viernes, 9 de mayo de 2014

EL PRIMER PILOTO AVIADOR NICARAGÜENSE. Por: Enrique  Hasbani R. En: Novedades, Managua, 1 de Febrero de 1964.

   En la edición de hoy, el diario Novedades, publica una entrevista hecha al coronel Guillermo Rivas Cuadra, en la cual relata, con encomiable fidelidad, toda su intervención en la organización y desarrollo de la Fuerza Aérea Nacional (FAN), que acaba de cumplir 25 años de existencia.

   Sólo que encuentro una falla en las declaraciones de Coronel Rivas Cuadra, y es cuando sostiene, “para evitar tergiversaciones de la historia de la aviación nicaragüense”, que el primer piloto civil nicaragüense fue el Coronel Espinosa Altamirano.

    Sin ningún interés personal en el asunto, y sólo porque creo que la historia debe ser escrita con absoluta imparcialidad, y como un pequeño aporte a la historia de la aviación nicaragüense, debo manifestarle al distinguido piloto y amigo Coronel Rivas Cuadra, que de acuerdo con los mejores informes que tengo en mi poder, el primer piloto nicaragüense, fue el General Humberto Pasos Díaz, quien llegó a Nicaragua como piloto, volando de Corinto a Managua en 1924, esto es, muchos años antes que el Coronel Espinosa Altamirano obtuviera sus alas de piloto. Hay más: el General Pasos Díaz, fue el fundador de la Primera Escuela de Aviación de Nicaragua, legalmente constituida, en la cual se inscribieron muchos jóvenes que aún existen, entre los que figuraban Alfredo Arana, de Managua, un joven Tiffer, de Masaya; Enrique Boza, de Chinandega, un joven Román, de Jinotepe y un famoso nadador de aquellos tiempos de apellido Bonilla.

   Como aprendiz de mecánica se matriculó Ramón Samayoa. Los instructores eran los pilotos Rutiedge y Mason y el mecánico, un estadounidense muy jovial de apellido Cudeback, a quien sus alumnos apodaban “culuevaca.

   El General Humberto Pasos Díaz, siendo cónsul de Nicaragua, en San Francisco de California, se inscribió como cadete de aviación en “Wálter T. Varney Flying School”, de San Mateo, California, habiendo completado sus estudios satisfactoriamente, y adquirido sus alas de piloto. Su Licencia fue extendida por una organización francesa, por  cuanto en aquel entonces era París, quien se encargaba de extender licencia a los Pilotos. Una vez graduado, adquirió un avión monoplano monomotor que embarcó hacia Corinto, de donde voló a Managua, en compañía de otro piloto Rutledge. El avión tenía por nombre “Varney”, debajo de sus alas, como homenaje a la escuela donde cursó sus estudios, nombre que poco tiempo después cambió por el suyo: “Pasos Díaz”.

   Para borrar de una vez por todas cualquier duda existente en cuanto a la condición de Piloto del General Paso Díaz, su licencia de Piloto hubiese sido el mejor testimonio; pero desgraciadamente, su prematura muerte –el 4 de noviembre de 1926--  en una emboscada en el caño Fruta de Pan, afluente del Escondido, en la gasolina León del Mar---, a la temprana edad de 36 años, así como también la de su esposa, doña Irene Rener de Pasos Díaz, que no le sobrevivió mucho tiempo, sumados al terremoto de Managua que destruyó su casa de habitación, este importante documento desapareció. No obstante, para suplir en parte su falta, hemos de remitirnos a las publicaciones de la época: la revista “Educación”, número 50, de diciembre de 1926, editada por los Hermanos Cristianos del Instituto Pedagógico de Managua, dice del General Pasos Díaz:

 “...El General Humberto Pasos Díaz fue designado Cónsul General en San Francisco de California, y allí, en vez de matar el tiempo como lo hacen tantos otros, trabajó con ahinco en dar a conocer nuestros productos y aprovechó la oportunidad para inscribirse como alumno en la Escuela de aviación hasta conquistar su título de Piloto Aviador. Poco después de la muerte de don Diego Manuel Chamorro, regresó a Nicaragua y trajo el primer avión nacional que haya surcado nuestra atmósfera”.

    Y el señor cónsul de España en Managua, don Manuel Orbes, envió a la viuda del piloto con motivo de su muerte, la siguiente nota de duelo:

 “La trágica muerte del general Humberto Pasos Díaz, creador de la aviación en Nicaragua, ha producido general sentimiento en cuantos pudieron conocer sus excelentes dotes de soldado, de Piloto y de amigo. El consulado de España, recordando pasadas demostraciones del extinto en fechas trágicas para la aviación española, se une al sentimiento general del pueblo nicaragüense, dedicando a la memoria del gloriosamente caído en el campo de batalla, su homenaje de admiración y respeto”:

    Podría seguir larto rato con citas de esta naturaleza, pero como estos hechos ocurrieron hace escasos 40 años, no dudo que habrá más de una persona, incluso los mismo alumnos del General Pasos Díaz, que podrían allegar más argumentos en este sentido para dejar esclarecido de una vez por todas, quién fue el primer piloto aviador nicaragüense.





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