EL PRIMER PILOTO AVIADOR NICARAGÜENSE. Por: Enrique Hasbani R. En: Novedades, Managua, 1 de Febrero de 1964.
En la edición
de hoy, el diario Novedades, publica una entrevista hecha al coronel Guillermo
Rivas Cuadra, en la cual relata, con encomiable fidelidad, toda su intervención
en la organización y desarrollo de la Fuerza Aérea Nacional (FAN), que acaba de
cumplir 25 años de existencia.
Sólo que
encuentro una falla en las declaraciones de Coronel Rivas Cuadra, y es cuando
sostiene, “para evitar tergiversaciones de la historia de la aviación
nicaragüense”, que el primer piloto civil nicaragüense fue el Coronel Espinosa
Altamirano.
Sin ningún
interés personal en el asunto, y sólo porque creo que la historia debe ser
escrita con absoluta imparcialidad, y como un pequeño aporte a la historia de
la aviación nicaragüense, debo manifestarle al distinguido piloto y amigo
Coronel Rivas Cuadra, que de acuerdo con los mejores informes que tengo en mi
poder, el primer piloto nicaragüense, fue el General Humberto Pasos Díaz, quien
llegó a Nicaragua como piloto, volando de Corinto a Managua en 1924, esto es,
muchos años antes que el Coronel Espinosa Altamirano obtuviera sus alas de
piloto. Hay más: el General Pasos Díaz, fue el fundador de la Primera Escuela
de Aviación de Nicaragua, legalmente constituida, en la cual se inscribieron
muchos jóvenes que aún existen, entre los que figuraban Alfredo Arana, de
Managua, un joven Tiffer, de Masaya; Enrique Boza, de Chinandega, un joven
Román, de Jinotepe y un famoso nadador de aquellos tiempos de apellido Bonilla.
Como aprendiz
de mecánica se matriculó Ramón Samayoa. Los instructores eran los pilotos
Rutiedge y Mason y el mecánico, un estadounidense muy jovial de apellido
Cudeback, a quien sus alumnos apodaban “culuevaca.
El General
Humberto Pasos Díaz, siendo cónsul de Nicaragua, en San Francisco de
California, se inscribió como cadete de aviación en “Wálter T. Varney Flying
School”, de San Mateo, California, habiendo completado sus estudios
satisfactoriamente, y adquirido sus alas de piloto. Su Licencia fue extendida
por una organización francesa, por
cuanto en aquel entonces era París, quien se encargaba de extender
licencia a los Pilotos. Una vez graduado, adquirió un avión monoplano monomotor
que embarcó hacia Corinto, de donde voló a Managua, en compañía de otro piloto
Rutledge. El avión tenía por nombre “Varney”, debajo de sus alas, como homenaje
a la escuela donde cursó sus estudios, nombre que poco tiempo después cambió
por el suyo: “Pasos Díaz”.
Para borrar
de una vez por todas cualquier duda existente en cuanto a la condición de
Piloto del General Paso Díaz, su licencia de Piloto hubiese sido el mejor
testimonio; pero desgraciadamente, su prematura muerte –el 4 de noviembre de
1926-- en una emboscada en el caño Fruta
de Pan, afluente del Escondido, en la gasolina León del Mar---, a la temprana
edad de 36 años, así como también la de su esposa, doña Irene Rener de Pasos
Díaz, que no le sobrevivió mucho tiempo, sumados al terremoto de Managua que
destruyó su casa de habitación, este importante documento desapareció. No
obstante, para suplir en parte su falta, hemos de remitirnos a las
publicaciones de la época: la revista “Educación”, número 50, de diciembre de
1926, editada por los Hermanos Cristianos del Instituto Pedagógico de Managua,
dice del General Pasos Díaz:
“...El General Humberto Pasos Díaz fue
designado Cónsul General en San Francisco de California, y allí, en vez de
matar el tiempo como lo hacen tantos otros, trabajó con ahinco en dar a conocer
nuestros productos y aprovechó la oportunidad para inscribirse como alumno en
la Escuela de aviación hasta conquistar su título de Piloto Aviador. Poco
después de la muerte de don Diego Manuel Chamorro, regresó a Nicaragua y trajo
el primer avión nacional que haya surcado nuestra atmósfera”.
Y el señor
cónsul de España en Managua, don Manuel Orbes, envió a la viuda del piloto con
motivo de su muerte, la siguiente nota de duelo:
“La trágica
muerte del general Humberto Pasos Díaz, creador de la aviación en Nicaragua, ha
producido general sentimiento en cuantos pudieron conocer sus excelentes dotes
de soldado, de Piloto y de amigo. El consulado de España, recordando pasadas
demostraciones del extinto en fechas trágicas para la aviación española, se une
al sentimiento general del pueblo nicaragüense, dedicando a la memoria del
gloriosamente caído en el campo de batalla, su homenaje de admiración y
respeto”:
Podría seguir
larto rato con citas de esta naturaleza, pero como estos hechos ocurrieron hace
escasos 40 años, no dudo que habrá más de una persona, incluso los mismo
alumnos del General Pasos Díaz, que podrían allegar más argumentos en este
sentido para dejar esclarecido de una vez por todas, quién fue el primer piloto
aviador nicaragüense.
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