“EL MONUMENTO A DARÍO: LA MAQUETA DESCONOCIDA Y EL RETORNO DEL
DOCUMENTAL “REVISTA CINEMATOGRÁFICA DE
NICARAGUA, 1933” *
Por: Eduardo Pérez-Valle hijo
Plumilla de Eduardo Pérez-Valle |
Cuarenta y nueve años de vida fugaz, constituyen la
inagotable cantera sobre la cual, nuestro muy peculiar vate, de propia mano
esculpió su monumento incorpóreo, universal, eterno, a golpe de prosas, rimas,
métrica, cadencia, de palabra viva. Los nicaragüenses pretenden conocerlo y
heredarlo. El otro monumento que lo evoca es, el físico, hecho de marmor lumensis o Mármol de
Carrara, costeado por suscripción
popular, inaugurado en 1933 en el parque de su nombre, al cabo de diecisiete
años de exasperadas controversias públicas.
Frente a una fotografía poco divulgada, donde aparece la
maqueta original del Monumento a Rubén Darío, recordamos lo que motivó escribir
el artículo publicado en la Prensa Literaria de 28 de marzo de 1998. Fueron
expuestos los datos generales relacionados a la filmación hecha durante la
inauguración del monumento dedicado a Darío. Fue publicado con el título: “El
Monumento a Darío en su inauguración, hace 64 años”. Ahora, el Monumento tiene
80 años de existir en el mismo sitio, pero en otro entorno, siempre enrejado,
cada vez más disminuido. Nuestra intención básica fue crear interés por
recobrar en Guatemala una copia del documental en mil pies de nitrato de
celulosa, filmado el día en que fue inaugurado el Monumento.
Las circunstancias de esa filmación ocurrieron poco después
de otros episodios de nuestra convulsionada historia. La perniciosa ocupación
de Nicaragua por tropas interventoras norteamericanas, de 1912 a 1933, el
terremoto fatal acontecido en Managua, a las 10 y 23 minutos de la mañana del
martes 31 de Marzo de 1931; la guerrilla antimperialista del general Augusto
C. Sandino que llegó al trágico final con el asesinato del héroe, en 1934,
constituyen entre otros, tres de los principales hechos asociados a la forzosa
postergación de la erección del primero y principal monumento nacional
consagrado a Rubén Darío, que fue filmado y, quedó ubicado entonces, dentro de
un contexto urbano, otrora espacio público de relevancia social.
El monumento fue inaugurado el domingo 24 de septiembre de
1933, en el parque de su nombre. Cierta información publicada en un diario
local, con fecha 12 de septiembre de 1933, nos dispuso trece años atrás, a
la búsqueda de los mil pies de película en nitrato de celulosa, obsequiados al
pueblo de Nicaragua por el dictador guatemalteco Jorge Ubico como homenaje de
Guatemala al pueblo de Nicaragua en la representación del Presidente de la
República, doctor Juan Bautista Sacasa. Con ese material, en 1933 fue filmado el
documental de aquel trascendental acto y otros sitios de Managua.
Don Adán Díaz también elaboró 3 mil fotografías del Monumento por encargo del
Comité Darío, las que fueron repartidas el día de la inauguración.
En octubre de 1997 llegué al estudio fotográfico de la
familia Díaz, en las inmediaciones del reparto El Carmen, donde una de las
hijas del recordado empresario de la fotografía documental y artística, don Adán Díaz Fonseca., me
comunicó que el original de la película por la cual yo preguntaba, fue robado
del archivo familiar durante los sucesos trágicos acontecidos durante el
terremoto que destruyó la ciudad de Managua, en 1972. Durante la década de los años treinta, el
Estudio Fotográfico A. Díaz e Hijas tuvo nueva Galería en la Calle Suramérica,
No. 233, a media cuadra del diario La Noticia.
Después de esa infortunada noticia, orientamos nuestra
búsqueda hacia Guatemala, en donde probablemente alguien conocería algo sobre
el referido documental. Nuestro siguiente paso fue contactar algún funcionario
de la Cinemateca Universitaria Enrique Torres del Centro Cultural de la
Universidad de San Carlos.
Tomé el teléfono y por conducto de la Secretaria del Director explicamos los motivos de nuestra comunicación, ella prometió trasladar el asunto. Cumplió. Nuestra primera satisfacción la obtuvimos al escuchar de propia voz del Profesor en Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de San Carlos y Director de la Cinemateca Universitaria, don Genaro Cotom Sum (Quetzaltenango, 1946), experto en restauración cinematográfica de fílmicos y nitratos de celulosa por la Filmoteca de la Universidad Autónoma de México, además, cofundador de la Asociación Latinoamericana de Técnicos en Curación Cinematográfica, la promesa de buscar el documental de 1933. ¿Quién mejor que ese destacado intelectual, profesor de historia, con vasta experiencia en restauración, para entender nuestra apremiante necesidad? Con la ayuda incondicional de él, y después, de otros dos valiosos cooperantes, sobre quienes adelante nos ocuparemos de relatar los pormenores de su participación--- obtuvimos resultados definitivos. El profesor Cotom dispuso de inmediato revisar el inventario resguardado en los cuartos fríos donde se conserva el principal acervo fílmico de Guatemala.
En efecto, la Cinemateca Universitaria conservaba la copia
del documental. Escuchamos la feliz noticia en la propia voz del profesor Cotom
Sum: “personalmente he buscado su encargo, le tengo excelentes noticias: ¡El
documental está en nuestros archivos!
Bajo el registro 410 y 452 habíamos localizado la “Revista
Cinematográfica de Nicaragua, del año 1933”. A partir de ese momento estábamos
ante otra situación, esperar el informe sobre el estado de conservación de la
cinta, y los requisitos para obtener una copia de seguridad del documental, no
obstante, el trámite sólo podía efectuarse entre universidades, de cada país,
sin fines de lucro, ó de alguna institución cultural gubernamental de Nicaragua
ante las autoridades de la Universidad de San Carlos. Nuestro interés fue
explícito, necesitábamos una reproducción con fines de conservación.
Con la explicación sobre los requisitos técnicos, conocimos
alguna información preliminar del documental. Ambos rollos de película duran
cerca de veinte minutos. Las tomas fueron hechas entre el 24 de septiembre
hasta el 20 de octubre de 1933. No tiene sonido magnético, o sea, banda sonora.
Don Adán Díaz F. tuvo a cargo la toma de imágenes y al concluir el trabajo,
viajó a Guatemala para poner leyendas en el documental.
La contraparte guatemalteca en el apoyo técnico de la filmación estuvo a cargo del general nicaragüense Heberto Correa, quien vino a nuestro país en compañía del doctor José R. Castro, periodista y publicista hondureño; ellos trajeron los mil pies de película obsequiados por Ubico. El 30 de septiembre de 1933 ambos visitantes retornaron a Guatemala a bordo del mismo avión. Mientras llegaba la fecha del acto central, el General Correa hizo exhibir en el Parque Darío varias películas que trajo de Guatemala, sobre “aspectos de la vida de esa hermana República filmados en 1933.
Sorprende saber que, en 80 años de existencia, la película
tuvo escaso público, debido a tres únicas presentaciones, la primera en
Guatemala, 1934, en presencia del
caudillo Ubico, el General Roderico Anzuelo, el mismo personaje ubiquista que
diez años después, en Octubre de 1944, recibió el encargo de organizar una
terna de títeres con la intención de sustituir y mediatizar el derrocamiento
inevitable de Ubico; los otros tres espectadores del documental fueron, el
Ministro de Gobernación, el Director General de la Policía, y el nicaragüense Díaz Fonseca.
Las Musas Darianas: Toña María Raskosky al centro del Monumento con el gorro frigio y
con la bandera nacional en la diestra.
La primera a la izquierda de la bandera, Amanda Fuentes representaba
Managua, Rosa Tellería, Masaya, Chabela Castrillo, Carazo; María Augusta
Peñalba, Estelí; Matilde Bonilla, Granada; Marina Bonilla, Matagalpa; Esperanza
Araquistain, León; Nena Vizcaíno, Zelaya; Carmencita Valle Rivas, Hebé Caldera,
Jinotega; Isabel Maltez Huezo, Chontales; Adelia Lacayo, Nueva Segovia.
En Nicaragua ocurrió lo mismo, en diciembre del 33 fue
proyectado en privado, y la tercera y última vez ocurrió el 6 de febrero de
1964, donde por fin tuvo acceso la población en general. El Teatro Margot lo presentó durante cuatro
días consecutivos. ¡Increíble! Presentado al público treinta y un años después
de la filmación. ¿Qué vieron los que lograron entrar al cine? Las imágenes de
notables personajes de nuestra historia nacional. El acto de inauguración del
Monumento a Darío, las musas de las festividades darianas. El presidente Juan
Bautista Sacasa, y el doctor Rodolfo Espinosa R., el poeta modernista y amigo
de Darío, Manuel Maldonado; el doctor Luis H. Debayle; el doctor Diego Manuel
Sequeira, el maestro Luis Abraham Delgadillo, dirigiendo a los ochenta músicos
que interpretaron la “Marcha Triunfal” obra del mismo Delgadillo, cuya partitura nadie supo darnos. El doctor
Modesto Armijo, el doctor Manuel Cordero y Reyes; aparece el maestro de
primeras letras de Rubén Darío, el doctor Luis Felipe Ibarra acompañado del
Presbítero Luis A. Almendárez, junto a ellos aparecen las señoritas Margot
Espinosa y Celina Casco quienes tomaron parte en el homenaje de la Asociación
“La Salle” a Darío.
Fotografía: El profesor Luis
Felipe Ibarra y el Presbítero Luis Almendárez, les acompañan las señoritas
Margot Espinosa y Celina Casco
La filmación abarcó cuatro días consecutivos. En los mil
pies de película fueron grabados varios acontecimientos ocurridos en octubre de
1933, don Adán Díaz viajó a la ciudad de León para filmar la Estatua de San
Juan Bautista de La Salle rodeada por la Directiva de la Asociación “La Salle”,
que organizó una velada en honor a Rubén Darío.
En la cinta de nitrato de celulosa están las imágenes del
recordado Monseñor Antonio Lezcano y Ortega, cuando participa en el acto de
traslación de los restos mortales del General José Dolores Estrada a la cripta
de la Catedral. Aparece el avión que sobrevoló el Monumento el día de la
inauguración y dejó caer ochocientos pequeños ramos de claveles guatemaltecos
sobre el monumento a Darío.1
Don Adán Díaz filmó el Cristo de Plata que Darío tuvo entre
sus manos al morir, obsequiado por el poeta mexicano Amado Nervo, asimismo, el
espadín diplomático con que Darío se presentó al Rey de España como
representante de Nicaragua. Los dos objetos fueron presentados por la señorita
Esperanza Araquistain, una de las trece musas, la que representó al
departamento de León.
No fue hasta llegado el 6 de diciembre de 1933, que el
material fílmico fue revelado en Ciudad Guatemala, parece ser que al acto de
presentación público fue invitado el poeta Santiago Argüello, nuestro embajador
en aquel país, a quien se le pidió hacer la presentación.
Un extenso reportaje aparecido en el diario La Prensa,
describió el protocolo y la decoración que rodeó el Monumento: “Millares de
personas asistieron el domingo en la mañana al Parque Darío y sus alrededores
al presenciar la inauguración del Monumento a Rubén Darío señalada para las
nueve de ese día.
La apertura de la ceremonia empezó con el disparo de un
mortero fabricado por el pirotécnico Virgilio Estrada. Al estallar salió un
paracaídas con el Pabellón Nacional y cinco mil papeletas con otra leyenda: “El
Comité Darío entrega en esta fecha gloriosa al pueblo de Managua y a la
República, el mármol recordatorio del Poeta Rubén Darío”. El público aplaudió
cuando estalló el mortero.
El velo que cubría la
estatua
Cubría la estatua del Poeta un velo de lino azul del que
pendían 13 cintas blancas que portaban las señoritas que representaban a los 13 departamentos. Otras dos cintas
pendían destinadas, una para el Sr. Presidente Sacasa, y la otra para el Presidente del Distrito Nacional
don Rafael Villavicencio. En las callecitas del sitio de paseo se habían colocado
silletas para los invitados especialmente a la inauguración tanto por el
Comité, como por el Distrito Nacional.
El Monumento aparecía envuelto en bandas celestes que
ondeaban al viento y caían como cortinaje hasta la fuente y pendientes de estas
bandas de seda al parecer se veían listones del mismo color que a la hora
convenida serían tiradas para descubrir la a. El Parque adornado con todos los
detalles para presentarlo como en un día de gala aparecía lleno de flores y de
sartas de flores naturales por todas partes.
El árbol del Centenario que por sí solo es una belleza del
Parque, tenía un regio cinturón de dalias y de rosas, y por donde quiera las
bombillas eléctricas de colores ponían la declaración del buen gusto y de la
alegría de la mañana llena de júbilo y de gratas emociones líricas.”
