martes, 13 de mayo de 2014

¿CUÁLES FUERON  LOS DOS PRIMEROS “CASTILLOS"  CONSTRUIDOS EN EL SAN JUAN?

Por: Dr. Eduardo Pérez-Valle

El Castillo de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción (dicho de la Inmaculada) fue la cuarta construcción militar que durante la colonia se levantó en las márgenes del Río San Juan para defensa de la Provincia. El castillo de San Carlos de Austria la tercera.

La primera había sido el Fuerte de Santa Cruz, en las bocas del Desaguadero, “construido por acuerdo de 9 de diciembre de 1602, bajo la administración de don Bernardino de Obando”. Ayón, quien suministra estos datos, dice además que la obra se llevó a cabo para apaciguar la agitación popular suscitada en Granada hacia 1600 por la aplicación de las Ordenanzas de 1595, que prohibían el cultivo de viñedos y olivares que se hacía con éxito en las laderas del Mombacho, y por la constante negativa de las Cortes a las súplicas del ayuntamiento  granadino porque se pusiese al Desaguadero en estado de defensa, ya que desde 1589 o antes era una realidad  inquietante la presencia de zambos e ingleses mancomunados  en los establecimientos de Laguna de Perlas y   Bluefields.

Dice Ayón que debido a su mala construcción el fuerte no duró, al parecer, ni medio siglo; y que su traza se había hecho conforme al Castillo de San Felipe del Golfo Dulce. Dos errores: pues este Castillo, muy irregular, no podía ser modelo de ningún otro; además, no se construyó hasta en los años de 1646 y 1652.

En las fotos aéreas de la zona se puede observar la traza de un típico recinto abaluartado en los arenales próximos a San Juan del Norte. Pero sería prematuro y aventurado suponer que tal impronta sea el recuerdo mantenido a través del tiempo y contra el poder de los elementos, de aquel remoto Fuerte de Santa Cruz que se plantó en las bocas del Desaguadero como una primera pieza defensiva en el ajedrez secular que se ha jugado entre la vieja Albión y España, a todo lo largo de los siglos y de la corriente del San Juan, porque otras fortificaciones se han levantado en diferentes épocas en esos parajes, las cuales podrían haber dejado su huella sobre la arena.

En 1748 los ingleses se apoderan de San Juan del Norte y se fortifican. Cuando en 1781 los españoles, recuperado el Castillo de la Inmaculada, fueron a reconocer desde Matina las bocas del San Juan, encontraron, además los restos de “cadáveres y bastimentos, un fuertezuelo de arena y bejucos y otro de barriles de arena y palmeras, además de varias casuchas donde se fortificaron los ingleses después de perder el Castillo, hasta que la peste los hizo abandonar el país”.

En el Plano de la Bahía de San Juan del Norte, alias Greytown, levantado por George Peacock, de la Marina Real Británica, en 1832 (incluido en el libro de Molina, Bosquejo de Costa R       ica, 1851), aparece ubicado un “fortín antiguo”, aproximadamente en el lugar en que lo muestran los fotos aéreas a que me he referido, en una punta frente al canal de paso de las embarcaciones que entran o salen del río. Pero ¿será éste el antiguo Fuerte de Santa Cruz o alguna de las fortificaciones de los ingleses?

La segunda obra efectuada en el San Juan  por los españoles vino a construirse frente al antiguo Raudal del Diablo, bautizado de Santa Cruz por los españoles, que es el mismo que ahora llamamos del Castillo.

En 1665 el pirata Eduardo Davis efectuó un sorpresivo ataque y saqueó Granada. El presidente Mencos envió al Maestre de Campo don Juan de Salinas para que sustituyese al gobernador y construyese defensas en el río San Juan. Salinas atrincheró las calles de Granada y bajó el río, donde, para sosiego de los granadinos, que amenazaban con abandonar la ciudad, construyó una torre en un raudal del río, ruta obligada hacia la ciudad, y la “guarneció con 70 mosqueteros y cuatro piezas de artillería”.

Las instrucciones acordadas a Salinas en Junta de Guerra efectuada en Guatemala eran de construir dos torres en las bocas del Desaguadero, junto a la mar.

El fuerte levantado junto al raudal, que como veremos después era el de Santa Cruz, tenía, pues un carácter provisional.

De la existencia de esta nueva defensa del San Juan, segunda en el tiempo, muy pocos han hablado; pero que existió es un hecho innegable. Ayón cita trozo de cartas que se conservan en nuestro antiguo Archivo Nacional, dirigida por el Capitán General don Martín Carlos de Mencos al Gobernador de Nicaragua don Juan de Salinas y Cerda en 1666, en las que se hacen claras referencias a la existencia y ubicación de la fortaleza, como las siguientes:

“Fuera de parecer se demoliese el fuerte del raudal de Santa Cruz, así por excusar aquellos gastos y aplicarlo todo a lo que vuestra merced está obrando en la construcción del Castillo de San Carlos de Austria, como porque vuestra merced me dice, habiéndolo visto, que no se hizo y formó donde se debiera”.

“Supuesto que con la seguridad del fuerte de San Carlos queda asegurada la entrada del río de cualquier invasión de enemigos, juzgo que se habrá demolido en toda forma el fuerte del raudal de Santa Cruz y que lo mismo habrá hecho vuestra merced de las fortificaciones que a los principios hizo en Granada”.

Trigueros Dada en su interesante estudio sobre las defensas del San Juan, hace amplias referencias y citas de los Autos de la visita al río San Juan por el Gobernador don Fernando Francisco de Escobedo en 1673; y en el parecer del Ingeniero Martín de Andujar, recogido en dichos autos, se registra el siguiente pasaje:

“Y que había oído contar que los antiguos, queriendo asegurar esta provincia, eligieron este raudal / el de Santa Cruz / como el más a propósito. Y que en la otra margen del raudal se hallan restos de la antigua fábrica”.

Trasladáronse, pues ---dice Trigueros---, a la ribera opuesta y no vieron tales restos, por el monte y la maleza; pero habiéndose excavado / limpiado/, encontraron “un terreno eminente, que de diámetro parecía tener de diez a doce varas, con un foso alrededor”.



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