lunes, 27 de enero de 2014

1965 - 1998: DOS INICIATIVAS PARA EL DESARROLLO DE LA ARQUEOLOGÍA CIENTÍFICA EN NICARAGUA. Por: E. Pérez-Valle.

1965 - 1998: DOS INICIATIVAS PARA  EL DESARROLLO DE LA ARQUEOLOGÍA CIENTÍFICA EN NICARAGUA

Presentación por Eduardo Pérez-Valle hijo

    En mi padre y en quien escribe estas líneas, siempre hubo permanente interés por crear en Nicaragua la investigación arqueológica de nuestros connacionales con verdadero basamento científico adquirido en la Educación Universitaria. Por ese motivo, contextualizo estas dos fechas,  1965 y 1998. Ambas están relacionadas al hecho de llegar casi al final del siglo XX,  y  como siempre, en asuntos de atrasos y malas decisiones, Nicaragua, era el único país del Continente Americano que no contaba con educación universitaria en Arqueología; los dedicados a tales menesteres eran empíricos; algunos con cursos básicos. Estos dos momentos, forman parte de los eslabones de esa historia Al final hubo graduados en la UNAN-Managua, no obstante, la Arqueología científica pudo haber logrado un desarrollo firme y ascendente si la autoridades universitarias, sin justificación alguna, no hubieran puestos trabas para otorgar al recién creado Centro Arqueológico de Documentación e Investigación (CADI), el carácter de Institución Independiente, adscrita a la UNAN, tal como el CIGEO, CIERA, etc.  Fue un desacierto perjudicial que puede constatarse con el destino que tuvieron la mayoría de esos jóvenes que optaron por estudiar Arqueología. Después de graduarse fueron muy pocos los que lograron permanecer en aquel contexto privativo. Aprovecho esta explicación liminar, para darle nuestro merecido reconocimiento al Lic. Manuel A. Palma Córdoba, que fue uno de aquel pequeñísimo grupo de nicaragüenses que por primera  vez logró la Licenciatura en Arqueología Social por la UNAN-Managua con la participación de la Universidad Autónoma de Barcelona; porque después de la Primera Graduación, todos los doctores y catedráticos extranjeros que permanecieron bajo la atención de la U.N.A.N., para impartir las asignaturas especiales, regresaron a sus países de origen. Posteriormente, el contenido curricular de la enseñanza varió y, los siguientes títulos extendidos por la Universidad acreditaron: "Licenciado (a) en Historia con Mención en Arqueología." Manuel Palma fue el compañero de estudios, el alumno con más firmeza que estuvo de nuestro lado y contribuyó de manera resuelta a la creación del C.A.D.I. Asimismo, siempre estuvo adherido al proyecto que pretendía facultarlo como una institución autónoma adscrita a la U.N..A.N. Desde aquellos sinceros y entusiastas emprendimientos han transcurrido veintidós años, hoy cincelo el nombre del amigo en las páginas de la memoria histórica.  

LA PRENSA, 15 DE JUNIO DE 1998

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A PROPÓSITO DE UN EDITORIAL SOBRE EL MUSEO NACIONAL

En: La Prensa, 3 de enero de 1965.

Comentarios del Director del Instituto Nicaragüense  de Arqueología y del historiador E. Pérez-Valle

DEL DIRECTOR DEL INSTITUTO DE ARQUEOLOGÍA

Sr. Don Pablo Antonio Cuadra,
Presente.-

Muy estimado Pablo Antonio:

La Directiva del Instituto Nicaragüense de Arqueología me ha pedido te exprese en su nombre, el reconocimiento público por el oportuno y patriótico editorial que escribistes el sábado ppdo. sobre la urgencia de disponer en el país de un local apropiado para el Museo Nacional. Como tú muy acertadamente lo señalas, merece destacarse la función social que cumple un Museo al ofrecer al pueblo un muestrario de los antecedentes de su cultura actual. Por otra parte,  Nicaragua es el único país de Centro-América donde no existe un Museo adecuado a la riqueza arqueológica de la Nación. La iniciativa privada, a través del INSTITUTO NICARAGÜENSE DE ARQUEOLOGÍA está preparando un plan que presentaremos al Gobierno, en donde  se contempla una mutua cooperación  para hacer realidad  el viejo anhelo de disponer de un Museo Nacional.