La misma crónica, detalla que en el acto participaron el
Arzobispo de Managua con los miembros del Clero Metropolitano, los Magistrados
de la Corte Suprema, los señores Ministros de Guatemala, Dr. Manuel Morales
Mollinedo, el Encargado de Negocios de los Estados Unidos, Mr. Danields y el
Secretario de la Legación Mr. Crain; el
Encargado de Negocios de su Majestad Británica Mr. Leach; el Encargado de
Negocios de Italia, Dr. Campari, y los
miembros del cuerpo consular acreditado
en Managua.
En esa época los periodistas nicaragüenses estaban organizados en “La Liga de Periodistas”, el Presidente de la misma era el doctor Salvador Buitrago, a quien le correspondió asistir al acto, en representación del diario “Eco Nacional”, de León.
“Cuando los clarines anunciaron el arribo del Dr. Sacasa, la
Banda de la Guardia Nacional ejecutó el Himno Nacional que la enorme
concurrencia la escuchó de pies y los militares con la mano sobre la
visera. El regimiento de la Guardia
colocado a la entrada del Parque, presentó las armas, y el señor Presidente
entró repartiendo sonrisas y saludos.”
El acto contó con el magistral aporte musical del maestro
Luis Abraham Delgadillo, quien dirigió la Orquesta de 60 músicos experimentados
que ejecutaron la pieza inédita
titulada: “La Marcha Triunfal”. Infortunadamente, de esa obra nunca se volvió a
tener noticias, nadie conoce sobre el fin que tuvo esa partitura.
Seguidamente el Dr. Sacasa y el señor Villavicencio subieron
al pedestal, tomaron las cintas y descorrieron el velo. El público aplaudía y
aplaudía entusiasmado. La banda ejecutó diana y fue disparada una salva de
cañonazos. Varias palomas blancas fueron echadas al vuelo desde el
pedestal.
CONSAGRADOS ORADORES
PARTICIPARON EN EL ACTO
La filmación permite –por primera vez y única-- presenciar a personajes ilustres que
disertaron esa tarde ante el público. Multitud que tuvo el privilegio de oír el
mensaje culto del doctor Manuel Maldonado , la crónica detalla: “…fue saludado
por la multitud con hurras atronadores. Habló con la gallardía y entonación con
que deleita a los oyentes. Analizó la obra literaria de Rubén Darío y trajo al
recuerdo los más interesantes aspectos de su vida por la América y Europa. Su
discurso fue una nueva revelación de su talento de orador y de sus
conocimientos de la vida literaria de Rubén.”
A continuación, habló el Dr. Rodolfo Espinosa R.: “…otro de
los oradores preferidos por nuestros públicos. La concurrencia diseminada por
los alrededores del Parque, Club Managua y dentro del mismo Parque lo saludó
con una tempestad de aplausos cuando apareció en la Tribuna. Dio paso a un
discurso lleno de imágenes floridas y oportunas y con frecuencia su voz se
apagaba entre el estruendo de los aplausos."
Prosiguió el Dr. Luis H. Debayle, (“El Sabio Debayle”) a nombre de la Academia Correspondiente de la Lengua. “…fue un estudio a conciencia de la obra de Darío, escrito, naturalmente, en estilo académico, sobrio, pero lleno de técnica y erudición.
Una ligera llovizna que se insinuó parecía que iba a obligar
al Dr. Debayle a dejar la Tribuna, pero dichosamente la llovizna terminó y la nube que ocultó por un instante el azul del cielo desapareció para dejar a la
vista la intensidad del azul cobalto de la mañana casi primaveral.
El Br. Otto Lamm Jarquín habló en nombre de la Federación
Universitaria Nicaragüense.
EL REPRESENTANTE DE JOCOTE DULCE
La crónica del diario La Noticia, destacó el siguiente
hecho: “Hubo después un incidente que no dejó de ser en su sencillez,
simpático. Un hombrecito campesino, de camiseta rayada de azul, salió a la
plataforma del monumento con un ramo de flores las cuales colocó ahí, como
ofrenda, dijo de la Comarca de Jocote Dulce. Dijo también una “poesía” hecha de
él, para Rubén Darío.”
LAS ESCUELAS DE LA CIUDAD Y LA ENTREGA DE LA BANDERA
“Asistieron al acto las escuelas de la ciudad, y entre los
números del programa figuró el de la entrega a la escuela Rubén Darío que
dirige el Pbro. Marco A. García. La Señorita Raskosky fue quien hizo la entrega
del emblema de la Patria.
En este acto, uno de los más emocionantes de la ceremonia,
pronunció una ligera alocución doña Justina Huezo de Espinoza, habiéndole
contestado el Pbro. García.”
LOS CLAVELES DE
GUATEMALA POR AVIÓN
“Entre dos y tres de la tarde se oyó en el cielo de Managua
el ruido de la hélice de un avión. Pronto se distinguió el pájaro mecánico por
sus colores verde y azul como el quetzal, el ave simbólica de la Libertad, era
el avión de Guatemala que había sido esperado desde en las horas de la mañana y
no pudo salir de la capital de aquella hermosa república a causa del pésimo
tiempo.
Venciendo por fin las dificultades del mal tiempo el avión
había podido desafiar los peligros y llegaba a Managua con una carga de
claveles para regalarlos desde el aire sobre el Monumento.
Pronto se vio caer una lluvia de las perfumadas y vistosas
flores por la playa del Lago y dentro
del Parque Darío. Formaban ramos con unas cintas de los colores de la bandera
de Guatemala en las cuales se leía esta sencilla inscripción: “En el homenaje
al Poeta Rubén Darío”.
El avión venía piloteado por los aviadores Morales López y
Carson, quienes más tarde fueron agasajados en el Hotel Palace y en la Casa
Presidencial.”
Al día siguiente los aviadores pilotearon de regreso a
Guatemala.
TRIBUNA LIBRE POR LA TARDE
La multitud llenó desde a las tres de la tarde el Parque
Darío para oír los discursos de los oradores. Había Tribuna Libre, y no fueron pocos los que la aprovecharon. Se
pronunciaron alrededor de quince discursos, mereciendo los mejores aplausos el
poema que leyó el poeta Primitivo Herrera y el estudio crítico del Dr. Diego
Manuel Sequeira.
El acto lírico de la tarde
“El acto lírico de la tarde la abrió el conocido escritor
Darío Zúñiga Pallais con un poético discurso, poblado de bellas imágenes en
homenaje al desaparecido.
Luego, pronunciaron discurso, el joven Humberto Bonilla
Tijerino, Don Benito David Mejicano; don Héctor Rodolfo Flores, a nombre del
Consejo Departamental Liberal de Managua; el poeta Rivas Ortiz, a nombre del
Consejo Local Liberal y don José León Cajina h. El poeta dominicano Primitivo Herrera dedicó sus magistrales estrofas a Darío,
recordando sus esfuerzos en favor de la redención dominicana cuando gemía bajo
la bota yanqui.
Chabelita Maltez Huezo, hábil declamadora, fue muy aplaudida
en su recitación “El Parque ya tiene alma” por el exquisito poeta Luis Avilés
Ramírez.
El acto se cerró con el magnífico estudio del Dr. Diego
Manuel Sequeira sobre Darío, describiendo al través de sus versos la polifásica
personalidad de Darío.
Por la noche hubo un magistral concierto de la Banda de la Guardia Nacional.
Por último las escuelas desfilaron al compás de la banda frente al Monumento del Inmortal Darío
TRES VALIOSAS AYUDAS
Y EL DOCUMENTAL RECUPERADO
La tricentenaria Universidad de San Carlos nunca dejó de
ayudarnos en nuestros obstinados propósitos, esta vez sin sospecharlo me dejé
llevar raudo a uno de los esperados encuentros dominicales, donde la amistad
entrañable suele juntarse alrededor de pláticas amenas, estimuladas por un
corredor espacioso inundado de sabrosos olores llegados desde las cazuelas de
nuestros anfitriones, sobrados motivos para levantar una y otra vez, los vasos
del brindis y volver a rellenar.
Ahí estaba, fiel concurrente, sentado frente a un
parsimonioso interlocutor, de acento extranjero. Al presentarnos y estrechar su
mano, escuché decir, soy Alfredo Fernández Grádiz, de Guatemala. ¡Vaya suerte
la mía! El Director de Atención Estudiantil Universitaria de la Universidad de
San Carlos. Estaba en nuestro país en atención del intercambio académico entre
aquella y la Universidad de Ingeniería (UNI); sin embargo, pronto deduje que
ése no era un encuentro casual, lo propició Pedro René Brenes Alvarado, creador
y principal promotor de ese grato
encuentro cultural, funcionario de la UNI, entonces, homólogo de Fernández
Grádiz.
En pocos minutos nuestra primera conversación estuvo
centrada en el Documental resguardado en la Cinemateca Universitaria. Le di
todos los pormenores, y al caer el telón de la velada, en la última semana de
julio 2006, me retiré contento porque percibí la seguridad de tener pronto,
noticias positivas. Ante Cotom Sum y Fernández Grádiz no hubo nunca necesidad
de insistir, intelectuales e historiadores ambos, siempre dieron respuesta
antes de lo esperado. El profesor Fernández Grádiz resultó ser, el biznieto y
nieto de dos célebres literatos e historiadores, don León Fernández Bonilla y
don Ricardo Fernández Guardia (1867-1950), autor de valiosas obras, entre
ellas: Historia de Costa Rica: el descubrimiento y la conquista. Cartilla histórica
de Costa Rica (1909), Reseña histórica de Talamanca (1918).
RETORNO AL PAÍS DEL
DOCUMENTAL “REVISTA CINEMATOGRÁFICA DE
NICARAGUA”
Después de aquel encuentro, tuve pocas noticias del apreciado doctor Fernández Grádiz, de quien me han dicho, fue convocado a formar parte del servicio diplomático en el Gobierno del Presidente de Guatemala, Álvaro Colom Caballeros. Pasaron otros dos años, y el día menos esperado, recibí la buena nueva, llegó otra vez por medio del licenciado René Brenes Alvarado, “El doctor Fernández Grádiz regresó a Nicaragua y trajo una “copia de seguridad” del documental, en formato DVD y en VHS”.-
Supe que algunas partes del documental fueron proyectadas
cuando fue conmemorado, hace dos años, otro aniversario de la Universidad Nacional
de Ingeniería. Lo importante es, que ese acervo patrimonial de Nicaragua
regresó gracias al interés demostrado por las personas y las instituciones
antes mencionadas.
Por fin pudimos conocer el contenido de la cinta; apreciar la calidad obtenida de la película original; fue imposible rescatar toda la cinta, hubo soportes que terminaron dañados durante estas siete décadas, de las cuales, la mayoría del tiempo transcurrió en bodegas no climatizadas. Las cintas en nitrato de celulosa sufren el llamado “síndrome del vinagre”, provocado por la presencia de ácido acético, reacción que las destruye irremediablemente.
Después de 80 años, ahí están las impresiones “en movimiento”
del polemizado monumento a Darío, el único documento histórico fílmico de lo
acontecido durante la trascendental inauguración del primer monumento al
Vate; monumento que debería ser una de
las obras públicas destacadas, no sólo por la historia de su erección, sino,
porque amerita y debe insertase en nuevo entorno arquitectónico o espacio
público, y estará bien lograda para el tercer milenio, cuando frente a ella
pueda recobrarse la tribuna artística y literaria.
En el pasado, frente al Monumento eran presentadas las credenciales del Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país. El embajador colocaba una ofrenda floral ante el Monumento a Rubén, en señal de respeto y reconocimiento a la Patria, representado en el máximo prócer cultural de Nicaragua.
EL MONUMENTO A DARÍO: HISTORIA DE SU ERECCIÓN
Pocas semanas después del fallecimiento de Rubén, no
demoraron en surgir diferentes propuestas con la intención de rendirle
homenajes póstumos. La primera, tuvo origen en la moción de don Alcibíades
Fuentes hijo, quien sometió al pleno de Regidores de la Alcaldía de Managua, la
moción de cambiar el nombre del antiguo Parque Infantil por Parque Darío. En
sesión extraordinaria de las tres y
media de la tarde del 27 de marzo de 1916, fue decidido el cambio con los votos del
Alcalde don Constantino Lacayo, Alcibíades Fuentes h., don José Dolores
Fonseca, don Emilio Selva, don Alberto Hernández, don Hernán Caciosa y don
Francisco Vargas. Con la resolución
municipal quedó resuelto otro deseo vehemente, tener el sitio adecuado para
construir el monumento nacional consagrado a Darío, pagado por suscripción
popular.
La declaratoria de la municipalidad dotó de ámbito legal y
vigorizó la iniciativa emprendida en pro de colocar un monumento dedicado al
poeta dentro del parque de su nombre. Nada de lo previsto a plazo definido
sucedió. El Comité conformado a tal propósito, sumó años de aplazamientos. El
terremoto del 31 de marzo de 1931, fue otra tragedia, de las más tardías en un
período de diez y siete años. Causó la
destrucción del parque, que fue renovado de febrero al 27 de julio del 32. El
Distrito Nacional reparó los muros y
aceras. Las reparaciones y mejoras introducidas al parque por causa del
terremoto, también fueron en correspondencia al plan de colocar el Monumento.
