lunes, 5 de mayo de 2014

El pasado es prólogo: REMEMBRANZAS DE GRANADA. Por: Eduardo Pérez-Valle hijo. En: Nuevo Amanecer Cultural, sábado 29 de enero de 1996.

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DON FRANCISCO PÉREZ DUARTE, REAL PROVEEDOR DE LA "VANGUARDIA" Y DE LA "REACCIÓN", NUESTRO CARO LIBRERO DE LA LIBRERÍA BARATA.  Caricatura de Joaquín Zalavala Urtecho. La caricatura de Don "Pancho Pérez" con paso apresurado fue hecha por JZU, en ocasión de publicarse el libro "Entre dos filos" del Dr. Pedro Joaquín Chamorro Zelaya". .  
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Cuentos nuevos muy ilustrados,
por Walt Disney
LIBRERÍA BARATA -- Granada y Managua.
Junio 9, 1935
    


    Mena Guerrero en su Exordio afirma: “Para salvar esos recuerdos, escribo estas memorias en que registro las personas, lugares y acontecimientos de esos tiempos lejanos, que gracias a ello no se perderán borrados por la neblina del olvido”. Así es, la neblina está dando lugar al paso de la luz, y se ve a Don Francisco Pérez Duarte, cargando bajo el brazo sus queridos libros, vendiéndolos, fiándolos, regalándolos, prestándolos para jamás retornar. Alimentando el apetito del saber. 

    De aquellos tiempos sólo queda el libro de empastado azul, allí están anotados los que llegaban a la Librería Barata, para comprar o pedir el crédito del conocimiento, entre otros: “Los “Cieguitos Bárcenas”, hijos del Dr. José Bárcenas Meneses, quien otrora fuera el firmante del Tratado Bárcenas-Esguerra sobre San Andrés y Providencia. El Profesor e intelectual Carlos A. Bravo, recordado entre los amigo y los conocidos como el “Negro Bravo”, quien por ser en aquellos tiempos profesor de mi padre el Dr. Eduardo Pérez-Valle, aprovechaba la circunstancia para incluirse en el libro azul del crédito revolvente. También Octaviano Bravo, excelente profesor de inglés, hermano de Carlos A. Bravo, quien impartía clases en su casa de habitación. El Dr. Benedicto Meneses y su hermano. También llegaba Octavio Rocha (Rochita), hijo de Don Pedro Rocha, Director del periódico liberal “El Correo”; quien no llegaba a la librería de mi abuelo por ser Don Francisco Pérez Duarte, coronel de artillería para la Guerra de los Vapores al lado del bando conservador. Octavio y Pedro son padre y abuelo, respectivamente, del poeta y escritor Luis Rocha. El cura intelectual y de la orden Pedrana de la iglesia de La Merced, Silverio Cuadra. Don Marco Antonio Ortega, quien fue Director del Instituto Nacional de Oriente (INDO), abuelo de Daniel y Humberto Ortega. Enrique Fernández Morales “Quico”, padre del poeta Francisco de Asís (Chichí) Fernández. El profesor e intelectual Don Salvador Barberena Díaz, director del Colegio Particular de Varones, quien después de haber sido Director del Instituto Nacional de Oriente, fundó su propio colegio frente a donde hoy  es el Cuerpo de Bomberos de Granada. El intelectual y matemático don Porfirio Rocha. Don Pedro Joaquín Cuadra Chamorro director del otro periódico granadino de la época, “El Diario Nicaragüense”. Joaquín Zavala Urtecho, director de la Semana Cómica; quien en la ocasión de publicar Pedro Joaquín Chamorro Zelaya su libro “Entre Dos Filos” y ponerlo a la venta en la librería de mi abuelo, dibujó una caricatura de don Francisco Pérez Duarte, riendo y alzando en una de sus manos el libro de Chamorro Zelaya. Don Sofonías Salvatierra. El Dr. Adán Sequeira Arellano y su señor madre Doña Pancha, a quienes se historia como dos infatigables lectores. Los granadinos octogenarios, recuerdan a Doña Pancha sentada leyendo todas las tardes en el portal de su casa, contiguo a la iglesia de la Merced hacia el norte.

