró delante de una gran portada, enorme y abovedada y le dijo: “Esta es la casa Derbishire”. Abrió
la puerta más pequeña y encontró un ancho corredor que rodeaba un patio,
adorando por una cantidad de naranjos, árboles de marañón y demás frutales y flores.
A un lado estaba el almacén o bodega, llena de mercaderías y frente a ellas,
balanzas de pesar. Las dos piezas de la calle ocupadas por la Sala, el
comedor y dormitorios. En una hamaca del
corredor, la imponente figura del señor Derbishire.
El Comandante de la Plaza de Granada, Coronel Trinidad
Salazar lo invitó a dar un paseo por la calle. La casas con ventanas provistas
en su totalidad por balcones protegido por la parte exterior con rejas de
hierro con adornos de madera pintados en varios colores. Casi sin excepción
eran de un solo piso pero altas las fachadas. Las puertas principales abovedadas.
Portales adornados con mucho arte, grandes y pesados provistos de otras puertas
pequeñas que daban todas a los patios. Los trechos de tejas rojas, volados para
proteger a los transeúntes y a las paredes de las edificaciones.
La calle bastante arreglada pero en vez de ser su superficie
convexa era cóncava, por lo que la cuneta o desagüe era corrida por el centro y
no por los lados. En las paredes se veían nichos en que se destacaban cofres
con flores marchitas. Algunas cruces estaban fijadas en las esquinas.
Este Federico Derbishire daba clases de idiomas en el
Instituto de Granada. Era un viejo gordo, colorado, echado en una hamaca,
casado con doña Marcelina Prado, de la sociedad leonesa. Tenía un hijo que
llamaba la atención por su color rojo encendido
y los granadinos le decían “Camarón”. Las ocurrencias de don Federico
eran muy celebradas en Granada.
En la esquina de don Dionisio Chamorro y familia vivió desde
antes del incendio Hilario Gousen que vino de la Martinica. Se hizo muy amigo
de William Walker. Era negro y con mucha plata. Walker lo usó para sus planes.
UNA CASA VALIOSA
Estuvo en la esquina opuesta al Teatro González de hoy, la
casa de don Lucas Quiroz. Éste vino de Costa Rica y se hizo rico por medio de
una mina que adquirió en La Libertad. Esta casa era muy valiosa de tal manera
que cuando la adquirió don Luis Argüello en 32.000 pesos soles, fue motivo de
novedad entre los movimientos de la prosperidad, diciéndose que no se había
vendido en Nicaragua una propiedad más cara que esa. Queremos indicar que tanto
las aceras de la Calle Atravesada, como las casas de Granada en general,
estaban enladrilladas, con ladrillos de barro. Eran unos ladrillotes que
llevaban una mínima cantidad de arena. Como por el año 90 el Templo de La
Merced que ha sido uno de los más vistosos de Granada, también estaba
enladrillado con ladrillos de barro, lo que infiere la gran cantidad de
tendales que habían en la ciudad para atender las muchas demandas de estos
productos de barro. Decían que los ladrillos de cemento, muy poco conocidos,
tenían el inconveniente de ser muy helados y podrían causar resfríos. Llamaba
la atención en la Iglesia de La Merced ver en medio de estos ladrillos de barro
unas lápidas de mármol largas que demostraban el elevado número de personas de
Granada que habían sido enterradas.
EL BILLAR DE AGAPITA
CHURUCA
Don hoy es la gasolinera ESSO funcionó por muchos años una
sala con dos billares. Al lado de la Atravesada la Agapita Churuca tenía su
pieza de habitación. Era una vieja haragana, ocurrente que no se despegaba el
cabo de la boca. Seguía otra pieza con el estanco y luego los billares. Muy
concurridos por elementos populares de la ciudad. Provisto con bancas altas con
respaldos, con descanso para los pies a fin de que los “mirandasi” estuvieran
muy cómodos. Después de la guerra contra Walker allí se contaba de lo lindo de todos
los episodios relacionado con las heroicidades de los nuestros. Juan Capanoria,
Pablo Cabezón, Carlos Chilamo, Inocente Fletes (a) El Loco y el pica pleitos de
Doloritos Alemán (a) Platicante, encendían discusiones acaloradas pero sin
llegar a los hechos.
Una vez un indio pidió una cerveza. En ese tiempo sólo
cerveza extranjera se bebía en el país. El indio quería picárselas de culto,
pero al dar unos cuantos sorbos de cerveza la tiró al suelo y dijo: “Que
amarga”. Quién sabe que creía de la cerveza y la Agapita Churuca que lo estaba
viendo le dijo: “Sí eso quiere decir cerveza indió brutó”. El trabajo de los
hojalateros era hacer regadores que la gente de Granada los utilizaba para
aplacar el polvo de los ladrillos de barro.
LA NIÑA SABINA
En la esquina donde está la Farmacia Vado, vivía una mujer
muy blanca, de ojos azules, dada a la curandería, visitada por los indios de
Diriomo. Se llamaba Sabina Estrada. Se casó con don Silvestre Selva. Su casa
llegaba hasta el atrio de la Iglesia San Juan de Dios (donde está hoy el
palacete de don Francisco Anzoátegui). Una ventana de puerta lindaba con el
Atrio, propiamente donde hoy está la casa de don Pepe Prego. Daba vuelta hasta
llegar a “La Cigüeña” la casa de doña Sabina. Tenía varias propiedades, en
cuenta una finca que comprendía la costa del Lago incluyendo la Planta de
Hielo, los solares de la María Crisanta Hurtado y los del frente hasta llegar a
las proximidades de la Iglesia de Guadalupe. La niña Sabina es muy famosa
porque en sus relaciones de amiga con William Walker, suavizaba en gran pare el
rigor de la mano dura del filibustero. En cierta ocasión su hija, loa Justa
Selva, casa con D. Narciso Espinosa, fue sorprendido por los filibusteros
llevando correspondencia a los legitimistas. Walker indignado al darse cuenta
que era hija de la niña Sabina, se moderó un tanto y únicamente la condenó en
confinamiento en San Juan del Norte. Llegó la niña Sabina a hacer gestiones
ante Walker y éste la dejó con la palabra en la boca al entrecortarle la
solicitud con las siguientes palabras: “Dé gracias que ve salir a su hija al
confinamiento y no para la horca como lo merece”.