Todo quedó dispuesto cuando finalizó la instalación de 18 mil ladrillos
comprados a las empresas ladrilleras de don Fernando Valladares L., y don
Lázaro Parodi.
DEBATE SOBRE EL MONUMENTO A RUBÉN DARÍO
Al fin, el 28 de abril de 1932, con dieciséis años a
cuestas, el “Comité Pro-Bronce Darío”, tras un accidentado proceso de
convocatoria a participar en la elaboración de los anteproyectos para
erigirle al Vate un monumento en el
parque de su nombre, se reunió en pleno para examinar dos proyectos,
únicos presentados en ese año, el del
arquitecto italiano Ángel Mazzei, representante de la “Casa Ugo Luisi” de
Pietrasanta, Italia; y el del italiano Mario Favilli, radicado en Granada,
Nicaragua.
El Comité designó tres notables intelectuales, para un
dictamen definitivo de las dos maquetas: los doctores Hildebrando Castellón
Sánchez, Joaquín Vijil, y el ingeniero José Andrés Urtecho. Al cabo de unos
días, y entre otras opiniones solicitadas, también la Academia de Bellas Artes
dio la suya. La Comisión recomendó asumir la responsabilidad “de erigir un
monumento a Darío, digno de su genio, de su memoria, del país, y de nuestro
esfuerzo.
DR. HILDEBRANDO CASTELLÓN SÁNCHEZ |
*************
Finalmente el dictamen indicaba: “En caso que nuestras indicaciones no fueran favorablemente acogidas por el Comité y se quisiese proceder a una solución inmediata del asunto optando por uno de los proyectos presentados, creemos que la ejecución de la estatua del poeta debe ser hecha, en todo caso, bajo la firma de un escultor de reputación reconocida, y que el Comité deba especificar no sólo todos los detalles del conjunto sino todas las condiciones del arreglo.” 3
Así, con criterio definitivo, Urtecho, Castellón, y Vijil,
no sólo descartan la escogencia inmediata de los dos proyectos, sino que,
exhortan al Comité a no precipitarse, le piden convoque a nuevo certamen de corto plazo, dotado de
premio en metálico, y retornan a la propuesta de adjudicarlo a un escultor de
fama; a tal efecto sugieren que el concurso sea del ámbito internacional. He
aquí, íntegro parte del conclusivo de los tres notables, divulgado el 5 de mayo
de 1932:
[…] “Haciendo a un lado preocupaciones secundarias, juzgamos
como lo más acertado y conveniente:
1º.- Constituir un Subcomité o Comisión que proceda
enseguida a elaborar las bases de un Concurso para el Monumento en referencia,
bases y gestiones cuya realización se encargará a los representantes
diplomáticos o consulares nicaragüenses en ciudades principales como Barcelona,
París, Roma, Buenos Aires, Montevideo y Santiago de Chile, encareciéndoles la
prontitud razonable en el envío de los diseños.
2º.- Destinar hasta un mil córdobas de lo colectado, para
premio de tres clases para los proyectos que entren al concurso, en calidad de
justas remuneraciones y de estímulos a la actividad e interés de los
proyectistas.
3º.- Tener por ya presentados en dicho concurso los
proyectos de los señores Mazzei y Favilli, pudiendo ellos hacer las
alteraciones que quisiesen, o presentar nuevos proyectos.
4º.- Solicitar para este efecto los buenos oficios del Señor
Ministro de Relaciones Exteriores.
El concurso será solo de los pocos meses absolutamente necesarios, y nos dará la oportunidad de comparar y escoger lo mejor, para el poeta, para el país y para el Comité que habrá dado así cumplido lleno a su cometido.”
“UNA IGNORADA MAQUETA DE BOURDELLE: RUBÉN DARÍO Y EL PEGASO CENTAURO”
La recomendación de los tres reconocidos intelectuales fue
desatendida por los directivos del Comité, nunca hubo “ejecución de la estatua
del poeta hecha, en todo caso, bajo la firma de un escultor de reputación
reconocida”.
En el curso de las recriminaciones, un artículo anónimo
publicado en el “Diario Moderno” llevó a otros intelectuales y artistas al
punto de dar respuesta en los siguientes
términos: “La Academia de Bellas Artes no va a discutir sus propios méritos,
ella lanzó una opinión razonada y debe ser combatida con razones. ¿Quién puede
ser el árbitro? ¿Acaso el articulista anónimo o su amigo, aquel que viajó desde
Florencia a Washington tan sólo para
aprender que la Academia de Bellas Artes
está formada por aficionados? O quizás
los propios Favilli y Mazzei, representantes comerciales de las casas fabricantes”.
La carta finaliza: “La Academia de Bellas Artes no ha tenido a la vista en
ninguna ocasión el proyecto de Bourdelle; pero el articulista lo aparta y
aconseja con toda su autoridad quedar con uno de los últimos. Este pecado no
nos mancha. Por último, si éste grupo de aficionados que lee y estudia y en el
que figuran elementos que conocen los museos y monumentos de Europa y los Estados Unidos, con preparación
estética para aprovecharse de este conocimiento, se pone en ridículo al dar una
opinión solicitada, qué diremos del reportero que no dedica sus actividades más
que a la persecución de los escándalos sociales, y que a la hora menos pensada,
sin ser solicitado y con un apasionamiento de muy dudoso origen, se atreve a
dar opiniones sobre arte? Aquí cabe la conocida frase: Si la Academia censura
malo, si un anónimo aplaude, peor”.
Desde que, la intención de erigir un Monumento fue un
propósito común de la sociedad nicaragüense, persistió en los sectores
involucrados la inveterada costumbre local de otros desacuerdos; la
controversia juntó atrasos sucesivos, colmó de años los encendidos debates y la naturaleza juntó al problema el
terremoto catastrófico ocurrido el Martes Santo del 31 de marzo de 1931, que
terminó de soterrar el deseo surgido en 1916 de crear el monumento a Darío en
alguna parte céntrica de los 40
kilómetros de extensión de la antigua capital. El disocio central provino de la
intención honrada de legar un monumento surgido del genio creativo de algún
escultor laureado. Tal propósito requería de gestiones allende de las fronteras
nacionales, la búsqueda de algo bello y monumental giró la mirada hacia la
Europa, moderna y de eterna raíces en la
cultura antigua y clásica. Para la consecución de un logro como el pretendido,
la época representaba tardíos contactos transoceánicos, largos viajes en barco,
demoradas noticias cablegráficas. Todos los sectores involucrados revisaban y
deliberaban sobre gustos, pareceres convicciones íntimas, argüían el
comedimiento por lo estético y criterios diversos sobre la estatura de la fama
de cuya mano brotaría el homenaje perennizado en el monumento.
Candidato de consagrada fama lo fue el francés Emile
Bourdelle. Entre la sociedad nicaragüense, el proyecto de Bourdelle siempre fue
referencia breve y de pasada, podría decirse, poco divulgado.
LEÓN DEBAYLE |
De 1926, hay una crónica interesante, quizá sea el único
artículo periodístico de un nicaragüense que tuvo el privilegio de entrevistar
a Bourdelle, en Francia y en su propio taller. Desde París: Chez Bourdelle /en
casa de Bourdelle /es el título que le puso, Leon Debayle, a la breve pero
interesante semblanza del afamado escultor en el entorno de trabajo, cuando
estaba dedicado al anteproyecto escultórico en homenaje de Rubén Darío.
Esbózase con tino el lado humano, el concepto artístico y la sensibilidad
estética del que fuera aventajado discípulo de François Auguste René Rodin. Por
esta época se pensaba en Bourdelle como la expresión culminante, artista de la
nueva escuela opuesta a la rigidez de ideas y a los cánones académicos. Veamos
lo que al respecto relata Debayle:
“Es que estoy rodeado de compatriotas en los vastos talleres
de Bourdelle. Bourdelle el más grande de los escultores modernos de Francia.
Nos encontramos allí reunidos para admirar el proyecto del monumento que
Nicaragua espera --- ¡desde cuando! – levantar a la gloria del inconmensurable
Rubén Darío. Las vastas salas donde el artista se pasea –tal un cazador en sus
dominios—son semejantes a una selva rocallosa. Grandes moles de yeso. Bloques
de mármol. Obras comenzadas. Obras truncas. Obras terminadas. Aquí un torso.
Allí una pierna. Mas allá una ninfa nos atrae con su magnifica desnudez… Todo
dice de la febril inquietud del artista: de su esfuerzo por cristalizar en la
piedra las formas fugaces de su loca imaginación. Loca sí. Porque Bourdelle es
loco. Así lo han bautizado honrosamente los académicos, los distribuidores de
premios en los concursos. Todos igualmente viejos. Todos igualmente imbuidos de
una estética arcaica.
Nos pasea por sus vastos talleres, refiriéndonos la historia
de sus obras, sus gustos artísticos, sus pasiones estéticas. Y lo que más me
asombra es su modestia. Al detenernos delante su maravilloso Herakles
–considerado por muchos como su obra maestra – le preguntamos: ¿Cuál es vuestra
mejor obra? –No la he hecho aún, responde modestamente.”
Si dividiéramos en espacio de tiempo la frialdad glacial de
la controversia en pro del monumento, y cada punto de vista irresoluto ejercido
en defensa del proyecto deseado, el asunto empezó con tempranas batallas
literarias, desde las carentes de sutilezas hasta la de abundante perífrasis.
En nuestra ciudad aldea como solía llamarla Juan García Castillo, viejo
periodista y ameno cronista de la vida cotidiana de la vieja Managua, muchos
decían lo que de veras pensaban, eran más esclavos de sus palabras que dueños
de silencios. Aventaban criterios encendidos, y cuando no encontraban la
rotativa periodística para hacerse oír, publicaban la hoja suelta. Así, en el
tiempo, Y para las cosas cotidianas de interés común, continúa en el terruño el
inveterado antagonismo, con palabras recias salidas de un lado y del otro, a
veces hasta impregnadas de pólvora.
León Debayle, por entonces corresponsal en París del
periódico La Noticia, expresa clara preferencia por el proyecto de Bourdelle,
criterio que podría suponerse influenciado por ese cargo ocasional en París y
por la amistad intelectual con Juan Ramón Avilés, quien, en segunda época fue incorporado como
miembro del Comité Pro Bronce. Al final de la referida crónica, el intelectual
leonés entrega la siguiente descripción de la obra propuesta, y como quien
presagia un hecho futuro, crítica a la sociedad nicaragüense por la posible
supresión del anteproyecto de Bourdelle:
Su proyecto del monumento es grandioso. El poeta –envuelto
en una amplia túnica, con una lira en la mano— se reclina al pecho de un
centauro. La bestia equina tira con su potente brazo las ramas de un próximo
laurel para colocarlas sobre su frente. Un rectángulo de ocho columnas
cilíndricas, sin capitel, forman el marco de la escultura.
Es algo majestuoso. Algo para ser colocado en la falda de
una colina o frente a un lago. Es grandioso. Es bello. Es digno de Rubén Darío.
Pero Nicaragua no lo comprenderá. Como tampoco comprendió a su poeta porque
este perfumó de armonías una atmósfera demasiado estrecha y consteló de piedras
preciosas una tierra donde hay aún tal cual salvaje.4
EL PROYECTO DE BOURDELLE EN LA DESCRIPCIÓN LITERARIA DE MARÍA TERESA
MAIORANA
Émile Antoine Bourdelle (Montauban, 30 de octubre de
1861 - Le Vésinet-Yvelines, 1 de octubre de 1929)
Al infortunado desorden de nuestros depósitos de papeles
nacionales dizque archivos, sólo faltó
juntarle la resignación personal al no poder encontrar otra fuente primaria con
otros datos sobre la propuesta del escultor francés de donde nacieron
encendidas polémicas, no obstante, el destino urdió otro tipo de final al
llegar a mis manos el libro Estudios, reflexiones, miradas de una comparatista;
reunión de importantes ensayos, escritos por María Teresa Maiorana, “que
permanecieron dispersos en diferentes publicaciones y nunca llevados al libro”.
Lo ignoto desapareció entre los párrafos de las páginas 495 a 498 de la
referida obra, tres páginas suficientes para proveer a nuestro faltante, bajo
el título “Una ignorada maqueta de Bourdelle: Rubén Darío y el Pegaso Centauro”
publicado en La Prensa, de Argentina, el 26 de mayo de 1963.
A la escritora Martha Vanbiesem de Burbridge debemos la
existencia de los textos reunidos en la antedicha obra, en ese valioso aporte
editorial, ella hace la siguiente valoración de la célebre académica argentina:
“…el mito griego le facilitó puentes con los que enlazó a los poetas franceses,
sobre todo a Maurice de Guérin, con el modernismo encabezado por el
nicaragüense. Para acercar esta investigación a los lectores de habla hispana
la tradujo en 1961.”