    Hasta la librería de mi querido y recordado abuelo, del Mercado media cuadra hacia Jalteva, en el local que alquilaba Don Fernando Medina, agricultor, propietario de tierras al lado de Chontales, conocido como “Chilindrín”, seudónimo que utilizaba para firmar sus artículos en los periódicos, acudían decenas de notables granadinos. La Librería Barata , era precisamente una alegoría de su nombre, en ella estaban los conocimientos, la semilla, el riego y la germinación de tanta intelectualidad, baratos sus precios y el carismático intelectual don Francisco Pérez Duarte abonando en ellos en su incansable labor de llevar y traer libros, venidos en remesas cada mes del año, provenían de Francia, España, México, Chile, Argentina, de prestigiosas Casas Editoriales: Aguilar, Salvat, Espasa Calpe, Hermanos Garnier, G. M. Bruño, Capeluz FTD, que los muchachos de su invención decían de esa Editorial, que sus siglas significaban: Federico Tapón Duro. Estas son algunas de sus Editoriales. A todas ellas mi abuelo les ponía el infaltable sello: “Librería Barata, Francisco Pérez Duarte, Granada Nicaragua”. En esa librería el poeta Pablo Antonio Cuadra ponía a vender sus primeros libros, “Por los caminos van los campesinos”, etcétera. La Vanguardia no faltó en el histórico libro de pasta y páginas azules, allí están: Joaquín Pasos, José Coronel Urtecho. Otros ilustres granadinos como el Dr. Héctor Mena Guerrero, Francisco “El Negro” Pérez Estrada, fueron clientes de ese avituallamiento intelectual.

    El ilustre periodista Francisco Mena Guerrero, evoca el recuerdo de mi abuelo en las siguientes líneas del libro “Granada de mis recuerdos”: “Pancho Pérez, alto, flaco, calvo, desgarbado y  desnivelado de un hombro por cargar libros. Parecía una figura del Greco. Siempre a pie por las calles de Granada ofreciendo libros y husmeando obras de las bibliotecas de algún difunto para comprarlas… Tenía su librería cerca del Mercado y allí crecieron sus hijos, entre libros, para ser después brillantes escritores e intelectuales, honra de Nicaragua. Con su librería hizo un gran bien cultural a la ciudad, por ser la única. Él fue un gran lector y conocedor de su oficio  para conseguir un libro raro, Don Pancho era el hombre. Fue un apasionado de su trabajo, buscando, importando, teniendo siempre libros. Don Francisco Pérez fue un monumento de la cultura”.

    Mi abuelo llevó la educación y el pan de sus hijos a través de ese trabajo intelectual y mercantil. Somoza García, rapaz y oportunista, al estallar la Segunda Guerra Mundial, dispuso que la Librería Barata fuese intervenida por el Banco Nacional, incluida en lo que se conoció como “Las Listas Negras” o “Listas Proclamadas”, en donde estaban todos aquellos negocios que recibían mercancías de países de “El Eje” o que dependían de él. Así, vio destruida sus librerías mi querido abuelo, pero no así su labor edificante entre la ciudadanía granadina de la época. Lo mismo sucedió  con la librería que abrió en la Managua de los años 30, situada en la Avenida de La Loma, que posteriormente Somoza García bautizó el 1º de febrero de 1946 como Roosevelt. Esta quedó frente al Banco Kalley-Dagnall; la librería Barata de Managua, era de dos puertas a la calle, contiguo a la famosa barbería de Cástulo Hernández, padre de los ingenieros Armando y Enrique Hernández, quienes tienen el mérito de haber sido fundadores de la Escuela de Ingeniería.

    Hablar de mi abuelo, es hablar de mi padre, el Dr. Eduardo Pérez-Valle y hablar de ellos es referirse a mi querida familia. A ellos dos la Historia les premia como a benefactores de la cultura, intelectuales, anticuarios, de los que creen y sienten que el Pasado es Prólogo.

Algún lugarcito allá arriba, les habrán destinado a Don Francisco Pérez Duarte, muy seguro que José Coronel, Joaquín Pasos, Pérez Estrada, le habrán presentado a los que no lo conocieron terrenalmente, Ernesto Gutiérrez, Juan Aburto, Fidel Coloma, Fernando Gordillo… todos ellos visitándole muy seguramente en busca de los libros celestiales.

Antigüedades La Botija

Centro Cultural Managua

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