Nunca ha faltado
49 AÑOS DE LABOR
Y UN ESTÍMULO QUE NO LLEGA. Por:
Miguel A. Borgen. En: La Prensa, 8 de agosto de 1976.
A los 73 años de edad, con 49 de trabajar en forma
ininterrumpida, el veterano electricista José Antonio Medina Díaz, todavía está
en su puesto en la planta eléctrica, a cargo de la sección de distribución, con
un sueldo apenas de mil ochocientos córdobas mensuales.
A Toño Medina, como lo conocen popularmente los obreros de
ENALUF, se preparan a homenajearlo sus amigos y compañero el 8 de agosto,
cuando cumpla 73 años de edad y comience
a caminar sobre los 74 “abriles”, como dicen en las notas sociales.
Encontramos a Medina una tarde de estas, enganchado en una
camioneta con rótulo oficial de ENALUF, cumpliendo sus obligaciones de eterno
electricista, donde nunca ha llegado a ganar un sueldo ni siquiera igual al de
una de tantas secretarias que tienen en las oficina de la empresa, con pocos
años de laborar.
LOS 49 AÑOS
Detuvimos al viejo electricista para que nos contara esa
historia de 49 años de ser empleado de ENALUF, porque supimos que él vio los
primeros días de la luz eléctrica en Managua, cuando la Planta Eléctrica era
movida a vapor y en la Quinta Nina se amontonaban toneladas de leña para hacer
funcionar los motores que generaban el fluido eléctrico para los capitalinos.
--“Eso fue en el año de 1928, nos dijo José Antonio
recordando el pasado—cuando no se llamaba ENALUF, sino Central American Power.
Agregó que a la edad de 24 años llegó como aprendiz de
electricista un 2 de enero de ese año, cuando era gerente el ingeniero Juan
Ignacio González, y estaba bajo la auditoría de funcionarios yanquis.
Otros gerentes, y auditores pasan por la mente de José
Antonio Medina, pero recuerda más al jefe de auditores, un tal Mr. Downing,
quien una vez lo “indemnizó” con 50 córdobas, por haber sido avasallado por un
cliente de “alto copete”, un señor Mathews, que lo quiso balear porque llegó a
cortarle la luz con la instrucciones de aquel, debido a que estaba en mora.
CARRETÓN DE MANO
--“Es día me las vi
de a palito, dice José Antonio Medina—Fue la época del carretón de mano que
halábamos por todo Managua, instalando conexiones y cortando a los morosos.
Pero el cliente Mathews, dijo que tenía “pata” con el gobierno como yo tenía instrucciones de cortar, me
subí a la escalera, alicate en mano, cuando el renco Mathews salió de su casa
blandiendo un revólver y me apuntó con intenciones de disparar. Entonces me
derrumbé del alto, y sufrí golpes de consideración. Cuando le relaté al jefe el
suceso, éste me acompañó donde el cliente moroso y junto cortamos los alambres.
Después Mathews pagó la deuda, que era gorda, y Mr. Downing,
me gratificó con 50 córdobas, sin duda por el susto y los golpes que sufrí al
caer de la escalera.
GERENTES DE LA
EMPRESA
--“Vinieron después otros gerentes, entre los que recuerdo a
un tal Mr. Luwing, Mr. Jhonson, y Mr. Exeter que fue el último creo yo en los
tiempos de la Power, porque luego la empresa pasó a manos del Ferrocarril y
tuvo como gerente a un tico llamado Miguel Fournier. Este último instituyó el
aguinaldo navideño para los empleados, pero luego llegó el ingeniero Humberto
Salvo y canceló los estímulos, no se sabe, por qué.
Relata Toño Medina, que después del carretón de mano, vino
el carretón de caballo con el que hacían el recorrido en la vigilancia del
servicio eléctrico, y finalmente vinieron los camiones y camionetas en tiempos
ya de Forunier.
En el año 1958, pasó la empresa a ser ente autónomo, y tuvo
como gerente al Dr. Eduardo Montiel y en
su consejo directivo a dos Gustavo Raskosky. Finalmente se convirtió en Empresa
Nacional de Luz y Fuerza, que tiene
hasta la vez como Presidente Ejecutivo al Dr. Luis Manuel Debayle.
El Dr. Debayle, dice Toño, me ofreció un pergamino y el
regalo de un mes de sueldo, en una ceremonia especial, cuando cumplí 35 años de
labor constante en esa empresa. Talvez ahora que cumplo 49 reciba esos anunciados
estímulos.
ENTRÓ GANANDO 0.70
CENTAVOS
Medina relata que hace 49 años, entró ganando 0.70 centavos
al día, y después a los dos años fue capataz de cuadrilla con un salario de un
córdoba con 20 centavos. En sus largos años de laborar en la misma empresa
Medina ha sido favorecido con pequeños aumentos, el último de los cuales fue de
16 córdobas, para ajustar a mil ochocientos mensuales.
El único más viejo que él en la empresa es el Sr. Alfredo
Téllez, que llegó un año antes.
Para finalizar Toño Medina, relata que en 49 años de labor
nunca ha faltado un solo día, y ahora trabaja de noche, hasta los domingos y
día de fiesta, pues tiene a su cargo la sección de distribución en la Planta
Eléctrica, por lo que cree, y así lo creemos nosotros; merece un buen estímulo
de parte de la empresa. El homenaje a este viejo servidor de ENALUF, ha de ser
muy singular, pues se preparaba serenata, piñata, repartición de golosinas y
naturalmente, los consabidos tragos.
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