De los orígenes y de la formación académica de la autora,
proviene la extraordinaria explicación de las circunstancias y características
del descubrimiento expuesto bajo el título “Una ignorada maqueta de Bourdelle:
Rubén Darío y el Pegaso Centauro”. Este texto poco conocido brinda el concepto
poético y escultórico concebido por Bourdelle, las circunstancias y la trascendencia del artista en la búsqueda
del homenaje escultórico al vate, es, la desconocida “maqueta inconclusa” del discípulo de Auguste Rodin, pionero de la
escultura monumental y grande por mérito propio. Ese es acaso, el antecedente
cierto del monumento, que pudo haber sido, tantas veces reclamado por uno de
los bandos del dividido Comité Pro Bronce Darío. Con este hallazgo, y de esa
bien lograda herencia de la intelectual argentina, podemos hacer cita textual
de algunos párrafos sobre la “Maqueta Desconocida”:
“En 1925 un representante diplomático de Nicaragua
encomendaba a Antoine Bourdelle un proyecto de monumento para Rubén Darío. La
petición enfrentó al artista francés con un poeta cuya lengua y cuyo país de
origen le eran por entero desconocidos. El poder de comprensión de Bourdelle,
su extraordinaria sutileza, allanó un acercamiento que parecía imposible. Le
prestaron inesperada ayuda varios incidentes que habían empezado a tender de
uno y de otro lado del mar un puente, no por incorpóreo menos real.
Da la primera cifra una repetida presencia en los temas
tratados libremente por Bourdelle; durante mucho tiempo, esquemas y pinturas
revelan sostenido interés por el centauro y culmina en una bellísima maqueta:
La agonía de Quirón. La sagacidad de un argentino reconoció en ella una feliz
figuración del gaucho, vitalmente unificado con su corcel y obligado, como
Quirón, a abandonar un mundo que, tras haberle pertenecido, lo persigue con
implacable hostilidad. A instancias de esa solicitación argentina, esculpió
Bourdelle su Centauro moribundo como, como también para el Plata, ejecutó con
su obra máxima otra suerte de magnífico centauro, en plenitud de vida éste: el
monumento a Carlos de Alvear.
Sus propias creaciones lo habían acercado así, a través del
personaje mitológico, al país que fuera, en la Academia austral, patria del
corazón de Rubén Darío. Cuando buscó documentación directa sobre él, el amigo
que se la proporcionó ---Juan Zorrilla de San Martín—tal vez debió darle el
volumen publicado en París en 1918, una antología rubeniana, en cuya traducción
colaboraron destacados escritores franceses. El Coloquio figura entre los
poemas y en ellos vuelve una y otra vez la mención del centauro que aparece,
además, en el estudio preliminar. Esa lectura decidió sin duda la elección del
motivo. Bourdelle adoptó también él la dualidad humana y bestial para
simbolizar la personalidad del poeta que reconocía en sí mismo un
“semicentauro”. El monstruo, depositario de sus inquietudes más profundas,
mostraría su fatal atadura a la tierra y su enloquecida pasión de cielo. No
bastaba, sin embargo; la magia de su palabra exigía dotar al mensajero de
facultades que le permitieran remontarse muy alto. Llamado a rendir homenaje a
este poeta…
Si todo ensueño alcanza expresión empujado por una carencia, nunca se probó ésta tan poderosa como al engendrar monstruos mitológicos. Puede, a primera vista, sorprender la complacencia imaginativa que destacó fragmentos --verdaderos en calidad de tales—para asociarlos en disparatado conjunto. Un calado más íntimo descubre que lo ilógico del disparate persiguió una muy lógica en sí misma. Glauco y los tritones traducen el anhelo del libre movimiento en el agua; el intento de penetrar sus misterios insondables sube a la superficie con el hechizo de las sirenas, en tanto que las alas de Ícaro pretenden un dominio celeste desde tan antiguo, sin duda, como la contemplación de los pájaros.
Así, “el monstruo expresa un ansia en el corazón del orbe”
por expresar la capacidad más originalmente humana: el entendimiento de la
propia limitación. Para rescate de su mengua, el hombre incorpora a su ser
facultades que, privanza de hermanos inferiores, le fueron negadas cuando la
distribución de los dones.
Bourdelle falleció el 1 de octubre de 1929, cuatro años antes de la fecha en que fue inaugurado el Monumento a Darío.
CONTRA LA CORRIENTE
ESCULTÓRICA FRANCESA
Las sugerencias de la opinión pública eran en tres ámbitos,
los resueltos a favor ó en contra de la escuela francesa, los que estaban por
la escuela escultórica española, y quienes no optaban por ninguna de las
anteriores, la que al final se impuso, o fue impuesta.
“¿Bourdelle? ¿Gardet? Ninguno todavía, hasta cerciorarnos de
que en España no hay un solo escultor que pueda tallar el gran monumento
consagratorio de su patria.” Esa expresión que puede considerarse la más
representativa de la oposición local a los escultores franceses, pertenece al
doctor Germán Castillo, apasionado hispanófilo en la tarea de terciar a través
de las páginas de La Noticia Ilustrada.
Castillo objetaba los anteproyectos de Bourdelle y Gardet, y
a cuanto francés en adelante fuera
propuesto. Juzgaba incompatible el concepto artístico determinado por un cincel
impelido por ritmos poéticos anglofónicos; el idioma traducido a la piedra marmórea resultaba refractario.
Conozcamos en la propia pluma del polemista las motivos argüidos: “…no podrán
tener jamás una cabal concepción del poeta ni de sus poesías, porque aquel no
era francés y sus melodías fueron escritas en lengua castellana. Podrán
interpretar admirablemente a Anatole France, a Baudelaire, a Richepin; pero
para Rubén Darío se necesita un escultor que lo pueda comprender, que se pueda
empapar en sus bellos poemas, que sea capaz de sentir su lírica armonía, que
materialice en el mármol las imágenes sinfónicas de sus estrofas.”
Opuesto a esa opinión que avivaba el rechazo, el diplomático y escritor León De Bayle 5,
radicado en Francia, un año antes, en 26, le contraponía al lector una
percepción diferente, oigamos a De Bayle decir de Bourdelle: “Extraordinario
espectáculo, en verdad, el de este hombre que va a la vanguardia del Arte
triplemente armado de cincel, paleta y lira. Pues Bourdelle ha sido también
pintor. Y también ha compuesto versos en su dialecto regional tan sonoro como
nuestro castellano.
León De Bayle Sacasa
Nos recita un soneto suyo. Y nos dice que, para él, la lengua influye
sobre la concepción del artista: ya sea en la idea del poeta, como en la visión
del escultor. Y agrega: Yo esculpo en provenzal. Es por eso, según él, que sus
esculturas son arquitecturadas y golpean la vista con la misma sonoridad con
que una vieja moneda golpea los oídos. Tal vez tenga razón. Los parisienses, en
general, ignoran la América: la América nuestra que aún reza a Jesucristo y aun
habla en español.- Bourdelle la conoce. Y muy bien. El monumento al General
Alvear que se alza hoy en la Argentina es una de sus más bellas obras. Y la más
gigantesca. Vosotros que amáis la elocuencia de las cifras, sabed que costó
muchos millones de francos.”
Y sin cejar, el doctor Castillo no terminaba de hacer nudos
en el criterio inexorable de los considerados hijos adoptivos de la lengua de
Castilla en estas tierras; en esa labor exponía una larga lista de escultores
afamados de “la madre patria que atraviesa por un florecimiento de ingenios
escultóricos”, vano intento de tener
monumento con España en sitio común junto a Rubén Darío. Demandaba al Comité Darío
un certamen internacional entre escultores españoles, sugiriendo a los
siguientes “abanderados” adosados cada uno a sus importantes logros:
Mariano Benlliure, Miguel Blay, recientemente nombrado, nada
menos que Director de la Academia de Roma; Victorio Macho, el coloso modernista
y revolucionario, autor del discutido monumento a Pérez Galdós, de “La Piedad”
y otras tantas obras justamente alabados por los críticos de arte, como José
Francés y de quien el conferencista
Deschamps nos hizo una gloriosa narración. El catalán José Llimona, que
obtuvo por oposición en un certamen la hechura de la estatua ecuestre de Ramón
Berenguer y en 1907, en la Exposición Internacional de Barcelona, le es
adjudicada por unanimidad la Medalla de Honor, a propuesta de los jurados de
Bélgica, Italia e Inglaterra, por su estudio para el soberbio monumento al
doctor Robert, que se levanta majestuosa en la plaza de la Universidad de la
augusta capital de Cataluña. Gloria española, que ostenta como blasón todos los
premios que puede ambicionar cualquier artista contemporáneo. José Clará, cuya
primera obra “Tormento”, exhibida en París, obtuvo un sonoro elogio, escrito
por el gran Bourdelle. En 1910 el Estado francés, de su Exposición, compró una
obra para el Luxemburgo. Después obtuvo la primera medalla en la Exposición
Internacional de Bruselas. Quintín de Torre, Enrique Casanovas. El aragonés
José Bueno. Juan Borrell Nicolau, autor del monumento a Verdaguer. Mateo
Inurria, José Ortells, Carmelo Vicent, Miguel Ángel Irilles, Aniceto Marinas
García, Huerta, Navarro, etc.
El contradictor concluía su panegírico sentencioso: “ni
Bourdelle ni Gardet todavía, sino el vencedor en un concurso internacional. ¡Gloria
a las artes españolas!”
OTROS DESEOS ARTÍSTICOS EN POS DEL MONUMENTO
Entre los nombres mencionados por el doctor Germán Castillo
no fue incluido el de Jaume Otero Camps, (Mahón, 1888-Barcelona, 1945).6
Artista relativamente joven para 1926, cuyo deseo de elaborar el monumento a
Darío fue comunicado a través del cónsul de Nicaragua en Barcelona.7
Por el escultor: José Otero –Fot.
izq. por detrás.
Abajo se lee el verso de Manuel Machado en la muerte del
Vate nicaragüense:
“Nadie esta lira toque si no es el mismo Apolo
Nadie esta flauta suene, si no es el mismo Pan”
Fot. Derecha, de frente: El monumento de frente. Tendrá de
altura cerca de 8 metros. Material: mármol. El busto del Poeta rodeado por las
Musas. Arriba, La Poesía. Abajo se lee: “Nicaragua a Rubén Darío”.
Los términos de su propuesta / 15 de julio de 1926 / fueron
ceñidas a las bases del concurso elaboradas por el Comité Pro Monumento a Rubén
Darío. Hasta ahora, apenas son tres los anteproyectos completos que se conocen
de igual número de artistas que estaban dispuestos a elaborar el homenaje de
“Nicaragua a Rubén Darío”.
Otero Camps describe y proporciona las medidas del boceto, coste y condiciones. Por justo y necesario, al final de este documento, hemos anexados los textos completos de los proyectos escultóricos hechos por don Mario Favilli y Jaume / José / Otero Camps.
Otero Camps describe y proporciona las medidas del boceto, coste y condiciones. Por justo y necesario, al final de este documento, hemos anexados los textos completos de los proyectos escultóricos hechos por don Mario Favilli y Jaume / José / Otero Camps.
De hecho, los dos candidatos finales y los respectivos
proyectos escogidos por minoría de miembros del Comité Pro Bronce Darío,
---ampliado en segunda época---, no fueron los únicos; al divulgarse
paulatinamente y tempranamente el rechazo de toda propuesta que llegaba al seno
del Comité, aparecieron otros aspirantes con intenciones y propuestas tardías.
Quizá, el mayor impedimento encontrado en el limitado círculo de candidatos, lo
representó el mismo Comité, carente de acuerdo.
Don Mario Favilli presentó su proyecto en maqueta. Por su
parte, Ángel Mazzei empezó a elaborar su maqueta hasta que estuvo en Nicaragua.
Inicialmente, lo único que presentó fueron los dibujos en perspectivas. Cuando
finalizó la maqueta, el Comité decidió exponerla al público en la Biblioteca
Nacional.
Propuesta escultórica de Francisco D' Amico
De forma tardía otros artistas mostraron interés en concursar, entre ellos, el arquitecto italiano Francisco D' Amico y el ingeniero guatemalteco Rafael Pérez de León (1896 – 1958†). Ambos, reunían credenciales con énfasis en el diseño y la construcción de importantes edificios.
D' Amico llegó el 14 de julio de 1933, procedente de
Guatemala, aunque lo hizo cuando todo estaba decidido, trajo consigo su
proyecto, catalogado “de magnífico simbolismo”. La primera referencia conocida
en Nicaragua sobre la propuesta de Francisco D'Amico fue por intermedio del
Encargado de Negocios de Nicaragua en Guatemala, quien envió al Ministerio de
Relaciones Exteriores dos fotografías del proyecto.
Del 4 de junio de 1932 data la carta enviada por el General Heberto Correa a don Juan Ramón Avilés, en ella explica los motivos por los cuales Pérez de León deseaba participar en el concurso del Monumento, Correa rememoraba los antecedentes de Pérez de León en los siguientes términos: “En tiempo de mi vida universitaria de aquí, la sociedad juvenil literaria Renacimiento” de la cual formaba parte, lanzó la iniciativa de un monumento a Rubén Darío en Guatemala; se llevó a efecto el concurso correspondiente, más en ese tiempo se verificó el cambio político de la caída del Presidente Estrada Cabrera, con lo que el proyecto del monumento fue a dormir el sueño del olvido. Uno de los proyectos presentados fue el del joven ingeniero guatemalteco Rafael Pérez de León, Rafael ha tenido fuertes deseos de ir a conocer Nicaragua y con motivo de los proyectos sobre el monumento a Darío, me ha pedido que le envíen todos los datos que puedan, así como una visita del sitio donde se piensa erigir el monumento.” En Guatemala se recuerda a Pérez de León por la construcción de importante edificios públicos y privados; Entre 1913 y 1927 estudió en la Escuela de Artes Plásticas. En 1922, junto a Miguel Ángel Asturias, David Vela y otros, fundaron la Universidad Popular. Fue Ministro durante el Gobierno de Juan José Arévalo.
