lunes, 5 de mayo de 2014

NO JUGUEMOS CON NUESTROS SÍMBOLOS PATRIOS. Por: Dr. Eduardo Pérez-Valle. En: El Nuevo Diario, sábado 20 de diciembre de 1997.

Nos ha causado honda preocupación conocer la bancarrota, si así puede llamarse, en que se encuentran nuestros Símbolos Patrios. Arbitrariamente, cambian sus características oficinas y oficiales de los Poderes del Estado, principalmente al Escudo y la Bandera; y al paso que vamos no es remoto que un día de tantos oigamos el Himno Nacional con ritmo de cha cha chá.

A nuestra bandera se le da cualquier tamaño sin observar la proporción de 3 a 5 de sus lados, y el color azul, que significa Justicia y Lealtad, va desde un simple celeste al azul de Prusia, siendo así que debiera ser azul cobalto, como está establecido.

En cuanto al Escudo Nacional, lo primero que se altera es la forma del triángulo, poniéndolo con frecuencia isósceles, puntiagudo hacia arriba o achatado, en vez de equilátero (de lados igual, como debe ser).

ESCUDO NACIONAL DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA
Elaborado por el Dr. Eduardo Pérez-Valle 
Otro error es que no se pone el istmo transversal que contiene los 5 volcanes  y separa los 2 mares; muchas veces lo que se exhibe es una isla con los cinco volcanes en medio de un solo mar; una especie de Ometepe de cinco volcanes, o “Macuiltepe”, si se quiere.

Se olvida el significado de los símbolos: el Istmo Centroamericano, antiguo Reino de Guatemala y las cinco Provincias que lo constituían. Al convertir el istmo en isla, se pierde todo el simbolismo y se torna en elemento puramente decorativo. Ese único mar donde reposa la isla “Macuiltpe”, no se sabe cuál es; en cambio, dividido por el Istmo Centromericano, tenemos el Mar del Norte y el del Sur. Los Océanos Atlántico y Pacífico de nuestra geografía.

Las líneas sucesivas de olas coronadas de espuma dan vida, movimiento a ambos mares de acuerdo a la realidad de su existir.

Cubriendo los cinco volcanes se levanta el arco-iris, símbolo de la Paz, cuyo centro se encuentra en el centro del horizonte. Son 7 franjas contiguas de colores, en el siguiente orden, de fuera a dentro: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo y violáceo, las 3 franjas interiores aparecen íntegras de extremo a extremo, y las 4 restantes son interceptadas por los lados oblicuos del triángulo.

EL GORRO FRIGIO

En el centro del espacio que dejan el arco-iris y los volcanes, se encuentra el gorro frigio, “el gorro de la libertad, esparciendo luces”. Y es de notar que el gorro como figura heráldica se sostiene por sí mismo en el firmamento; no necesita que los sostenga un palo de escoba (que algunos dicen que es una lanza, pero no se le ve la punta) ensartado en el cráter del volcán central. Así, pues, el gorro frigio, sin soporte alguno emite 45 rayos equidistantes, uno de ellos perpendicular hacia abajo; el arco iris interfiere 28 de ellos.

Como decíamos, resulta desastroso que todas las oficinas públicas, empezando por los ministerios, hacen lo que quieren con nuestros símbolos patrios, sin prestar la menor atención a lo prescrito. Así vemos por todos lados la isla de cinco volcanes en vez del Istmo Centroamericano; el arco iris de la Paz, reducido a un pedacito en el vértice del triángulo, o como lo puso INIFOM, con las dos terceras partes de una circunferencia. Construcción y Transporte: una isla de 5 cerros amarillos y un arco iris de tres colores, rojo, amarillo y verde. ¡La Bandera de Bolivia! La sorpresa mayor la tuvimos hace poco, con la puesta en circulación de monedas y billetes que llevan al reverso un escudo falso de Nicaragua, uno de tantos adefesios que no corresponden a lo que debieran ser. En la moneda, el arco-iris es un pedacito con sólo tres bandas, el gorro está descentrado y mal dibujado, los rayos son escasos, y aparecen cinco cerros, no volcanes.

En el billete aparece la isla “Macuiltepe” en medio de un solo mar; los cerros amarillos reciben luz lateral de un sol inexistente y una raya rojiza atraviesa sus bases: encima aparece un gorro frigio descentrado y mal dibujado, dentro de un círculo amarillo rodeado de manchas negruzcas, afuera el cielo es rojizo abajo y celeste arriba, donde aparece un “arco-iris” diminuto de sólo cinco bandas con los siguientes colores: rosado, amarillo y verde. Rodeando este caricato, en un amarillo borroso, casi ilegibles, están los rótulos República de Nicaragua \ América Central. El autor de esa desgracia es “Francois Charles Oberthur”, y responsables nicas el Presidente del Banco Central y el Ministro de Finanzas en 1995.

Pareciera que en Nicaragua nadie sabe ni quiere saber que la ley de 4 de Septiembre de 1908, que ajusta en lo posible el Escudo de Armas y el Pabellón de la República a los que representaban a la Federación  Centroamericana, “en vista de las aspiraciones nicaragüense por el renacimiento de esa Entidad política; y que la Ley sobre las características y uso de los Símbolos Patrios, de 16 de agosto de 1971, actualmente en vigor, se apega a la misma tendencia.

Esta ley, que consta de 79 artículos, contiene las especificaciones que hemos mencionado en este escrito y muchas más. El arto. 72 señala la competencia de los Ministerios de Gobernación, Relaciones Exteriores, Educación Pública  y Defensa en la difusión de los Símbolos Patrios y el cumplimiento de esta ley.

Y  el arto. 73 establece las sanciones a las contravenciones que constituyan desacato o falta de respeto a los Símbolos Patrios.

Por Nicaragua y por su presentación decente y adecuada. 

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