Atentamente,

        Dr. Emilio Álvarez Montalván

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DE EDUARDO PÉREZ VALLE

Estimado Pablo:

   Leí tu artículo “Escrito a Máquina” de esta semana, y no puedo menos que solidarizarme contigo en tu preocupación por la falta en nuestro medio  de un Museo que corresponda al rango que tiene nuestro país como zona arqueológica de primera importancia.

   No obstante, quiero expresarte que lo que más falta nos hace no es tanto el Museo, como verdaderos arqueólogos nacionales que exploren a conciencia el rico suelo nuestro; que pongan término a la destrucción a fondo de nuestro patrimonio arqueológico, que llevan a cabo constantemente gentes irresponsables, sólo por el deseo de ganarse unos cuantos córdobas vendiendo las piezas a los coleccionistas y comerciantes. Que releguen  a su merecido lugar ese “sentimiento oriental” de querer poseer cosas que se sospecha tienen valor económico, pero cuyo valor cultural y científico ni siquiera es sospechado. Que pongan en su verdadero sitio ese culto “a lo chino” por los objetos arqueológicos, sólo para tener pretexto de parlar sobre cosas fantásticas en la rueda de amigos. Que reduzcan  a sus legítimos términos a tanto “arqueólogo” romántico, poseso de aquel apetito que, dice Ignacio Bernal, “incita a acumular objetos, a conservar cosas más o menos disímiles, es decir, a coleccionar. Lo mismo pueden ser sellos postales o anillos de puros, que pinturas o estatuas maravillosas”. A este propósito, el mismo Bernal explica que “el verdadero coleccionista es una fiera terrible dispuesta a todo por obtener aquello que falta para completar su nunca completa colección. Es insaciable, y astuto, avaro de sus tesoros, aunque puede ser pródigo de sus dineros”.

   Pensando pues, en la manera de salir al frente a estos problemas y encontrarle una solución drástica, se me ocurren dos cosas:

1ª) Crear la Escuela Nacional de Antropología e Historia adscrita a la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional, como creo funciona en México desde 1942. Esta facultad comprendería la especialidad de Arqueología, con materias comprensibles en tres grupos diversos: a) de conocimientos generales; b) de Arqueología General; c) de Arqueología de Nicaragua y Mesoamérica.

   Con esto se resuelve el primer problema, que es la formación de personas capacitadas para la investigación arqueológica que puedan llevar a cabo el redescubrimiento de Nicaragua en ese importante campo, de inevaluable trascendencia cultural.

2ª) Como la incapacidad del Ministerio de Educación es manifiesta en lo tocante a dar al Museo Nacional siquiera un leve soplo de funcionalismo y operancia; pues a veces el gobierno no provee ni para la adquisición de una escoba, entregar dicho Museo a la Universidad, para que (sin llevarlo de Managua, naturalmente) lo eleve al rango que corresponde a una institución de esta naturaleza.

   En último término, quiero expresarte mi opinión de que podría tentarse a la creación de un Instituto Nacional de Antropología e Historia con personalidad jurídica propia, adscrito a una o varias Secretarías de Estado, aunque en capacidad de reclamar la colaboración de todas ellas para la mejor realización de sus finalidades.

Estas serían primordialmente:

1ª) Exploración de las zonas arqueológicas de nuestro territorio.

2ª) Vigilancia, conservación y restauración de monumentos arqueológicos, artísticos e históricos; y de los muebles y objetos que en dichos monumentos existan.

3ª) Investigaciones científicas relacionadas con la Antropología e Historia nicaragüenses.