EL MONUMENTO: DOS
PROYECTOS DEL MISMO AUTOR
Con la inauguración del Monumento, el 24 de septiembre de
1933, hubo pausa en la inagotable controversia pública. El bando opuesto al
proyecto de Favilli fue rechazado, sin poder variar la decisión, sólo les quedó
esperar la obra contratada y esculpida en Italia, que meses más tarde ocupó
sitio en el parque, conforme al diseño propuesto y aprobado previamente en
Managua, sin embargo, dejamos claro que la obra escultórica en homenaje al vate
fue hecha a partir de una segunda propuesta de Favilli, varió el concepto
primigenio, rompió la composición, el volumen proporcional de las esculturas
alegóricas a Cantos de Vida y Esperanza (1905), además de situarlas en posición
diferente a la conceptuada en la primera maqueta, de la que siempre se dijo,
terminó destruida en el terremoto de 1931; así lo demuestra ---ahora-- la única
fotografía hasta ahora conocida donde aparece la primera maqueta del “Proyecto
Favilli”.
Maqueta original presentada por Don Mario Favilli antes del terremoto de 1931
Por otra parte, la prueba documental reciente, rebate y
contradice parte de la crítica severa emitida por el artista Ramón Matus,
primer Secretario que tuvo la primera Academia de Bellas Artes fundada el 5 de
diciembre de 1933, conozcamos lo que afirmaba sobre las dos propuestas posteriores
al terremoto de 1931:
"La maqueta presentada por el señor Mazzie, no pasaba
de los limites de un monumento conmemorativo de meritos locales. En cuanto a su
ejecución, carecía de armonía proporcional entre la figura del poeta y el
pedestal. Conjunto monótono a causa de la colocación de las figuras en una
misma línea vertical. "La maqueta del señor Favilli, basada en un
magistral dibujo, desapareció en el terremoto del 31 y ejecutado por un artista
italiano, al ser repetido de memoria, ha perdido la grandeza de la composición
y línea".
Maqueta original, elaborada antes del terremoto de 1931
Escultura actual, desproporcionada, el Genio en la proa de la barca; adicionado como parte de la “restauración” acontecida entre 1998-2000, bajo la supervisión del ingeniero italiano Giorgio Pascualini Ciarlo y subcontratación de la empresa nicaragüense de mármoles, Hentgen Pistorius Vargas, S.A.
Según puede inferirse de la prueba fotográfica, Favilli siempre tuvo a mano la forma proyectada de la primera maqueta original, mucho mejor recurso que cualquier boceto, desde el cual pudo hacer la maqueta y labrarse el monumento definitivo, “no de memoria” como aseguró Matus.
Escultura estilizada, grácil, del Genio en la proa de la barca. Maqueta original. Con la mirada puesta en Darío, le ofrece la corona de laureles
Entonces, podría decirse que ambos propuestas siempre
partieron de un común denominador conceptual, con bastantes semejanzas y de puntuales
diferencias. Algunos de los cambios introducidos puede que partieran de recomendaciones hechas por el comité técnico
integrado por los tres notables personajes, quizá, uno de esos cambios puede
que haya sido la distribución espacial de las tres Musas. Tampoco descartamos
que los cambios pudiesen haber surgido en el taller del escultor anónimo de
Pietrasanta.
Comparemos los dos proyectos; en la maqueta original, están
agrupadas las tres, del centro hacia la proa, y en el monumento erigido Polimnia (con la trompeta) y Calíope están
una contigua a la otra, Erató (con la cítara), separada de ellas viaja sentada
hacia la popa, con la cabeza y la mirada orientada hacia el Genio en la proa.
En el proyecto inicial Erató “está de espalda” a Darío, sostiene la cítara con
la mano izquierda y la apoya en la rodilla. Sin lugar a dudas, en el monumento
definitivo está bastante mejor lograda. Dos palomas columbiformes completan la
representación mitológica clásica de Erató. En la maqueta original las aves no
están “al pie” –como debería ser--- de
esta Musa de la Poesía.
Monumento mal restaurado
Maqueta original presentada por Mario Favilli para elaborar el Monumento. Obsérvese la escultura del Genio en la proa de la barca, estilizada, grácil, con la cabeza levantada y la mirada puesta en Darío, a quien le ofrece la corona de laureles. Fotografía restaurada porEduardo Pérez-Valle Morales (Mashiro)
Examinemos algunos detalles del monumento actual, un simple
vistazo permite establecer las semejanzas y las diferencias parciales, en tres
momentos:
1) Parte de la maqueta primigenia apreciada por primera vez
gracias a la fotografía que ilustra este trabajo, corresponde al primer
proyecto, antes de 1931, en ella puede apreciarse La Barca con distinta factura
escultórica, hago referencia particular, al Genio colocado en la proa, posee rasgos anatómicos bien proporcionados,
a pesar de verse a través de esa imagen fotográfica, transmite vigorosa
expresividad, fina expresión en el rostro, con la cabeza levantada y la vista
hacia Rubén, a quien, con las brazos en alto y de frente, ofrece la corona de
laureles. A la vez, Polimnia, tiene puesta la mirada en el Genio, detalle que
fue variado en el monumento esculpido, donde la Musa de la Retórica tiene la
cabeza erguida y está orientada hacia el plano frontal.
Escultura esculpida en Italia que formó parte del monumento original colocado en el Parque Darío, lleva entre las manos la corona de laureles, completa.
2) La segunda versión corresponde al monumento definitivo erigido en 1933 --- que según afirmó don Ramón Matus--- fue “esculpido de memoria” por un artista italiano. Puede decirse que, el mármol de donde surgieron las formas de La Barca con sus mitológicos tripulantes fue desbatado, con toda seguridad, con un patrón aproximado al concebido antes de 1931. Indudablemente, el primero fue de superior factura. Dos componentes y localidades del conjunto escultórico no corresponden al primer diseño. Recordemos que la obra definitiva consagrada a Darío quedó alterada porque en alguna época imprecisa, gente inescrupulosa robó la escultura del Genio que apoyado en una rodilla y con las manos en alto, desde la proa “ofrecía al Sumo los laureles”
3) Finalmente, al monumento llegado hasta nuestros días, le
fue incorporada una malograda reposición del Genio (Fotografía 3), carente de
vigor corporal, nada gestual respecto al
concepto poético, ajeno a las líneas generales escultóricas correspondidas con
la mitología griega, desproporcionado y sin afinidad con el resto las
esculturas, esperpento que abate el sentido de entrelazamiento artístico de las
figuras.
Puede decirse que, al interior de La Barca no hay “escultura
principal”, no obstante, el Genio es el único que –a mi juicio-- poseía expresión corporal y movimiento
propio, arrebatada con la última adición dizque restauración, ---abusos y
daños--, hechos con el dinero aportado por cierta compañía transnacional de
negocios petroleros en nuestro país.
Eros y Psiquis, ocupan la popa, ellos, poseen proporción
corporal y rostro bien labrado, correspondido con la descripción de Favilli:
“Eterno Joven Amor / Puro y Suave como la Infancia / Perfume de las flores más
bellas”. “El Genio” de la Texaco, no ofrece a Darío ninguna “corona” de
laureles, apenas aprisiona entre las manos una sarta de cuatro flores. Quizá el
espectador que carece de conocimiento mínimo para juzgar lo que mira, no llegue
al extremo de centrar la apreciación en la asimetría de una escultura afectada
por el “Síndrome de la obesidad infantil”.
Ese no es el Monumento de 1933, es otra cosa.
En esta fotografía puede constatarse el vandalismo que
afectó el Monumento; robaron la escultura del Genio y Polimnia está sin el
brazo que sostiene la trompeta
Otro grave defecto anatómico, armónico, y que introduce
alteración en el monumento, es el antebrazo demasiado largo y sin ángulo de
flexión con el brazo, tal como originalmente era, lo que permitía una trompeta
que partía de los labios de la musa de la retórica hacia la parte superior de
la voluta en la proa de la barca. Obsérvense las siguientes fotografías de
antes, y después del brazo añadido.
ESCULTOR IMAGINARIO:
MONUMENTO DEFINITIVO CINCELADO POR MANO ANÓNIMA
El enredo sobre la supuesta identidad del escultor italiano
que desbastó, cinceló y martilló el mármol, lo arraigó entre nosotros, la mención
contenida en el Boletín de la Unión Panamericana y Washington, mayo de 1934. En
la citada publicación, el autor del artículo identificado al final, únicamente
con las siglas “E.C.S.”, ---sin citar la fuente---, atribuye a inexistente
escultor la ejecución del Proyecto elaborado por Favilli. El nombre del
escultor imaginario es “Bonzanno”. Qué duda cabe al respecto, si las propias
fuentes primarias hacen constar los insistentes reclamos hechos a Favilli y al
propio Comité Pro Monumento a Darío, porque en ningún documento fueron
especificadas las condiciones del arreglo con el escultor anónimo de Italia.9
Al respecto, nos ilustra la respuesta poco cordial de doña
Josefa O. de Huezo, a don José F. Frixione, Presidente del Comité Ejecutivo del
Distrito Nacional: “Con sorpresa he leído el oficio del 15 del corriente que
Ud. dirige a esta Secretaría del Comité Darío, para inquirir los pormenores y
procedimientos que siguió el Comité al celebrar el contrato del Monumento con
el señor Favilli en vez de hacerlo con el señor Mazzei, como era el deseo de
Ud.
Digo con sorpresa porque los términos de su nota se salen de
las normas prescritas por la urbanidad y el derecho y no están dentro de las
ritualidades serenas y tranquilas de esta clase de correspondencia.
No es el público el inconforme señor Frixione. El público desea ver lo más pronto la consagración de su Gran Poder, así lo ha significado más de una vez. Otros son los inconformes por razones particulares que es obvio decir por hoy.”
Como se ve, al final las decisión del Comité no fueron
adoptadas por mayoría; algunos miembros habían fallecido y otros decidieron no
avalar la escogencia del proyecto Favilli. La misma terna a cargo de
seleccionar al ganador entre Favilli y Mazzei, optó por sugerir otro concurso,
así lo hicieron constar Urtecho, Castellón, y Vijil, en las palabras de ellos
conozcamos la opinión en contrario:
[…] “Por las responsabilidades de acierto que asumen ante el
país, se sienten en la obligación imprescindible de anteponer a las circunstancias
de tiempo que reclaman en la estricta extensión de lo posible la de la mayor
excelencia de la obra, dentro del límite de nuestras facultades a fin de que
esta resulte un monumento soberbio, artístico y sobre todo, lleno de expresión
resaltante, viva y propia que debe caracterizar la estatua o figura del poeta.”
El propio doctor Hildebrando A. Castellón denunciaba: “No
fui siquiera citado para dicha reunión. Dudo que hayan sido citados igualmente
al doctor Joaquín Vijil y el Ingeniero J. Andrés Urtecho, quienes junto
conmigo, suscribieron un dictamen desfavorable al Proyecto Favilli. Don Juan
Ramón Avilés miembro del Comité tampoco fue citado para la aludida sesión.”
Pero si parte del reducido Comité aceleraba la escogencia
sin atender ninguna recomendación, al divulgarse lo resuelto, la prensa escrita
arreció la campaña a favor del nuevo Concurso, así lo demuestra las
declaraciones de don David Campari, Cónsul de Italia en Nicaragua, al solicitar
“todos los detalles pertinentes, relativos al Monumento a Rubén Darío, para
enviarlo a los artistas italianos que quieren presentar proyectos para la
glorificación en el mármol de nuestro inmortal poeta.”
PORMENORES PREVIOS A
LA INSTALACIÓN DEL MONUMENTO
Al conocerse a través de la prensa nacional la escogencia
del proyecto Favilli, el Director de Obras Públicas, don J. F. Fariñas, en
campo pagado previno a don Mario Favilli para que presentara los planos de
instalación, recordándole que estaba facultado por lo dispuesto en el inciso 2
del artículo 135 del Reglamento del Ejecutivo que lo facultaba a intervenir en
“lo relativo a monumentos públicos”. De la misma forma, cinco días después,
Favilli hizo publicar la contestación a Fariñas, asegurándole que lo haría en
tiempo y forma.
