¿CUÁLES FUERON LOS DOS PRIMEROS “CASTILLOS" CONSTRUIDOS EN EL SAN JUAN?
Por: Dr. Eduardo Pérez-Valle
El Castillo de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción (dicho
de la Inmaculada )
fue la cuarta construcción militar que durante la colonia se levantó en las
márgenes del Río San Juan para defensa de la Provincia. El castillo de San
Carlos de Austria la tercera.
La primera había sido el Fuerte de Santa Cruz, en las
bocas del Desaguadero, “construido por acuerdo de 9 de diciembre de 1602, bajo
la administración de don Bernardino de Obando”. Ayón, quien suministra estos
datos, dice además que la obra se llevó a cabo para apaciguar la agitación
popular suscitada en Granada hacia 1600 por la aplicación de las Ordenanzas de
1595, que prohibían el cultivo de viñedos y olivares que se hacía con éxito en
las laderas del Mombacho, y por la constante negativa de las Cortes a las
súplicas del ayuntamiento granadino
porque se pusiese al Desaguadero en estado de defensa, ya que desde 1589 o
antes era una realidad inquietante la
presencia de zambos e ingleses mancomunados
en los establecimientos de Laguna de Perlas y Bluefields.
Dice Ayón que debido a su mala construcción el fuerte
no duró, al parecer, ni medio siglo; y que su traza se había hecho conforme al
Castillo de San Felipe del Golfo Dulce. Dos errores: pues este Castillo, muy
irregular, no podía ser modelo de ningún otro; además, no se construyó hasta en
los años de 1646 y 1652.
En las fotos aéreas de la zona se puede observar la
traza de un típico recinto abaluartado en los arenales próximos a San Juan del
Norte. Pero sería prematuro y aventurado suponer que tal impronta sea el
recuerdo mantenido a través del tiempo y contra el poder de los elementos, de
aquel remoto Fuerte de Santa Cruz que se plantó en las bocas del Desaguadero
como una primera pieza defensiva en el ajedrez secular que se ha jugado entre
la vieja Albión y España, a todo lo largo de los siglos y de la corriente del
San Juan, porque otras fortificaciones se han levantado en diferentes épocas en
esos parajes, las cuales podrían haber dejado su huella sobre la arena.
En 1748 los ingleses se apoderan de San Juan del Norte
y se fortifican. Cuando en 1781 los españoles, recuperado el Castillo de la Inmaculada , fueron a
reconocer desde Matina las bocas del San Juan, encontraron, además los restos
de “cadáveres y bastimentos, un fuertezuelo de arena y bejucos y otro de
barriles de arena y palmeras, además de varias casuchas donde se fortificaron
los ingleses después de perder el Castillo, hasta que la peste los hizo
abandonar el país”.
En el Plano de la Bahía de San Juan del Norte, alias Greytown,
levantado por George Peacock, de la Marina
Real Británica, en 1832 (incluido en el libro de Molina, Bosquejo de Costa R ica, 1851), aparece ubicado un “fortín antiguo”,
aproximadamente en el lugar en que lo muestran los fotos aéreas a que me he
referido, en una punta frente al canal de paso de las embarcaciones que entran
o salen del río. Pero ¿será éste el antiguo Fuerte de Santa Cruz o alguna de
las fortificaciones de los ingleses?
La segunda obra efectuada en el San Juan por los españoles vino a construirse frente
al antiguo Raudal del Diablo, bautizado de Santa Cruz por los españoles, que es
el mismo que ahora llamamos del Castillo.
En 1665 el pirata Eduardo Davis efectuó un sorpresivo
ataque y saqueó Granada. El presidente Mencos envió al Maestre de Campo don
Juan de Salinas para que sustituyese al gobernador y construyese defensas en el
río San Juan. Salinas atrincheró las calles de Granada y bajó el río, donde,
para sosiego de los granadinos, que amenazaban con abandonar la ciudad,
construyó una torre en un raudal del río, ruta obligada hacia la ciudad, y la
“guarneció con 70 mosqueteros y cuatro piezas de artillería”.
Las instrucciones acordadas a Salinas en Junta de
Guerra efectuada en Guatemala eran de construir dos torres en las bocas del
Desaguadero, junto a la mar.
El fuerte levantado junto al raudal, que como veremos
después era el de Santa Cruz, tenía, pues un carácter provisional.
De la existencia de esta nueva defensa del San Juan,
segunda en el tiempo, muy pocos han hablado; pero que existió es un hecho
innegable. Ayón cita trozo de cartas que se conservan en nuestro antiguo
Archivo Nacional, dirigida por el Capitán General don Martín Carlos de Mencos
al Gobernador de Nicaragua don Juan de Salinas y Cerda en 1666, en las que se
hacen claras referencias a la existencia y ubicación de la fortaleza, como las
siguientes:
“Fuera de parecer se demoliese el fuerte del raudal de
Santa Cruz, así por excusar aquellos gastos y aplicarlo todo a lo que vuestra
merced está obrando en la construcción del Castillo de San Carlos de Austria,
como porque vuestra merced me dice, habiéndolo visto, que no se hizo y formó
donde se debiera”.
“Supuesto que con la seguridad del fuerte de San
Carlos queda asegurada la entrada del río de cualquier invasión de enemigos,
juzgo que se habrá demolido en toda forma el fuerte del raudal de Santa Cruz y
que lo mismo habrá hecho vuestra merced de las fortificaciones que a los
principios hizo en Granada”.
Trigueros Dada en su interesante estudio sobre las
defensas del San Juan, hace amplias referencias y citas de los Autos de la
visita al río San Juan por el Gobernador don Fernando Francisco de Escobedo en
1673; y en el parecer del Ingeniero Martín de Andujar, recogido en dichos
autos, se registra el siguiente pasaje:
“Y que había oído contar que los antiguos, queriendo
asegurar esta provincia, eligieron este raudal / el de Santa Cruz / como el más
a propósito. Y que en la otra margen del raudal se hallan restos de la antigua
fábrica”.
Trasladáronse, pues ---dice Trigueros---, a la ribera
opuesta y no vieron tales restos, por el monte y la maleza; pero habiéndose
excavado / limpiado/, encontraron “un terreno eminente, que de diámetro parecía
tener de diez a doce varas, con un foso alrededor”.
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