A lado de la Calle Real se le hizo una desmembración al
dividirse en una casa pequeña que pasó a poder de una hija de doña Sabina
llamada Isidra y la casa grande a D. Hilario Selva. Por mucho tiempo esta casa
pequeña de la Calle Real se le conocía con el nombre de la “casa de doña
Isidra”. D. Hilario Selva era un personaje de la generosidad granadina. Su casa
era muy concurrida y en las horas de comida participaban de la buena mesa de
don Hilario. Una vez los mismos pícaros que comían y bebían y gozaban de la abundancia
de la casa se hicieron la pregunta, que de dónde salía tanto derroche y ellos
mismos al contestarse decían: “Trabajo, profesión no le vemos a don Silvestre,
pero es Mayordomo del Santísimo”.
EL TEATRITO DE BLEN
Donde está hoy la Farmacia El Socorro del Dr. Idelfonso
Vivas Montiel, había una pequeña parte edificada hacia la calle Atravesada. De
la pieza de la esquina hasta la Nicaragua Sugar, era una sola tapia baja. Todo
el fondo de la casa con patios abiertos que pertenecían a Agatón Solórzano. En
1884 llegó a Granada la Empresa Teatral
Española de Saturnino Bien y se destinó estos patios abiertos para
improvisar un Teatro. Era una compañía de dramas y comedias afamada y de sus
representaciones hacen buena memoria los viejos de la época. Una de sus
representaciones “La Plegaria de los Náufragos”, presentaba escenas de
confusión. Los artistas corrían de un extremo a otro del escenario de acuerdo
con la exigencia de la representación y coincidió en esos precisos momentos,
que la ciudad fuera sacudida por un temblor y los espectadores tuvieron que
sumarse a la desorientación de los artistas. A los gritos de socorro toda la
gente se tiró a la calle, coreando con nerviosismo, las palabras de “Auxilio”
que pedían los náufragos de la escena.
LA
CASA DE MACARIO ÁLVAREZ
Farmacia Granada de la señora Esperanza Urbina, tuvo su
importancia en el pasado granadino. Era de pilar en medio, con puertas a los
lados y hacía un solo inmueble desde donde tiene su establecimiento de
artículos eléctricos D. Exaúl Delgado, en la Calle Atravesada y luego sobre la
Call Real hasta el zaguán de don Sebastián Zelaya. La Botica del Dr. Paco
Álvarez estaba donde hoy tiene su clínica el prestigiado galeno Dr. Silvio
Cuadra. Era el centro político de las actividades granadinas. Lugar de tertulia
elegante y se le decía por sobrenombre “El Cachito”. Allí se decía la última
palabra sobre cuestiones sociales, de negocios o de cualquiera otra noticia de
interés público.
El Dr. Macario Álvarez tiene su figuración en significativos
episodios de la vida granadina. Se destacó en la política y pasó por elevados
puestos dejando una huella de honestidad y de elevada experiencia. Durante la
permanencia de Walker en Granada, el Dr. Álvarez siempre fue rectilíneo en los
reclamos que nacen de lo más íntimo del patriotismo nacional.
EL TREN DE SANGRE
Ya en los últimos años la Calle Atravesada atraía al
visitante con el recreativo Tren de Sangre. Sobre rieles iba una especie de bus
pequeño o de carro del Ferrocarril, más bajo que los de la actualidad, tirados
por 4 mulas provista de campanitas para hacer más llamativa su travesía. En las
esquinas bajaban y subían los pasajeros. Eso sería por el año de 91 a 1910. El punto
de partida era la Estación del Ferrocarril hasta el portón principal del
Mercado en la misma calle, con una cabida para unas 20 personas y se pagaba un
real plata. El vehículo era de un color amarillo propiedad de la Compañía Ferretty
y Benard y en donde está la Farmacia Vado, en esa esquina empalmaba con otra
línea férrea que partía de la CASA DE ZINC, en las proximidades de las costas
del lago, y luego la Calle Real hasta Jalteva. Este era el famoso Tranvía cuya
locomotora se conservaba como un recuerdo.
No pudimos exponerlo en un sitio público de Granad y con dolor la vimos partir
para Managua. Esa locomotora se exhibe, convenientemente arreglada en el Parque
de Las Piedrecitas.
CONCLUSIÓN
Hemos hecho un bosquejo de la Calle Atravesada, que es un
verdadero jalón en la historia de la ciudad de Granada. Sus casas, sus hombres,
su trascendencia en el discurrir de los acontecimientos, adquieren singularidad
agrandándose los episodios. A ella se le imputan apreciaciones de gravedad.
Anatemas y también honrosos calificativos. En su debe y haber se contabilizan
cifras. En su trama como cobre un cañonazo pasan en pintoresca procesión
personajes y acciones. Siendo hoy nada más que una lección del pasado, menudean
apreciaciones que no hacen más que determinar la anchura de su historia.
Granada, 1964. A. B. P.
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