Una minoría del Comité reunidos el 6 de julio, en la casa de
doña Chepita de Aguerri, tomó la decisión de escoger el proyecto presentado por
Favilli. Una vez que éste firmó el contrato en Escritura pública celebrada el
15 agosto de 1932, ante el notario Enrique Cerda, empezó a preparar el viaje
para partir lo más pronto posible. La relación contractual incluyó el pago de
fianza de garantía, efectuada mediante hipoteca de bienes inmuebles propiedad
del propio Favilli y don Luis Picasso, hasta por la suma de diez mil córdobas,
adelanto de dinero destinado a pagar
–entre otros gastos previstos--
el servicio de la compañía escultórica. El Comité recibió a satisfacción
la obra y el 27 de septiembre de 1933 fue inscrita en el Registro Público la
Escritura de Cancelación de la Hipoteca; con el documento firmado el
contratista entregó otros tres mil córdobas restantes.
Conozcamos algunos detalles de cómo Favilli emprendió el
plan de viaje y el contrato del Monumento: El 24 de agosto, Favilli puso en
orden el pasaporte, y el 2 de septiembre abordó el vapor Santa Ana con destino
a su país de origen. Ese mismo año, en el 32, retornaba haciendo escala en
Nueva York. El 2 de diciembre era
pasajero rumbo a Nicaragua, tras permanecer tres meses en Italia dedicado a
contactar “la mano anónima” que esculpiría el monumento.
Las partes del monumento fueron embarcadas el 8 de mayo de
1933 y despachadas hacia Nicaragua por el puerto de Livorno, Italia; con el
envío fue remitido el cemento que utilizaron para el pedestal.
Casi un año después, en la primera semana de julio de 1933,
la Aduana del puerto de Corinto registraba un total de 170 bultos con un peso
de quince toneladas. Según expresó don Mario Favilli, por el transporte de las
15 toneladas, canceló sesenta y cinco mil liras. El Monumento llegó por la ruta
del Canal de Panamá, porque no pudo contratarse ningún barco que llegara
directamente a Corinto.
El Gobierno concedió libre introducción de todo el material,
no cobró por almacenamiento y el transporte desde Corinto hasta Managua.
Favilli estuvo a cargo de supervisar el traslado desde el puerto hasta los
patios del Palacio del Ayuntamiento en donde permanecieron custodiados.
En la historia del Monumento, existen breves noticias o pequeñas notas periodísticas relacionadas a la presencia de doña Rosario Murillo. La ex esposa del vate,
devenida en tal condición, como resultado del malhadado matrimonio eclesiástico "consumado a punta de trampa y coacción"---- estaba presente en el Parque Darío a
fin de constatar por su cuenta, los avances de las obras en la instalación del
Monumento, así lo hace constar la siguiente noticia: “…Doña Rosario, la esposa
del Poeta se encontraba viendo trabajar a los operarios encargados de la faena.
Después llegó la Secretaria del Comité doña Chepita de Huezo…. Doña Rosario,
que ha sido el alma del monumento en eso de mover voluntades de los demás, nos
dice que la inauguración se llevará a cabo el 15 de septiembre.” Como veremos
más adelante, el acto no pudo verificarse en la fecha prevista.10
Durante un mes completo, julio del 33, las nuevas
autoridades del Distrito Nacional y el Comité no decidían el sitio exacto donde
estaría ubicado el Monumento dentro del parque de su nombre. Antes, habían
acordado colocarlo en el sitio donde está erigido el Obelisco y que éste sería
trasladado al Parque Central. Al final, la decisión fue dejar el Obelisco en su
sitio y colocar el Monumento en el centro del Parque Darío, de frente al Parque
Central, teniendo a sus espaldas la perspectiva del Lago de Managua y sus
montañas.
Bajo el seudónimo de Juan Tabares, en un diario de la capital fue publicada una ocurrente y flamígera crítica, el autor de clara militancia conservadora, afirmaba: “Pero ahora con esta mala educación nuestra, la colocación de dicho monumento está poniendo las botas al Comité-Darío, porque no halla lugar adecuado para sembrarlo y aunque algunos opinan que sea en el Darío, parece que allí resulta asimétrico y que si lo ponen dando espaldas al Club Managua, la sociedad capitalina no perdonará este ultraje porque alegarán que Rubén fue un legítimo aristócrata y si lo ponen de espaldas para el Ayuntamiento, entonces será peor el ultraje porque el Palacio del Ayuntamiento es el símbolo del vecindario capitalino y además el arbolito indio que plantó don Diego Manuel Chamorro, tendría que ser arrancado. El barrio de Santo Domingo lo pide para su plaza; otros lo quieren en las Piedrecitas; otros en la terminación de la Avenida Bolívar, y todos estos lugares tienen el inconveniente máximo, y es que a la semana no quedaría del monumento más que la figura de Darío porque no faltaría quien se llevara las palomas y todos los adornos para que sus hijos se diviertan. Y en medio de estas dificultades, León, el León de Santiago de los Caballeros, grita su derecho de tener a Darío en su localidad, lo quieren llevar a Poneloya, ponerlo en la costa mirando al mar embravecido. Y esto de que lo pida León es algo serio, porque son capaces, si no los atienden, de venírselo a llevar y como ahora mandan no habrá quien les diga “cho”.11
El Comité Darío delegó al ingeniero Arturo Solórzano como
técnico y contraparte a cargo de inspeccionar los trabajos estructurales. Al
efectuarse los trabajos eléctricos para hacer funcionar la Fuente del
Monumento, la Compañía de Luz Eléctrica advirtió que el trabajo estaba mal
hecho y le dañarían el transformador instalado en esa zona. Managua contaba con
un deficiente sistema de energía eléctrica, por esa razón la instalación de la
Fuente ocasionó sensible fluctuación de energía en las instalaciones cercanas,
además, puso en peligro el único transformador del área. Para ayudar a superar el problema
técnico, el Distrito Nacional designó al señor Alier Bonet.
Finalmente llegó el día de la inauguración y por primera vez en la historia de
Nicaragua, y de la radiodifusión, fue transmitida una ceremonia pública, que
estuvo a cargo de la estación Le Franc (YNLF).
DARÍO EN SOLITARIO:
DINERO CONTRA LA RAZÓN, LA LEY, Y LA HISTORIA
En las circunstancias de siempre, donde no hay recursos
económicos para el ámbito de la cultura, hicieron que la atribuida
restauración, costeada por la representación de la petrolera Texaco, permitiera
consumar deseos carentes de nobleza y moralmente despreciables. Por evidentes
motivos, el Monumento a Darío ahora tiene rótulos por cualquier sitio, de
frente, al costado de la plataforma. Le incorporaron mensajes improcedentes y
créditos inmerecidos, en trasgresión abierta a la preceptiva de conservación
patrimonial vigente en cualquier rincón del planeta. Supuestos bienhechores del
Monumento, lo plagaron de rótulos propagandísticos, propio del inveterado afán
localista de ocupar tarima, colgar medallas en solapas, fue el pretexto de
honrar al Genio declarándose unos a otros, investidos de méritos. 12
El desaguisado, de tener ahora un monumento alterado,
corrompido en “su concepto”, al cual, nuestros ilustres antepasados acordaron
no pegarle placas con nombres, colectivos o individualizados, mucho menos,
grabar cosa ajena en el mármol de la plataforma, poner rótulos adentro o fuera
del mismo, puso fin a la expresa voluntad popular al costearse por suscripción
pública. Precisamente, el Distrito Nacional sólo aportó 200 córdobas, de
cuatrocientos, convenida en sesión municipal del 13 de septiembre de 1932, que
fueron recibidos por el doctor Modesto Valle en representación de la Presidenta
del Comité Darío.
Obsérvese el volumen de la escultura elaborada presuntamente
por un taller especializado constituido
bajo la figura de Sociedad Anónima, cuyo nombre comercial fue grabado en la
tabica del primer peldaño, al frente del monumento. La improcedente inscripción
dice: “Restaurado en 1998-2000 por Hentgen Pistorius Vargas, S.A., gracias al
generoso aporte cultural de Texaco”.
A su vez, el binomio ---Monumento y Sitio--- están confinados
dentro del disminuido entorno o espacio público donde Darío permanece en
solitario, pero además, ya no está la grácil escultura del Genio sosteniendo
entre las manos la corona de laureles que ofrece al Sumo ---original concepto
poético-escultórico de Favilli--, ahora lleva una sarta de cinco flores, y la
Texaco “estrelló” contra el monumento la “T” de su emblema, lo declaró
subsidiario de aceites, hidrocarburos y lubricantes. Dicen que 80 mil dólares
le costo a la “poética Texaco” tener lugar propio en monumento ajeno.13
Pero el desbarre no acabó ahí, grabaron sobre el mármol,
leyendas y nombres, pertenecientes a una parte de los directivos del Comité Pro
Bronce Darío constituido en 1916, y para remate alguien incluyó dentro del
texto aludido, la impronta de la ignorancia, el yerro ortográfico. Gazapos no
le fueron perdonados ni siquiera a la “mano anónima” contratada en el pueblo de
Pietrasanta, al apócrifo Bonzanno cuyo cincel y martillo entregó versos mal
copiados, así lo muestra el reclamo oportuno hecho a Favilli, conozcamos lo que
hubo de repararse en Nicaragua: “En la inscripción de “El Coloquio de los
Centauros”, decía “y de robustos múscOlos. En “La Marcha Triunfal”: “Las bellas
mujerAs aprestan coronas de flores”. En “Los Motivos del Lobo”, se leía: “Y lo
que miraba casi no crería (por creía).” Así consta también en la inscripción
del “monumento restaurado”, ---ni siquiera corregido, diríamos---, en el que,
ellos creyeron honrar al pleno del
“Comité Mixto Permanente”, se lee: “inagura” por inaugura. El monumento no fue inaugurado el 15 de
septiembre, postergado por fuerza mayor, el acto solemne ocurrió el 25 de ese
mes. 14
INSCRIPCIÓN HECHA EN LA BASE DEL MONUMENTO A DARÍO
COMITÉ MIXTO PERMANENTE “BRONCE DARÍO”
LEGALMENTE ORGANIZADO EN 1916 CON EL FIN
DE OBTENER FONDOS Y ERIGIR ESTE MONUMENTO,
QUE SE INAGURA (SIC) EL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1933.
TRABAJO DESDE 1916 HASTA 1933
PRESIDENTA: SEÑORITA ROSIBEL MARTÍNEZ
VICE PRESIDENTES: Dr. FRANCISCO PANIAGUA PRADO
Y SEÑORA JOSEFA O. DE HUEZO.
TESOREROS: SEÑORITA ESTER CASTELLÓN
Y SEÑOR JOSÉ ANTONIO CABRERA.
SECRETARIOS: Igno. JOSÉ ANDRÉS URTECHO
Y Srta. TRINI MEDAL.
VOCALES: Srta. ANITA NAVAS,
Y SEÑORA JUSTINA DE ESPINOSA.
Dr. MANUEL MALDONADO
Y DON CONSTANTINO LACAYO
A los antedichos personajes del Comité, agregamos a doña
Josefa (Chepita) Toledo de Aguerri (1866 - 1962†) quien fuera hija de Engracia
Murillo y Ramón Toledo. El doctor Jorge Eduardo Arellano califica a Doña
Chepita “como la primera maestra por antonomasia de Nicaragua y la pionera del
teatro escolar”, entre muchos méritos intelectuales y ciudadanos. Doña Amelia
Díaz de Castellón, quien renunció del cargo porque junto con ella, fueron siete
los miembros del Comité Darío que no participaron en la sesión donde fue
aprobado el proyecto de Dn. Mario Favilli. No están: don Juan Ramón Avilés, los
doctores Joaquín Vijil, e Hildebrando A. Castellón.
Poco tiempo antes de inaugurarse el Monumento le sobrevino
la muerte al doctor Francisco Paniagua Prado, considerado como el Director del
Comité. A la cabeza del bando opuesto y en contra de los purgados, el doctor
Paniagua dijo: “no citamos a muchos miembros porque no fueron electos
legalmente.”
Lo rechazado en más de una vez por nuestros antepasados, fue obviado en el presente. Haya sucedido por ignorancia expresa o por carecer del mínimo sentido común, será necesario enmendar, así lo advirtió don Juan Ramón Avilés, cuando escribía contra ese tipo de propósitos: “Hemos sido informados de que se pretende adherir al Monumento a Darío, una placa conteniendo los nombres de los miembros del Comité, a los actuales directivos pro-Monumento a Darío. Aparte de que sería injusto que no se incluyera a todas las personas que en diferentes ocasiones han formado parte del mismo, tal aditamento sería algo sobrancero que vendría a darle sello parroquial a lo que es obra de la Nación entera, ya que se ha erigido por suscripción nacional. Bastan las líneas grabadas en el frente del Monumento: Nicaragua a su Rubén Darío, para que todo lo demás quede fuera de lugar.”
DEFINITIVO Y ÚLTIMO
Tengamos el respeto merecido por lo heredado y recibido en
resguardo, no importa cuánto más tengamos que hacer para restituir al monumento
lo propio, suprimir lo malo, quitar al impostor que hoy ocupa la Proa de la
Barca, y restituir al genuino compañero de
Polimnia, Calíope y Erató. Devolver
al vate la corona de laureles que el Genio ofrece con los brazos en alto. Me
atrevo a decir que, poseemos la mitad de la historia sobre el origen del
Monumento, cuyo crédito artístico pertenece a don Mario Favilli, quizá la
primera maqueta en algunos aspectos fue un tanto mejor que la segunda, pero,
paradójicamente, sigue en el misterio la otra mitad, la identidad del escultor
que arrancó al mármol la forma poética.