4ª) Publicaciones de obras relacionadas con las materias señaladas, y de órganos periódicos de información de las actividades  y realizaciones del Instituto.

    Con el vehemente deseo de que estas propuestas no se pierdan en el enorme fárrago de las cosas estériles que a diario se dicen y escriben, soy tu invariable amigo,

                       E. PÉREZ-VALLE

31 de Enero, 1965.
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DESPUÉS DE TREINTA Y TRES AÑOS (1965 - 1998):

UNAN MANAGUA INSTALA MUSEO ANTROPOLÓGICO 

Por: Mario José Moncada. En: La Prensa, 15 de junio de 1998.

   El Departamento de Historia de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), inauguró esta semana el Centro Arqueológico de Documentación e Investigación (CADI), para elevar la preparación académica de los estudiantes, el quehacer investigativo de docentes y público en general.

   El centro cuenta con las áreas de documentación donde podrá encontrar libros, revistas, folletos e investigaciones sobre esa ciencia que estudia el pasado del hombre. Así como Laboratorios de experimentación y equipos de informática aplicados a la Arqueología.

     “El sueño que surgió del estudiante Eduardo Pérez-Valle, hoy se hace realidad gracias al fondo de contravalor de la cooperación italiana que lo construyó.

    Igualmente a la Embajada de Japón en nuestro país y a la Universidad Autónoma de Barcelona, quienes equiparon las áreas, enfatizó la directora del Departamento de Historia, Licda. Jilma Romero.

   El servicio que prestará el CADI es importante, tanto para los estudios y práctica de los alumnos de Arqueología de la UNAN-Managua, como de investigadores y estudiosos de las ciencias históricas.

 Según Romero, con “esta inauguración la enseñanza de las ciencias históricas en la universidad dan un salto cualitativo que redundará en mejor formación de los alumnos de las carreras de historia, ciencias sociales, arqueología y antropología. Así como elevar el nivel de investigación y servicios que dan los profesores”.

    A la inauguración del CADI, ubicado contiguo al pabellón de francés, asistieron el rector de la UNAN Managua, Lic. Francisco Guzmán, el embajador de Italia, Dr. Nicoló Goretti; Sra. Silvia Álvarez, embajadora de Francia, entre otras autoridades.

   La directora del Departamento de Historia aprovechó la ocasión para anunciar el desarrollo, en julio próximo, del IV Congreso Centroamericano de Historia y del Congreso de Arqueología Nicaragüense.
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* Del editor del blog

   El autor de la nota periodística utilizó un título inexacto al divulgar la "instalación de un Museo Antropológico", cuando en realidad, fue inaugurado el Primer Laboratorio y el Primer Centro de Investigaciones y Documentación Especializada en Arqueología, cuyo acrónimo es CADI: Centro Arqueológico de Documentación e Investigación. El Proyecto fue concebido e impulsado por el suscrito, pero nunca hubiera podido concretarse sin la cooperación esencial de los señores: licenciado Pierangelo Rocco, doctor Mauro Gasbarra; Excmo. Sr. Embajador de Italia en Nicaragua, Don Nicoló Goretti de Flamini, y los Profesores de Arqueología: Beatriz Palomar y Ermengol Gassiot Balbé, catedráticos de la Universidad Nacional Autónoma de Barcelona (UAB), a cuyo cargo, durante cinco años a partir de 1997, estuvo la coordinación de la primera licenciatura en Arqueología impartida en Nicaragua.  EPV h.

Carta de Francisco Guzmán Pasos, ex Rector de la UNAN-Managua, remitida al entonces Viceministro de Cooperación Externa, con fecha 17 de septiembre de 1996. Previo a esa carta, habíamos concluido nuestra iniciativa para funda el Centro Arqueológico de Documentación e Investigación (CADI), que tuvo el respaldo de los catedráticos y coordinadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, y por supuesto de las autoridades de la UNAN-Managua.

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