Del Editor del Blogspot:
Este artículo trata algunos aspectos sobre La Casa Presidencial en la Loma de Tiscapa, en lo fundamental, la historia de su edificación y los Presidentes de la República que alojó. Otros hechos relacionados con ese sitio colmado desde siempre por malvados pergeños humanos, dramáticos y de gigantesco simbolismo, los expondremos en otras "entradas", en donde esperamos aportar novedosos detalles de los diferentes períodos, y abordar el manto de horror que envuelve a la "Loma", en donde la paráfrasis sobra y nada más exacto podría resumir las escorrentías de maldad que de allí bajaron hacia todos los rincones de nuestra patria, que la frase precisa de Simone de Beavour: La naturaleza del hombre es malvada, su bondad es cultura adquirida; "adquisición "deficitaria" e inveterada, registrada en la sordidez de los dos "lomazos", el de Emiliano Chamorro y el de "Tacho" Somoza García; la trama en el cobarde asesinato del Gral. Augusto C. Sandino; sin olvidar que contiguo a La Presidencial, sede del "Primer Ciudadano", en diversas épocas mantuvieron cárceles y oficinas permanentes destinadas al espionaje, sin olvidar las torturas y los asesinatos. De la Presidencial en "La Loma" bajó Juan Bautista Sacasa, el tío político de Somoza, directo al asilo en la embajada de México en donde se refugió el 7 de junio de 1936; en ese trance lo acompañaron los Generales Crisanto Zapata, Francisco Sandino, José Ramón Téllez y Samuel Santos; al exilio, en donde no faltaron numerosos ciudadanos de todos los estratos sociales. Las fotografías de las diferentes áreas interiores de la Casa Presidencial fueron tomadas por el Dr. Eduardo Pérez-Valle, durante el período presidencial del Dr. René Schick Gutiérrez (Gobernó entre 1963-1967) y fueron publicadas en un plegable elaborado y difundido en el año 1965.
RECORDANDOLA CASA PRESIDENCIAL. Por: Dr. Eduardo Pérez-Valle. En: El Nuevo Diario, lunes 8
de Julio de 1986.
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RECORDANDO
**
Obras iniciaron el jueves 17 de octubre de 1929.
** La obra costó 171,013.50 dólares.
** Entre terremoto y terremoto, ofreció albergue
a 13 gobernantes.
Habiéndose
declarado recientemente Parque nacional la histórica Loma de Tiscapa, que
dominaba Managua desde el Sur, nos parece acertado hacer unas cuantas
remembranzas sobre la mansión o Casa Presidencial construida en su cumbre,
y que en sus 42 años de existencia,
entre terremoto y terremoto, ofreció albergue a 13 gobernantes.
El
4 de enero de 1931, en el tercer año de su gobierno, inauguraba el presidente
José María Moncada el Palacio Presidencial, más comúnmente llamado Casa
Presidencial. El acto inaugural llevóse a efecto durante una suntuosa
recepción. Suntuosa hasta donde lo permitía la crisis económica en que se
debatía el mundo desde 1929, y que al deteriorar sensiblemente los precios del
café en el mercado exterior, gravitaba pesadamente sobre la economía de
Nicaragua, país recién emergido de una cruenta y devastadora guerra civil.
LUGAR DEL ESPEJO
ENTRADA AL CUARTEL DE LA LOMA, ANTES DE 1929 |
TISCAPA, PRINCIPAL FUERTE
Siete
presidentes se sucedieron tras el
fundador de la fortaleza, hasta llegar a Moncada, constructor de la Casa Presidencial.
A través de ese período fue Tiscapa el principal punto fuerte de Managua.