Rubén Darío tiene Monumento poético con una historia
dividida en dos tantos, el concepto y el boceto /maqueta/ a escala, de autor
conocido, y el Monumento erigido, esculpido por mano anónima
Tal vez, a la recta comprensión de esta historia, también servirán las respuestas que obtuve del recordado ingeniero Giorgio Pasqualini, cuando tuvo la gentileza de responder mis preguntas, precisamente sentados ambos, en una de las bancas del Parque Darío; estas son algunas de aquellas preguntas y respuestas:
Arq. Giorgio Pasqualini
Tomada de Intenet. El Nuevo Diario, 13/Nov./1998.
EPV h. --- ¿Cuál es la condición del monumento?
GP: --- El
monumento al Poeta estaba en pésimo estado. Su reparación es por primera vez
una restauración; nunca antes, ni por los daños del terremoto del 72, se le
había restaurado completamente, lo anterior fueron reparaciones menores, y las
hice por encargo del entonces Ministro del Distrito Nacional, Manuel Valle
Olivares.
EPV h. -- ¿Qué procedimientos emplean?
GP: --- El terremoto le provocó cuarteaduras que
afortunadamente no lo dañaron, esta fueron fallas que atravesaron la base del
monumento a escasos centímetros. Al lado de la Alegoría de los Centauros
se ve claramente la falla de la cual hablo. Para detectarla se hicieron serios
sondeos geológicos para ver si existían otras fallas no visibles, comprobamos
que la referida falla pasa aproximadamente a cuatro metros del Teatro Nacional
y afecta las columnas de la parte Este.
Esta restauración consta de dos etapas, ésta, la
primera, que abarcará la reparación de las piezas faltantes del monumento,
exceptuando “La Ninfa ”
(sic) que va en la proa de vigía, la que fue robada en no sé qué fecha, y que a
falta de un presupuesto para el presente año, se enviará a elaborar a Italia en
el próximo año, en la Cía.
“Escultores Barzanti”, en Carrara, Toscana, Italia. Yo hice aquí los moldes de
yeso para ser enviados a Italia, los adaptamos y los esculpimos para luego
enviarlos a Italia, y que con ellos los confeccionen iguales a los originales;
ha sido un estudio muy profesional.
EPV h. --- ¿Desde la percepción artística qué le
parece el Monumento?
GP: --- Es un monumento realmente bello, magnificente,
clásica armónica, en donde se observa un trabajo altamente académico. Sólo la
góndola tiene esculpidas 357 flores, 2000 hojas que hay que retocar a cincel.
Este tipo de trabajos son de la zona de Pietrasanta, Carrara, en Italia, en
donde hay escuelas escultóricas generacionales de padres a hijos, y con el
mismo corazón de aquellos escultores estoy dedicado a entregar una obra tal
fuese el mismo 25 de septiembre de 1933.
EPV h. --- ¿Tiene usted alguna información que permita
conocer quién esculpió el Monumento a Darío?
GP. ---- A tú
pregunta sobre quién esculpió el monumento no tenga respuesta.
Desgraciadamente, Mario Favilli, quien solamente armó el monumento, y que no
era arquitecto, ni escultor, él así lo hizo creer en Nicaragua, no le dio el
crédito a quien lo esculpió; esculpió su nombre al pie de la escalinata sin
especificar que él fue al armador, dejando la otra parte de la historia sin
publicidad.
Cuando yo vine por primera vez a Nicaragua a instalar
en el año de 1954 el monumento ecuestre al General Somoza García, vos podés
constatar que la inscripción de elaboración es muy clara, jamás yo hubiese
inscrito mi nombre como escultor del monumento, allí está el papel que yo
desempeñé.
EPV h.--- Hábleme de la parte técnica de la
restauración.-
GP.---- Yo creía que estaba peor de lo que encontré a
simple vista. El mármol a la intemperie sufre metamorfización. Encontré un
mármol de los más finos, duros, aguantó el trópico, lluvias torrenciales, el
ácido clorhídrico y muriático, con el cual, por falta de conocimiento, en la
década de los 80 lo limpiaban.
DESCRIPCIÓN DEL
MONUMENTO DARÍO
Por Mario Favilli
Don Mario Favilli trabajando en su taller de Granada, 1928.
Bajo este concepto resolví idear un estanque de agua,
en consonancia con la tierra de los Lagos dándole una forma caprichosa, lira,
armonizándolo con el total de la obra al circundarlo de graderías y de una
clásica balaustrada.
A la cabeza del estanque surge de las aguas, en formas
de rocas corroídas por el tiempo, el Pedestal del Poeta, el cual se eleva con
sobrias y estáticas líneas arquitectónicas que comprendiendo relieves de poemas
y versos llevan a las generaciones el recuerdo de las bellas obras del Genio.
Sobre el pedestal, en posición marcial y de cuerpo
entero, está la estatua del Poeta con vestido clásico, virgiliano,
representando en el acto de interrumpir sus melódicas poesías para escuchar el
toque de la Cetra
con que la Gloria
aleteándole de cerca lo glorifica en la Armonía.
Frente al pedestal se desliza sobre las aguas la Barca de la poesía, símbolo
de la vida que hizo el Poeta en el mundo. Como triunfo de la Poesía la encabeza el
Genio, que lleva en alto una corona de laureles. Siguen tres musas: Polimnia,
musa de la Retórica ,
Calíope con su trompeta eleva su poesía heróica y de gran elocuencia, y Erato
pronta con su Lira en hacer vibrar la melodía de las almas en el extenso género
de la Poesía Lírica.
Así como la proa de la simbólica barca que el Genio
ofrece al Sumo los laureles, así mismo en la popa está el eterno Joven Amor
(Eros y Psiquis) puro y suave como la Infancia , perfume de las flores más bellas.
La cándida barca se desliza en el Lago de los Cisnes,
blasón del Poeta. Tres cisnes alegorizan su Lago glorificando al Genio.
MONUMENTO A
RUBEN DARIO
Por Jaime Otero
DESCRIPCIÓN Y MEDIDAS DEL BOCETO
Sobre un parterre, que pudiera tener de 50 a 80
centímetros de altura, se eleva el monumento de una altura total de 7.50
metros.
Sobre la base del monumento, de 3.50 de anchura y 0.25
metros de altura, se eleva el zócalo, cuyas medidas serían 2.10 por 2.20 metros
en su parte inferior, y 1.70 x 1.80 en la superior.
Encima de dicho zócalo, y en su parte anterior,
aparece el busto del Gran Poeta, con arreglo a las características de los
bustos griegos, rodeado de las tres Gracias ofreciendo flores al gran Cantor.
Dando un ritmo de líneas y un equilibrio de volúmenes
a la composición del grupo, he procurado que todas las líneas sean ascendentes
en dirección al busto.
El tamaño de las tres Gracias sería de 2.00 metros de
altura y, en consecuencia, el busto de Rubén Darío, de más del doble del tamaño
natural; a los pies de las Gracias aparecer el cisne que tanto cantó al poeta.
En la parte anterior del zócalo tal como lo ha
indicado el Comité, aparece la inscripción:
Nicaragua a Rubén Darío
Detrás del grupo se eleva un pilar rectangular, el
cual termina con una grada, y encima de ella aparece la Fama llevando en la mano
derecha la simbólica trompeta, y en la izquierda, el ramo de laurel. Dicha fama
está concebida en sentido puramente escultórico (como todo el monumento), es
decir, sin cuerpos salientes que interrumpan o destruyan la línea total del monumento,
(puesto que ha de ser de mármol), dando una unidad entre las líneas
arquitectónicas y las escultóricas.
La altura del pilar con la grada y el plinto de la Fama sería de 3.30 metros y
la altura particular de la Fama
sería de 2.25 metros. En la parte posterior adosada al pilar, aparece la figura
de España en noble y rítmica actitud, la cual sostiene la nueva lira
representación de la nueva métrica creada por Rubén Darío, y a sus pies, echada
la pesada y académica lira, que hasta entonces pulsara. Su altura sería de 2.20
metros con la corona.
En la parte posterior y superior del pilar se podrían
hermanar los escudos de Nicaragua y España, entrelazados con hojas de laurel
esculpidos en relieve dentro del mismo plano, lo cual daría una media tinta bordeada
sobre la parte lisa del pilar que se encuentra entre la figura de España y la
de la Fama.
Debajo de la estatura de España, en el zócalo, se
leerán los inspirados versos de Machado:
Nadie esta lira taña, si no es el mismo Apolo,
Nadie esta flauta suene si no es el mismo Pan
La idea, en la composición, ha sido no representar o
describir ninguno de los poemas de Rubén Darío, sino representar la idea
abstracta de su obra: Las Gracias, la eterna juventud de que están revestidas
todas sus obras, junto con el simbólico cisne, y luego, la transformación e
influencia que ha recibido la Lírica
Hispánica. Por último, la Gloria , el renombre, la Fama que perdura y lo
aclamará a través de los siglos.
Coste y condiciones
El coste del monumento, siendo este de mármol de
Carrara escogido, será de ciento treinta mil pesetas, siendo entregada la obra
debidamente embalada y depositada en el muelle de Barcelona.
El coste del transporte desde éste al punto de destino
y erección del monumento, correrá a cargo del Comité.
El tiempo de la ejecución del monumento sería de
aproximadamente de dos años y medio a partir del momento del encargo
definitivo, (salvo contratiempos, como enfermedad, huelgas, etc.)
El peso del conjunto sería aproximadamente de unas
cuarenta toneladas.
Las condiciones de pago son las de costumbre, es
decir, entrega del primer tercio de la suma total en el momento del encargo
definitivo, entrega del segundo tercio en el momento de la ejecución en materia
definitiva, y tercero y último, en el momento de entregar la obra concluida
que, tal como queda dicho, será en el momento de dejarla en el muelle de
Barcelona, debidamente embalada.
He de manifestar que si bien me he excedido del precio
inicial del monumento, he creído que para una gran figura como a Rubén Darío,
no se puede hacer menos que el proyecto que tengo el honor de enviar.
En caso de que el Comité no dispusiera de más de
ochenta mil pesetas, entonces si lo encontraran aceptable se podría esculpir el
monumento en piedra Novelda, [llamada de Murcia].
Muy grato fuera para mí esculpir este monumento por la
grande admiración que siento por Rubén Darío.
Si el Comité tiene una idea de los precios que se
pagan por un monumento como el que nos ocupa, juzgará cuan grande es mi
voluntad para contribuir a enaltecer al Poeta de esa tierra y que a la vez lo
es de cuantas hablan la lengua española.
JAIME OTERO
Barcelona 15 de julio de 1926
PROGRAMA
JURA DE LA BANDERA E INAUGURACIÓN DEL
MONUMENTO A DARÍO
a) 7 y media a.m. Reunión de los Colegios y Escuelas en la calle que divide los Parques Central y Darío.
b) Llegada del Excelentísimo señor Presidente de la República acompañado de
su Gabinete y de la Honorable Corte
Suprema de Justicia. La Banda
y Tropa de la Guardia ,
rendirán los honres que le corresponde y
será saludado con salva de 21 cañonazos.
c) Himno de Nicaragua, al izarse el Pabellón de la República. El Dr. Modesto
Armijo pronunciará el discurso de estilo a nombre del Ministerio de Educación
Pública, y recibirá a los alumnos el juramento de fidelidad a la Bandera.
d) Descubrimiento del Monumento a Darío por el
Excelentísimo señor Presidente de la República.
e) Marcha Triunfal, música del Maestro Luis A.
Delgadillo, dirigida por éste y ejecutado por ochenta profesores.
f) Discurso del Dr. Manuel Maldonado, Miembro del
Comité Pro-Monumento Darío en representación de éste.
g) Discurso del Br. Otto Lamm, a nombre de la Federación
Universitaria nicaragüense.
h) Discurso del señor Dr. Rodolfo Espinosa R.,
Vice-presidente de la
República , sobre la personalidad del poeta Rubén Darío.
i) Entrega de la Bandera del Comité Pro-Monumento Darío, al
Colegio Rubén Darío., regentado por el Pbro. Marco A. García.
j) Al despedirse el Excelentísimo señor Presidente de la República , la Banda y Tropa de la Guardia , le rendirán los
honores correspondientes.
6 p.m. Arriada el Pabellón Nacional con los honores de
ordenanza.
Nota: Por cuenta del Comité Ejecutivo del Distrito
Nacional, habrá fuegos artificiales frente al Parque Darío, el día 15,
empezando a las 8 p.m.
Ministerio de Gobernación
(f) GONZALO OCÓN
POEMA RECITADO
POR EL POETA DOMINICANO PRIMITIVO HERRERA DURANTE LA INAUGURACIÓN DEL
MONUMENTO
TROPEL DE FAUNOS, SÁTIROS Y BACANTES EN EL MONUMENTO
DE RUBÉN DARÍO
Este magnífico poema fue recitado antier tarde, ante
el monumento a Darío par él va consagrado, poeta latinoamericano Primitivo
Herrera, hijo de la
República Dominicana.
Fue ruidosamente aplaudido.
La siringa panida solariega
Suena
en el corazón de la montaña
Como
a la orilla de la fuente griega
es
el numen que pasa…fuerza extraña
ya
viene por la grávida espesura
un
coro de centauros friscadores;
y
acompasa al tropel de la llanura
el
“evohé” de los vendimiadores…
Se
desvanece el fondo inmesurable
de
la tarde en ansias tremulantes:
y
hay una sucesión interminable
de
sátiros y faunos y bacantes,
que
en la suave penumbra vespertina
en
alborozo fraternal avanza,
y
tejen y destejen la divina
guirnalda
de la sangre y de la danza…
Es
hora de festines cabe el plinto
de
egregio cantor de Nicaragua;
suenan
en su letárgico recinto
los
vaporosos nácares del agua;
Y
las ninfas en tierno maridaje
Como
locas walkyrias del boscaje
gesticulan
alegres y palpitan
en
círculos de grácil aspereza.
Y
los sátiros rudos se encabritan
¡sonámbulos
de amor y de belleza!
En
el mármol diuturno del Poeta
sopla
un vago perfume de violeta
efluvio
de holocausto redivivo
embriagador,
sensual y palpitante:
el
aliento decrépito y lascivo
con
que el viejo dios Pan hunde el olfato
a
través de los pámpanos fragantes;
y
preside el florido celibato
de
sátiros y faunos y bacantes…
Y
de súbito salta en el vacío
lo
triste de la carne pensativa
Y
el dolor de soñar en desvarío:
¡y
resbala una lágrima furtiva
en
las pupilas de Rubén Darío!
PRIMITIVO
HERRERA
25 de septiembre de 1933
NOTAS
- Heberto Correra fue un destacado dirigente político y
militar del Partido Liberal; participó
en la Revolución Liberal de 1926,
desempeñó el cargo de Secretario del General en Jefe, José María Moncada
Tapia, hasta llegar al Espino Negro el 4 de Mayo de 1927. Ocupó diferentes
cargos diplomáticos, entre ellos el de Embajador en Guatemala, y el periódico
La Noticia del 17 de Octubre de 1937, lo sitúa en el cargo de Canciller en el
Consulado de Nicaragua, en Amapala, Honduras, época en la que ambos países
estaban enfrentados por la disputa del territorio en litigio, el 10 de junio
del 37 fueron firmados cinco tantos del Protocolo de No-Agresión, ante la
Comisión Mediadora; uno para cada una de las repúblicas de Honduras y
Nicaragua, y uno para cada una de las naciones mediadoras: Estados Unidos,
Venezuela y Colombia. El doctor Hildebrando A. Castellón quien formó parte del
Comité Pro Bronce Darío, ocupó en abril de 1937 el cargo de Ministro de
Nicaragua en Honduras, acompañado de su inseparable secretario don Roberto
Membreño.
1 - Los organizadores del evento aseguraban que El Salvador
enviaría “rosas cortadas en Santa Tecla” y Guatemala dejaría caer claveles
desde el avión. Sólo Guatemala envió un avión desde el cual fue filmado el
evento y lanzaron claveles. El diario La
Noticia Pronto se vio caer una lluvia de las perfumadas y vistosas flores por
la playa del Lago y dentro del Parque Darío. Formaban ramos con una cinta de
los colores de la bandera de Guatemala en los cuales se leía esta sencilla
inscripción: En el homenaje al Poeta Rubén Darío. El avión venía piloteado por
los aviadores Morales López y Carson, quienes más tarde fueron agasajados en el
Hotel Palace en la casa Presidencial.”
2 – El acuerdo publicado por la Corporación Municipal,
redujo a un considerando el total de los motivos expuestos en el Proyecto
elaborado por don Alcibíades Fuente h., el bando publicado razonaba: “Que es un
deber rendir un tributo a la memoria del genio patrio, y como una gran muestra
de gratitud al que llevó el nombre de Nicaragua, asociado a la más alta obra
del pensamiento español en la época contemporánea realizada por su eximia
mentalidad.”.
3 - Hacemos todo honor a los proyectos de los señores
escultores mencionados que se han esforzado, sin duda, en llenar los deseos
indicados por el Comité, de la mejor manera posible, mostrando además la buena
voluntad de hacer todas aquellas reformas se creyeran necesarias. Puede
consultarse el dictamen completo en el diario La Noticia, 12 de mayo de 1932.
Pág. 3.
4 – Puede localizarse
el documento en referencia en la revista Los Domingos, donde hay varios números
empastados que fueron donados a la Biblioteca Nacional por el recordado
periodista y miembro de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua,
Ignacio Briones Torres.
5- León Debayle
Sacasa, hijo del doctor Louis Henri Debayle conocido como "El Sabio
Debayle" y de doña Casimira Sacasa Sacasa, quien fue hija del presidente
Roberto Sacasa y Sarria y hermana del presidente Juan Bautista Sacasa. León
Debayle, era hermano de Salvadora Debayle Sacasa esposa del dictador Anastasio
Somoza García. Ocupó el cargo de Gerente General del Banco Nacional. Embajador
de Nicaragua en Washington. Fue Senador de la República. Después del asesinato
del General de Hombres Libres, Augusto César Sandino, exactamente el 28 de
febrero de 1934, Artur Blis Lane, ex embajador de los Estados Unidos de
Norteamérica en Nicaragua, informaba al Secretario de Estado de los EE.UU., que
León Debayle acudía a la oficina de Anastasio Somoza García a brindarle
información pormenorizada sobre el Proyecto de Ley donde le otorgaba estatus
legal a la Guardia Nacional de Nicaragua, anteproyecto al cual –según informa
Lane—se oponía Somoza García por cuanto la G.N. quedaba subordinada a recibir
órdenes superiores del Presidente de la República. En esa fecha, Blis Lane
agregaba en el citado informe: “El Presidente, aunque admitiendo que la emisión
de la orden tendría en la Guardia un efecto menos irritante, dijo que él opinó
que debía de seguir los deseos del Congreso. Hizo ver además, que el proyecto
de ley no había emanado de él, sino de ciertos miembros del Congreso, y de que no podía evitar constitucionalmente
que el proyecto fuera discutido”. Dos años más tarde, el 29 de mayo de 1934,
Somoza García inició acciones militares destinadas a propinar Golpe de Estado,
el 6 de junio de ese año, Sacasa presentó su renuncia a la Presidencia de la
República. Los informes de Artur Blis
Lane están contenidos en el Volumen V de la Memoria de Relaciones Exteriores de
los Estados Unidos, correspondiente a las Repúblicas Americanas, año 1934,
publicado por el Departamento de Estado de Washington, las que fueron
publicadas por primera vez en Nicaragua, en el periódico El Centroamericano,
entre los meses de julio y agosto de 1962.
6- Al Señor Ministro
de Relaciones Exteriores Managua, Nicaragua. Barcelona, 16 de junio de 1926
/Sr. Ministro / Por separado tengo el gusto de remitir a Vuestra Excelencia las
fotografías del diseño del monumento a Rubén Darío, cuya descripción,
dimensiones, costo y tiempo a emplear en
su construcción, me complazco en enviarle adjunto a la presente en pliego
aparte original del propio escultor Sr. Jaime Otero. Las citadas fotografías
tenían que ser remitidas a V. E. encomendadas al Dr. I. Leiva, quien se embarco
ya de regreso a Nicaragua, cosa que no fue posible por haber adelantado 24
horas su salida de este puerto al buque que conduce a dicho señor; habiendo
tenido que ser acondicionadas para su envío por correo. A lo escrito por el
escultor sobre el monumento, solo me resta agregar que, la obra será digna de
nuestro gran Vate; que, dado el modesto importe de su ejecución, el artista, en
beneficio de la fama de su arte, hará gustosos ese gran sacrificio material, y
que finalmente, el Sr. Otero atenderá muy complacido cualquier observación o
indicación del Comité Pro Monumento
Darío, sobre el particular. De ser
aceptado el diseño del Sr. Otero, este necesitaría una fotografía de Darío en
la que apareciera el Poeta con la cabeza descubierta, con el objeto de dar a la
obra la mayor fidelidad posible.
Con sentimientos de mi mayor consideración soy de Vuestra
Excelencia, obsecuente seguro servidor. (f) M. Ig. Terán
7 – Xavier Barral i Altet, doctor en Historia del Arte y
Arqueología, hace la siguiente valoración de Jaume Otero (1888-1945): “Escultor
formado en Barcelona con Manuel Fuxà, con quien trabajó hasta la muerte de
éste. Formado también en Francia y en Bélgica, Otero fue premiado en las
Exposiciones de Barcelona de 1907 y 1911, y también por la Mancomunidad de
Cataluña en 1920 y 1922. Junto con la obra de la plaza de Catalunya es
necesario recordar el grupo Al•legoria, situado en la Diagonal, que representa
también muy claramente la obra de este escultor ecléctico que supo mezclar
todas las herencias más claras de la escultura catalana del primer tercio del
siglo XX, que se resumen en las herencias modernistas, las influencias del
escultor francés Rodin y de su escuela y el mediterraneísmo novecentista que
desembocó en casos como el de Otero en un gusto por el naturalismo y por un
decorativismo muy puntilloso.”
8 – En el octavo de
página dedicada a la breve explicación conceptual o idea del proceso artístico
del Monumento publicada por don Mario Favilli, el proyectista no hace relación
precisa de las dos aves como parte de la representación cabal de Erató. El
resto de esculturas están incluidas. Esa publicación apareció en un diario
local, casi al culminar las obras de instalación del Monumento.
9 - El licenciado Guillermo Flores R., responsable de la
Sala Rubén Darío del Instituto Nicaragüense de Cultura, escribió un artículo
publicado el 7 de febrero de 2004, en el cual reprodujo el dato inexacto sobre
“Bonzanno”, extraído del Boletín de la Unión Panamericana y Washington.
10 – La nota periodística puede consultarse en La Prensa,-
18 de agosto de 1933. Pág. 6.
11 - El texto completo puede leerse en La Prensa, de 22 de
Junio de 1933, Pág. 4., con el título Acotaciones de Juan Tabares.
12 - Esa corrección la hizo don Juan Ramón Avilés, desde el
periódico La Noticia, del 12 de agosto de 1933. Edición 4337.
13 - […] Para agradecer ese cultural gesto, en una ceremonia
especial realizada en el Palacio Nacional, diversas instituciones darianas de
las muchas que existen en América, colmaron de diplomas e impusieron la Orden
Centenario Azul Rubén Darío, en su grado de Gran Cruz, al gerente de la Texaco,
René García, y al funcionario de esa compañía, René González. La Texaco por su
parte entregó al vicecanciller del país, Carlos Gurdián, quien la recibió en
representación del presidente Alemán, una medalla de oro, grabada con el
restaurado monumento a Darío. A Gurdián le entregaron también, una placa
tallada con el rostro de Darío, hecha por artesanos chilenos.
14- El monumento al glorioso poeta Rubén Darío, fue
reinaugurado ayer en presencia de numerosas personalidades de la vida política,
intelectual y social del país, además del presidente de la República, Arnoldo
Alemán, quien en su discurso llamó a Darío "el gran bardo de la poesía
nicaragüense". De haber escuchado esta frase, una especie de lluvia sobre
mojado y en el acto al poeta que revolucionó el idioma, el mismo Darío se
habría ido de espaldas, como también lo habría hecho tras escuchar decir a la
alcaldesa de Managua, Leda Sánchez, que con el huracán "Mitch",
"hubieron" miles de nicaragüenses muertos.” (Tórrez, Joaquín, END,
21/Nov/1998).
15 – En Nicaragua hubo considerable número de “fascios”,
afiliados al Partido, Sección Nicaragua. Fue integrado por numerosos
inmigrantes italianos radicados en nuestro país, principalmente en Granada y
Managua, En Italia el Fascismo conquista
el poder político en Octubre de 1922. La presencia fascista en Nicaragua es
anterior al falangismo franquista. Puede considerarse un antecedente poco
estudiado, tanto para comprender el movimiento “reaccionario” entre los
nicaragüenses, en el que descollaron numerosos jóvenes intelectuales.
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Hoy se va para Guatemala el General Correa y el doctor
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La Secretaria del Comité Darío contesta al señor Frixione
que no tiene derecho a preguntar. En: La Noticia, 21 de julio de 1932. Pág. 3.
Ya llegó tarde a Managua el artista D' Amico. En: La Noticia,
14 de Julio de 1932. Pág. 6.
El gran escultor Pérez de León, interesado en el Monumento a
Rubén Darío. En: La Noticia, 8 de junio de 1932.
El pago en liras por transportar el Monumento a Rubén. En:
La Prensa, 15 de julio de 1933. Pág. 6.
Anuncian reinauguración monumento a Rubén Darío. En: El
Nuevo Diario, 13 de noviembre de 1998.
* Este trabajo es un extracto de una investigación compuesta de 210 páginas.
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