Durante el ejercicio presidencial del antecesor de Moncada, don Carlos José Solórzano,
la noche del 24 de octubre de 1925, el comandante de Tiscapa entregó la
fortaleza al General Emiliano Chamorro, quien depuso a Solórzano, asaltando el
poder, lo que dio origen a la desastrosa guerra civil de 1926-27. Es el famoso
golpe bautizado popularmente como “el lomazo”:
Elevado
a la presidencia el general Moncada, quien condujo las armas
constitucionalistas contra la usurpación, desmanteló las fortificaciones y
destinó la colina que señorea Managua para lugar de residencia oficial del
presidente de la República ,
quizá en una afán de alejar la posibilidad de que ocurriesen futuros “lomazos”.
Vista en Planta de las áreas de Casa Presidencial
Plano elaborado para ilustrar el Plegable, en 1965, por el Dr. Eduardo Pérez-Valle
ENCARGAN EN ESTADOS UNIDOS PLANO DE UN
GRAN PALACIO
Moncada
solicitó a una firma arquitectónica de los Estados Unidos las trazas de un gran
palacio que debía construirse frente a Managua, en el preciso punto en que la Avenida Central
cortaba la cumbre de Tiscapa. Una extensa explanada se fue acondicionando en
este lugar, el de suelo más firme que ofrece el borde del antiguo cráter
volcánico.
Entretanto
quiso el presidente ocuparse en la construcción de un puesto de guardia que
controlase la entrada al recinto presidencial. Se confió esta obra al
arquitecto pisano Mario Favilli, quien había ingresado a Nicaragua en 1908 y
trabajado al servicio de la firma Luisi & Ferracuti en Managua; luego
habíase radicado en Granada, donde se empleaba en obras de arquitectura y
marmolería y en la producción industrial de ciertos materiales de construcción.
PALACIO PRESIDENCIAL INAUGURADO EL 4 DE ENERO DE 1931 ADMINISTRACIÓN DEL GRAL. JOSÉ MARÍA MONCADA TAPIA |
INFLUENCIA DE LA ARQUITECTURA ARÁBIGA
Favilli
trazó el edificio que se le encomendaba adoptando los ventanales ajimezados de
la arquitectura arábiga, así como el arco en herradura que caracterizaba a los
grandes monumentos concebidos en dicho estilo. Las formas arquitectónicas del
norte de África, exhibidas con insistencia en las publicaciones periódicas
italianas a partir de 1912, influyeron decisivamente en el ánimo del
arquitecto. Aquel año Italia había arrebatado un jirón al Imperio Otomano y
establecía su colonia Tripolitana en las antiguas tierras de Libia.
Portal de entrada, salón principal y sala de banderas
Los ventanales de arcos túmidos imprimieron al edificio un marcado sello morisco. Una amplia escalinata conducía al saliente del cuerpo central, una galería exterior coronada en la fachada por tres arcos traspasados. Sobre el ático de este cuerpo, dos leones echados, con la esfera del mundo entre sus garras, custodiando las insignias patrias: escudo y bandera. El primero en relieve sobre el arco central; la segunda en su asta, enclavada en el pináculo del edificio. Los cubos laterales, con ventanales de ajimez, tenían adosados sendos cuerpos de planta semicircular de muy gracioso aspecto.
Por
fin llegaron los planos solicitados a los Estados Unidos. El proyecto del
Palacio Presidencial era grandioso, de mucho lujo y elevado costo. Sólo los
planos estaban valorados en 5,000 dólares.
Presidente René Schick Rodríguez en la Oficina Privada
Terminado el cuerpo de guardia, se dio fin a su escalinata de acceso, toda de mármol de Carrara, y se colocaron los leones custodios. El hermoso conjunto de la obra operó el cambio. A Moncada pareció aquel mucho edificio para un destacamento militar, como también le habían parecido muchos dólares los 5,000 que pedían los arquitectos por los planos del Palacio. La crisis económica, que persistía y se agudizaba hizo lo que faltaba. Se devolvieron los planos a Estados Unidos y se destinó el puesto de guardia para Casa Presidencial. Se ordenó a Favilli que ampliara el edificio agregando dos extensas alas en la parte posterior, donde pudieran ubicarse cuantas dependencias hacían falta en el trazado original.
Sala de Conferencia, Casa Presidencial
Presidente René Schick, trabaja en la Sala de Conferencias
EL GRAN TERREMOTO DE 1931
Concluyóse
prontamente el ala occidental, acometiéndose de inmediato la construcción de la
oriental. Efectuábase esta parte de la obra cuando sobrevino el gran terremoto
del 31 de marzo de 1931. La onda sísmica pareció venir de occidente. Los
obreros que trabajaban en lo alto contaban que la tierra se agitaba como si
fuese fluida y una inmensa ola la recorriese desde occidente, la sacudida
ascendió por la ladera occidental de Tiscapa y al llegar a la cúspide causó una
falla enorme que partió en dos la Casa Presidencial.
Oficina privada del Presidente
El
ala oriental, que se construía, quedó completamente desprendida del resto del
edificio, como si una espada gigantesca la hubiese cercenado. Su nivel bajó
cuarenta centímetros. Hubo derrumbes considerables en esta sección, pues los
muros de contención que se construían sobre la laguna aún no habían sido
terminados.
En
la ruina completa que sufrió el Palacio Nacional aquel aciago día se perdieron
los primitivos planos de la casa Presidencial, archivados en el despacho del
Ministro de Fomento, Ingeniero Bernabé Portocarrero.
El
área de algunos de los principales ambientes era la siguiente: Antesala, 54
metros cuadrados; Salón principal, 100 metros; Salón de Las Banderas, 100;
Salón de los Diplomáticos, 90; Salón de Visitas, 90; Comedor, 75 metros
cuadrados.
Sala de Embajadores
SE ABANDONAN OBRAS
Después
del terremoto, por la penuria en que quedó el país, se abandonaron las obras.
La capital se estableció transitoriamente en la vecina ciudad de Masaya. Fue el
ingeniero Contesti, otro italiano, quien algún tiempo después se encargó de
reconstruir el ala oriental y hacer múltiples adiciones a la planta del
edificio, algunas de ellas ajenas al aire morisco adoptado originalmente.
Sala de Recepción
Contiguo
al ala oriental se construyó un extenso edificio que ocuparon las oficinas de
las diversas secretarías: Privada y de la Presidencia , en la
parte alta; de Información y Prensa,
Militar, Oficina de Seguridad y Oficina de Correspondencia Telegráfica, en la
planta baja; aquí también se hallaban los archivos principales de todas las
dependencias. Se construyó asimismo, separado del conjunto principal, un
alojamiento con suficiente capacidad para la Guardia Presidencial
y las oficinas correspondientes.
Sala de Recepción en el costado Este
EL TERREMOTO DE 1972
El
terremoto de 1972 partió con una enorme falla la Loma y la Laguna de Tiscapa, dejando
completamente inhabitable la Casa Presidencial. El 24 de marzo de 1974 se
comenzó su demolición, la que se dio por concluida a lo largo del año.
LOS HUÉSPEDES DE CASA PRESIDENCIAL
1. José María Moncada 1931-1932
(Su período presidencial comenzó en 1929)
2. Juan Bautista Sacasa 1933-1936
3. Carlos Brenes Jarquín 1936-1937
4. Anastasio Somoza García 1937-1939
5. Anastasio Somoza García 1939-1947
6. Leonardo Argüello 1947
7. Benjamín Lacayo Sacasa 1947-1948
8. Víctor M. Román y Reyes 1948-1950
9. Anastasio Somoza García 1951-1956
10.
Luis Somoza Debayle 1957-1963
11. René Schick Gutiérrez 1963-1966
12.
Lorenzo Guerrero 1966-1967
13.
Anastasio Somoza Debayle 1967-1972
Que gusto tenían los administradores de antes.
ResponderEliminarElegancia,sobriedad, clase,hoy solo recuerdos de un pasado.
La visión miope de los administradores que sucedieron al evento sísmico de 1972 no permitió la edificación de construcciones dignas de una capital.
No volvimos a ver edificaciones de alto rango para nuestra sociedad desde entonces.